El calor de la multitud
Desde el Congreso hasta la Chacarita, un impresionante cortejo acompañó los restos del cineasta y músico. Por el Salón de los Pasos Perdidos desfilaron varios artistas y políticos.
Por Emanuel Respighi
Los restos del actor, cineasta y cantante Leonardo Favio, figura fundamental de la cultura popular argentina del último medio siglo, fueron velados y sepultados ayer, ante el dolor de miles de artistas, políticos y ciudadanos que fueron a darle el último adiós. Tras haber sido velado en el Salón de los Pasos Perdidos de la Cámara de Senadores, adonde se acercó a despedirlo la presidenta Cristina Fernández de Kirchner el lunes cerca de la medianoche, los restos de quien es considerado uno de los cineastas más importantes de la pantalla grande local fueron sepultados en el cementerio de la Chacarita, donde un masivo cortejo fúnebre lo despidió en su recorrido con un cerrado aplauso y muestras de sentida congoja. El director de Crónicas de un niño solo (1964) y Nazareno Cruz y el lobo (1975), entre otros notables films, había fallecido el lunes pasado en el Sanatorio Anchorena, donde se encontraba internado en terapia intensiva desde hacía varias semanas, por una aguda afección pulmonar. El féretro, envuelto en una bandera argentina, recibió el saludo de miles de ciudadanos, muchos de las cuales no evitaron cantar la Marcha peronista y fragmentos de sus baladas románticas.
A las 14.45, cuando el féretro partió desde el Congreso nacional hacia el Panteón que la Sociedad Argentina de Autores y Compositores de Música (Sadaic) tiene en el cementerio de la Chacarita, donde fueron inhumados sus restos, un grupo de jóvenes entonó la Marcha a plena luz del día, que fue recibida por aplausos de seguidores y amigos del artista. Esa fue la primera muestra de cariño de las muchas que Favio recibió a lo largo del cortejo fúnebre. Víctor Laplace, Ana María Picchio, Ignacio Copani y el actor Edgardo Nieva (protagonista de Gatica, el mono) fueron algunos de los artistas que se acercaron al velatorio realizado en el Salón de los Pasos Perdidos.
Por su parte, el Boletín Oficial publicó hoy el decreto que declaró Duelo Nacional por tres días ante la muerte de Favio, en los que la bandera nacional estará izada a media asta en todos los edificios públicos, otorgándole al intérprete, realizador y militante peronista un lugar dentro de la cultura argentina que supo ganarse a fuerza de una obra que se entrelazó con su intensa vida. El decreto destacó que Favio “consagró su vida a las expresiones artísticas populares, siendo considerado un verdadero representante de la cultura nacional tanto por sus dotes como cineasta, actor, autor, guionista e intérprete, como por su compromiso social”. La resolución publicada en el Boletín Oficial subraya que el artista fue una “figura destacable por su generosidad y honestidad intelectual”. En su saludo final en el Congreso, Fernández permaneció en silencio cerca del féretro durante unos minutos y acarició el ataúd, mientras los presentes cantaban la Marcha peronista. “A los grandes no se los recuerda llorando, sino trabajando y militando por la Patria, por eso un gran aplauso para Leonardo Favio”, le había dedicado horas antes la mandataria durante un acto público. Favio fue “un grande de verdad”, había puntualizado.
Durante el velatorio en el Congreso, fueron numerosas las personalidades del mundo de la política y el arte que se acercaron a despedir al realizador de Perón, sinfonía del sentimiento (1994-1999). Una de ellas fue Estela de Carlotto, presidenta de la Asociación de Abuelas de Plaza de Mayo, que asistió al velatorio –junto a otra abuela, Buscarita Roa– para rendirle homenaje al cantante y cineasta, entregándole un simbólico pañuelo al hijo del artista, Nico Favio. “Para nuestra generación –señaló Carlotto– Favio era un hermano menor con una historia de vida muy dura. La vida lo castigó, pero él sobrevivió y se convirtió en un gran artista. Hizo películas excepcionales, fue un compositor excelente y si bien no teníamos una relación permanente, nos unía un reconocimiento mutuo de nuestras vidas. Por eso vinimos a rendirle homenaje, a acompañar a su familia y a decirle a su hijo que lo siga recordando. Lo de él es una obra universal.”
Otra de las personalidades que tuvo cálidas palabras para con Favio y su obra fue la directora del Instituto Nacional de Cine y Artes Audiovisuales (Incaa), Liliana Mazure, a quien definió como “un artista nacional y popular con enorme sensibilidad”. “Leonardo fue quien supo contarnos a nosotros mismos cómo éramos y quiénes éramos. Fue un artista y un poeta nacional y popular en todo el sentido de la palabra. Era nacional y popular porque ésos eran sus orígenes y porque se sintió identificado con la doctrina del peronismo”, señaló Mazure, además de resaltar que “tuvo el enorme mérito de tener una sensibilidad muy particular para reflejarnos tal cual somos y con nuestros más hermosos sentimientos”.
Dada la perseverante militancia peronista del artista, en el velatorio hubo una nutrida presencia de políticos, que destacaron tanto la valía artística de Favio como la intelectual. El diputado nacional por Proyecto Sur Fernando Solanas señaló que su muerte “es una gran pérdida para la cultura nacional y una gran pérdida para el cine argentino”. “Se inició como actor en las películas de Leopoldo Torre Nilsson, pero después avanzó hacia la dirección con Crónica de un niño solo, El romance del Aniceto y la Francisca y El dependiente, que son tres joyas del cine argentino”, señaló el cineasta. “Se expresó con la imagen, se expresó con la actuación, el canto y la música”, sostuvo. El ex diputado Lorenzo Pepe y el ex gobernador de Santa Fe y ex candidato a presidente por el Frente Amplio Progresista en las elecciones de 2011 Hermes Binner también se hicieron presentes. Pepe, presidente del Instituto Nacional Peronista, dijo que había venido “a despedir a un amigo, a decirle presente a un admirable director cinematográfico y gran cantante que llevó adelante la bandera del peronismo”. La ministra de Desarrollo Social de la Nación, Alicia Kirchner, al salir del velatorio puntualizó que Favio “fue un hijo del pueblo que hizo arte para el pueblo”.
Además de las muestras de dolor y reconocimiento, el fallecimiento de Favio fue acompañado por el comienzo de una larga lista de merecidos homenajes que desde diferentes sectores le dedicarán a su figura. En la TV, durante toda la semana Filmoteca, el ciclo que Canal 7 emite a la medianoche, programó sus películas: el especial comenzó el lunes con una larga entrevista a Favio y la proyección de Juan Moreira (1973) y le siguió ayer con Nazareno Cruz y el lobo (1975). Para hoy a la madrugada (a las 2.30 del jueves), el ciclo conducido por Fernando Martín Peña y Fabio Manes programó El dependiente (1969), mientras que mañana a la medianoche será el turno de Soñar, soñar (1976) y el viernes a la 0.45 de Gatica, el mono (1993). En el caso de Volver, el tributo comenzará el sábado a las 22 con Juan Moreira, y el domingo a la misma hora proyectará Nazareno Cruz y el lobo. Diferenciándose del resto, la señal Incaa TV emitirá hoy y el viernes a las 21.20 el Making of Gatica: multitudes, mientras que el fin de semana habrá un continuado de una decena de films en los que actuó o dirigió, comenzando el sábado a las 16 con Fuiste mía un verano, para terminar el domingo a las 23.40 con Este es el romance del Aniceto y la Francisca.
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