Cuenta el filósofo y lingüista estadounidense Noam Chomsky que la primera operación moderna de propaganda llevada a cabo por un gobierno norteamericano ocurrió en 1916. La población era muy pacifista y no veía ninguna razón para involucrarse en una guerra europea; sin embargo, la administración de Woodrow Wilson había decidido que el país tomaría parte en el conflicto. “Había que hacer algo para inducir en la sociedad la idea de la obligación de participar en la guerra –reflexiona Chomsky–. Y se creó una comisión de propaganda gubernamental, conocida con el nombre de Comision Creel, que, en seis meses, logró convertir una población pacífica en otra histérica y belicista que quería ir a la guerra y destruir todo lo que oliera a alemán, despedazar a todos los alemanes y salvar así al mundo”.
Y Chomsky revisa que se alcanzó un éxito extraordinario “que conduciría a otro mayor todavía”: se utilizaron las mismas técnicas para avivar lo que se conocía como miedo rojo. “Lo que permitió la destrucción de sindicatos y la eliminación de problemas tan peligrosos como la libertad de prensa o de pensamiento político”, subraya e indica que el poder financiero y empresarial y los medios de comunicación fomentaron y prestaron un gran apoyo a esta operación, de la que, a su vez, obtuvieron todo tipo de provechos.
Estas campañas publicitarias previas a las PASO han recurrido al humor, a la crítica apocalíptica, a confundir una supuesta austeridad con capacidad de gestión (hasta se hacen loas a que una locutora dona su trabajo, como si la propuesta de gobierno fuera que los trabajadores donen su capital de trabajo) y hasta muestra que un candidato es capaz de forzar su naturaleza con tal de mostrarse amigable y cercano, al punto ridículo de evidenciar que no respeta la voluntad de una niña, imagen lindante al abuso, toqueteo incluido.
“La publicidad política siempre dice la verdad, sólo hay que saber mirarla”, titula el publicitario y docente de comunicación política Rubén Morales en la opinión que acompaña esta nota. Y tal vez allí esté la clave: aprender a mirar; más allá de los que muestran.
Spot de campaña
Desde abajo. (FIT) Distintos trabajadores van relatando sus padecimientos al tiempo que cuestionan a la dirigencia política porque no los representa. Es entonces cuando Altamira y Giordano se muestran ante la cámara como “la alternativa de los trabajadores”.
Tragicómico. (MST) En una escena que emula al video que se viralizó, donde el hincha de River conocido como el Tano Pasman se desespera al momento de enterarse que su equipo desciende de catergoría, el actor y militante de izquierda Héctor Bidonde pierde los estribos viendo a los candidatos opositores.
Tampoco margot. (Progresistas) Recorriendo el país en una camioneta ploteada con una margarita, la candidata lanza consignas con tono de slogan y aunque pretende erigirse “progresista” se maneja con frases sin contenido político. Eso sí, convoca a votar con la cabeza y con el corazón.
Tajaí II o el regreso del ridículo. (UNA) Luego del golpe autoinfringido con spots de tonadas provincianas que le valió burlas desmedidas, en el spot sobre seguridad se erige como el garante de que “10 años de condena serán de cárcel efectiva”, algo que depende de los poderes Legislativo y Judicial.
Austeridad simulada. (Cambiemos) Una publicidad donde una cámara pretende mostrarse como hecha con un celular, en una plaza con un sinfín de fondo y apenas una maquilladora para decir frases bíblicas como “No robarás” o “No matarás”. Y también, “no usarás a los pobres”, frase que no está en el sacro libro. No tiene cruz.
Pinta tu casa y pintarás el mundo. (Compromiso Federal) Una mujer de a pie sonríe mientras hace la comida, entra a su casa y cuenta la importancia de tener una casa y buenos hospitales. Así se da paso al candidato que asegura que lo que supuestamente hizo en su provincia se puede extrapolar a todos el país.
Contradictorio antipatriarcado. (UNA) Una ficción bromea sobre las relaciones de noviazgo para dar paso a una candidata que reivindica el #NiUnaMenos. Inmediatamente después dice que sólo ese hombre es el que le garantiza bienestar. ¿Nunca entendieron de qué trata el Patriarcado?
Inclusión. (FpV) El único spot que reivindica lo logrado a nivel nacional es del partido gobernante. Allí se revisa tangencialmente la crisis que llevó a un joven a abandonar los estudios para enfocarse en el trabajo, y demuestra cómo las políticas aplicadas le permitieron volver a estudiar y hasta enseñar.
Incómodo. (Cambiemos) Esta serie de spots muestra a un candidato que no se siente bien recorriendo el interior del país como quien va de excursión a tierras inhóspitas, capaz de abrazarse a quien se le ponga delante e incluso a forzar a una niña que se esfuerza por salir de su lado.
Juventud divino tesoro. (MAS) El spot comienza con un primer plano de la más joven de las candidatas (se ocupa de señalarlo), luego revisa unos libros y se enfoca en la crítica al impuesto al salario y en la pelea por la legalizaciòn del aborto. No abraza a nadie.
Todo sigue igual. (FIT) El eje de este spot se centra en mostrar que no hay diferencias entre Macri, Massa, Scioli, Kirchner y Menem. Para eso, recuerda el spot “Vamos Menem” cambiando el nombre del candidato. Pero los que gritan son personas comunes.
Histórico. (Frente Popular) El precandidato del Frente Popular se muestra con su compañera de fórmula volanteando y recorriendo una fábrica con los trabajadores. Dice que se enfocará en generar 3 millones de puestos de trabajo y en la creación de 1 millón de chacras.
Adolfo Rodriguez Saa Presidente 2015 – Vivienda digna y hospitales
Ernesto Sanz – “Votá la unión”
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