domingo, 12 de septiembre de 2010

Cine de denuncia

El director vuelve al ruedo con un documental en el que muestra una red de armado de causas. El papel de la justicia, de la prensa y del Estado. 

http://www.elargentino.com/nota-106084-medios-125-Cine-de-denuncia.html

 ¿Qué se necesita para armar una causa? Esta pregunta recorre argumentalmente el último documental que el director Enrique Piñeyro se prepara para presentar en los cines argentinos. "El Rati Horror Show" relata el de Fernando Ariel Carrera, un hombre común condenado a 30 años de cárcel "no por error sino de manera deliberada", dirá el cineasta. Según denuncia la película, esta historia incluiría la manipulación y alteración de evidencia, de una causa judicial que habría servido para encubrir un caso de gatillo fácil.

Experto en denuncias, Piñeyro antes de volcarse al cine fue médico aeronáutico, y como piloto aéreo ingresó a LAPA en 1988, de la que renunció un año después. Antes expuso algunas de las irregularidades que el 31 de agosto de 1989 cobró la vida de 65 personas. En 2004 dirigió y protagonizó su primera película, Whisky Romeo Zulu, basada en la historia real de la tragedia de LAPA. Hoy está abocado a su nuevo documental, es casi un abogado. "Los testigos del delito, luego de ser aprehendidos, no lo reconocieron, algo que el procurador desconoció en su fallo", explicó en la película el director que, además, aseguró: "Quiero que metan presos a los jueces".


¿Por qué se interesó en la historia de Fernando Carrera?


El primero que me pone en contacto con esta historia es mi hijo de 31 años, que me muestra un video en Youtube del programa de Nelson Castro, y me quedé impresionado con los argumentos de la jueza por lo endeble y por lo mal que hablaba. Pero ahí quedó, hasta que Pablo Galfré y Pablo Tesoriere traen su proyecto y les propuse hacerlo, pero a mi manera. Ya cuando se me cruzó por segunda vez el tema, fue como una señal y me empecé a meter más en el caso y me di cuenta que lo que pasó con Carrera fue una conspiración de Estado, una violación al derecho de presunción de inocencia. Si se lo sacan a Carrera, el día que haga falta le sacan el derecho de presunción de inocencia a cualquiera y una vez que eso pasa, anda a discutir.



¿Existe la posibilidad de que esto ya ocurriera desde antes?

Sí. La masacre de Wilde es calcada, encima los canas se dan el lujo de decir que tenían chalecos antibalas. Lo grave de estas prácticas es que nunca se interrumpieron y ningún gobierno tuvo la voluntad política de meterse con la policía, vivimos en un estado policial en que algunos canas hacen lo que quieren.


¿Por ejemplo?


Policías de civil, en autos no identificados, que te interceptan, te dan la voz de alto y si no parás te tiran, y un desaparecido en una comisaría, Luciano Rua. ¿Adónde va a parar esto?


¿Cuál ha sido el rol de los estamentos jurídicos en este caso?


Nosotros, con Adolfo (Pérez Esquivel) y Nora (Cortiñas), hicimos una presentación ante la Corte, bajo la figura de Amicus curiae (Amigo del tribunal). Quien tuviese una evidencia que afectase a la causa, puede hacerlo. Después de eso, la Corte votó pasarle vista al procurador y Alicia Pierini estuvo desde el primer momento. Algunos resortes del Estado se pusieron en funcionamiento, evidentemente no alcanzaron y son pocos y débiles, al lado de los otros que se pusieron en marcha, esta connivencia policial, judicial, política y ahora del procurador ha sido mucho más fuerte para cimentar esta conspiración de Estado y condenar a 30 años a un tipo que no tenía nada que ver. Le dieron 25 a (Reynaldo) Vignone, por todos los desastres que hizo, y 30 a este tipo que ese día salía a trabajar.


¿Por qué tantos años?


Quieren ratificar su certeza sobre una condena a una causa armada respecto de un hombre, sin un solo hecho que lo vincule. Ocurre que necesitaban condenarlo por el robo, para demostrar la fuga, de la que lo acusaban. Pero esto es un fenómeno mayúsculo, hablamos de la misma policía que mata a un nene de 5 años y lo entierra en un baldío para no hacerse cargo. Yo no quiero vivir en una sociedad en la que los directivos de LAPA están sueltos por delitos que sí cometieron, y Carrera está preso por un delito que no cometió.


¿Falta intención política para generar cambios más profundos?


No hubo un solo gobierno que haya ejecutado políticas públicas de seguridad y los mínimos intentos, como el 911, quedaron en la nada.


"Al Gobierno no le gusta la justicia", dice usted en su película. ¿No teme que lo acusen de perseguir el impacto?


No lo busco. Hubo ataques sostenidos del Gobierno a la justicia, y yo quería diferenciarme, porque tengo problemas con la justicia, pero son diferentes a los que tienen ellos para quienes el favorito es el juez Norberto Oyarbide. A mí, culpar a la justicia solamente me parece tirada de los pelos.


¿Cuáles son los puntos flacos en cuestiones de seguridad?


Deberían cortar los vínculos entre la marginalidad delictiva y los policías. Hubo intentos, en el gobierno de Néstor Kirchner, pero sabrá dios por qué quedó en la nada. Para terminar con el delito hay que poner fin a la relación entre las barras bravas, los policías y los desarmaderos. O Mauricio Macri, que tuvo la posibilidad de empezar con la policía de cero, pero puso al "Fino" Palacios; quien hace eso te está avisando que quiere volver a tener una policía con fuertes vínculos con el pasado.


De hecho, las prácticas que usted denuncia en la película datan de los tiempos del Proceso…


Autos no identificados, policías de civil, gatillo fácil. Un policía se forma enclaustrado en el instituto que hay para ello, no sale al mundo hasta que termina su carrera, con suerte. A mí para agarrar un bisturí me hicieron estudiar seis o siete años, y a ellos les dan un arma y en algunos casos no tienen cuarto grado completo.


¿Qué impresión le dio Carrera luego de entrevistarlo en la cárcel?


Creo que es un ejemplo, porque está increíblemente bien, entero. Lúcido, sólido y poco alterado para todo lo que le tocó pasar. Después me pareció que tiene algunas frases brillantes, como aquello que dice sobre que "la prensa se manejó con lo que la policía le dijo".


Varias veces le propusieron hacer política. Eso de lo que tanto se queja ahora. Lo confirma, aunque prefiere no decir quiénes; por ahora, su dedición es no aceptar. "Se ha desprestigiado tanto la política que ya no creo que sirva como herramienta de cambio", justifica.


Se enfrentó a la aeronáutica argentina, ahora a la policía. ¿Su cine no admite otra posibilidad más que la denuncia?


¡Se me cruzan los temas! Quiero hacer una comedia en la que no muera nadie, pero estas cosas me obligan a postergarla. El humor es mi especialidad.


En la película se encarga de criticar a los medios…


"Se está diciendo por estas horas", decían todos los periodistas, que carecían de certezas y cambiaban el discurso, según dictaban los mismos policías, implicados. Estamos frente a un periodismo poco acostumbrado a la repregunta, salvo cuando se enojan. Entonces, cuando se enojan con el Gobierno se vuelven preguntones, me gustaría que siempre fueran así.


¿Le preocupa que tanta crítica repercuta en la exposición del filme?


Mi relación con la prensa no es premeditada. Hablo cuando tengo algo que decir y luego desaparezco, hasta que tenga algo que decir otra vez. Creo que la prensa también es permeable a mirarse un poco, no todos, pero hay gente que no es corporativa.


¿Hay poca denuncia en el cine?


¡No veo nada! No tengo ni tele. Hay un tratamiento de la realidad, en formas distintas, cuando Trapero hace El Bonaerense no muestra la roña grande, pero sí lo pequeño. Lo que tengo yo es un deseo muy claro de que la película repercuta sobre la realidad, si no logra modificarla, que quede claro a quién le debemos esa realidad.


¿Lo amenazaron por esta película?


Esta semana pasó un auto con tres hombres y me gritaron varios improperios, es la primera vez que me ocurre mientras hago esta película, igual esas cosas no me asustan. Igualmente, nunca saben qué estoy preparando. Whisky Romeo Zulu la filmé en Aeroparque sin pedir un solo permiso ¡Eso habla de la terrible inseguridad que hay!


SINOPSIS
El Rati Horror Show es un documental que retrata la dramática historia de Fernando Ariel Carrera, el caso de un hombre común condenado injustamente a treinta años de cárcel –no por error sino de manera deliberada– a través de la manipulación de una causa judicial. La película toma como punto central la manera en que se fraguó la causa de Fernando Carrera: la manipulación y alteración de la evidencia en el lugar de los hechos; la manipulación por parte de la instrucción policial de los testimonios de los escasos testigos llamados a declarar; la manipulación de todos los medios nacionales por parte de Rubén Maugeri, testigo clave de los hechos y presidente de la Asociación de Amigos de la Comisaría 34. Por otro lado, mostramos cómo Fernando Carrera lleva adelante su vida diaria en la cárcel, sabiéndose él también una víctima más de los excesos policiales y de un sistema judicial que lo condenó injustamente.

FICHA TÉCNICA


Director: Enrique Piñeyro
Co-Director: Pablo Tesoriere
Idea Original: Pablo Galfré
Producción: Aquafilms
Guión: Enrique Piñeyro
Producción Ejecutiva: Silvina Dell’ Occhio
Montaje: Germán Cantore
Post-Producción de Imagen y Efectos Visuales: Santiago Svirsky
Post-Producción de Sonido: Diego Martínez Rivero
Dirección de Arte: Lorena Maggi
Dirección de Fotografía: Sol Lopatín
Música Original: Eduardo Criscuolo
Producción General: Roberto Servera
Dirección de Producción: Juan Pablo Miller
Equipo de producción: Leonardo Polesel, Matías Carlesi, Luciana Demadonna
Elenco: Germán Cantore, Enrique Piñeyro, Agustín Negrussi, Andrés Bagg.
Prensa y comunicación: Colombo – Pashkus
Genero: Documental
Duración: 90 minutos

Sobre Enrique Piñeyro
Director: Whisky Romeo Zulu (2004), Fuerza Aérea Sociedad Anónima (2006), Bye Bye Life (2008)

Productor: Garage Olimpo (1999), Esperando al Mesías (2000), Whisky Romeo Zulu (2004), Cama Adentro (2004), Fuerza Aérea Sociedad Anónima (2006), El Otro (2006), Bye Bye Life (2008), La Mujer sin Cabeza (2008).

Actor: Secuestro y Muerte (2009), Dormir al Sol (2009), Bye Bye Life (2008),  Música Nocturna (2006), Hotel Tívoli (2005), The Golden Gate (2005), Fuerza Aérea Sociedad Anónima (2006), Whisky Romeo Zulu (2004), Nordeste (2004), Hijos/Figli (2001), Esperando al Mesías (2000), Garage Olimpo (1999), Alambrado (1990)

Premios y festivales.
Whisky Romeo Zulu
Cinesul 2005 – Festival Latinoamericano de Cine & Video: Mención Especial del Jurado, Mejor Película – Premio de la Crítica Especializada;  Muestra de Cine Latinoamericano de Lleida: Premio Mejor Director;   Festival del Nuevo Cine Latinoamericano de La Habana: Premio Coral a la MEJOR OPERA PRIMA, Premio a la Diversidad Cultural;  Festival Internacional de Cine Independiente de Buenos Aires: Premio del Público, Premio Signis - Mejor Película;  Festival Internacional de Biarritz: Premio “Sol de Oro” a la Mejor Película – Premio del Jurado Oficial;  Festival Internacional de Viña del Mar: Premio Mejor Actor: Enrique Piñeyro en Whisky Romeo Zulu;  Festival Internacional de Bahamas: Mención Especial del Jurado

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