La película narra el mundo del Colegio Nacional de Buenos Aires durante los días previos a la guerra de Malvinas en 1982, desde el punto de vista de una preceptora, una figura gris del engranaje represivo.
La mirada invisible es justamente -además del título del filme- el concepto de vigilancia constante que el jefe de preceptores (Osmar Núñez) le transmite a María Teresa, una joven preceptora de 23 años, sexual y culturalmente reprimida, que comienza a esconderse en los baños de los alumnos para sorprender a los que fuman y llevarlos ante la autoridad.
La mirada invisible es justamente -además del título del filme- el concepto de vigilancia constante que el jefe de preceptores (Osmar Núñez) le transmite a María Teresa, una joven preceptora de 23 años, sexual y culturalmente reprimida, que comienza a esconderse en los baños de los alumnos para sorprender a los que fuman y llevarlos ante la autoridad.
Pero poco a poco, la joven preceptora (Zylberberg) hace de esa vigilancia un hábito oscuramente excitante, persiguiendo y acosando a los estudiantes, lo que parece demostrar que no es de la violación de las reglas sino de su aplicación a ultranza de donde surgen la torsión y el desvío.
TITULO ORIGINAL: La mirada invisible (basada en Ciencias Morales de Martín Kohan)
ORIGEN: Argentina.
GENERO: Drama.
GUIÓN: María Meira y Diego Lerman
INTÉRPRETE/S: Osmar Núñez , Marta Lubos , Julieta Zylberberg
DURACION: No informada
CALIFICACION: No disponible por el momento
DISTRIBUIDORA: Distribution Company
FORMATOS: 35 mm (comun).
ESTRENO EN BUENOS AIRES: 19 de Agosto de 2010
Diego Lerman habla sobre La mirada invisible
Trailer
Entrevista al escritor Martín Kohan, autor de Ciencias Morales
por Verónica Dema
por Verónica Dema
La novela Ciencias Morales, no sólo le dio a su autor, Martín Kohan, el prestigioso premio Herralde de Novela. Ahora, también, este escritor celebra que su libro salte al cine como La mirada invisible, la película dirigida por Diego Lerman, que competirá en Cannes en la prestigiosa sección Quincena de Realizadores.
Kohan cuenta a Cinevivo que la película, que se estrenará la primavera próxima, lo llena de expectativas. El escritor estuvo presente mucho más que en la formalidad de la cuestión de los derechos de autor; acompañó a Lerman en distintas etapas de la adaptación y producción de la película. “Fui viendo versiones preliminares, me permití opinar y hasta actúo en una escena”, revela Kohan, que hasta se dio el lujo de interactuar en la pantalla grande con uno de los personajes que él mismo creó.
¿Cómo se fue dando el proceso?
Me contactaron para ver la cuestión de los derechos y hacer la adaptación del libro. Después, ya en contacto con Diego Lerman, me pasó las dos o tres versiones preliminares del guión. Nos reunimos a charlar sobre eso. Me había preguntado, me permití opinar sobre algunas cuestiones y después me invitó a participar en un momento de la película, también.
¿Cómo es esa escena en la que participás?
Hay una escena de la película en la que la preceptora va a comprar un disco, es una escena que originalmente no está en el libro, pero en la película sí: ella va a comprar un disco de Virus y yo soy el que le vende el disco.
¿Qué te pasó al ver tu libro convertido en imagen?
Lo mejor que me pasó, que a mi entender habla bien de la película y me genera las mejores expectativas es que, justamente, no ví el libro. No estuve viendo la película en un estado de añoranza, comparación, ni siquiera de anticipación del libro; aunque, obviamente, me doy cuenta del libro que hay atrás porque lo hice yo. Pero, salvo en algunos tramos donde lo que los personajes dicen es literal de la novela -entonces yo decía: ‘esto a mí me suena’-, salvo esos tramos, en el resto pude ver la película en su autonomía, como un objeto que parte de la novela pero que me permitió verla sin estar en evocación del libro que la motiva.
¿Creés que se generó el clima que pensaste para el libro?
¿El clima? Para mí, mejor. No lo sé con exactitud porque al no haber leído la novela no sé muy bien qué clima ahí se genera. En la película, sí. Hay una combinación de lo impactante con lo opresivo que yo también busqué en la novela; esto de que los espacios pudieran ser amplios porque te intimidan, pero al mismo tiempo buscar lo asfixiante, en el sentido en que asfixia un espacio apretado o chico. La película tiene exactamente eso: las dos cosas. Un impacto visual por lo grande y la idea de encierro.
¿La opresión de la dictadura se siente en la película?
Totalmente. Tanto la preceptora como el jefe de preceptores son buenísimos. Julieta Zylberberg hace de María Teresa y Osmar Núñez, del Sr. Biasutto; ambos trasmiten esa opresión.
¿Por qué llamarla María Teresa a la protagonista?
Fue porque consistió en buscar un nombre que tuviera que ver con las características de una chica de 20 años con mucho de vieja al mismo tiempo. Que pudiese ser un nombre verosímil para una chica, pero que no tuviese ninguna marca de juventud; ninguna. Además, lo religioso, inhibición, el retraimiento, todo eso dice ese nombre. En la película la actriz es impresionante cómo logra esto. Como yo actué era notable la transformación y pude vivirla como tal: estaba ahí parada conversando fuera de cámara y era una persona, y cuando actuaba le cambiaba la cara hacia una inhibición y retraimiento asombrosos. Y en Biasutto hay algo de protector y de amenazante, es al mismo tiempo lo paternal y lo siniestro que yo buscaba en la obra.
FUENTE
Entrevista al escritor Martín Kohan, autor de Ciencias Morales
La novela Ciencias Morales, no sólo le dio a su autor, Martín Kohan, el prestigioso premio Herralde de Novela. Ahora, también, este escritor celebra que su libro salte al cine como La mirada invisible, la película dirigida por Diego Lerman, que competirá en Cannes en la prestigiosa sección Quincena de Realizadores. Kohan cuenta a Cinevivo que la película, que se estrenará la primavera próxima, lo llena de expectativas. El escritor estuvo presente mucho más que en la formalidad de la cuestión de los derechos de autor; acompañó a Lerman en distintas etapas de la adaptación y producción de la película. “Fui viendo versiones preliminares, me permití opinar y hasta actúo en una escena”, revela Kohan, que hasta se dio el lujo de interactuar en la pantalla grande con uno de los personajes que él mismo creó.
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