miércoles, 30 de noviembre de 2011

Reportaje a Mario Rosales director de “El regreso de Lencho” película Guatemalteca.


No es común recibir películas Centroamericanas en Argentina, y tener la posibilidad de conversar con el director de una de ellas es menos común. “El regreso de Lencho”, disparó un sinnúmero de preguntas y el darme cuenta lo poco que sabía de la realidad Guatemalteca.  Fue así que, su director Mario Rosales amablemente decidió mantener esta charla en un bar de Avenida de Mayo, y a partir de su película poder charlar sobre arte, cultura y memoria, Maras, política e introducirnos en su vida personal. 

Por Jorge Grassi
http://cinealsur.blogspot.com
 

- Nombre:

-Mario Antonio Rosales Solano

-País de origen:

-Guatemala

-Profesión:

-Pintor, fotógrafo pero sobre todo periodista, porque ha marcado mi trabajo sobretodo como cineasta.

-Donde vive:

-En Nueva York, que también ha marcado mi trabajo, y ahora estoy con mi primer largometraje “el regreso de Lencho”.

-Edad:

-Próximo a cumplir 38 años y el regalo que me quiero dar es escribir mi segundo largometraje.

-Presentaste tu película en el 26º Festival Internacional de Cine de Mar del Plata, el único de categoría A de América Latina y en la Carrera de Imagen y Sonido de la Universidad de Buenos Aires. ¿Cómo te sentiste tratado, como fue recibido tu trabajo?

-El público argentino me cayó muy bien, y me cayó muy bien salir de Estados Unidos.
Siento que con el público argentino hubo una conexión muy fuerte, la pelicula se conecta en mucho niveles, Argentina y Guatemala compartimos un pasado reciente muy parecido, muy violento.

-Hablaste de escribir tu segundo largometraje…

-Si quiero escribir varios tratamientos y decidir en cual me voy a embarcar. Me encantaría filmar aquí, porque es una ciudad grande, al rato pienso en una historia en NY y que conecte con Buenos Aires.

-La visión también sería crítica con el sistema?

-Total, no podría cambiar la línea. Y la otra cosa es con la memoria, aquí está bien fuerte, me conecto mucho con eso.

-Como es hacer cine en Guatemala?

-Es muy difícil, por muchas razones, nunca ha habido una tradición de hacer cine, hubo un gran registro de imágenes entre 1944 y 1954, que es cuando hay dos gobiernos progresistas, el de Arbenz que fue cuando lo votaron los “gringos y en el ´54 es cuando comienza todo el militarismo en Guatemala, pero esos 10 años produjeron el mayor registro fílmico, que es la parte mas rica de imágenes en Guatemala. Ya en el ´54 la invasión “Gringa” es “oficial”, así que desde ese año todo lo que teníamos eran “enlatados” que es donde se nos desbarata la posibilidad de mostrar nuestra identidad a través de imágenes y eso nos ha afectado, es una invasión cultural lo que ha sucedido.

-Cuando llega la Televisión?

-Yo creo que desde los ´60 hay televisión en Guatemala, pero desde siempre, lo único que se ha producido en Guatemala son los telenoticieros, y los programas mañaneros de entrevistas, poco que ver con la industria cultural.

Guatemala es un país de “círculos viciosos”, vivimos todavía en la colonia. Otra cosa que nos tiene atrapados es el racismo, somos un país altamente indígena, entre el 65% al 70% es indígena y tenemos una identidad cultural súper fuerte pero la vivimos como una negación y es imposible olvidar la cultura Maya!!.

-En “El regreso de Lencho”, este pensamiento se ve reflejado…

-Hay escenas en la película que son en (1) Kakchikel, que yo no quise traducir porque es un pequeño homenaje. Me encantaría hacer toda una película en una lengua Maya. Puse eso ahí sin querer caer en el folclorismo, no quise utilizar la cultura Maya, por eso le dije al rapero Maya, NIM Alae: “Tu no me estás hablando a mi, Tu le estás hablando directamente a tu gente”.

-La película toca también el tema de las Maras, cual es la realidad de las Maras en Guatemala?

-Yo creo que las Maras, tristemente continúa siendo algo impuesto por los “Gringos”, porque la cultura de las Maras se inicia en Los Ángeles: la (2) Maras Salvatrucha, la forma como fue exportado desde el discurso oficial que domina, no es de ellos, viene siendo el discurso del marginado impuesto, no viene con autonomía, ellos creando un lenguaje propio y no venga de una marginación impuesta. 

Si existen maras, es porque las sociedades marginan al joven y no le dan suficientes oportunidades, ellas son la representacion de la falta de educacion, salud, oportunidades y desarrollo economico equitativo en nuestros paises.

-Hablemos del arte como un hecho revolucionario.

-Parte de la película es mostrar como el arte puede abrir puertas, y a través de la organización de los mismos jóvenes, el organizarse y crear a través del arte nuevas opciones.

En uno de los últimos días de rodaje, llegó una periodista, Lucia Escobar, y me dijo que había estado entrevistando jóvenes de Maras, un día antes en un pueblo pequeño que se llama San Lucas y estuvo en la cárcel entrevistando a jóvenes, y uno de los jóvenes le dijo: “si él tuviera una nueva oportunidad en la vida, el desearía que en lugar de ser Marero, querría ir a trabajar a una (3) “maquíla”, una “maquíla” es una industria que está entrando a Guatemala que viene de EEUU, las “maquilas” en Guatemala son de ropa de marca, pero son trabajos donde no hay sindicatos, solo pueden ir una vez al día al baño, la gente trabaja parada entre 10 a 12 horas, con un salario mínimo, con 20 minutos para almorzar, cuando entran a trabajar les dan un estimulante para que trabajen mas rápido, en Guatemala está la “maquila” mas grande de Latinoamérica, es casi un pueblo, yo quería hacer un documental, pero es imposible entrar…

-En la película, la escena de la animación remite a eso…

-Si, la rata que está fumándose un habano…. y el humo que saca es un signo de dólar…, y lo que hacen es que contratan mujeres, si tienes una “maquila” de 2000 personas, seguramente 1800 sean mujeres, y está pasando lo mismo que en Ciudad Juárez, donde hay una gran cantidad de “maquilas”, con gran cantidad de mujeres y a la hora de la salida, a las ocho de la noche, cuando ya todo está oscuro, es fácil raptar mujeres; en Guatemala se están matando mas mujeres que en Ciudad Juárez,  pero no se da a conocer. 





-Que podés contarnos sobre la nueva generación de cineastas en Guatemala?

- No nueva, ¡la primera, tal vez!, antes hubo algunos realizadores, pero creo que esta es la primera generación, creo que todo empezó en el 2001, con un colectivo que se llama Casa Comal y ellos realizaron un primer largometraje que se llamó (4) “la casa de enfrente”, y esta gente no solo vino a producir largos, sino, que también empezaron a producir un festival de cine, que se llama Festival ICARO, que es una ventana para que los realizadores puedan presentar sus trabajos.

- Quién financió tu proyecto?

- Yo.

- Cuanto tiempo te llevó filmarla?

- Me tomó 32 días, pero yo comencé a trabajarla en el 2006, la primera versión del guión fue para finales de enero del 2007, y en marzo, fui a filmar uno adelantos, y la segunda versión del guión mas pulido, la tenía como en mayo de 2007. Y a partir de ahí comencé a escribir a fondo para conseguir el dinero y empezar a hacer preproducción, y el rodaje fue en la segunda semana de noviembre del 2008.

- cual fue el disparador del contenido?

-Al principio, el personaje del Lencho estaba más centrado en el graffiti, no tanto en lo político, pero empezando a investigar con un amigo periodista, que tenía mucha información sobre lo que estaba pasando con la “limpieza social”, tuve la necesidad de incluir toda esa realidad Guatemalteca, de cómo la violencia se estaba disparando de nuevo, y fue con lo que le pasó a mi hermano, que la policía le disparó un tiro, ya no pude desligar la realidad y lo político, también siento que podía ser una película de solo un activista y no un artista, porque no es como acá, no hay organizaciones, allá todo se desbarató con la guerra civil, hay organizaciones como “HIJOS”, pero quería crear una nueva propuesta, crear una nueva identidad de alguien que quiera crear una nueva propuesta social y política…

-En que circunstancias le disparan a tu hermano?

- Mi hermano estaba en Antigua, que es una ciudad muy turística, donde hay muchos bares, mucha gente va a la ciudad de Antigua a salir de fiesta. Mi hermano estaba un sábado con un grupo de amigos en un bar y había una amiga que no encontraba el bar donde estaban, entonces un amigo le dijo vamos a buscarla, y juntos salieron en un carro a encontrarla en el parque central, o algo así, y al salir del bar donde estaban, se les cruzó un taxista, tiene una discusión, el taxista se baja del carro y quiere pegarle al amigo de mi hermano que conducía, pero de alguna forma lograron irse; yo lo que intuyo es que normalmente los taxistas en Guatemala son distribuidores de drogas, que tienen relación con la policía que muchas veces tienen relacion con el trafico de drogas, porque ellos se van y dos minutos mas tarde tienen un carro de la policía atrás de ellos, inmediatamente les están disparando, cuando les empiezan a disparar, los dos se agachan, y sin poder ver estrellan el carro, se bajan con las manos arriba gritando a la policía que no tenían ni drogas, ni armas, del coche de policía, se bajan cuatro policías, los cuatro con rifles de asalto, se dividieron en dos por cada uno de ellos, y les pegan en el pecho con la culata de los rifles.
La primera escena de la película, en que le pegan al protagonista, es una ficción de la historia que me ha contado mi hermano, el golpe en el pecho lo había desvanecido y encima, ya en el suelo empezaron a patearlo, lo patearon hasta que se cansaron, el sintió que fue una eternidad, cuando se cansan de patearlo, es lo que pasa en la película, un policía le pone la bota en la cabeza para que no se pueda levantar, y otro lo empieza a registrar, y es cuando le encuentran un tatuaje en una pierna…

(En este momento noto que Mario se siente quebrar, el relato y los recuerdos le son muy vívidos, su voz suena angustiada)

…cuando mi papá murió en el 2002, mi hermano se tatuó…., mi papá era un pintor….un pintor frustrado…, era ingeniero… a él no le dejaron ser pintor, y se tatuó un Quetzal, que es el símbolo de Guatemala, que papá había hecho con un diseño muy cubista, entonces él tenía un gran Quetzal en la pierna…., era un homenaje a mi papá…, y por eso le pegan en el pecho. Lo podrían haber matado por nada a mi hermano… la policía…

- De ahí tu compromiso de mostrar la violencia absurda de las autoridades Guatemaltecas?

- Absoluta!, yo hablé con periodistas, con activistas de Derechos Humanos, con organizaciones para ver que se podía hacer, y todas las recomendaciones eran “¡no te metas!”, periodistas que no sacan la historia, organismos de Derechos Humanos recomendándome que no ponga la denuncia a la secretaría de DH porque está monitoreada por la policía, si tu pones la denuncia, van a saber que tu pusiste la denuncia, por consecuencia, van a matar a tu hermano.

A partir de eso tenía mucha información, empecé a enterarme de lo que estaba pasando en Guatemala. Yo no sabía, como contar esa historia, luego fue cuajando, con toda la información que tenía, tampoco quería hacer una película panfletaria en contra de un sistema, sino una experiencia de vida y decidí contar esa historia pero mezclando con el performance, el artista gráfico….

-Como vive la cultura Guatemalteca esos colectivos culturales que muestra la película?

- Es una experiencia marginal, de la misma forma que no hay una tradición de cine.
Con la guerra civil se mataron cientos de artistas, toda una generación de artistas de mediados de los ´70 hasta mediados de los ´90, en que no hay expresiones de arte en Guatemala.
Por eso siento que hay un gran boom en el arte ahora, esa necesidad de expresión de una sociedad, es imposible controlar…

- La música en la película forma parte del relato de la historia que cuenta. Como fue trabajada?

- Todo mi trabajo audiovisual está siempre muy cargado de música. Siempre quise trabajar con este compositor que se llama Radio Zumbido, y trabajamos junto desde la preproducción, yo no se de música pero, le pedía los temas desde los niveles emotivos, le expresaba el tipo de emociones necesitaba. Así fue como fuimos puliendo las cosas. Y me gusta, porque yo siento que hubo una gran conexión con Radio Zumbido, la música de la pelicula da testimonio de esta colaboracion, claramente es su composición e hizo un trabajo genial, una mezcla de spaguetti western con banda sonora setentera y beats urbanos de hip hop.

El guión está escrito con señalizaciones de música, en base a esas canciones se fue componiendo la música. Pienso en musica desde que escribo cada escena. Escucho musica cuando estoy escribiendo, me ayuda a marcar un ritmo, a sentar la emocion de la escena, en fin, mi vida esta llena de musica todo el tiempo.

- El personaje de Lencho busca parte de su historia en la Fundación de Antropología Forense, esta parte del relato tiene un tratamiento casi documental…

- Como parte de la historia, yo pensé que podría hacer el personaje del Lencho para ganarse la vida. Y es mi experiencia, yo nunca encontraba un trabajo preciso, trabajar en medios en Guatemala, no solo que no se produce sino que los sueldos son muy bajos, y la única oportunidad que tienes es producir noticias o el programa de la mañana que es de entrevistas para amas de casa, o trabajar en publicidad, y la idea original del guión era preguntarme que sería si volviera a Guatemala, ¿Qué pararía haciendo?, pués, el personaje tenía que ganarse la vida de algo. Por un lado está haciendo una animación para una ONG, sobre la violencia contra la mujer, pero por otro lado, que mejor que retratar la memoria a través del trabajo de la Fundación de Antropología Forense, recobrando los restos de fosas comunes donde enterraron cientos de desaparecidos. Y supe del trabajo de la Fundación, desde hace muchísimo tiempo, que tiene relación directa con la Fundación de Antropología Forense de aquí, de Argentina, antropólogos argentinos colaboraron para fundar la fundacion en Guatemala.

Cuando hablé con ellos, le llamó la atención la película, porque a ellos también los censuran, los medios no les dan cabida al trabajo que ellos están haciendo. Igual que el archivo de la policía. A las dos instituciones les pareció genial que habría una película que hablara de donde se puede buscar información sobre los desaparecidos. Para ellos, es un homenaje no solo hacia su trabajo, sino, para todos los desaparecidos y se puede ir a buscar información sobre todo para los familiares. Ellos están entusiasmados con la película, para que se sepa que esas instituciones están ahí, para que se sepa donde pueden recurrir. 

- El personaje cuanto de auto referencial tiene?

- Es una especie de alter ego, es la premisa inicial, yo también estoy en Nueva York, y es también el pensar que haría si regresara a Guatemala y mi trabajo se enfoca en activismo político, en la denuncia social…

- Mañana estás de regreso…

-Si, estoy regresando a Nueva York.

- Que actividad desarrollas allá?

-Trabajo para el canal de la Universidad de Nueva York, es un canal cultural, no comercial, lo cual me permite hacer investigaciones sociales y política, mi jefe, siempre que le presento piezas que pueden ser cuestionadoras de situaciones como por ejemplo, sobre la condición de los inmigrantes, criticando mucho al gobierno Norteamericano, me dice: “no se lo muestres a nadie, una vez que está en el aire, ya no lo pueden censurar”.


NOTAS:

(1)     Kakchikel o Kaqchikel es un idioma hablado por la población kakchikel en la región centro occidental de Guatemala. El idioma kakchikel forma parte del grupo quicheano de lenguas, que a su vez es parte de la familia lingüística mayense. Con aproximadamente medio millón de hablantes, es una de las lenguas mayenses más importantes en Guatemala. La mayoría de los hablantes del kakchikel es bilingüe de su lengua nativa y español.

(2)     Mara Salvatrucha (generalmente abreviado como MS, Mara, y MS-13) es una organización transnacional de pandillas criminales asociadas que se originaron en Los Ángeles y se han expandido a otras regiones de Estados Unidos, Canadá, México, América Central (Guatemala, El Salvador, Honduras) y España. La mayoría de las pandillas están étnicamente integradas por centroamericanos (guatemaltecos, salvadoreños y hondureños) y se encuentra activas en las zonas urbanas y suburbanas. Sostienen células (clicas) localizadas en Latinoamérica con más de 70.000 miembros.

(3)     Una maquiladora es una empresa que importa materiales sin pagar aranceles, siendo su producto uno que no se va a comercializar en el país. El término se originó en México, país donde el fenómeno de las maquiladoras está ampliamente extendido. La palabra maquila se originó en el medioevo español para describir un sistema de moler el trigo en molino ajeno, pagando al molinero con parte de la harina obtenida. Tal fue también la forma tradicional de producción de azúcar en los ingenios de las Antillas, que en el siglo XIX obtenían su caña de cultivadores llamados colonos; éstos cobraban en azúcar el valor de la caña entregada, de acuerdo con las normas establecidas por los mismos ingenios.

(4)     La Casa de Enfrente (director Elías Jiménez, 2003, Guatemala)



Sinopsis
: Realizando una auditoria en el Ministerio de Inversiones Internas, Ángel descubre un desvío millonario de fondos nacionales. El señor Ministro en su intento de incorporar a Ángel en el círculo de corrupción, nos lleva por los escenarios del poder, el dinero y la marginalidad de la Guatemala de posguerra.






domingo, 27 de noviembre de 2011

La AFSCA y la UNLZ lanzan el libro Ley 26.522. Hacia un nuevo paradigma en comunicación audiovisual.

Un cambio de paradigma

El texto, que reúne a importantes especialistas en comunicación y prologa Gabriel Mariotto, se editó con la finalidad de explicar los alcances de la Ley de Servicios de Comunicación Audiovisual.

Por Washington Uranga
 http://www.pagina12.com.ar/diario/elpais/1-182152-2011-11-27.html


Con la participación de un importante número de especialistas en comunicación y con prólogo de Gabriel Mariotto, la Autoridad Federal de Servicios de Comunicación Audiovisual (Afsca), en colaboración con la Universidad Nacional de Lomas de Zamora, editó un libro con la finalidad de explicar los alcances de la Ley de Servicios de Comunicación Audiovisual, dos años después de su aprobación, algunos de cuyos fragmentos anticipa Página/12 en forma exclusiva. El texto, que está próximo a ponerse en circulación en las librerías del país, se titula Ley 26.522. Hacia un nuevo paradigma en comunicación audiovisual y fue coordinado por Mariana Baranchuk y Javier Rodríguez Usé.

En el prólogo de la obra el presidente del Afsca, Gabriel Mariotto, sostiene que la ley de SCA “es, por sobre todas las cosas, un cambio de paradigma en la comunicación, que va de la censura a la libertad y desde la información como mercancía hasta la información como derecho humano”. Y agrega, que a partir del nuevo ordenamiento legal, “donde antes había restricciones afianzando la exclusión y los privilegios, la nueva ley reconoció derechos, fundando inclusión, donde había voces únicas, oligopólicas, poderes fácticos escondidos entre bambalinas, la Ley de Servicios de Comunicación Audiovisual incorporó los conceptos de pluralidad, diversidad y participación”.

Democratización en la comunicación

 

Para Mariana Baranchuk, licenciada en Ciencias de la Comunicación y asesora del Afsca, “la Ley 26.522 significó un paso sustancial en el camino hacia la democratización de las comunicación en la Argentina”, porque “con ella se garantiza la entrada de nuevos y diversos prestadores; se pone un tope a la concentración impidiendo prácticas monopólicas; se estimula la producción propia y la de terceros a partir de la implementación de cuotas de pantalla promoviendo así la producción de contenidos regionales; se asegura el acceso al disfrute de los bienes simbólicos propios de la cultura popular; se resguardan las fuentes de trabajo; se estimula la creación de nuevos puestos laborales para los trabajadores de la comunicación y la cultura; se protegen explícitamente los derechos de niños, niñas y adolescentes; se reconoce el derecho a la comunicación con identidad de los pueblos originarios y se fortalecen los medios públicos sacándolos del espacio subsidiario al que las reglas del mercado habían relegado”.

Javier Rodríguez Usé, licenciado en Letras de la UBA y asesor de la Afsca, escribe sobre la importancia del proceso participativo y de debate, señalado como una de las columnas vertebrales sobre las que se apoya la ley. “Los Foros Participativos de Consulta Pública permitieron recorrer el país recolectando múltiples aportes, funcionando como una eficaz herramienta de resonancia social”, asegura.

Damián Loreti, abogado y doctor en Comunicación, ex director de la carrera de Ciencias de la Comunicación de la UBA y uno de los principales artífices del andamiaje legal de la norma, aporta un capítulo destinado a “indicar las principales fuentes de principios de libertad de expresión que marcan los estándares de interpretación de la ley” con el propósito de “dirimir si dicho texto es respetuoso de los principios emergentes de las autoridades doctrinarias o legales del sistema de derechos humanos”. En su trabajo Loreti hace un muy fundamentado análisis de muchas de las objeciones que se hacen a la norma, para concluir que “los cuestionamientos a la ley no surgieron por violación a la libertad de expresión presente o presunta”, sino por “afectación a intereses monopólicos u oligopólicos”. Y agrega Loreti que “se ha dicho que afectan intereses. Es cierto. Una ley de la democracia no es inocua. Pero ello no importa que del texto de la LSCA no se respeten los estándares de libertad de expresión propuestos por los diversos cuerpos legales o doctrinarios del sistema regional o internacional de los derechos humanos”.

Pluralidad vs. concentración

 

Para Diego de Charras, investigador y docente de Ciencias de la Comunicación de la UBA, la ley contribuye en forma decisiva a ponerle límites a la concentración, “si se considera que los medios conforman un espacio privilegiado de constitución del significado de lo público, donde la disputa por el sentido conforma la percepción de la realidad social y política y desde donde se jerarquiza la agenda pública de necesidades a ser atendidas, la preocupación por la pluralidad de voces se torna un eje imprescindible”. Afirma De Charras que “la ley refleja lo más actual de la legislación comparada internacional, superando en muchos aspectos aun a las legislaciones más avanzadas. ¿Ello implica que no es mejorable? De ninguna manera, pero es importante señalar que debe ser pensada como una norma que reglará, o debería hacerlo, el sistema de medios argentinos por varias décadas y, en este punto, cualquier referencia a la coyuntura política argentina resulta vana”.

Gustavo Bulla, docente de la UBA y la UNLZ y funcionario de la Afsca, rescata que se trata de una ley “construida de abajo hacia arriba”, por los “21 puntos para radiodifusión democrática” que fueron el punto de partida “a través del cual casi tres centenares de organizaciones sociales y de medios comunitarios, sindicales, de derechos humanos, de la economía social e instituciones académicas –entre otras– supieron deponer diferencias secundarias y concentrarse en la síntesis de los acuerdos estratégicos respecto de cómo debería ser a futuro un sistema de radio y televisión que incluya a todos y todas”. Agrega que “no se trató necesariamente de un ejercicio de imaginación política”, sino que más bien “la tarea se centró en la sedimentación y articulación de las mejores experiencias acumuladas por el movimiento popular desde el retorno de la democracia”.

Desde América latina

 

El brasileño Denis de Moraes, doctor en Comunicación y Cultura por la Universidad Federal de Río de Janeiro e investigador del Consejo Nacional de Desarrollo Científico y Tecnológico de su país, aporta una mirada y una valoración desde América latina al analizar la Ley 26.522. Sostiene que “el actual proceso de transformaciones políticas, socioeconómicas y culturales en América latina tiene, en la LSCA de la Argentina, uno de sus marcos más significativos”. Al fundamentarlo agrega que “por primera vez en la historia de la región, un país formula, aprueba y hace cumplir una legislación que protege y valoriza la diversidad informativa y cultural, a través de un marco regulatorio democráticamente discutido e instituido”. Y agrega que “lo que parecía ser un ideal distante, casi impracticable, se convirtió en una certeza que comenzó a esparcirse por el continente. Se trata de un proceso que hace converger las voluntades transformadoras de los estados con la de amplios segmentos de la sociedad civil”. Y sostiene también que “la nueva ley trajo el convencimiento de que es viable el conocido dicho ‘otra comunicación es posible’, descentralizada y plural, conquistada en forma equilibrada y participativa”.

A lo largo de sus 250 páginas, el libro reúne aportes de otros destacados especialistas en el tema de la comunicación. Alejandro Verano, director de RTA y ex decano de la Facultad de Periodismo de la UNLP, escribe sobre el resurgimiento de la comunicación audiovisual pública; Eduardo Seminara, sobre el lugar de los medios universitarios; Claudia Villamayor, acerca de la visibilización de los pueblos originarios; Ernesto Lamas, sobre los medios comunitarios y su merecido reconocimiento y Gustavo Granero, sobre el aporte de los gremios de la comunicación y la cultura. 

En otro apartado, Susana Veleggia reflexiona sobre el lugar que la ley le da a la promoción de los derechos de los niños, niñas y adolescentes y los jóvenes y Myriam Pelazas subraya que han sido tomadas en cuenta las voces de las mujeres, de las personas que poseen discapacidad y de los sectores sociales de bajos recursos. Manuel Chaparro, doctor en Ciencias de la Información por la Universidad Complutense de Madrid, aporta una mirada europea sobre medios y ciudadanía.

El libro Ley 26.522. Hacia un nuevo paradigma en comunicación audiovisual, se construye a partir de cuatro ejes temáticos desarrollados por especialistas en la materia:
 
- La ley de medios de la democracia en el marco del Plan Nacional de Derechos Humanos
- Los nuevos actores de la comunicación
- Las protecciones especiales instauradas
- La expectativa y repercusión internacional que ha generado
 
Los autores son Mariana Baranchuk, Gustavo Bulla, Manuel Chaparro, Diego De Charras, Gustavo Granero, Ernesto Lamas, Damián Loreti, Gabriel Mariotto, Denis de Moraes, Myriam Pelazas, Javier Rodríguez Usé, Eduardo Seminara, Susana Vellegia, Alejandro Verano y Claudia Villamayor.
 
El costo del material es de $75 y realizado bajo la dirección editorial de Jorge Lafforgue.

LA POLÉMICA DETRÁS DE CUEVANA: LAS OPINIONES A FAVOR Y EN CONTRA

CUEVANA

En principio, la cosa es simple. Prendés la computadora, ponés Cuevana, buscás tu serie o película elegida y cliqueás Play. Ni el VHS eran tan sencillo. Sin embargo, lo que es complejo es la polémica que se generó tras los últimos sucesos que involucraron a la popular página para ver cine y TV on line y la discusión que despierta en el país, similar a la que se dio con el juicio a Taringa! y a la que se desarrolla en otros países, como España con la Ley Sinde y EE. UU. con la ley SOPA (Stop Online Piracy Act). Pero nos enfoquemos en Cuevana y vamos por partes.




Desde el domingo, se dieron varias noticias que involucran al popular sitio creado en Córdoba por el sanjuanino Tomás Escobar. Primero, se anunció que Telefé iba a presentarle una demanda, que iba a ser la primera en la historia de Cuevana. Hasta el cierre de esta edición, la demanda no se había concretado formalmente, y varios indicaban que la fuerte respuesta de los usuarios, que hicieron estallar el tema en Twitter y Facebook, fue el motivo que frenó su avance.

Paralelamente, la página fue hackeada y empezó a circular un video con dos encapuchados, que amenazaban con dar de baja la página. Sobre el episodio, Tomás Escobar aclaró en un comunicado que un usuario subió el link a ese video, pero que ya estaba dado de baja. Finalmente, aclaró que el rediseño del sitio debió adelantarse y que a eso se deben los problemas. "Estamos haciendo todo lo posible para que podamos seguir compartiendo más contenidos, más cultura, siempre del lado del usuario".

La discusión es ardua y amplia. El contenido es el mismo: películas, series, cultura. La herramienta para verlas cambió, ya no es la sala, ni la TV, ni el videoclub, es la computadora, pantalla que navega por las profundas aguas de Internet. Pero también cambió la denominación de quien mira, ya no somos espectadores ni televidentes, ahora somos "usuarios". Y si algo queda claro, en estos días, es que los usuarios tienen también otros canales para hacerse escuchar, y la abstinencia de Cuevana los hizo reaccionar y quejarse como si les hubieran cortado el agua. ¿Cómo divide las aguas esta polémica?


DISCUSIÓN
De un lado, están quienes sostienen que la existencia de estos sitios (Taringa!, Cuevana) viola la Ley de Propiedad Intelectual 11.723 y se mueven fuera del marco de lo legal. "No se trata de decir Cuevana sí o no, todo puede funcionar en la medida en que no violen los derechos de terceros. Cuevana sube material protegido por esta ley sin pagar, entonces sí viola derechos de terceros. Sobre todo porque otros sistemas legales hacen lo mismo pagando, como Netflix", argumenta Martín Carranza Torres, director del estudio Carranza Torres y Asociados.

Del otro lado, están quienes sostienen que dicha ley, creada en la década de 1930, fue elaborada para proteger la industria editorial de entonces y que no puede aplicarse tal cual en el contexto actual y menos a Internet. "Es una de las leyes de derecho de autor mas restrictivas del planeta. Utilizarla en Internet es un abuso, porque los legisladores no tuvieron en cuenta Internet ni nada parecido cuando la hicieron. Encuadrar la actividades industriales que la ley contempla en el marco de lo privado es un error", plantea Federico Heinz, presidente de la Fundación Vía Libre.

La discusión tiene detalles complejos. Por ejemplo, si se considera que poner al alcance del usuario los links equivale a un delito o no (Cuevana no "sube" ni "tiene" las películas, sino que indica al usuario dónde está el link para verla). Eso incumbe a otros motores de búsqueda e indexadores, como el mismísimo Google, que también enfrentó demandas similares antes.

Para Juan Manuel Lucero, consultor y columnista en Internet, negocios y tecnología, si se cierra Cuevana, aparecerán 10 sitios más iguales. "Es complejo. El contenido de Cuevana no es propio, desde ese punto de vista, infringen la ley como la entendemos. Pero ha cambiado tanto el modelo de distribución de contenidos que las leyes ya no lo reflejan". Ya añade: "Los creadores de Cuevana hicieron un sitio práctico, ordenado, fácil y que da cuenta de una necesidad. La inteligencia colectiva puede más que la restricción vigente. Eso hay que discutir".
Otra mirada sobre el tema es la del investigador del Conicet Ariel Vercelli que va más allá en la cuestión y plantea un tema de base a economías diferentes. La economía "clásica" de mercado, que sienta su lógica y leyes por la escacez de los bienes y productos que comercializa, regulados por el régimen de la propiedad. Y las nuevas economías, cuyos bienes y productos son abundantes e intelectuales, y se vincula con el derecho de copia e intelectual. Así de compleja es la discusión. Y nosotros que sólo queríamos ver una serie.


Dos opiniones: a favor y en contra

Repensar la ley de propiedad
Federico Heinz
Presidente de la
Fundación Vía Libre

Preguntarse si es o no legal es sumamente complicado porque en realidad Cuevana es una herramienta, es un servicio, si es o no legal depende de quién lo use y cómo. La ley 11.723 es sumamente restrictiva, impide confeccionar copias de las obras. En la década de 1930 era para la regulación industrial de imprentas y editoriales, es absurdo aplicarla ahora para las acciones de los individuos. La ley servía entonces para que haya más y mejores editoriales, para difundir mejor la cultura cuando había una sola forma de hacerlo. Distribuir cultura era una actividad industrial y comercial. Ahora aparece Internet, que nos permite distribuir cultura más barato, a más gente, sin problemas de logística, ni de stock. Nos aferramos a una legislación que hoy daña a su objetivo.
Cuevana no publica contenidos, publica links y provee una forma cómoda de ver los videos, pero en sí misma no confecciona copias. De modo que es dudoso si viola la ley de Propiedad Intelectual. La razón de que Cuevana sea exitosa no es porque sea gratis, es porque es más cómodo y tiene contenidos más amplios. Ellos son biblitotecarios, es una tarea encomiable. Sobre la ley 11723 y el régimen de Derecho de Autor, hay que desecharlos y pensarlos de nuevo, desde cero, desde qué queremos lograr hoy con eso.


Dañan derechos de tercerosMartín Carranza Torres
Director del estudio
Carranza Torres y Asociados

Cualquier emprendimiento comercial que tenga un fin de lucro o no tiene como característica principal la responsabilidad, no puede dañar los derechos de terceros, en este caso, de propiedad intelectual. Cuevana sube material protegido por la Ley de Propiedad Intelectual sin pagar derechos. El modelo de iTunes fue precisamente un hallazgo de una tecnología protegida por propiedad intelectual que permitió un acceso masivo a la música. No viola los derechos de nadie, genera difusión de cultura y protege la propiedad intelectual. Propiedad Intelectual y Libertad de Expresión no tienen por qué ser contradictoras. El negocio de los sitios de tráfico es el tráfico, por lo tanto quien esta encargado de controlarlo es el que lucra con él. Esa es la base de su negocio. El beneficio es publicitario. En el caso de Cuevana, la única manera de acceder a esos links es a través de ellos, y eso los convierte en partícipes necesarios de infringir la ley. La ley 11.723 de Propiedad Intelectual tiene una modificación del año 1996, cuando incorporó la protección de bases de datos y software. Hay tratados internacionales de Internet que obligan al país a tomar medidas que aún no han sido trasladadas a leyes. Va a hacer falta que las leyes se adapten a instituciones vigentes, pero de ninguna manera se soluciona esto derogando la Ley de Propiedad Intelectual.


Por Juliana Rodríguez
Fuente: La Voz del Interior
Más información: http://vos.lavoz.com.ar

http://www.gacemail.com.ar/index.php?idgacetilla=390&idnota=19306

EL VIERNES EMPIEZÓ EL PRIMER FESTIVAL DE CINE ON LINE DE COMUNIDAD ZOOM

FESTIVAL DE CINE GLOBAL

En el mundo del streaming argentino, no todos los laureles son para Cuevana. 
Desde hace tres años, Horis Muschietti lucha para legitimar y hacer conocer a su criatura Comunidad Zoom (comunidadzoom.com), y el punto más alto de un año positivo y de crecimiento será el Primer Festival de Cine Global –online, por supuesto– que comenzaró este viernes y se extenderá hasta el domingo 4 de diciembre. 


“La intención es llevar al público una amplia gama de propuestas estéticas, desde una coproducción con España con Luppi y Sbaraglia (Sin retorno) hasta una película con dos actores que transcurre en un departamento (El desembarco)”, dice Muschietti. 

El festival contará con 100 películas divididas en cuatro secciones de competencia (dos de ficción, documental y otra de cortometrajes) y diez secciones paralelas. Asimismo, Muschietti puede contar con un jurado acorde con la ambición del proyecto: Ricardo Darín, Pablo Trapero, Lita Stantic, Andrés di Tella y Víctor Hugo Morales otorgarán los premios Revelación Actoral, Mejor Dirección de Ficción, Mejor Diseño de Producción, Mejor Dirección Documental y Mejor Aporte Cultural. También se distinguirá el Riesgo Creativo y la Innovación Técnica.

El premio a la Mejor Película, por su parte, lo decidirá el público votando online después de cada “función”. Es que el Festival de Cine Global de Comunidad Zoom implementará el concepto de sala virtual para los 40 films de las secciones de competencia a partir de las 18 de cada jornada (la programación ya puede consultarse en la web). Cada dos horas, dos películas estarán disponibles por un lapso de dos horas –se puede comenzar a ver cada film en cualquier momento de esas dos horas–, luego de las cuales serán reemplazadas por otras dos obras, como si de funciones de una sala de cine se tratara. Las películas de las otras secciones estarán disponibles durante todo día.

Muschietti es también cineasta y conoce en carne propia lo que cuesta mantenerse en cartel más de dos semanas o siquiera estrenar, avatares sufridos por las películas identificadas por el público como cine argentino. Por eso, el director de Mi fiesta de casamiento (2006) resalta: “Es nuestro objetivo poder generar un espacio de contacto entre el público y los artistas. Por último, poder generar también un espacio de debate y reflexión sobre nuevos modelos de distribución y exhibición, que ayuden a promover al cine nacional, al cine independiente y al cine de autor en todas sus manifestaciones”.

Para la programación del festival, Muschietti buscó cubrir el mayor espectro posible, como lo muestra que a las 0 del viernes (o la medianoche del jueves) el festival leve anclas con el mencionado thriller Sin retorno (Miguel Cohan, 2010) y el documental Awka Liwen (2009), de Osvaldo Bayer, Mariano Aiello y Karina Hille. Asimismo, la lista de competencia incluye una gama de títulos que van desde aquellos premiados en festivales internacionales como Los labios (Iván Fund y Santiago Loza, 2010) o Pompeya (Tamae Garateguy, 2010), hasta exponentes salidos de experiencias como Cine con Vecinos (tal el caso de Crisálidas y Vikingo) o de Fraternidad del Sur, escuela de cine de la Villa 21 de Barracas (La 21 Barracas), pasando en el medio por todos los géneros y escalas de producción. “Buscamos tener propuestas que sean del gusto del gran público a la vez que sean exponentes de los diferentes fenómenos cinematográficos que atraviesa la producción local”, afirma Muschietti.

Las secciones paralelas incluirán muchos de los films ya presentes en el sitio en las secciones Ficción, Documental, Cortos, Pioneros y Dominio Público. A éstas se suman un espacio dedicado a la producción del realizador Ricardo Becher –fallecido este año y fundador del movimiento “Neoexpresionismo Digital”– y dos peculiaridades para el medio local, como son la de los films provenientes del Barcelona Creative Commons Film Festival (sección BCCN) y una selección propia de películas registradas bajo la licencia que da nombre al festival catalán. CC (http://creativecommons.org/) es una forma de licencia orientada a permitir y estimular el compartir la propia obra que posee diversas opciones pensadas para dar un mayor control e independencia al creador con respecto a sus derechos de autor frente a los que ofrecen los métodos tradicionales.

Más allá de las aspiraciones comerciales o de la opción por la difusión gratuita, la web ya es parte integral de una forma de producir y consumir contenidos culturales con un potencial aún sin terminar de ser valorado, por eso Muschietti insiste en que “cada uno debe poder elaborar nuevos modelos, nuevas estrategias para lograr que sus producciones sean viables”. Es esta visión de la cuestión lo que al momento del debate de la producción y distribución de contenidos diferencian a Comunidad Zoom de lo que plantean plataformas como Cuevana (http://www.cuevana.tv/) o el gigante estadounidense Netflix (www.netflix.com), recientemente arribado al mercado local, entre otras.

Todas las películas de las secciones paralelas estarán disponibles para verse gratis, mientras que habrá un abono de 12 pesos para ver las 40 películas de la competencia. Por otra parte, quienes no puedan pagar el abono tienen la posibilidad de solicitar una beca para acceder gratis a todos los contenidos. El abono puede comprarse online desde comunidadzoom.com mediante el sistema de Paypal (para tarjetas de crédito o débito) y la intención es también agregar la opción de cupones de pago (tipo RapiPago o Pago Fácil) para la Argentina.

La idea que surgió del encuentro de Muschietti con Clara Podestá y Goyo Anchou (también cineastas y programadores de ciclos) finalmente tiene su momento de concreción después de tanto trabajar. El objetivo, tanto para el evento como para el trabajo diario, sigue siendo para Muschietti el mismo: “El público medio tiende a creer que no debe ser tan buena película si no pinta para boom del shopping, o que debe ser aburrida, o elitista para pocos entendidos cinéfilos. Con nuestro festival y nuestro sitio intentamos darle pelea a esa creencia y demostrar que hay muy buen cine afuera del shopping”.

Por Diego Braude
Fuente: Página 12
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CINE.SE ESTRENÓ "LAS ACACIAS", FILME ARGENTINO GANADOR EN CANNES Y CON DECENAS DE PREMIOS INTERNACIONALES. ENTREVISTA A SU DIRECTOR, PABLO GIORGELLI: “ES UNA HISTORIA DE AMOR, UNA PELÍCULA PARA EL PÚBLICO”/LA MIRADA DE LA CRÍTICA

FUE PREMIADA CON LA CÁMARA DE ORO DEL FESTIVAL DE CANNES, ADEMÁS DE OTROS RECONOCIMIENTOS EN SAN SEBASTIÁN, LONDRES Y BIARRITZ. SEGÚN SU DIRECTOR, EL DEBUTANTE GIORGELLI, NO SE TRATA DE UNA PELÍCULA FESTIVALERA: “PARA MÍ, ES UNA PELÍCULA POPULAR”.
ES UNA PELÍCULA DE AMOR

Si es cierto que toda crisis implica una nueva oportunidad, el caso de Pablo Giorgelli es, sin duda, uno de los mejores ejemplos para corroborarlo. Hace varios años, Giorgelli –que era editor– la sufrió en carne propia por diversos motivos. El principal fue la prolongada enfermedad de su padre. A esa angustia se le sumó la ruptura de la relación con su pareja, después de varios años de convivencia. Y por supuesto, por aquella época todavía se producían los coletazos de la crisis de 2001, situación que le provocó grandes dificultades para conseguir empleo. Pero Giorgelli no se dio por vencido. En aquella época en que se preguntaba qué quería de la vida, qué trabajo deseaba tener y, sobre todo, qué cine quería hacer, nacieron las primeras pinceladas del guión de Las acacias, su ópera prima, que se estrena este jueves en la cartelera porteña. Jamás imaginó un debut en la realización como el que se produjo: el film obtuvo la Cámara de Oro en el Festival de Cannes de este año, uno de los galardones más importantes de la historia del cine argentino. Entonces, la vida le abrió las puertas y el amor le dio una revancha: conoció a su actual mujer trabajando para este largometraje. Es por eso que Giorgelli dice que “toda la película fue un proceso largo de maduración interior”. Como el que experimenta el personaje de Las acacias. “Yo también me fui transformando a lo largo de estos años. La película nació de un momento de crisis, pero termina en un momento mío, donde yo me reencontré conmigo mismo”, afirma sin temor a equivocarse.

¿Y el argumento? Con sensibilidad, sutileza y mucho oficio, Giorgelli construyó una historia simple, pero, a la vez, intensa. Rubén (Germán Da Silva) es un camionero al que le cuesta comunicarse con los demás y que tiene un conflicto interior, producto de un motivo relacionado con la paternidad. Se gana la vida transportando acacias en un viejo Scania entre Asunción y Buenos Aires. Su soledad lo hace mostrarse siempre duro, metido en su mundo y parco. Un conocido le pide si puede transportar en unos de esos viajes a Jacinta, una mujer paraguaya que vive sola con su beba de cinco meses y que desea llegar a Buenos Aires en busca de un futuro más próspero. El comienzo lo muestra a Rubén muy reticente con su acompañante y hasta molesto con el llanto de la beba. Pero poco a poco va estableciendo un recorrido por su mundo interno, durante el tiempo que implica recorrer los 1500 kilómetros que realiza con esta compañera de viaje y su hija. Y vivirá un proceso que lo llevará a una especie de renacer.

La Cámara de Oro no es el único premio que obtuvo Las acacias hasta el momento, mientras el recorrido por el circuito de festivales continúa. También cosechó el Premio Horizonte en el Festival de San Sebastián, el de Mejor Opera Prima en el Festival de Londres y el Premio Mayor en el Festival de Biarritz, entre diecisiete galardones. Pero Giorgelli nunca imaginó que su primer largometraje y su primer festival –Cannes– le iban a deparar semejante alegría. “Es increíble. Me parece que pasó hace un año y medio y fue hace seis meses”, confiesa el director debutante. “Terminamos la película, nos invitaron a Ca-nnes, dos semanas más tarde la estaba enviando, siempre corriendo. De hecho, acá no la había visto casi nadie porque no tuve ni tiempo. Acá la vio sólo el círculo íntimo”, relata Giorgelli. Desde que Las acacias se proyectó en la Semana de la Crítica los elogios comenzaron a crecer con un efecto de bola de nieve. “Eso para nosotros era muchísimo, luego vino la premiación de la Semana de la Crítica, y ahí ganamos tres premios: el de los directores franceses, el de la crítica joven y uno hermoso que da el Sindicato de Ferroviarios Franceses desde hace muchos años, cuyo jurado lo integran cien personas. Es casi como un premio del público. Y la verdad es que nunca esperé recibir un premio como la Cámara de Oro”, admite Giorgelli.

–¿Cree que si Las acacias no hubiera ganado la Cámara de Oro hubiera pasado inadvertida en la Argentina?

–Todavía no sé si no va a pasar inadvertida, porque no estrenamos. Lo que sí ha pasado fue que los medios y la gente que está atenta a la cultura probablemente se han enterado. Pero también me pasó de encontrarme con un amigo que no veía desde hacía mucho tiempo. Y le comenté que hice una película. Y me preguntó: “¿Cómo se llama?, ¿De qué se trata?”. Ni idea. Y te encontrás mucho con eso. La gente no sabe, no se entera. Hacer que la gente se entere implica mucho dinero. Si tenés plata, es fácil. Nuestra campaña, básicamente, es de boca en boca. Entonces, la verdad es que no sé cuán advertida o inadvertida pasará la película en la Argentina.

–El viaje que emprende el camionero no es sólo externo, sino que también establece un recorrido interior que le produce una transformación personal. Esta es la esencia de la película, ¿no?

–Sí, básicamente es eso. La película habla de la transformación interior de un hombre. Ese camino tiene que ver con mis últimos años. Es algo con lo cual me siento cerca e identificado, ese camino de la soledad al renacimiento, al reencuentro con uno. Y la película, básicamente, habla de la soledad, de la paternidad, de la dificultad para comunicarse con los demás. Y como decía: de la posibilidad de renacer. Y cuando me empezó a aparecer en la cabeza la idea de un viaje, ahí me empezó a cerrar todo, porque creo que es una muy buena forma de mostrar un viaje interior a través de un viaje exterior. Y ahí es donde empecé a armar el guión. Y luego surgió la idea de que él podía ser camionero. Y como yo había estado trabajando mucho en Misiones, dije: “Viene de Paraguay”, porque me gusta esa zona. Y empecé a trabajar un poco el guión con Salvador Roselli, casi por asociación.

–En esa relación que construye con Jacinta, ¿Rubén le encuentra un nuevo sentido a la vida?

–Sí. La película cuenta el inicio de ese redescubrimiento posible que va a haber en un futuro. Viendo la película, el espectador asiste al momento en que esa coraza se quiebra. Pero él no tiene tan claro lo que le va pasando. Se ve superado por la fuerza de eso que va descubriendo y no puede hacer nada para evitarlo. Creo, incluso, que al principio trata de resistirse. Todavía sigue actuando como aquel que fue en los últimos veinte o treinta años y se resiste al cambio: se enoja, está de mal humor. En un momento, se da cuenta de que ya no quiere eso, quiere algo nuevo, elegir. Y entonces, estamos asistiendo al comienzo de una transformación. De eso habla la película. Y desde el comienzo, siempre la pensé y la sentí como una película optimista. Es positiva. Trata de alguien que no puede decir lo que le pasa y, al final, se transforma.

–¿Por qué Rubén tiene dificultad para comunicarse?

–Porque está encerrado en sí mismo y se convirtió en una especie de cowboy moderno, un ermitaño a bordo de un camión del ’70. Y se cerró. Cuando uno se cierra de ese modo, hay algo de dolor, de soledad y de imposibilidad de modificarse. Y Las acacias es sobre alguien que está herido.

–Dijo también que Rubén es como una especie de acacia que va renaciendo. ¿Se refería a la dureza de su carácter y su paso sutil hacia una mayor docilidad?

–Sí, básicamente tiene que ver con eso. Detrás de esa coraza, de esa dureza, de ese encierro, siempre hay otra cosa. Son mecanismos, ni siquiera son máscaras. Son casi reacciones instintivas. Si te pinchan, te cerrás para protegerte. Eso es lo que hace Rubén. Lo que pasa es que, a veces, uno se cierra y no se abre nunca más. Entonces, me interesaba explorar eso.

–La puerta que se le abre a Rubén es la presencia de la beba que lo hace reencontrarse con el sentido de la paternidad, ¿no?

–Claramente. Aparte, es un paternidad que para él es algo especial, porque Rubén tiene un agujero con el tema de la paternidad. El ya es padre y ahí tiene algo no resuelto, algo que no sabemos exactamente qué pasó, pero sí sabemos que ahí el tipo tiene un dolor grande y que eso es el motor de todo. Entonces, claramente es la que dispara esa transformación. Yo quería hablar de la paternidad, de la importancia de tener una familia. Para mí son cosas esenciales al ser humano. Si no, uno está incompleto.

–Indaga en la soledad y la paternidad, pero Las acacias también reflexiona sobre el amor...

–Claramente, porque todo esto que estamos hablando tiene que ver con los distintos tipos de amor. Por un lado, el amor paternal, pero también el amor de pareja y el amor de familia. Y también con el reencontrarse con sí mismo. Cuando uno se encuentran consigo mismo, está abierto a poder amar a los demás y a recibir, porque lo que le pasa a él, al principio, es que no puede ni dar ni recibir. De esa coraza no entra ni sale nada. Y creo que esto es una de las claves de por qué la película funcionó tan bien en lugares tan distintos como Ucrania, Eslovaquia, Londres, Toronto, Perú, Asunción. Incluso las dos proyecciones de los otros días en el Festival de Mar del Plata fueron muy buenas. Y siempre los comentarios son muy parecidos, tanto de los jurados, de los críticos como del público. En distintos lugares he asistido a la conexión que el público establece con la película. Y Las acacias es una historia de amor, una historia popular, una historia para el público. No es una película festivalera y nada más. Nos fue muy bien en festivales, pero para mí es una película popular.

–En relación con eso, los espectadores acostumbrados a un cine más comercial pueden llegar a catalogar a Las acacias como un film con falta de ritmo, pero eso es justamente lo que le servía a usted para contar lo que pretendía, ¿no?.

–Estoy totalmente de acuerdo con lo que dice. Mi película tiene determinado ritmo y en una parte no tiene muchos diálogos, pero porque tiene que ver con eso: hay alguien que no puede decir lo que le pasa, al que le cuesta expresar lo que le sucede y está encerrado en sí mismo. Para mí hay una diferencia importante con algunas películas más contemplativas o minimalistas. Yo siento que Las acacias no es una película contemplativa, sino narrativa. Y los silencios que hay son silencios dramáticos. Y ésa es una gran diferencia. Creo que Las acacias es una película clásica. Alguien me decía el otro día: “Tu película es como un western moderno: el cowboy duro se va ablandando en un viaje. En vez de a caballo, anda en camión”. Siento que hay algo de eso.

–Las acacias es también una película arriesgada: tiene pocos diálogos, una sola locación, fue filmada en movimiento y con un bebé. ¿Por qué eligió el camino más difícil?

–Creo que no lo elegí: se fue dando. O sea, lo que elegí fue contar una historia que necesitaba contar. Yo diría que todo el proceso fue una necesidad. Hacer una película y, cuando hacerla, además, te toma tantos años, es muy difícil sostener ese deseo, esa idea durante tanto tiempo, excepto si tenés la necesidad de hablar de eso. Y creo que eso fue lo que me trajo hasta acá, porque en estos últimos cinco o seis años no hice otra cosa. No fue elegir un camino más fácil o difícil, sino la necesidad de hablar de algo. Y la historia te va apareciendo un poco de ese modo. Y tenés una instinto que te dice “Hay que seguir”. Por eso, al principio hablaba de un largo proceso de maduración. Fueron etapas. Y cada etapa fue muy distinta.



FILMAR ARRIBA DE UN CAMIÓN

Filmar en la cabina de un camión es de por sí difícil. Y si a eso se le suma la presencia de un bebé, la cosa se complica. Es de suponer, entonces, que el rodaje de Las acacias no fue simple. “La filmación fue muy dificultosa y, al mismo tiempo, muy placentera”, expresa Giorgelli. “Fue una filmación muy amorosoa y muy armoniosa.” Y lo justifica a través de diversos aspectos: “Uno tiene que ver con la planificación. El rodaje estuvo muy planificado por Juan Pablo Miller, que fue el director de producción. Y la verdad es que planificar este rodaje era algo logísticamente complicado porque había que moverse, viajar. Había cuatro camiones, autos. Y básicamente lo que hicimos fue planificar el rodaje mayormente siguiendo a la beba, siguiendo sus tiempos, esperándola, adaptándonos a sus estados de ánimo. De acuerdo con su humor hacíamos una cosa u otra. Ibamos saltando de escena en función de cómo estaba el bebé. Y eso era complicado porque nos obligaba a saltar de escenas. Y no sólo fue complicado para los actores, sino también para mí. Pero previamente habíamos ensayado bastante la película. Entonces, todos teníamos muy claro lo que había que hacer”, asegura Giorgelli.

EL LARGO Y SINUOSO CAMINO DE UN DIRECTOR

Pablo Giorgelli debutó con 43 años como director. Además de las razones personales que comenta en la nota, sostiene que siempre pensó que su primera película iba a llegar antes. “Yo estudié en la primera camada de la FUC con Pablo Trapero, Ariel Rotter, Rodrigo Moreno, e hice mis cortos en ese momento. Luego necesité trabajar. Y cuando tenés que laburar y ganarte el pan en el día, a veces se te va el tiempo ahí: trabajé en la tele, en publicidad, en teatro, puse un bar. Y todo ese tiempo fui montador de algunas películas y siempre fui escribiendo mis guiones”, relata Giorgelli. “No sé por qué no llegó antes, pero sospecho que por razones personales, familiares, laborales.” Pero al momento del debut detrás de cámaras, Giorgelli ya tenía un background importante como editor. A la hora de mencionar si esto fue una ventaja, señala que “fue mucha”. Y admite: “Siempre me sentí más un director disfrazado de editor. Y cuando editaba películas de otros, me ponía un poco en lugar del director. Desde la universidad me sentí siempre así. Y desde el secundario quería ser director, sólo que me tomó tiempo. Hasta que me animé. Pero aprendí muchas cosas: siendo editor es que aprendí cómo funciona el lenguaje cinematográfico. Y siendo editor aprendí qué cosas me gustan y cuáles no”, analiza Giorgelli.

Por Oscar Ranzani
Fuente: Página 12
Más información: www.pagina12.com.ar
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CRÍTICAS
RESEÑA CRÍTICA 1:

El plano inicial es imponente. En un contrapicado virtuoso se ve un bosque majestuoso. De allí sale la madera que el protagonista, Rubén, un camionero que recorre el país, tendrá que llevar desde Paraguay hasta Buenos Aires. Correspondiendo al favor de un amigo, en este viaje, a contramano de sus costumbres, llevará a una mujer llamada Jacinta y a su hija de ocho meses, Anahí. En un principio será una travesía silenciosa, pues la soledad y la parquedad constituyen el carácter de Rubén, que tiene un hijo mayor en Mendoza al que no ve y una hermana a la que le dejará un regalo en una de las paradas de su itinerario, pero ante la pregunta de si tiene familia responde que no. Lo que en un principio parece una road-movie de Lisandro Alonso matizada por un humanismo cándido que remite al cine de Sorín, termina siendo una película amable y cuidadosa sobre un posible romance entre un hombre adulto y una madre soltera oriunda de Paraguay. Giorgelli debe haber trabajado mucho en el registro y en los tiempos del montaje. Se trata de un filme de gestos mínimos en donde una bebé de meses, a través de sus expresiones y berrinches, va conquistando a un hombre curtido y cansado. Formalmente impecable, Giorgelli, con planos fijos desprovistos de música y piruetas estéticas, cimenta en su austeridad y precisión narrativa una mutación sentimental discreta pero extraordinaria de sus personajes: un hombre, una mujer y una criatura bastan para hacer una gran película. En este sentido fue lógico que se llevara la Cámara de Oro en Cannes.

Por Roger Alan Koza

RESEÑA CRÍTICA 2: TRES EN LA CARRETERA

Las acacias es una película cuya estructura es absolutamente convencional, sus temas son de género –road movie, por mencionar uno- y sus códigos pertenecen en muchos aspectos al cine más comercial. Sin embargo, la película es un prodigio de minimalismo y ascetismo bien entendidos. Con muy pocos personajes –esencialmente tres- y con escasas líneas de diálogo en la primera parte del relato, los temas de la película se expresan con absoluta claridad y una profunda ternura. Las acacias es una de esas películas en las cuales si el espectador se queda afuera del relato o se aburre, no es para nada culpa de la película sino del espectador. La historia es sencilla y el planteo es tan básico como atractivo. Un camionero, Rubén, recibe el encargo de su jefe de llevar a una mujer paraguaya desde Asunción hasta Buenos Aires. Cuando llega el momento del encuentro, el camionero descubre que la mujer, Jacinta, viene con un bebé, Anahí. Hombre de pocas palabras, Rubén acepta en silencio y con extrema dureza la situación. Lo que sigue es el largo camino de los tres y el proceso que provocará profundos cambios en la mirada que cada uno tiene del otro. Como toda road movie que se precie, Las acacias no sólo cuenta un desplazamiento en el espacio –en este caso Asunción-Buenos Aires- sino también un recorrido interior. Ese recorrido está en los ojos de los personajes, en particular en los de Rubén, quien debe hacer el camino interior más largo y modificar la forma en la que se comporta con respecto a Jacinta. Y como todo film minimalista logrado, Las acacias describe el mundo a partir de los detalles. Y no hay que caer en la trampa conformista de decir que en la película no pasa nada, porque pasa de todo. Porque el mundo se muestra frente a nuestros ojos y sólo hay que saber mirar. Y no sólo con los ojos del corazón, porque si bien estos deberían ser una buena guía, no hay que ser tan voluntarista. Hay que observar con la mirada atenta e inteligente de un espectador capaz de darse cuenta de que las palabras más importantes pocas veces se dicen en la vida real, y hay que adivinarlas en los infinitos gestos de las personas. El director Pablo Giorgelli no mira a los personajes desde la butaca director, sino con la mirada humanista que a un buen realizador le permite entender en serio a los personajes. Tampoco pone en sus labios frases de guión, sino genuinas expresiones de personas movilizadas por un sentimiento, pero limitadas por su pudor y su timidez. Un regalo extra es el personaje del bebé, cuya mirada abre el corazón de cualquiera sin que de esto abuse el director o la cámara. Qué un cine tan inteligente y sofisticado –hay hallazgos de puesta en escena que merecerían un artículo aparte- no renuncie a la emoción y la ternura es una gran noticia. Que esto último no le impida ganar en el festival de Cannes uno de los premios más importantes, es también motivo de alegría. Y finalmente, que los sentimientos de las personas no sean explotados de forma vulgar y falsa como lamentablemente solemos ver en el cine más comercial, es lo que termina de exponer los méritos de Las acacias. Una película que a pesar de ser minimalista, es uno de los estrenos más grandes del año.

Por Santiago García

Fuente:http://www.gacemail.com.ar/index.php?idgacetilla=390&idnota=19319