El Puntero obtuvo el Oro en la tradicional y cuestionada ceremonia
organizada anualmente por Aptra. El programa protagonizado por Julio
Chávez logró salvar así la noche de El Trece, después de que el canal
organizador de la fiesta se viera ampliamente superado por Telefe
El Trece hizo valer la localía en la fiesta de los Martín Fierro
En una ceremonia en la que Telefe venía llevándose
la mayoría de los premios y El hombre de tu vida se perfilaba como
posible ganador de la noche, finalmente el galardón principal fue para
la ficción de Pol-Ka. El elegido se llevó seis estatuillas.
En
una fiesta interminable, El Puntero se alzó sorpresivamente con el
Martín Fierro de Oro. No porque la ficción de Pol-Ka no haya hecho
méritos artísticos para alzarse con el máximo galardón, sino porque El
hombre de tu vida se había impuesto en las categorías autor, director,
participación especial, actriz de reparto y cortina musical. Esas cinco
distinciones, además, se las había ganado directamente a El Puntero, que
sólo había obtenido en los rubros actor y miniserie (este logro ya era
inexplicable, desde el punto de vista de los reconocimientos a El
hombre...). Así, la 42 ceremonia de entrega del premio organizado por la
Asociación de Periodistas de Televisión y Radio de Argentina (Aptra)
puso en escena nuevamente todos los vicios, torpezas, omisiones,
hipocresías y sin sentidos que acostumbra. Sin embargo, a diferencia del
año pasado, esta vez la pantalla más premiada fue la de Telefe, con un
total de 17 distinciones, contra las 10 de su competidora. El Martín
Fierro de Platino, que el público elige entre los que alguna vez ganaron
el Oro, fue para Antonio Gasalla, ausente sin aviso. En radio,
Continental fue la emisora más premiada, con dos distinciones. Lo más
jugoso de la ceremonia fue el intercambio de opiniones que distintos
periodistas ofrecieron sobre su rol y la actualidad de la profesión.
Si el año pasado el Martín Fierro había sido una suerte de
autopremiación de El Trece desde la cantidad de estatuillas obtenidas,
esta edición no resultó tan diferente, ya que si bien obtuvo menos
premios que Telefe, le arrebató la estatuilla de Oro, la más importante.
La conducción de la ceremonia estuvo a cargo de Mariana Fabbiani y
Roberto Pettinato, que pese a sus ácidos y para nada protocolares
comentarios, no pudo evitar el tedio generado por las casi cinco horas
de transmisión. La sorpresa llegó con ese final inesperado, sospechoso,
por propios y extraños.
Fiel a una historia que hace que los premios pierdan credibilidad,
el canal emisor de la ceremonia se alzó con el premio como mejor
noticiero. Ese inexplicable absurdo que perdura en los miembros de Aptra
le dio la oportunidad a parte del equipo de Telenoche (llamó la
atención que no estuvieran ninguno de sus conductores) para que se
explayaran con privilegiada comodidad. “Se lo queremos dedicar a toda la
gente que desde hace años espera para ver Telenoche y sigue esperando
que sigamos preguntando todas las veces que sea necesario. Preguntar,
preguntar y preguntar a todos y todas. Y, además, que los funcionarios
respondan: desde los funcionarios, los ministros y la presidenta. Vamos a
seguir preguntando porque son quienes definen la vida de los argentinos
de todos los días”, arrancó Mario Massaccesi.
Inmediatamente, Edgardo Alfano copó el micrófono para subrayar que
“como periodistas de Telenoche queremos reflejar la realidad de esta
Argentina y defender a las instituciones de nuestros país. Y que haya
justicia para todos y no sólo para los amigos del poder”. El último en
mostrar su disgusto fue Julio Bazán: “Que escuchen los funcionarios que
mucha gente no tiene para comer, y si no tienen para comer no puede
haber justicia”. Extrañamente, las música de fondo que indica que se les
había acabado largamente su tiempo de discurso recién apareció cuando
Bebe Contepomi dedicó el premio al fallecido Luis Alberto Spinetta y
otras figuras del rock nacional.
La respuesta iba a llegar un rato después, a través de Reynaldo
Sietecase, reconocido por su labor periodística en radio, que no se
ahorró eufemismos para dejar sentada su postura. “Escuché hoy a mucha
gente hablar de las preguntas. El periodismo tiene como función esencial
preguntar. Pero no sólo hay que preguntarle al poder político, sino
también al poder económico, porque en una democracia como la que tenemos
ambos poderes tienen a veces el mismo poder”, comenzó su discurso.
“Quiero dedicarle este premio –desarrolló– a todos los periodistas que
no se creen fiscales de la patria, a los que se levantan sin creerse que
el periodismo tiene como función aplaudir al funcionario tal o cual.
Pero también quiero dedicarle este premio a los periodistas que creen
que hay que se funcional a los grupos de poder, incluso a los que nos
contratan. El periodismo es un compromiso ético de contar lo que pasa y
explicar lo que pasa, y eso nos genera problemas, a veces con el poder
económico, a veces con el político y a también con el que nos contrata.
De eso se trata el periodismo, amigos.”
El momento más emotivo de la noche fue cuando Juan Alberto Badía fue
reconocido por su extensa trayectoria en radio y TV. Ovacionado de a
pie por todos los presentes, el locutor se mostró feliz. “Este
reconocimiento me llega en un momento alegre, donde no tengo la carga de
tener que decir 20 palabras que salven a la humanidad. Pero sí hay algo
que quiero decirles a los que comienzan este cada vez más comprometido
camino de los medios: la trayectoria no se hace de un día a otro. Es
tramo a tramo, es remar contra la corriente. Cada tramo de esa vida
forma una trayectoria. Revisando mis recuerdos se me viene una nota que
me hicieron cuando comencé, donde me preguntaron qué esperaba de mi
futuro. Y yo respondí tener una trayectoria en lo que más amo en la
vida, que es este trabajo”, confesó, en el único pasaje de la noche en
el que todos los presentes dejaron de lado sus propios egos para
escuchar al otro, con el debido respeto y en silencio.
HOY SE PROYECTA EL DOCUMENTAL RAWSON, EN EL FESTIVAL DE DERECHOS HUMANOS
La complicidad del silencio
De la cárcel de esa ciudad patagónica se fugaron los
presos que, más tarde, fueron víctimas de la Masacre de Trelew. Los
directores Nahuel Machesich y Luciano Zito buscan, a través de su
película, reflejar la responsabilidad social frente al terrorismo de
Estado.
La cárcel de Rawson es uno de los tantos recintos ominosos de la
historia argentina, en general, y de distintas dictaduras, en
particular. Desde allí se fugaron los presos políticos de las
organizaciones armadas, dieciséis de los cuales fueron asesinados el 22
de agosto de 1972 en la Base Aeronaval Almirante Zar en Trelew (el hecho
se conoce históricamente como la Masacre de Trelew). Y esa cárcel fue
también un ámbito donde los represores torturaron durante la última
dictadura. La historia de esa comunidad atravesada por lo que significó
el terrorismo de Estado en una ciudad del sur argentino es el aspecto en
el que indagan Nahuel Machesich y Luciano Zito, directores de Rawson,
documental que se estrenará hoy a las 14 en el Espacio Incaa Km 0
Gaumont (Rivadavia 1635), como parte de la programación del 14º Festival
Internacional de Cine de Derechos Humanos.
Machesich nació en Rawson y se mudó a Buenos Aires para estudiar
Ciencias de la Comunicación en la Universidad de Buenos Aires. Y para
recibir su licenciatura realizó una tesina sobre la militancia de la
Juventud Peronista de Rawson durante la década del ’70. Desde que llegó a
Buenos Aires, comenzó a preguntarse sobre lo sucedido en su ciudad
natal. “Cada vez que en las vacaciones de verano volvía a Rawson, pasaba
buena parte del tiempo preguntando sobre eso, sobre todo cuando hablaba
con los vecinos y con gente que yo conocía de toda la vida, con la cual
nunca había hablado del tema”, cuenta Machesich a Página/12. Aunque no
sabía bien cómo encararlo, este joven tuvo la idea de hacer un
documental. En esa época participaba de un Taller de Desarrollo de
Proyectos que dictaba Zito. “Y ahí estuvimos trabajando el proyecto
durante tres meses”, comenta Zito.
El dúo le dio forma a Rawson a través de una puesta en la que se ve a
Machesich realizando la investigación en cámara, en el mismo momento de
la filmación. Así como entrevistó a actores involucrados en la vida de
la cárcel como ex presos políticos y ex guardiacárceles, Machesich
también consultó a sus familiares, buscando respuestas a sus
interrogantes políticos hasta en su círculo más cercano. La película
avanza con Machesich preguntándose qué huellas de su infancia pueden
rastrearse en el presente de Rawson. Y alcanza su clímax cuando descubre
que Jorge Tomasso, su entrenador de fútbol durante su adolescencia,
tiene una causa abierta por delitos de lesa humanidad. Pero los
directores no se quedan con el dato –espeluznante de por sí– sino que
muestran cómo ese individuo pasea por Rawson con total naturalidad, e
incluso es alguien estimado por algunos miembros de la comunidad. Es que
el documental enfoca precisamente en cómo funcionó el mecanismo social
de quienes no eran militantes ni represores durante la dictadura.
–¿Qué preguntas pretende responder la investigación?
Nahuel Machesich: –La película trata de
abordar la responsabilidad social de cómo fue posible que haya habido
terrorismo de Estado en la Argentina, cómo fue posible que hayan
existido cuatrocientos centros clandestinos de detención en todo el
territorio argentino. Y, particularmente en Rawson, cómo fue posible que
haya habido una cárcel donde torturaron a personas a cinco cuadras de
mi casa. Mientras yo estaba aprendiendo a caminar se torturaba gente.
Frente a esa contradicción hay que empezar a buscar una respuesta. No sé
si la película lo responde.
–El documental señala que la cárcel marcó la historia de
Rawson. Por la necesidad de entender lo sucedido, es de suponer que
marcó también su historia personal. ¿Cambió en algo su infancia viviendo
en un hogar cercano a la cárcel?
N. M.: –Sí. La cárcel condiciona la
historia de la comunidad, aunque sea porque muchos de los que trabajan o
trabajaron ahí conviven con todos nosotros. Y Rawson tiene también una
fuerte presencia no sólo del Servicio Penitenciario sino de un montón de
otras fuerzas de seguridad que hacen que el componente poblacional no
sea afín a tratar de responder esas preguntas sobre la dictadura. No es
lo mismo vivir en una ciudad con cárcel que en una que no la tiene.
Durante mi infancia jugaba alrededor de la cárcel. En alguna medida, uno
va construyendo su imaginación y su personalidad con esa presencia.
–¿El film busca combinar una historia personal con la historia política de Rawson? Luciano Zito: –Sí, totalmente. Me parece
que es la mirada de Nahuel sobre esa comunidad y sobre cómo fue la vida
política y social en esa época en su ciudad. Pero creo que, también,
aborda la vida actual. En la película se refleja cómo en democracia, por
ejemplo, hay personajes como Tomasso que pudieron hacer una vida social
completamente aceptada en la comunidad de Rawson.
–¿La película busca, entonces, despertar reflexiones sobre
la responsabilidad de la sociedad en el terrorismo de Estado, enfocado
sobre Rawson en particular?
N. M.: –Claramente, la película tiene esa
intención, es decir ver lo que pasaba con los que no eran militantes ni
miembros de las fuerzas de seguridad. Y haciendo esta salvedad: es
importante hablar de responsabilidad y no de culpabilidad. Esa
responsabilidad social intenta explicar que el terrorismo de Estado en
la Argentina no bajó de un ovni en la Casa Rosada y, a partir de ahí, se
desparramó por toda la Argentina, sino que hubo una sociedad que, de
alguna manera, avaló eso por miedo, por complicidad, porque le convenía,
por lo que sea. Pero responsabilidad social es una cosa y culpabilidad
es otra. La responsabilidad social es un tema pendiente y la película
apunta a indagar sobre ese tema.
–¿Por qué decidieron que la investigación se mostrara en escena, en el mismo momento del rodaje?
L. Z.: –Cuando Nahuel empezó a trabajar el
proyecto en el taller, hablaba y leía y siempre aparecía en primera
persona todo el tiempo, pero no quería participar. Y a mí me pareció que
lo más fuerte de este proyecto era poder, justamente, mostrar que él
está atravesado completamente por el conflicto principal que es romper
ese silencio. Y una manera de protegerlo era trabajarlo como un
“personaje” más de la película. Eso ayudó a que hubiera una puesta de
cámara pensada y trabajada. Y que él apareciera como alguien que va
llevando adelante esas charlas, esas reflexiones, un poco lo que Nahuel
hizo en estos últimos años.
El subsecretario general de la Presidencia y ex
titular del Comfer dice que si el Grupo Clarín se niega a desprenderse
de licencias “la Afsca puede ordenarle de oficio lo que debe vender”.
Asegura que la ley se va a cumplir para todos los grupos de medios.
Desde
esta semana y hasta el 7 de diciembre, el Grupo Clarín tendrá que
desprenderse de todas las licencias que excedan los límites que impuso
la Ley de Servicios de Comunicación Audiovisua. Si no lo hace, todo
indica que perderá esas licencias a través de los mecanismos que prevé
la norma. En esos términos, explica Gustavo López, subsecretario general
de la Presidencia, los efectos concretos del fallo que firmó el martes
la Corte Suprema, que le puso fecha de vencimiento a la medida cautelar
que mantiene al multimedio exceptuado de la obligación de desinvertir en
el plazo de un año. Pero no sólo ésa, sino todas las empresas que deben
resignar licencias de radio y televisión serán intimadas del mismo
modo, explicó López, un especialista que fue titular del Sistema
Nacional de Medios e interventor del Comfer. La resolución suprema,
vislumbra, le dará un “impulso impresionante” a la aplicación de la ley
que promete un nuevo mapa de medios, democratizado y con oferta
informativa diversificada. También explica por qué todo viene demorado.
–¿Qué indica el 7 de diciembre? ¿Que para ese día Clarín
deberá haberse desprendido de las licencias de más o que ahí empieza el
plazo de un año para desinvertir?
–Ese día caerá la medida cautelar que establecía que para el Grupo
Clarín no se aplicaba el artículo 161 de la ley. Pero antes la empresa
tendrá que haber presentado su plan de adecuación y para el 7 de
diciembre la Autoridad Federal de Servicios de Comunicación Audiovisual
(Afsca) deberá haber decidido su aprobación o rechazo. Si la empresa no
presenta el plan, la Autoridad puede ordenarle de oficio lo que debe
vender. El artículo 161 se reglamentó y, después de algunas prórrogas,
quedó vigente desde el 28 de diciembre. Desde ahí todos tienen que
empezar a adecuarse en el transcurso de un año y presentar su propuesta.
También para Clarín en cuanto cae la cautelar.
–¿Y si Clarín se niega a vender aunque se lo impongan?
–Habrá que aplicarle todo el peso de la ley, se le revocarán las licencias, y perderá oportunidad de vender, por ejemplo.
–La Corte criticó demoras en el proceso para implantar la ley. ¿Qué empresas presentaron ya su propuesta para adaptarse?
–No lo sé, algunos medios dicen que ya la presentaron. Lo concreto
es que de uno u otro modo, van a tener que desinvertir de acuerdo con el
plan que les hayan aprobado o a la decisión que tome la Afsca. En las
próximas semanas calculo que la Afsca empezará a notificar qué
adecuaciones debe hacer cada empresa o qué tiene que vender, para evitar
cualquier tipo de suspicacia.
–¿Van a intimar a todos los grupos excedidos en licencias (Telefónica, Vila-Manzano, Moneta, Cadena3)?
–¿A quién se le ocurre que no se va a cumplir la ley? Este gobierno
se caracteriza por cumplir siempre. Además, los funcionarios podrían
estar sujetos a las denuncias por incumplimiento de deberes. Clarín va a
escribir cualquier argumento para no cumplir con la ley. La propia
Corte recuerda que presentó un amparo cuando la Cámara de Diputados
aprobó el proyecto que pasó al Senado pidiendo que se clausure la
discusión en el Congreso. Después pidió que no se le aplique, y
consiguió que el juez le rechace todos los recursos al Estado. El
objetivo era que no se resolviera nunca la cuestión de fondo. Ahora van a
decir que los discriminan y que la ley es sólo contra ellos. Es un
delirio. La Afsca dio prórrogas para que la ley sea pareja para todos.
Si no, obligaba a desinvertir a todos menos al grupo más grande. La
Corte pone fecha cierta y el panorama cambia.
–El multimedio sugirió que pediría una ampliación de la cautelar, ¿puede?
–Para mí no puede, porque la Justicia dijo claramente que la
cautelar se terminó. Podría ocurrir, aunque es difícil, que el juez
ahora resuelva el fondo.
–Si el juzgado declara la inconstitucionalidad, ¿Clarín vuelve a exceptuarse del artículo 161?
–Pienso que sí, hasta que resuelva la Corte. Pero veo difícil que se
haga en los próximos tres meses lo que no se hizo en dos años y medio.
La estrategia de Clarín era que nunca se llegara a discutir el fondo.
Especularon con las elecciones de 2011 y hasta con las de 2015. Vamos a
llegar al 8 de diciembre con varias intimaciones, aunque el trabajo es
arduo.
–¿Por qué?
–Hay que ver a nombre de quién están, por ejemplo, los canales y quiénes son los dueños (reales).
–¿De qué debe desprenderse Clarín para adecuarse a la ley?
–Tiene 56 por ciento del cable, cuando el máximo es 35 del total de
abonados, que no es lo mismo que audiencia. También superan el tope de
licencias (de cableoperadoras): es de 24, pero tienen más de 270. Es
decir, las 24 licencias no deben superar el 35 por ciento de los
abonados. Deben resignar el 40 por ciento de su cartera, 1,5 millón de
abonados. Otra tema: si tienen licencia de cable y un canal de aire en
la misma localidad deben optar por uno. Por ejemplo, no puede tener
Cablevisión y Canal 13. Clarín tiene superposiciones de este tipo en
cuatro lugares: Capital, Córdoba, Bahía Blanca y Mar del Plata.
–¿Es cierto que tendrán que sacrificar TN, como sugiere el grupo?
–No necesariamente. La ley obliga por cada licencia de cable a tener
una señal de producción propia. Si tenés Cablevisión en Capital podés
tener TN, pero renunciás a otras señales. Ellos tienen Metro, Magazine,
Volver, un canal de música y el 50 por ciento de TyC.
–¿Para cuándo cree que el mercado de medios habrá cambiado?
–El 2012 es el año clave, aunque no se termina aquí. El fallo de la
Corte genera un impulso impresionante y con los plazos vencidos no nos
podemos pasar al año que viene.
miércoles, 23 de mayo de 2012
Un beneficio con fecha de vencimiento
Dijo que el “plazo razonable” para la medida
cautelar que exceptúa a la empresa de cumplir con la cláusula de
desinversión vence el 7 de diciembre de este año. Señaló que el
multimedios no demostró que la norma afecta la libertad de expresión.
La
Corte Suprema estableció que “el plazo razonable” para que el Grupo
Clarín siga exceptuado de la obligación de desprenderse de licencias de
radio y televisión tiene fecha de vencimiento y es el próximo 7 de
diciembre. Ese día, resolvieron los jueces, dejará de tener vigencia la
medida cautelar que lo ampara de la aplicación del artículo 161 de la
Ley de Servicios de Comunicación Audiovisual. El tribunal restó así un
año respecto del término que había fijado la Cámara de Apelaciones en lo
Civil y Comercial, que se extendía hasta diciembre de 2013. El fallo,
que fue unánime, advierte con énfasis que el multimedios no ha
demostrado que la norma que fija la desinversión afecte la libertad de
expresión. Hasta ahora, afirma, la discusión se circunscribe a un debate
exclusivamente “patrimonial”.
Patrimonio y algo más
Según el fallo de la Corte, resolver la discusión de base sobre la
legalidad de la cláusula de desinversión en busca de una solución
definitiva debería ser el objetivo primordial, pero ha sido eludido. Los
jueces supremos vuelven a cuestionar, en este y otros casos, la
práctica extendida de manejar los procesos judiciales a través de
medidas cautelares que intentan convertirse en sentencias anticipadas y
que generan, así, lo que llaman un “derecho precario”. Lo ponderan como
algo doblemente objetable en juicios como éste, de “naturaleza
patrimonial”, donde no está en juego nada tan determinante como la vida,
ni la seguridad, ni siquiera la solvencia económica. Tampoco está en
jaque, acentúan, la libertad de expresión, que sería otra cuestión de
gravedad. El Grupo Clarín, dice el fallo, “no aportó ningún elemento
probatorio que demuestre de qué modo resultaría afectada esa libertad
(...) en sus escritos no hay más que menciones generales” pero “no
existen argumentos”. En estos términos, de acuerdo con la sentencia,
nada de lo que se ha debatido hasta aquí es irreparable. Con ese análisis, la resolución plantea que Clarín dilató la demanda
sobre la cuestión de fondo. Aunque obtuvo la medida cautelar en primera
instancia el 7 de diciembre de 2009 “recién procedieron a notificarla
el 17 de noviembre” de 2010 (sus abogados habían pedido que quedara
reservada en secretaría). En el medio, y “por la sola voluntad de las
peticionarias”, transcurrió casi un año, “lo cual resulta demostrativo
de un interés más centrado en lo provisional que en la resolución
definitiva del pleito”, dice la Corte. Si bien el tribunal respalda como “razonable” el plazo de 36 meses
que fijó la Cámara Civil y Comercial para la medida cautelar, por lo que
insume este tipo de trámites judiciales, corrige el modo de
contabilizarlo. La cuenta regresiva, precisa, no debía empezar con la
notificación tardía de la demanda, sino con la de la cautelar. Por eso
para la Corte el “plazo razonable” termina este año y no el próximo,
como había dicho el tribunal de alzada. “Especulaciones procesales” de
ese tenor, alertan los supremos, son “incompatibles con la buena fe” y
“afectan seriamente la seguridad jurídica”.
El argumento del grupo Clarín, ya en sus presentaciones iniciales,
era que la Ley de Servicios de Comunicación Audiovisual –aprobada en
octubre de 2009– cambiaba las reglas del juego y afectaría sus derechos
de “propiedad, de industria lícita, de igualdad, de competitividad y
libertad de expresión”. El juez Edmundo Carbone, que se jubiló el año
pasado, dictó la primera cautelar a favor de la empresa, confirmada
luego por la Cámara Civil y Comercial. Tras la apelación del Estado, la
Corte mantuvo la medida provisoria pero dijo que no podía durar de
manera indefinida. Carbone no quiso fijar el “plazo razonable”, y por
eso lo hicieron los camaristas, hasta diciembre de 2013. Entonces fue
cuando el tema volvió al máximo tribunal.
El Estado nacional siempre sostuvo que la ley “no afecta libertades
consagradas por la Constitución”, sino que “tiende a garantizar los
derechos de la comunidad a partir de una plural y transparente
asignación de licencias”. Alegó también que mientras el grupo Clarín
siguiera concentrando las licencias por un término que podía superar los
cuatro años, se obstaculizaba el ingreso de “nuevos prestadores” al
mercado. El ex procurador Esteban Righi recogió parte de esa línea cuando
dictaminó que la Corte debía levantar directamente la cautelar. Dijo que
la Cámara había “soslayado la ineludible consideración del interés
público” del caso que “se traduce en el objetivo de diversificar la
oferta informativa y ampliar la posibilidad de ejercer la libertad de
expresión a la mayor cantidad posible de medios de comunicación”. El
alto tribunal eligió otro razonamiento, que igual consiguió generar
satisfacción en el Gobierno.
De aquí en más
¿Qué es esperable que pase el 7 de diciembre?
Dentro de la propia Corte y en las filas de la Autoridad Federal de
Servicios de Comunicación Audiovisual (Afsca), interpretan que para esa
fecha se le podrá exigir a la empresa que el desprendimiento de
licencias sea un hecho. El rubro en el que más tendría que resignar es
el de televisión por cable, donde se permite un máximo de 24 licencias.
El Estado (en sus apelaciones) le atribuye al grupo por lo menos 225.
Otros especialistas sostienen que el 7 de diciembre comenzaría el
proceso de desinversión propiamente dicho y el grupo Clarín tendrá 30
días (según la resolución 297/2010) para presentar una propuesta de
adecuación de su esquema de medios a los topes de licencias que
establece la ley. Todo el mecanismo podría durar un año.
La resolución de la Corte aclara que la vigencia por medio año más
de la medida cautelar “no afecta la aplicación general” de la ley de
medios ni la “desnaturaliza”. Incluso, especifica, garantiza que el
multimedios “pueda eximirse de cumplir” con la desinversión “durante
toda la vigencia de sus licencias al exclusivo amparo de la medida
cautelar”, que comenzarían a caer en 2018. A la vez, el texto es crítico
con el Estado en la medida en que el plazo de un año para despojarse de
licencias ya fue prorrogado por la propia Afsca y las licitaciones
fueron suspendidas. “No se ha mostrado demasiado apresurada en el
proceso de implementación de la normativa, lo cual contradice la
afectación que dice sufrir.” El plazo legal, informa, venció para todos
las empresas de medios el 28 de diciembre último, menos para Clarín,
para el que “dicho vencimiento no se aplica” “en virtud de la medida
cautelar dictada en el presente caso”.
En estos próximos seis meses pueden pasar varias cosas. Si el juez
de primera instancia no resuelve la discusión de fondo sobre la validez
del artículo que obliga a desinvertir, Clarín podría jugarse a pedir una
prórroga de la medida cautelar incluso antes de que caduque, algo que
deslizaba ayer la edición digital del diario. Si el juez avanza y
declara la constitucionalidad del artículo 161, el grupo empresario,
aunque apele, debería adaptarse a la letra de la ley. Si hay una
declaración de inconstitucionalidad, que el Estado apela, lo que suceda
en el ínterin es discutible, previenen en tribunales. Un problema
adicional es que Carbone se jubiló y dejó de trabajar en diciembre.
Desde entonces, se ocupa del juzgado un juez por semana. La Corte no
quiso que subrogue un secretario y la Cámara está buscando un suplente
en otros fueros, una misión difícil con este caso de por medio.
El fallo de la Corte lleva la firma de Ricardo Lorenzetti, Raúl
Zaffaroni, Elena Highton de Nolasco, Carlos Fayt, Enrique Petracchi y
Juan Carlos Maqueda. Carmen Argibay se encuentra internada.
De los últimos párrafos se puede inferir hacia dónde puede rumbear, a
la larga, esta pelea judicial. La Corte es muy enfática al decir que
hasta ahora el propio Grupo Clarín ubicó el expediente en el plano de
una discusión de derechos “patrimoniales” y de “defensa de la
competencia”. Ha alegado que el daño que le causa la ley es la “pérdida
de licencias”, lo que le causa “zozobra económica y financiera” y se la
obliga a “vender activos”. Esas cuestiones, previene la Corte, atañen a
las “normas de organización del mercado en el campo de los medios de
comunicación” que “existen en todo el derecho comparado sin que su
constitucionalidad haya sido cuestionada de modo genérico”. “Debe
existir –dice el texto– una afectación concreta a la libertad de
expresión para invalidar una norma de regulación de la competencia, lo
que en el caso no se ha demostrado.”
No hay plazo que no se cumpla
Por Mario Wainfeld
La
Corte Suprema decidió sobre el plazo de duración de la medida cautelar
interpuesta por el Grupo Clarín suspendiendo la aplicación de un
artículo esencial de la Ley de Servicios de Comunicación Audiovisual
(LdSCA). El fallo recurrido, de la Cámara de Apelaciones en lo Civil y
Comercial Federal, lo había fijado en 36 meses, un lapso magnánimo y
vaticano, por decirlo con ternura. El comienzo del cómputo era el
momento de notificación de la demanda al Estado nacional, esto es el 17
de noviembre de 2010. Así las cosas, el changüí indebido concedido al
multimedios se prolongaba hasta el 17 de noviembre de 2013. La Corte
ratificó la validez de la cautelar y su extensión, pero rectificó el día
desde el cual debe correr: es el 7 de diciembre de 2009. O sea que la
cobertura judicial fenece el 7 de diciembre del año en curso (ver
asimismo nota central). Por decir en sencillo algo que es muy enredado:
Clarín perdió un año en su afán de sustraerse al imperio de la ley. La
aplicación de la norma se “adelanta”. Ese es el hecho central, la buena
noticia de ayer.
La sentencia no es la mejor que, hipotéticamente, podía dictar el
máximo Tribunal. Lo más serio era atenerse al dictamen del ex procurador
general Esteban Righi y hacer cesar (si se permite un latinazgo
jurídico) ipso pucho la medida de no innovar. Jamás debió admitirse, en
este estadio debe revocarse, planteó (con sólida fundamentación) el
entonces procurador. Pero era muy peliagudo que la Corte emitiera una
sentencia así, que dejaría al desnudo la floja praxis del juez de
primera instancia Edmundo Carbone, de la Cámara en cuestión... y de ella
misma.
En su estilo florentino, los Supremos decidieron algo razonable,
dentro de lo posible, si se quería ser congruente. El recorrido previo
del expediente y las acciones anteriores de la Corte limitaban un
desenlace más virtuoso. El Tribunal le había facilitado a Clarín
bastante tiempo de indebida gracia, ahora le acortó drásticamente los
márgenes.
Desechó el camino más mezquino: dejar correr el calendario sin
pronunciarse. Tampoco se inclinó por la peor decisión disponible:
confirmar el disparate de la Cámara.
En el terreno frío de los hechos, quedó más cerca de lo mejor que de
lo peor. Viró en su trayectoria, no es poca cosa aunque no es lo ideal,
que (ay) era inalcanzable a esta altura del partido.
Historia fresca: Clarín interpuso desde el vamos
varias cautelares contra la LdSCA, en especial contra la cláusula
antimonopólica (mal apodada “de desinversión”) contenida en el artículo
161. Jueces solícitos ante el poder del dinero hay por doquier, varias
fueron admitidas a velocidad de rayo. Una, interpuesta por el comedido
diputado pejotista federal Enrique Thomas, halló cobijo en los
tribunales de su Mendoza natal. La Corte la derrumbó: era imbancable que
un tercero (un representante del pueblo, para colmo) defendiera los
derechos de un particular.
La empresa afinó (apenas) su manejo. Encontró a Carbone, un
magistrado amigable, y dedujo en su juzgado una demanda por
inconstitucionalidad. Era un simulacro jurídico, armado solo para pedir
una medida de no innovar a cuenta. Su vigencia: todo lo que durara un
pleito destinado a la eternidad. Su Señoría, por razones que la ley no
reconoce, le puso la firma al disparate. Clarín dejó entonces hibernando
al juicio principal. Era complicado activarlo pues le cabía probar los
fundamentos de su reclamo o sea deslegitimar una norma muy prolija y
rigurosa.
El Estado recurrió, el trámite llegó a la Corte a fines de 2010. El
Tribunal optó por una solución medrosa: aprobó la cautelar, pero
determinó que debía regir durante un plazo determinado. Para ser
coherente, debía determinar ese término, pero prefirió lavarse las manos
y “reenviar” el expediente a Primera Instancia. Especificó que Carbone
“podrá” decidir el plazo. En aquel entonces, este cronista escribió que
“podrá” sería traducido como “podría” o “podriola”. Así fue: Su Señoría
se cruzó de brazos. El Estado exigió la fijación de una fecha, Carbone
se negó. Podría entenderse que, al eludir el bulto, le hizo pito catalán
a la Corte. Una interpretación más sensata sugiere que la Corte le dejó
expedito el camino para esa nueva chicana.
Con tantas idas y venidas previsibles, el accionar de la Corte fue
funcional a la táctica básica de Clarín: dilatar toda resolución hasta
después de las elecciones de 2011. La cúpula de la corporación mediática
descontaba que la presidenta Cristina Fernández de Kirchner sería
derrotada por algún emergente del Grupo A. Y que, en tal caso, la LdSCA
caería en la volteada revisionista del nuevo gobierno. La realidad
política, el voto popular incluido, contradijeron la profecía. La
táctica surtió efecto en lo referido al manejo de los tiempos, pero
fracasó en su premisa básica: en 2012 la presidenta relegitimada es CFK.
En ese escenario, con un horizonte de tres años por delante, se llegó a
hoy.
Avisos clasificados: La sentencia es relativamente
breve y avara en fundamentos doctrinarios o citas de jurisprudencia. Tal
vez fue un costo para conseguir que fuera unánime entre los firmantes
(la jueza Carmen Argibay no fue de la partida). Ese es un recaudo que
persigue con afán el presidente del Tribunal, Ricardo Lorenzetti, para
robustecer la autoridad de las decisiones. El vocal Enrique Petracchi se
permitió un curioso voto propio: dijo coincidir con el decisorio aunque
no con todos sus argumentos, pero no puntualizó cuáles son sus
diferencias. Floja la actitud.
Ciertos “considerandos” (así se llaman los fundamentos, en jerga)
ameritan un subrayado. Entre los que incluyen “palos” para Clarín
resaltan, en primera mirada:
- El más importante, retomado del dictamen de la Procuración: el
reclamo de Clarín trata sobre “cuestiones de naturaleza patrimonial”.
Eso implica, en lo procesal, que se debe ser especialmente cauto en la
duración de las medidas cautelares. Y en lo sustancial, que los
hipotéticos daños “son reparables” por vía de indemnización (y no es
forzoso recortar la validez de la ley). Para mortificación de los
abogados de Clarín, la Corte señala que la base estrictamente
patrimonial del reclamo surge de lo escrito por sus representados. En el
siempre interesante (y veloz para expedirse) blog Saber Derecho, el
abogado Gustavo Arballo bromea un poco sobre la impericia de esos
profesionales VIP. Y añade que ahora emprenderán “n” acciones, para
obstaculizar a la LdSCA. Podrán intentarlo, pero la Corte anticipa:
aunque ganen no frenaran el imperio de la ley, deberán conformarse con
resarcimiento económico.
- Su conducta respecto de la demanda de inconstitucionalidad, que
promovió solo como coartada para sacar la cautelar. La palabra
“coartada” corre por cuenta de este cronista. La Corte no fue menos
severa, con su léxico: “las especulaciones procesales (de Clarín) no
sólo resultan incompatibles con la buena fe que debe guiar a las partes
en el proceso sino que afectan seriamente la seguridad jurídica”. Clarín
con “mala fe”, obrando contra la seguridad jurídica... ¿qué dirá la
SIP?
- La falta de argumentos para comprobar que la ley cuestionada
amenaza la libertad de expresión. Los abogados corporativos, en off side
patente de nuevo.
Antes del verano: Las críticas de los cortesanos al
Gobierno fueron menos en cantidad y en volumen. Acudieron a un reproche
que ya mencionaron en resoluciones previas: el Ejecutivo no obra
activamente para avanzar en la implementación de la ley. Subtexto en
tinta limón: “¿Para qué nos apuran, entonces?”.
El expediente en cuestión, que hasta ahora se movió con la
majestuosidad y el vértigo de una tortuga, retornará a la primera
instancia. Otra mala nueva para Clarín: Carbone, el magistrado que
siempre transpiró la camiseta (del multimedios), está jubilado.
Por cierto, mientras hay tiempo hay esperanza. La creatividad
forense es amplia, la permeabilidad de magistrados también. La contienda
seguirá. La Corte sembró, al desgaire, un par de sugerencias para
eventuales guías de acción futura para la corporación, un guiño a
derecha.
La disputa continúa, entre tanto la LdSCA avanza (podría hacerlo a
ritmo más intenso, algo de razón tiene la Corte). Es un viraje
histórico, no se construirá en días ni en un par de años.
Tras evocar que en 2010 la especulación era el final inminente del
kirchnerismo, se acordará que los poderes fácticos distan de ser
infalibles. En el nuevo contexto, la Corte Suprema, mejorando sus
desempeños anteriores, aceleró los tiempos de la plena aplicación de la
ley.
A AFSCA CELEBRO QUE LOS JUECES DEJEN EN CLARO QUE NO SE DISCUTE LA LIBERTAD DE EXPRESION
“Garantiza la seguridad jurídica”
Damián Loreti, especialista en derecho a la
información, destacó que el fallo “pone de cara al conjunto de la
población argentina el hecho de que la ley no vulnera en absoluto la
libertad de expresión”.
Por Ailín Bullentini
El
fallo que ayer emitió la Corte Suprema de Justicia descongeló la
aplicación del artículo 161 de la Ley de Servicios de Comunicación
Audiovisual en el caso del Grupo Clarín. A partir de diciembre, esa
empresa no contará con el recurso de amparo aplicado por el juez Edmundo
Carbone, paraguas que por ahora la protege del desprendimiento que,
acorde con la norma, debe realizar de parte de sus activos en el mundo
de la comunicación. Sin embargo, no es la referencia a lo “estrictamente
patrimonial” en donde radica la mayor importancia de la decisión del
máximo tribunal, según la Autoridad Federal de Servicios de Comunicación
Audiovisual (Afsca), sino en su alcance a nivel constitucional: “La
Corte Suprema consideró que la norma no afecta la libertad de
expresión”, remarcaron desde el organismo a través de un comunicado. “Es
lo más importante del fallo”, coincidió el docente universitario y ex
vicedecano de la Facultad de Ciencias Sociales de la UBA Damián Loreti:
“Pone de cara al conjunto de la población argentina el hecho de que la
ley no vulnera en absoluto a la libertad de expresión”.
“La resolución garantiza la seguridad jurídica y la equidad a todas
las partes, de un modo compatible con el interés general y la propiedad
privada”, apuntó el comunicado del organismo público. Para el
subsecretario de Presidencia y ex titular del extinto Comfer, Gustavo
López, el fallo es “fantástico porque le pone fin a la estrategia
dilatoria del Grupo Clarín que apuntaba a no resolver nunca la cuestión
de fondo, pero además también le pone un límite al abuso de los jueces, a
quienes les deja en claro que legisla el Congreso”.
El artículo 161 de la ley 26.522 fija en un año el plazo en el que
los multimedios deben adecuarse a la ley en su totalidad. El Grupo
Clarín solicitó la aplicación de una medida cautelar a este artículo en
lo referido a la cantidad de licencias que cada persona física o
jurídica puede gestionar y la combinación de las mismas según su tipo,
sea de aire o de cable, o su alcance geográfico. ¿Qué dice la ley al
respecto? “Un mismo actor puede gestionar hasta diez licencias de aire
(sea de radio o televisión), pero en ese mismo espacio geográfico no
puede gestionar una señal de cableoperador”, explicó López.
Según los especialistas, el principal problema de Clarín, entonces,
radicaría en la propiedad de la empresa Cablevisión, que además de ser
irregular por superponerse con las señales de aire, supera el límite de
cobertura de audiencia nacional impuesto por la ley de medios: “El tope
es del 35 por ciento y luego de la fusión con Multicanal el grupo cubre
el 56 por ciento, por eso debería desprenderse de varios millones de
usuarios”, apuntó el subsecretario, en tanto que “también debería
deshacerse de las licencias de cable que posee en la Ciudad de Buenos
Aires”, mencionó. Por ejemplo, si decide mantener Canal 13, sólo podrá
contar, por ejemplo, con TN y deshacerse de TyC Sports, o Canal Metro.
La Afsca considera que el Grupo Clarín tendrá tiempo hasta el 7 de
diciembre de este año –fecha en la que según el fallo de la Corte
vencerá el recurso de amparo que pesa sobre el artículo 161– para
concretar la desinversión que lo adecue a la norma, y de igual manera
entendió el fallo López. Otros especialistas entienden que el multimedio
podría llegar a contar con un año a partir del vencimiento de la medida
cautelar para llevar a la práctica un plan de desinversión.
Más allá de este fallo puntual, los especialistas señalaron que
Clarín no es el único grupo mediático cuya situación es irregular
respecto de la ley de medios. El reloj del artículo 161 empezó a correr
para el resto de los licenciatarios de señales audiovisuales desde la
reglamentación ley, el 1º de septiembre de 2010. El límite para aquellos
que deben adecuarse a la norma –como Telefónica, Vila Manzano, Grupo
Hadad (aunque su venta fue anunciada al empresario Cristóbal López en la
Afsca sostienen que no tienen noticias oficiales al respecto)– vencía
en ese mes de 2011 y se prorrogó hasta diciembre de aquel año. Hasta
hoy, ninguno de los actores presentó un plan de desinversión. La puesta
en regla depende del oficio de la Autoridad Federal.
Comunicado de Clarín
Mediante un comunicado, el Grupo Clarín afirmó que el plazo que fijó la
Corte es para proteger sus derechos hasta que se resuelva la cuestión de
fondo, que es su planteo de inconstitucionalidad de diversos artículos
de la Ley de Servicios de Comunicación Audiovisual. El grupo económico
que conduce el CEO Héctor Magnetto afirmó que “el Estado Nacional viene
buscando demorar de manera sistemática el avance de ese juicio de fondo,
apelando a trabas procesales”. “Como ha dicho la Corte, las medidas
cautelares no reemplazan a las acciones de fondo, sino que protegen los
derechos invocados durante su debate judicial –remarcó–. El Grupo Clarín
espera que al vencimiento de la cautelar fijado por la Corte, dicho
juicio de fondo pueda estar concluido. De no ser así, el fallo conocido
hoy también prevé eventuales medidas para que esos derechos no se vean
vulnerados.”
Otras voces
- Juan Manuel Abal Medina,
jefe de Gabinete. “A partir del 7 de diciembre la ley será igual para
todos. Uno podría decir ‘por fin, hace tiempo que la sociedad decidió a
través del Congreso y por gran mayoría se votó una ley’, por eso a
partir de esa fecha la ley de medios va a ser aplicada. Los argentinos
tenemos que estar contentos por la resolución, a pesar de que las leyes
deberían aplicarse apenas se sancionan, más allá de que alguno haya
conseguido esta prórroga particular. Son los problemas de la Justicia,
muy permeable a los actores de poder, pero ahora no hay más tu tía,
aunque el medio monopólico seguirá buscando argucias judiciales
diversas.”
- Gabriel Mariotto, vicegobernador de la provincia
de Buenos Aires. “Vamos a vivir una democracia comunicacional como jamás
la hemos visto, por suerte, la Corte ha fallado. Queríamos que a partir
del 10 de octubre de 2009, cuando se sancionó la ley de medios, todo el
mundo la tuviese que cumplir, pero esta industria de medidas cautelares
nos fue poniendo en una situación que quedó resuelta a partir de hoy.
La participación ciudadana generó el texto de la Ley de Servicios de
Comunicación Audiovisual, esa fortaleza metodológica hoy ha tenido un
fallo muy importante de la Corte Suprema. Esperamos, siempre
ajustándonos a derecho, porque sabíamos que cuando fallara la Corte lo
iba a hacer refrendando el texto de una ley que está inspirada en los
organismos internacionales de los derechos humanos e inspirada en las
leyes respecto a la libertad de expresión.”
- Ricardo Gil Lavedra, presidente del bloque de
diputados de la UCR. “Está bien que la ley de medios se le aplique al
Grupo Clarín, pero también se la debe aplicar a otros grupos mediáticos
como el de Cristóbal López, la ley debe ser igual para todos, sino
habría una manipulación de la Justicia.”
- Silvana Giúdici, ex diputada radical. “La Corte
Suprema debe opinar sobre la constitucionalidad o inconstitucionalidad
del artículo 161 de la ley de medios en lugar de ponerle un plazo de
caducidad a la medida cautelar que suspendía la aplicación de la
cláusula de desinversión. La decisión de la Corte le deja el camino
libre al Gobierno para imponer definitivamente la hegemonía
comunicacional.”
- Martín Sabbatella, diputado Nuevo Encuentro. “La
Corte Suprema acaba de dar un paso fundamental para que se haga realidad
la democratización de los medios dispuesta por ley en octubre de 2009.
Nuestro país dio un salto inmenso hace dos años, cuando se sancionó una
ley de medios de la democracia, que no sólo le puso fin al marco
normativo creado en la dictadura, sino que sentó las bases para la
pluralidad de voces y para un acceso más igualitario de toda la sociedad
a la información. Una parte sustancial de este paso está trabada por la
medida cautelar que consiguió Clarín en diciembre de 2009 y que le
permite concentrar centenares de licencias de radio y televisión, en
desmedro de la libertad de expresión y del derecho a la información.”
- Cecilia Merchán, Corriente La Colectiva. “Con el
fallo de la Corte Suprema se ha dejado en claro que la Ley de Servicios
de Comunicación Audiovisual se puede aplicar en su totalidad, que el
artículo 161 de la misma es una norma de regulación de la competencia y
que el grupo Clarín no demostró en ningún momento que afectara
concretamente a la libertad de expresión.”
- Ariel Basteiro, dirigente socialista. “Se trata
de un paso importantísimo en el camino de la democratización de la
palabra y la información, demuestra que la ley que votamos en 2009 fue
un avance enorme en cuanto a las políticas de comunicación.”
- Marcelo Koenig, director Escuela Nacional de
Gobierno. “La Corte Suprema fue clara: las medidas cautelares son
regulaciones precarias y no de fondo, si no afectan a la seguridad
jurídica de la que tanto hablan las corporaciones. Clarín intentó con la
cláusula procesal prolongada ad eternum burlar la voluntad popular
expresada a través de los representantes en el Congreso.”
Nuevas reflexiones temáticas con la identidad como eje
Hasta el 30 de mayo se podrán ver más de cien films
de todo el mundo en once sedes. El objetivo sigue siendo darles
visibilidad a las problemáticas políticas y sociales, con una
programación que incluye ficciones, documentales y cortos.
En un
país totalmente diferente de aquel en el que surgió el Festival
Internacional de Cine de Derechos Humanos (DerHumALC), hace catorce
años, comenzará hoy la 14ª edición de la muestra cinematográfica que
busca darles visibilidad a las problemáticas políticas y sociales de
distintas regiones del mundo, con una programación que incluye
ficciones, documentales y cortos de diversas geografías. Están agrupadas
en siete secciones pensadas de acuerdo con cada temática particular:
Ambiente, Pueblos Originarios, Infancia y Juventud, Memoria, Migrantes,
Miradas de Género y Panorama. Como novedad, además de la Competencia
Oficial de Largometrajes y de la de Cortos y Mediometrajes, este año se
incorpora una nueva competencia: la de documentales nacionales, que
antes estaban distribuidos en las secciones que estructuran la muestra.
La ceremonia de apertura para invitados se realizará hoy a partir de las
19.30 en el Auditorio del Colegio Público de Abogados (Corrientes
1441), con la avant première de un capítulo de la serie televisiva
Unidad 9, que pone el foco en el centro de detención donde estuvieron
miles de presos políticos durante la dictadura. Hasta el 30 de mayo
podrán verse más de cien películas de todo el mundo en once sedes (ver
recuadro).
“Cada año buscamos un enfoque diferente para poder fortalecer la
comunicación y lograr dar un estímulo de reflexión a través de la
programación del festival”, señala Florencia Santucho, directora del
Festival DerHumALC. Y cada año hay un concepto que sobrevuela las
temáticas particulares de cada sección, bajo la idea de agruparlas en
torno de ese concepto. En esta edición, el elegido es la Identidad. “Nos
pareció muy importante hablar de la identidad a 35 años del nacimiento
de Abuelas y Madres de Plaza de Mayo”, comenta Santucho. Pero el enfoque
sobre la identidad también abarcará al tema de género, los movimientos
de liberación árabes y movimientos sociales como, por ejemplo, los de
los pueblos originarios”, subraya Santucho, entre otros aspectos
vinculados con el concepto que nuclea a la programación.
“Seguramente hablar de ‘identidad’ en la Argentina es asociarlo
históricamente a la reivindicación y al reconocimiento de lo que fue
parte de una lucha social y política y de una construcción de memoria
activa –reflexiona Santucho–. Por suerte, ese trabajo de identidad de
Abuelas, hoy en día también nos viene replanteando otras necesidades de
identidad que aún falta construir. Seguramente, cuando ellas empezaron a
hablar de identidad no había otros que tuvieran esa visión. Ahora, creo
que como sociedad estamos en condiciones de replantearnos la identidad
de diferentes formas.” Así como la identidad de género se convirtió en
ley, “todavía nos falta mucho por construir en cuanto a la identidad de
los pueblos migrantes y originarios, la identidad de la soberanía
alimentaria y de los recursos naturales. Así que nos parece que la
propuesta es retomar la posta de Abuelas como para construir nuestra
propia visión de identidad individual y colectiva”, agrega la directora
del Festival. A lo largo de estos catorce años, esta muestra cinematográfica fue
creciendo tanto en cantidad de películas como en secciones. “Al
comienzo, el festival se limitaba a trabajar la temática Memoria y
Dictadura porque en aquel momento era muy necesario sacar a la luz
partes de la historia que habían sido ocultadas”, subraya la directora
del DerHumALC. Así como la reconstrucción de la memoria fue la etapa
principal al comienzo del festival, “porque se necesitaba legitimar ese
espacio que aún no había sido recuperado”, ahora, después de tantos años
de fortalecimiento de los organismos de derechos humanos y de un
impacto mayor en la cultura y, en este caso, la identidad del país, “hay
otra posibilidad”, opina Santucho. Como consecuencia, en la actualidad,
el festival “está incluyendo una visión de los derechos humanos que va
más allá de la memoria: se basa en ella, por supuesto, pero apunta a una
nueva construcción social y una transformación social en donde todos
seamos partícipes”.
Una de las ficciones que integran la Competencia Oficial de largos
es El premio, dirigido por la argentina radicada en México Paula
Markovitch. Ambientada en la costa atlántica durante la dictadura, la
historia presenta a una madre y su hija de siete años que viajan a Mar
del Tuyú escapando de los represores. La niña no deberá decir la verdad
de su familia sino esconderla. Pero todo se complica cuando Ceci
participa de un concurso de cuentos para alumnos de escuelas primarias,
organizado por los militares. Cocaína al descubierto, documental de la
inglesa Rachel Seifert, indaga en la historia de la cocaína y muestra
las denominadas “mulas” en prisiones de Ecuador, fábricas de cocaína en
la selva boliviana y los traficantes en México, entre otros. Una de las
ficciones más esperadas es Polisse, de la francesa Maïwenn. Ganadora del
Premio Especial del Jurado en el Festival de Cannes 2011, Polisse es un
drama que, en clave de ficción, refiere a temas difíciles de digerir.
La historia sucede en la Unidad de Protección de Menores del
Departamento de Policía de París, donde la cotidianidad es escabrosa:
abusos de menores, conflictos familiares y violaciones, entre otras
situaciones dramáticas.
También la lluvia es una producción española que cuenta con los
protagónicos del mexicano Gael García Bernal y el español Luis Tosar,
quienes interpretan a dos hombres que, buscando filmar una película
sobre el Descubrimiento de América, se encuentran con la brutalidad del
hecho histórico. La experiencia argentina, el documental filmado por el
cineasta griego Yorgos Avgeropoulos, “tuvo muchísimo éxito en su país
cuando lo exhibieron por televisión. Hubo una repercusión muy grande
porque realmente hay una gran identificación de los griegos con el
conflicto social que hubo en torno de la crisis de 2001 en la
Argentina”, destaca Santucho. Procedente de Alemania, la animación La
ola verde, dirigida por Ali Samadi Ahadi, refleja el antes y el después
de la elección presidencial de 2009 en Irán. La producción italiana Esta
es mi tierra: Hebron refleja el conflicto que existe en ese sitio,
conocido como “ciudad sagrada”, que reúne a palestinos y judíos, y en la
que se puede observar el odio que se manifiesta en sus calles.
Viagem a Portugal, de Sergio Trefaut, “es una ficción en blanco y
negro sobre una inmigrante del Este europeo que intenta entrar en
Portugal y no le permiten el acceso por discriminación”, subraya
Santucho sobre otra de las ficciones más esperadas del festival. El
director vendrá a la Argentina a presentarlo. “Como suele suceder hoy en
día, la seguridad de los aeropuertos prevé una diferenciación entre los
pasajeros por portación de cara o por falta de documentos de la
Comunidad Europea. Se cuenta una historia muy actual, muy vigente, muy
especial, que nos remite a la discriminación como una de las mayores
formas de dominación que hay en la actualidad.”
Una de las atracciones del festival es el Foco Primavera Arabe que,
según comenta Santucho, nació de una búsqueda de las mejores películas
–en su mayoría documentales– que abordan los nuevos procesos de los
movimientos de liberación que están sucediendo en esa región. “Buscamos
seleccionar una programación que permita reflejar las diferentes
realidades y enfoques desde el comienzo de la insurrección en Túnez, que
es lo que se cuenta en 29 días”, afirma Santucho. La directora de la
muestra informa que seleccionaron “las mejores producciones que puedan
estimular nuevas reflexiones”. Además de 29 días, también figura en la
programación el documental Borderlands (Fronteras), coproducción
jordano-danesa, dirigida por Sawsan Darwaza, que plantea el rol que
tienen los artistas en los procesos de liberación. En Tahrir Liberation
Squire, Stefano Savona pone el foco en la revolución producida en
Egipto, que terminó con la caída del régimen de Hosni Mubarak, aunque
aún hoy sus habitantes siguen luchando por la democracia. El Foco
Primavera Arabe se completa con ¿Por qué? Una pequeña mirada a una gran
revolución, dirigida por la argentina Julia Derbule: esta cineasta
entrevistó al tunecino Ahmed Hamdi, observador de los problemas
políticos de su país, quien brinda sus opiniones sobre el fin del
régimen de Ben Alí.
Otro de los focos se titula Ventana Cuba. Santucho explica que esta
muestra la realizaron gracias a la colaboración del Instituto Cubano de
Arte e Industria Cinematográfica (Icaic). “Fue muy interesante
asociarnos para poder incluir una programación cubana que destaque
problemáticas individuales y colectivas desde otros enfoques como, por
ejemplo, el tema de género y de migrantes. Es una ventana con grandes
realizaciones del mejor cine cubano, que también nos genera un nuevo
puente, una nueva visión sobre lo que es la realidad de la isla.” Para
este foco se programaron tres películas. Una de ellas es el documental
En el cuerpo equivocado, de Marilyn Solaya, quien entrevistó a una mujer
cubana que veinte años después de su cambio de sexo reflexiona sobre
los estereotipos y prejuicios de una sociedad machista. La ficción Larga
distancia, de Esteban Insausti, retrata el pacto de cuatro amigos que
han decidido no separarse jamás. Pero con la llegada del Período
Especial, Ana descubre que al cumplir 35 años no tiene a nadie al lado
de ella para festejarlo. Solo esa noche se conectará, entonces, con su
vida pasada. Miguel Coyula es el director de Memorias del desarrollo,
que aborda la historia de un hombre alienado, sin ideología definida,
que se enfrenta a la vejez y a la imposibilidad de encajar en su
sociedad.
Otra de las Ventanas es Memoria Abierta. “Hicimos un acuerdo con la
organización Memoria Abierta, que viene trabajando hace muchos años en
la investigación de las mejores películas argentinas sobre temática de
derechos humanos –señala Santucho–. Quisimos darle una relevancia
importante porque la labor de recopilación que hicieron, es muy
importante. Nos pareció necesario generar un espacio dentro del festival
donde también se pudiesen presentar las nuevas películas desde este
enfoque de investigación, de valorización de material de archivo y de la
construcción de la memoria desde el cine, propio de Memoria Abierta,
para que también se pueda reproducir y sostener en el tiempo”, agrega la
directora. Dos documentales podrán verse en la Ventana Memoria Abierta.
Para Tierra de refugio, historia del exilio, los directores Hernán
Belón y Favio Fischer indagaron en la reunión de exiliados que se
realiza periódicamente en Grenoble (Francia) desde 1976: allí recuerdan
el país y las relaciones que dejaron atrás, a la vez que comentan sus
nuevos proyectos. El otro documental es Memorias combativas, dirigido
por Pablo Becerra, Damiana Mecca, Alejandra Oberti y Silvina Segundo: a
través de testimonios e imágenes de archivo, narran el proceso de lucha
sindical y obrera de Córdoba entre los ’60 y ’70 que tuvo su epicentro
en el Cordobazo.
En la Ventana La Colifata se programaron cuatro documentales, tres
de ellos sobre presencias de relevancia que recibieron quienes día a día
trabajan y colaboran en esa radio que transmite desde el
neuropsiquiátrico José T. Borda, una institución con serios problemas a
partir de la gestión de Mauricio Macri como jefe de Gobierno porteño
(entre ellos, la falta de algo tan imprescindible como el gas). El corto
realizado por Juan y Alfredo Olivera (este último es el director de La
Colifata) refleja cómo esta radio convocó a la sociedad frente a la
falta de gas en el Borda para participar de la Marcha Blanca por la
Salud Mental, realizando previamente el Festival del Abrigo. Otro de los
documentales es Francis Ford Coppola en La Colifata: el director de El
Padrino se enteró por una nota del The New York Times sobre esta radio y
mientras estaba filmando Tetro en Buenos Aires decidió ir un día.
Luego, fue varios sábados. Y finalmente decidió rodar allí una escena de
la película. El otro documental es sobre el encuentro con la presidenta
de la Nación, Cristina Fernández de Kirchner, quien recibió a
integrantes y al equipo de la radio cuando promulgó la Ley Nacional de
Salud Mental. Y el tercer film es Manu Chao, una tarde en La Colifata,
documental que recorre la historia de la relación entre el músico y los
integrantes de la emisora que busca saltar el muro de la exclusión.
En esta 14º edición del Festival Internacional de Cine de DDHH
queremos promover a través del cine un espacio de encuentro y reflexión
sobre el tema de la Identidad.
La Identidad es como un árbol que se arraiga en el pasado para florecer
en las acciones y elecciones del presente. Cada individuo necesita
encontrar y reconocer su identidad para desarrollar libremente su
potencial y elegir su propio camino, convirtiéndose en arquitecto de su
propio destino.
¿Quién y qué soy? ¿Quién y qué quiero ser?
¿Cómo nos representamos a nosotros mismos y cuánto de los demás nos representa?
El Cine y la Fotografía tienen la increíble capacidad de penetrar en
la esencia de la realidad develando fragmentos de identidad a veces
ocultos a los propios sujetos y despertando sentimientos de pertenencia
que los hace reconocerse en valores, creencias, símbolos o
comportamientos del grupo social del que forman parte.
La memoria social está relacionada con la identidad de toda comunidad en
donde cada uno sabe quién es por la suma de las experiencias pasadas,
los compromisos del presente y los objetivos planteados hacia el futuro.
En este contexto, los individuos se definen como personas gracias a las
necesarias relaciones de mutuo respeto que permiten alcanzar el
equilibrio dentro de la diversidad.
EL DOCUMENTAL LAS ISLAS INAUGURA “MALVINAS ES ARGENTINA”
La cita es hoy a las 19.30 en el Espacio
Incaa Km 0 Gaumont (Rivadavia 1635), donde también se exhibirá el corto
Películas recuperadas: Las Orcadas, de Lorena Muñoz. Las islas es una de
las doce películas argentinas y latinoamericanas que integrarán el
ciclo que se desarrollará en el Gaumont desde este jueves hasta el
miércoles 30 de mayo, con entrada gratuita. Posteriormente, recorrerá
ciudades de Brasil, Uruguay, Paraguay y Chile.
Tras su manto de neblina
El documental de Antonio Cervi repasa la historia de
las Malvinas, con testimonios de los isleños. En el ciclo, que se
propone como “un ejercicio de Soberanía, Ciencia y Cultura”, se
programarán doce películas argentinas y latinoamericanas sobre el tema.
Nacido en
Roma, hijo de padre italiano y madre francesa, Antonio Cervi decidió
seguir con la multiplicidad cultural y se vino a vivir a la Argentina en
1995. Perteneciente a una familia donde la mayoría se dedicó al cine
(su abuelo era actor, y su padre fue director y productor), Cervi pensó
en su hija argentina, de 15 años, cuando se planteó hacer el documental
Las islas, en el que relata –luego de una investigación que demoró un
año y medio, con viaje a Malvinas incluido– la historia de este
territorio argentino que marcó, a su vez, la disputa en el campo
diplomático y bélico.
La génesis del documental se remonta a cuando
Cervi se encontró con el escritor Osvaldo Guglielmino, quien le regaló
el diario de María Sáez, la esposa de Luis Vernet (primer gobernador
argentino de Malvinas). “Ese libro me emocionó mucho, me pareció muy
interesante y cuando empecé a investigar y a preguntar, me di cuenta de
que se hablaba mucho de las Malvinas, pero poca gente tenía realmente
una información sobre lo que podía ser la historia de las islas”,
confiesa Cervi. “Todo el mundo sabía del conflicto del ’82, todos
estaban marcados por lo que fue la guerra, pero había poco conocimiento,
en reglas generales”, agrega el cineasta.
Las islas es el documental elegido para el lanzamiento del ciclo
“Malvinas es Argentina. Un ejercicio de Soberanía, Ciencia y Cultura”,
organizado por el Instituto Nacional de Cine y Artes Audiovisuales
(Incaa), la Dirección Nacional del Antártico y el Ministerio de
Relaciones Exteriores y Culto.
Bajo la idea de contar la historia de Malvinas, Las islas relata las
diferentes posturas en torno del descubrimiento del archipiélago, busca
desentrañar quiénes efectivamente las descubrieron, qué sucedió allí en
el siglo XVII, y la disputa que involucró al Reino Unido, Francia y
España, en principio, y luego de 1810, a la Argentina. También narra lo
sucedido en el siglo XX, más precisamente entre 1945 y 1981, y expone
los principales aspectos del terreno diplomático para luego detenerse en
el conflicto bélico de 1982. Muchos isleños dan testimonio en el
documental de Cervi, a los que se suman historiadores, intelectuales y
embajadores, entre otros que brindan sus opiniones.
Cervi destaca que, entre las cosas que le impactaron en su viaje a
Malvinas, una de ellas fue el encuentro “con un lugar extraordinario
desde el punto de vista paisajístico”. Después, lo sorprendió mucho, al
menos cuando viajó en 2008, “poder hablar con distintas personas del
lugar sin ningún tipo de animosidad”. Incluso, Cervi recuerda que cuando
dialogaban off the record, “muchos de ellos lamentaban lo sucedido
durante la guerra porque perdieron amigos y relaciones con el
continente”. “Esto me impactó desde el punto de vista humano.” El tercer
aspecto que lo sacudió emocionalmente estuvo ligado a su visita al
cementerio “donde están los soldados argentinos”, confiesa el director.
–¿Existe algún tipo de documento que certifique cuándo fueron descubiertas las Islas Malvinas?
–No, lo único que existe es la presencia de las islas en algunos
mapas de 1520. Supuestamente sería de un desertor del viaje de Hernando
de Magallanes que se fue con un barco y entonces avistó las islas.
Claramente, ahí desmiente la teoría británica de que fueron descubiertas
por los ingleses en el 1700.
–Justamente, el documental señala que hubo una disputa
histórica entre los españoles y los ingleses en torno del descubrimiento
de Malvinas, pero también indica que los primeros colonizadores fueron
los franceses, de donde proviene su nombre.
–El primer asentamiento en las islas fue establecido por Antoine
Louis Bougainville, un extraordinario marino francés que buscó en todo
su viaje la idea de encontrar nuevas sociedades, sociedades modelos e
ideales donde se pudiera vivir de una forma mejor que como se vivía en
aquel entonces en Europa. El primer lugar donde decidió hacer un
asentamiento fue en la Isla del Este. Crearon un pueblo, hicieron
asentamientos, trajeron animales y vivieron allí. Y al poco tiempo,
sabiendo de esta colonia, vinieron los ingleses a instalarse en la otra
isla, la más chica. Supuestamente, vivieron allí sin encontrarse, cosa
poco probable en un lugar bastante chico. Imagino que cada uno en su
colonia habría intentado dar vuelta a las islas para conocer y tener
detalles. El tema es que se instaló una colonia inglesa mandada
claramente por el gobierno británico para no perder la mano sobre la
parte de este lugar que tenía una importancia geopolítica importante
porque era el único sitio para poder hacer una parada por Cabo de Hornos
y luego al Pacífico.
–¿Y los franceses qué rol tuvieron?
–Resulta que los españoles se enteraron de que Bougainville se había
instalado y, como los franceses y los españoles de aquel entonces eran
gobiernos amigos y aliados, España le pidió a Francia que retirara este
asentamiento y Bougainville aceptó, contra pago de una indemnización. Y
los ingleses también fueron obligados a irse para evitar un problema con
la colonia española. Francia reconoció la soberanía española por ser
todo el territorio del Virreinato del Río de la Plata.
–Salteando una gran porción de historia, el siglo XX también
fue turbulento en la disputa. En ese sentido, su documental señala que
el conflicto bélico fue utilizado políticamente no sólo por la dictadura
argentina sino también por el gobierno inglés, encabezado por Margaret
Thatcher. Así como la derrota marcó el principio del fin de la
dictadura, ¿la victoria inglesa abrió las puertas al nuevo gobierno de
Thatcher?
–Sí, en aquel entonces, la economía inglesa estaba muy mal. La tasa
de desocupación era muy elevada y para remontar un poco “la moral del
pueblo”, la guerra, claramente, le sirvió como trampolín para revertir
la situación en el país. Pienso que el gran error de los militares
argentinos fue creer que Estados Unidos no iba a involucrarse o que iba a
hacerlo a favor de la Argentina. Fue un grave error estratégico. Pensar
en cualquier momento de la historia de los últimos doscientos años que
Gran Bretaña y Estados Unidos puedan tener dos caminos distintos es un
grave error. La historia prueba que, si bien son dos naciones, están
completamente aliadas en la política, la economía y en la visión de un
mundo perteneciente a una colonia anglosajona.
Organizado por el INCAA, la Dirección Nacional del AntártIco (DNA) y
el Ministerio de Relaciones Exteriores y Culto, y en el marco del 30
aniversario del inicio de la Guerra de Malvinas, se realizará del 22 al
30 de Mayo en el Espacio INCAA, Cine Gaumont (Rivadavia 1635), el Ciclo
de Cine Argentino y Latinoamericano "Malvinas es Argentina, un ejercicio
de Soberanía, Ciencia y Cultura".
El ciclo contará con entrada libre y gratuita, las funciones serán a
las 18 hs y estará compuesto por 12 títulos de producción Argentina y
Latinoamericana: Las Islas, de Antonio Cervi; Películas Recuperadas: Las Orcadas de Lorena Muñoz; Islas de los Estados, de Marcos Rostagno; Nuestras Islas Malvinas, de Raymundo Gleyzer; Por la razón o por la fuerza, de Verónica Chen; Dios y el diablo en la tierra del sol, de Glauber Rocha; Cambio Climático: Antártida, de Damián Cukierkon; Hielos Míticos, de Daniel Bazan; El bien esquivo, de Augusto Tamayo; Memorias del Subdesarrollo, de Tomás Gutierrez Alea ; La pelÌcula del rey, de Carlos Sorín y Cándido López, los campos de batalla, de José Luis García.
El 30 aniversario del inicio de la Guerra de Malvinas invita a
reflexionar sobre nuestra historia con vistas al futuro de nuestra
Nación y como parte de una Latinoamérica que recupera su identidad y su
soberanía. Es un tiempo para ejercitar la memoria, expresarnos en la
diversidad y poner en primer plano el carácter cultural que nos hace
libres.
Emprender este ejercicio conjunto entre el Instituto Nacional de Cine
y Artes Audiovisuales (INCAA), la Dirección Nacional del Antártico
(DNA) y el Ministerio de Relaciones Exteriores y Culto dio como
resultado un ciclo itinerante de pelÌculas que abordan la investigación
científica, los recursos naturales, la identidad, la innovación y el
latir de la cultura que dialoga con Latinoamérica.
Resulta fundamental pensar el imaginario cinematográfico y cuáles son
los tópicos que hacen al ser argentino en diálogo con nuestra propia
soberanía y junto a la américa toda. Consideramos, entonces, fundamental
hacer hincapié en el poder de transformación del arte, la ciencia, la
reflexión histórica a través de expresiones socioculturales
visibilizadas en un film sea de ficción, documental, cortometraje o
serie temática.
El ciclo se desarrollará del 22 al 30 de mayo en el Espacio INCAA - Cine Gaumont con entrada libre y gratuita.
Las islas
Sinopsis
¿Cuál
es la historia de las islas Malvinas? ¿Quién las descubrió? ¿Quién
vivió allí en el siglo XVIII y cómo es que su existencia pasó
prácticamente desapercibida tanto para Argentina como para Gran Bretaña
antes de 1982? Parte retrato geográfico, parte investigación histórica,
el documental de Antonio Cervi se propone el complejo objetivo (por lo
oculto y resbaladizo) de arrojar luz sobre todas estas cuestiones
vinculadas al origen de las islas Malvinas. A través de entrevistas con
expertos británicos y nacionales, apoyados en análisis de documentos
cartográficos y diplomáticos, Las islas expone de manera didáctica las
hipótesis sobre los primeros avistamientos, el descubrimiento del lugar y
las historias sobre la colonización (española, francesa, inglesa) hasta
el preciso momento en que estalla la guerra. Con confianza en la
Historia, como mejor instrumento de análisis y comprensión del presente,
Cervi reconstruye un capítulo del pasado para prepararse para el
futuro.
Nació
en Roma, Italia. Productor y director, desde 1995 reside en la
Argentina, donde dirigió los documentales El chamamé, la música de la
tierra, Argentina tierra de guitarras y Día nacional del gaucho, entre
otros