viernes, 24 de septiembre de 2010

NI DIOS NI PATRON NI MARIDO

Por Horacio Bernades
http://www.pagina12.com.ar/diario/suplementos/espectaculos/5-19364-2010-09-24.html

“A partir de ahora, se terminó eso de ‘anarquismo y libertad y las mujeres a fregar’”, les avisa a un grupo de ácratas machistas la indoblegable Virginia Volten, que a su combate contra Dios, Patria y Estado suma la rebelión contra la opresión masculina. Encarnada aquí por Eugenia Tobal, Volten fundó a fines del siglo XIX el periódico anarco-feminista La Voz de la Mujer, que anticipó luchas que aún continúan. De allí que la referencia que en algún momento se hace a que “en el próximo siglo todo aquello por lo que luchamos finalmente llegará” debe entenderse como amarga ironía.
Pero ironía no le sobra a Ni dios ni patrón ni marido. Dirigida en la Argentina hace ya unos años (había quedado en espera de estreno) por la realizadora catalana Laura Mañá, la película reconstruye con esquematismo casi escolar –buenas de un lado, malos del otro– aquella lucha pionera de Volten y sus compañeras. Estas son en su mayoría hilanderas, al servicio de un patrón (Jorge Marrale) cuyo solo nombre (Volpone) anuncia su condición de zorro en el gallinero. El tipo no permite que una de las trabajadoras cuide de su hijo enfermo, el niño muere por falta de atención y se arma la revuelta, sofocada a sangre y fuego por orden del jefe de policía. Motivo de sobra para que las operarias vean con buenos ojos la iniciativa de la brava Virginia de lanzar un diario que las represente.
A ellas se les adosa una cantante de ópera de mente amplia llamada Lucía Boldoni, la relevancia de cuyo rol tal vez se deba a que la encarna Esther Goris, autora de la idea original y coguionista de la película. Admirada por la alta sociedad porteña, “La Boldona” es cortejada por dos hombres de función maniquea. Uno es un senador conservador (Daniel Fanego); el otro, un abogado aparentemente radical (Joaquín Furriel): ese triángulo da lugar a escenas de alcoba que rematan en diálogos de teleteatro. Mientras tanto, el senador y un generalote (Jorge D’Elía) traman un castigo ejemplar contra las insurrectas. Pero éstas triunfarán, porque el futuro así lo impone.


NI DIOS NI PATRON NI MARIDO
Argentina, 2010.
Dirección: Laura Mañá.
Guión: Esther Goris, Graciela Maglie y Laura Mañá, sobre idea original de Esther Goris.
Intérpretes: Laura Novoa, Eugenia Tobal, Ana Fernández, Esther Goris, Joaquín Furriel, Jorge Marrale, Daniel Fanego y Ulises Dumont.


Sinopsis


En 1896 Virgina Bolten, conocida anarquista de treinta años, llega a
Buenos Aires donde se encuentra con su amiga Matilde que está
trabajando en la hilandería de Genaro Volpone junto con otras
mujeres bajo las penosas condiciones del siglo XIX.
Matilde, Filomena, Rosalía y otras operarias de la hilandería se
reúnen en torno a Virginia, para llevar a cabo un viejo proyecto de
ésta: la edición de un periódico que de cuenta de la doble
explotación a la que la mujer es sometida: por su condición de clase
y por su género. Deciden llamarlo “La voz de la mujer”.
Cuando Lucía Boldoni, Prima Donna de la lírica nacional, se entera
de la existencia de ese grupo de mujeres, que demuestran practicar
un feminismo militante, se interesa por él y decide concurrir al baile
ocultando su verdadera identidad.
Todas esas mujeres empiezan a concienciarse y luchar por su propia
libertad hasta que deciden cambiar sus vidas de modo que NI DIOS,
NI PATRÓN, NI MARIDO las controla.Tobal,

Laura Mañá
Actriz, guionista y directora. En 1999 escribe y dirige su primer largometraje "Sexo por compasión" ganadora de numerosos premios nacionales e internacionales, (entre ellos: mejor película y premio del público en Málaga).

En el año 2000, gana el premio literario: Gabriel Aresti y publica el libro: "Falsas apariencias" que edita RBA.

En el 2002, dirige: "Palabras Encadenadas" (Melies de plata en Fantasporto, entre otros premios) .

En el 2004 escribe y dirige: "Morir en San Hilario". (premio a la mejor película y premio del público en el festival de Viareggio, entre otros) y el último año ha dirigido dos largometrajes aún en postproducción: "Ni Dios, ni patrón, ni marido" y "La vida empieza hoy" (estrenos previstos para el 2009)

La voz de la mujer (1896-1897)

Por Liliana Vela (*)
http://www.mdzol.com/mdz/nota/215141-ni-dios-ni-patron-ni-marido/

Antes de finalizar el siglo una nueva iniciativa periodística, íntegramente enfrentada al orden social y político, tuvo lugar a través de La Voz de la Mujer (1896-1897), publicación de las mujeres anarquistas que denunció los privilegios burgueses frente a las apremiantes condiciones de las obreras y también la conducta opresiva de los mismos anarquistas; su posición política ligada al comunismo anárquico, las mantuvo en el anonimato.
Estos cuestionamientos manifestaban la claridad de las redactoras en cuanto a la sujeción de las mujeres con independencia de las ideologías y así respondían, con ironía y contundencia, a la animadversión con que fue recibido el primer número:

“[…] “ emanciparse la mujer?” “ para qué?” “qué emancipación femenina ni que ocho rábanos” “¡la nuestra! “venga la nuestra primero y luego cuando nosotros, los hombres, estemos emancipados y seamos libres, allá veremos” Con tales humanitarias y libertadoras ideas fue recibida nuestra iniciativa […] Pero es preciso señores cangrejos, y no anarquistas, como mal os llamáis[…] que sepáis de una vez […] que nosotras también tenemos derecho a emanciparnos y ser libres de toda clase de tutelaje ya sea social, económico ó marital[…] Ya se acabó aquello de: “Anarquía y libertad” y las mujeres á fregar. Salud! […] Nosotras creemos que en la actual sociedad nada ni nadie es más desgraciada en su condición que la infeliz mujer […]” (La Voz de la Mujer, N°2 (31 enero 1896).


Ni Dios ni patrón ni marido 

En relación con su posición política, lanzaron poderosas críticas sobre las instituciones y en particular contra el matrimonio y la vida doméstica como ejes del control de los varones sobre el cuerpo femenino; al lema anarquista: Ni Dios, Ni patrón; ellas agregaron: “Ni marido”.
“[…] Vosotras las que pensáis encontrar amor y ternezas en el hogar, sabed que no encontraréis otra cosa que un amo, un señor, un rey, un tirano […]”( La Voz de la Mujer, N°3 (20 febrero1896).
Sus contribuciones versaron sobre temas intocados hasta entonces, plantearon el derecho al placer y al goce sexual de las obreras ya que afirmaban que los grados de libertad al respecto también dependían de las clases sociales y las obreras sufrían los mayores menoscabos:

"[…] Todos los hombres; los ricos y los pobres, la señorita high life, y la respetable matrona hacen en cuestión de amor lo que quieren, todo está permitido para ellos […] Solo la muger proletaria es la que está obligada ó debe temer las consecuencias de un deliz porque para ella no habrá perdón (sic) […]" ( La Voz de la Mujer, N°8 (14 noviembre1896). La Voz de la Mujer por la inscripción libertaria de sus realizadoras aportó elementos únicos en la polémica sobre mujer al finalizar el siglo.

La producción periodística femenina expresó las preocupaciones modernas e incorporó su pensamiento en la gestación del orden republicano y, aunque la incitación no tuviera la fuerza de una acción colectiva ni mayoritaria, fue expresión tanto de las transformaciones que las ideas liberales iban plasmando en las sociedades de América Latina, como la constancia de audaces recursos.
Aún dentro del imperio de las normas restrictivas que condicionaban a las mujeres a la observancia y cumplimiento de los roles domésticos con los que casi todas ellas acordaban, con ostensiva excepción de las anarquistas, las periodistas del siglo XIX ejercieron el derecho a manifestar sus ideas respecto del diseño de una sociedad que prefiguraban respetuosa de las diferencias entre los sexos pero que al mismo tiempo asumiera el valor de las contribuciones femeninas. 

(*) La autora de la nota es investigadora de la UNCuyo y del INCIHUSA-CONICET. Su línea de trabajo se concentra en los temas referidos a la presencia cultural y política de las mujeres en Argentina desde el siglo XIX.

No hay comentarios:

Publicar un comentario