Ayer asistí al estreno de ZENITRAM, “Hay un argentino que vuela”. Mi primera reflexión me lleva a pensar que la fortaleza del superhéroe Argentino desde Maradona a Zenitram está en nuestra genitalidad, a un trabajo difícil le ponemos “Huevos”, ante la crítica destructiva les decimos “que nos la sigan mamando”, o ante el agravio o juicio que nos someta, echamos mano al bulto de entrepiernas reforzando verbalmente la acción con la palabra ¡ ESSSTA.!, alargando la “S” según corresponda, así es que para los Argentinos , la genitalidad nos expresa en el momento de encontrar nuestra fortaleza. Así nace “nuestro primer superhéroe patrio”.
La película transcurre en un futuro no muy lejano (Año 2025) en una Argentina decadente, donde Buenos Aires resulta azotada por grandes corporaciones que acaparan el monopolio del agua y por un gobierno con gestos populistas y políticas antinacionales, interpretado por un Daniel Fanego en un personaje mixto entre Carlos Saúl y Fernando…padecidos.
Una noche, en los baños de Constitución, un joven que acaba de perder su trabajo como recolector de basura, recibe un “don” que le permitirá dominar “el poder del agua” y poseer otros superpoderes entre los que no se cuenta, por cierto, la invulnerabilidad.
El joven Martínez (Juan Minujin) descubre que es poseedor de una fuerza sobrehumana y que es capaz de volar. Con sus poderes intentará ayudar a la población y devolverles el libre acceso al agua. La gente lo adora, los medios lo aclaman, la política lo utiliza y manipula, el miedo se apodera de su psicología y para sobrellevar el vértigo de volar se transforma en un adicto a la cocaína.
Un día en un acto oficial, al que llega sobrevolando la avenida 9 de Julio, choca contra el obelisco y se desploma como un pájaro muerto sobre la multitud. A partir de ese momento los medios lo destruyen, -de la boca de Martinez surgen las conocidas quejas de nuestros años de crisis: “Este país destruye a sus Héroes, en Estados Unidos me tratarían mejor..” , y termina exiliado en el “Miami Superhéroe Hospital”, recuperándose de sus adicciones.
Vuelve a la Argentina en un intento de recuperar la dignidad robada.
Trailer
ZENITRAM es un superhéroe argentino surgido de la imaginación del escritor Juan Sasturain, en una Buenos Aires desolada, cuya geografía delata restos de un proyecto de grandeza interrumpida, la dirección artística compartida entre el plástico Daniel Santoro y Martín Oesterheld (nieto del creador de El Eternauta).
“Zenitram, un argentino que vuela” fue ganadora del concurso del Bicentenario, convocado por el Instituto Nacional de Cine y Artes Audiovisuales.
La película recurre al humor, la ironía y a un convincente diseño de personajes. El superhéroe conecta más con la dificultad de asumir lo propio que con la omnipotencia.
Repleta de guiños y cameos, reflexiona sobre nuestro modo de ser.
“La diferencia con otros superhéroes –comenta el director Luis Barone en un reportaje para el diario La Nación– es que Zenitram no puede encontrarse con el manejo de su don. Toda película de superhéroes está hablando de otra cosa, y los X-Men lo hacen elípticamente de la diversidad, la aceptación de lo múltiple y la reacción a cierta tendencia conservadora de la realidad norteamericana. Acá lo que se discute es la aceptación de los propios poderes, lo que a cada uno de nosotros nos es negado.”
“La gente –sigue Barone, en relación a la masa futurista que integra la multitud de extras– se pone contenta porque la Argentina tiene por fin un superhéroe: pero éste vuela con vértigo, y le recomiendan cocaína. Como da bien en las mediciones, lo nombran ministro de Asuntos Excepcionales. Para el alto porcentaje de escenas voladas, algunas sobre una supuesta terraza del edificio Kavanagh, se recurrió al clásico fondo azul del principio de la saga de Superman. “No es bizarra”, se ataja Barone. Es en términos realistas, casi naturalistas”.
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En cuanto a la estética, "tenía que ser un mundo decadente -explica Barone-, tenía que tener esa cosa imponente, ministerial, pero a la vez todo 'favelizado'. Dicen que Malraux decía que Buenos Aires era la capital de un imperio que nunca existió". Con Martín Oesterheld había tenido un bar juntos y una sala de cine en la librería Ghandi. "Nos agarró la crisis del 2001 y fue todo un desastre". Daniel Santoro aceptó participar con una condición: "Que no haya oficina de control de exceso".
Daniel hizo propuestas muy lindas -cuenta el director-, sobre todo con la reconstrucción de ese país que podría haber quedado si hubieran seguido adelante ciertos proyectos de la década del Justicialismo. En la película aparece la llamada Puerta Sur. Donde está el Ministerio de Obras Públicas el proyecto era hacer otro edificio enfrente, igual, para que formaran la Puerta Sur de la ciudad. También El coloso justicialista, que aparece allí, era un proyecto para hacer la tumba de Eva en Parque Thais".
“La idea era construir un universo establecido del peronismo. Como si llevara cientos de años de existencia y estuviéramos frente a su decadencia. Los coches, por ejemplo, llevan todos una Evita alada en la trompa”, explicó Santoro sobre la Ciudad Peronista en la que se desarrolla la película.
APUNTES
“Zenitram, un argentino que vuela” está íntimamente ligado a Brasil. Fue fotografiada por el fallecido José Guerra, “Guerrinha” quien fuera un prestigioso fotógrafo carioca, ganador de muchos premios y afectos sinceros por parte del mundo del cine tanto brasilero como argentino.
Zenitram fue una famosa marca nacional de depósitos de mingitorios. Como se frecuentaba hacer a mediados del siglo XX, dicha marca es un apellido al revés.
Entre las locaciones para la película se utilizó la fachada del Cementerio de la Ciudad de Azul de estilo art déco del controvertido arquitecto Francisco Salamone y la municipalidad de Tornquist.
El uniforme del héroe, es de colores bosteros en honor a Juan Sasturain (autor del cuento original y coguionista de Zenitram), con una Z que funciona como el logo de Siam invertido.
Acá se grita “¡El que no salta es Superman!”
Actualmente se encuentra en marcha la producción de la segunda parte “Zenitram, Samba y Tango”
ZENITRAM
Dirección: Luis Barone
Guión: Luis Barone, Juan Sasturain y Jesús de la Vega, sobre el cuento homónimo de Juan Sasturain ("Zenitram". Relatos. Juan Sasturain, editorial Del Sol, Buenos Aires, 1996.)
Elenco: Juan Minujin, Luis Luque, Daniel Fanego, el artista Daniel Santoro (responsable también del diseño de arte), los españoles Jordi Mollá y Verónica Sánchez, y el norteamericano Steven Bauer.
Producción: Luis Barone – Tomás Cimadevilla
Fotografía: José Guerra
Montaje: Fernando Pardo
Vestuario: Magda Banach – Marcela Vilariño
Fecha de Estreno: 20 de mayo de 2010
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