domingo, 7 de diciembre de 2014

Un documental confirma que Coco Chanel fue espía nazi en la Guerra

Los archivos incluidos fueron hallados en el Ministerio de Defensa de Francia

La sombra de la duda emitido por France 3 muestra documentos que certifican lo que se sabía desde hace años en torno a la diseñadora de moda francesa Gabrielle Bonheur Chanel y su colaboración con el régimen de Hitler.

Un documental confirma que Coco Chanel fue espía nazi en la Guerra
Apuntada - Chanel fue famosa por su perfume "número 5" y sus creaciones dieron vuelta al mundo varias veces.
Cuando el cadáver de Gabrielle "Coco" Chanel no había cumplido un año sepultado en Lausana (Suiza), la esposa del presidente Georges Pompidou anunció que el gobierno organizaría para 1972 una exposición oficial que celebraría la vida y obra de la mujer que se crió en un orfanato, pero se convirtió en ícono de la moda mundial. 
El acontecimiento se vio empañado cuando la revista Paris Match publicó documentos de la contrainteligencia francesa que documentaban un rumor que se encendió en la ciudad de las luces ni bien los alemanes terminaron la ocupación en 1944: que Chanel había tenido una relación más que íntima con el barón Hans Gunther von Dincklage, con quien se hospedaba en el hotel Ritz donde también solía desfilar el lugarteniente de Adolf Hitler y jefe de la Fuerza Aérea alemana, Hermann Göring y el ministro de la propaganda Joseph Goebbels. Chanel tenía 57 años cuando los nazis invadieron Paris en 1940. 
Entonces echó a las 3000 empleadas y cerró todas sus tiendas excepto una –la del número 31 de la calle rue Cambon que sólo vendía perfumes y accesorios–, y antes de emigrar a Suiza hizo pública su posición política de aversión hacia los judíos y homosexuales. Al poco tiempo regresó y se hospedó en el Ritz. Hace tres años se supo que la elección no fue azarosa porque allí tenía contacto con la comandancia nazi que ya la había reclutado. Un documental emitido el lunes último por un canal público de la televisión francesa revivió aquellos años de Chanel y también el revisionismo sobre la colaboración que otras varias figuras emblemáticas tuvieron en los años de la ocupación alemana de París en la Segunda Guerra Mundial. La sombra de una duda, dirigido por el historiador Franck Ferrand, vino a documentar algo que se sabía o rumoreaba desde la huida de los alemanes de la ciudad gala sobre la relación de Chanel con el jerarca nazi y la agencia de espionaje. 
La revelación se basa en archivos encontrados ahora en el Ministerio de Defensa galo y demuestran que la diseñadora trabajó de manera estrecha para Abwehr, la agencia de inteligencia militar alemana, antes y, en especial, durante la relación íntima con Gunther von Dincklage. Era la agente F-7124 y respondía al alias de "Westminster", en referencia al duque británico Arthur Grosvenor, con quien Chanel estuvo diez años en pareja en la década del 20.
El documental francés –se encuentra completo en YouTube, todavía sin traducción, por el nombre original de L'ombre d'un doute - Les artistes sous l'Occupation– también revisa la distinta actitud que tuvieron en la ocupación –que se extendió entre junio de 1940 y agosto de 1994– otros iconos del país europeo de las artes y la cultura como Maurice Chevalier, Sacha Guitry, Arletty, Josephine Baker, Edith Piaf o Jean Gabin y fue la comidilla de Europa y el mundo.
El papel de Chanel no fue menor y se asegura que junto a Von Dincklage participaron de misiones secretas en Berlín y Madrid, donde en 1943 intentó que el premier británico Winston Churchill, alcanzara un acuerdo entre los países en conflicto.

Chanel propició también las leyes de confiscación de bienes judíos para quitarle la empresa a la familia Wertheimer que compró Chanel nº 5 en 1924, pero estos le habían dado el control del negocio a Félix Amiot, un constructor de aviones católico, que lo devolvió al finalizar la guerra.
En agosto de 2011, el estadounidense Hal Vaughan publicó La guerra secreta de Coco Chanel donde también documentó el colaboracionismo de la diseñadora con el servicio secreto alemán. Entonces, la empresa Chanel –todavía en poder de los Wertheimer– se vio obligada a emitir un comunicado en el que sólo subrayaba que la amistad de la mujer con Churchill la había empujado a oficiar de intermediaria entre los aliados y los alemanes para acercar la posibilidad de la paz. Fue Churchill precisamente quien evitó que Chanel fuera pasada por las armas ni bien terminó la guerra como ocurrió con otros 1500 compatriotas. Chanel logró también superar el escarnio y murió a los 87 años como figura mundial ahora opacada.  «
Acaso una gran oportunista
Cuando publicó Durmiendo con el enemigo: La Guerra secreta de Coco Chanel, Hal Vaughan tenía 83 años, de los cuales varios había residido en París al servicio de la diplomacia y el Foreign Service estadounidense. A esa edad y cuando le quedaban dos años de vida, Vaughan protagonizó un escándalo por la revelación, que no fue su punto de partida. Él mismo explicó que en principio se interesó por la vida del agente de la familia Wertheimer enviado a París para evitar que Chanel se apoderara de los derechos de Chanel No. 5 en base a las leyes arias. Entonces Vaughan aclaraba: "No tengo sentimientos contra Chanel. No se puede poner a alguien como Klaus Barbie y Chanel en la misma categoría: ella no mató a nadie, ni torturó. Madame Gabrielle Labrunie –la sobrina nieta de Chanel– me dijo algo que hallé fascinante: 'Sabe, señor Vaughan, esos fueron tiempos difíciles, y la gente tenía que hacer cosas terribles para seguir.' Chanel fue, expuesto muy simplemente, una enorme oportunista que hizo lo que tenía que hacer para seguir." 
El libro, una investigación escrita en tono de novela de espías, fue traducido al español y publicado por Aguilar, pero en algunas librerías porteñas de viejo y también en formato digital todavía es posible conseguirlo.

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