lunes, 31 de enero de 2011

APLICAN 86 SANCIONES A EMPRESAS DEL GRUPO CABLEVISION

Buenos Aires, 31 de enero (Télam).- 

La Autoridad Federal de Servicios de Comunicación Audiovisual (AFSCA) dispuso hoy aprobar la aplicación de 86 sanciones a Cablevisión, perteneciente al Grupo Clarín, por incumplimiento del ordenamiento de la grilla, a la vez que reiteró que ese organismo busca "garantizar a los ciudadanos la pluralidad informativa".
 
Según informó el organismo "las sanciones son por incumplimiento del ordenamiento de la grilla dispuesto por la Resolución Nº 296-AFSCA/10".
Esa resolución ordena el agrupamiento temático de las señales, comenzado por la señal de generación propia, luego las señales informativas (TN, América 24, C5N, Crónica TV, Canal 26, CN23), y a continuación las señales de TV abierta de la localidad donde se encuentra cada sistema de cable.

 
También dispone la incorporación de Canal 7 (la TV Pública), Encuentro, PakaPaka y Telesur.
"Las 86 empresas del Grupo Cablevisión sancionadas hoy siguen incumpliendo la ley", informó la AFSCA, por lo que se reiteró que "el ordenamiento de la grilla del cable es una de las herramientas tendientes a garantizar a los ciudadanos la pluralidad informativa".
"La carencia de pluralidad en la información constituye un serio obstáculo para el funcionamiento de la democracia, dado que esta forma de gobierno requiere del enfrentamiento de ideas, del debate y de la discusión", agregó.

 
Las sanciones fueron aplicadas por la AFSCA a empresas de TV por cable cuyas licencias son explotadas por el Grupo Cablevisión, "en virtud del proceso de absorción de licencias llevado adelante por esa empresa, aunque a la fecha no existe ningún acto administrativo dictado por el ex-Comfer o por la AFSCA que autorice dicha absorción", indicó el organismo que encabeza Gabriel Mariotto.

 
La AFSCA recordó lo que "expresara la Corte Interamericana de Derechos Humanos en la Opinión Consultiva OC-5/85 del 13 de noviembre de 1985, en sus considerandos 32 y 33", que precisan que "la libertad de expresión es un medio para el intercambio de ideas e informaciones y para la comunicación masiva entre los seres humanos", y que ambas deben ser garantizadas simultáneamente.

 
"Resta indicar que en nuestro país, el resguardo de espacios para programas del estado y los periodísticos de noticias, es un modo concreto de cumplir con el artículo 75, inciso 19, de la Constitución Nacional, y con compromisos firmados ante la UNESCO al suscribir la Convención sobre la Protección y la Promoción de la diversidad de las Expresiones Culturales", señaló el texto difundido por la AFSCA.

 
También recordó lo que señalara la Cámara de Apelaciones de Bahía Blanca, en Expediente caratulado, “CANAL 2 DE TELEVISIÓN CIRCUITO CERRADO DE CNEL. PRINGLES T.V. S.A. C/ E.N. P.E.N. Y AFSCA S/ AMPARO –MED. CAUT. S/ INCIDENTE APELACIÓN MED. CAUT”.

 
Allí, resulta claro que "un licenciatario no posee un derecho adquirido a un orden de grilla de canales de televisión, porque el tema de radiodifusión está hondamente comprometido con el mejor o mayor criterio que la comunidad posee y reserva para sí", añadió.
Respecto a los cuestionamientos realizados por la empresa Cablevisión, cabe señalar que en relación a la recusación de los miembros del Directorio de la AFSCA, la misma fue rechazada por el Decreto Nº 72/2011.

 
Respecto a las disposiciones de la Resolución Nº 296-AFSCA/2010, se indica que "se realizaron diversos planteos judiciales tendientes a impedir su aplicación", y que "dichos planteos fueron rechazados por el Poder Judicial".

 
Finalmente, la AFSCA afirmó que "la sanción aplicada es Falta Grave a cada uno de los licenciatarios, conforme el artículo 6º de la Resolución Nº 296-AFSCA/10".(Télam).-


 Video DDT - Lanata 10 de junio del 2009




Museos sin sede

Por Facundo de Almeida*
http://www.pagina12.com.ar/diario/suplementos/m2/10-2010-2011-01-31.html
 
El Consejo Internacional de Museos (ICOM) define a los museos como “una institución permanente, sin fines de lucro, al servicio de la sociedad y abierta al público, que adquiere, conserva, estudia, expone y difunde el patrimonio material e inmaterial de la humanidad con fines de estudio, educación y recreo”.

En virtud de estos criterios, podemos decir que dos importantes museos de la ciudad de Buenos Aires ya no cumplen con su función, a pesar de que ningún funcionario se haya atrevido a anunciar públicamente su virtual cierre.

El Museo del Cine, perteneciente al Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires, siempre tuvo mala suerte y deambuló a lo largo de los años de un lugar a otro hasta perder definitivamente su espacio con la obra de ampliación del Museo de Arte Moderno, recientemente inaugurado en forma parcial.

Es la única colección pública donde se conserva el acervo cinematográfico de nuestro país y, como es evidente, su constante traslado a edificios sin adecuadas condiciones de conservación pone en riesgo permanente las películas y documentos originales, además de impedir que se cumpla con una de las características que le otorga el ICOM a los museos: que sean accesibles al público.

Es llamativo que se prolongue esta situación cuando, por otro lado, el Poder Ejecutivo porteño avanza con la creación de un polo cinematográfico con enormes excepciones impositivas para las empresas del sector, muchas de las cuales ya están instaladas allí. También las autoridades culturales porteñas se jactan de que la ciudad cuente con un prestigioso festival de cine que va por su decimotercera edición.

Sin embargo, la semana que pasó, la fiesta de fin de año de la institución y la presentación del calendario 2011 se realizaron en una productora privada.

Otra institución que desde hace años ha dejado de cumplir varias de sus funciones es el Museo Nacional de Arte Oriental, que tiene como objetivo la difusión del conocimiento de las culturas asiáticas, africanas y de Oceanía. Fue creado en 1965 sobre la base de compras directas, legados y donaciones de colecciones particulares y de embajadas de países asiáticos acreditados en nuestro país.

En la actualidad cuenta con un acervo de más de 3000 piezas, una biblioteca especializada de 1500 libros, una hemeroteca con 2500 revistas y publicaciones periódicas y una videoteca con más de 150 documentales.

Y a pesar de que el sitio web de la Secretaría de Cultura de la Nación aún hoy indica que en 1996 “fueron concedidos en forma definitiva, para funcionamiento de la nueva sede del Museo, los edificios ubicados en la calle Riobamba 983-993 de esta ciudad, debiendo los mismos ser reciclados para tal fin”, y que “la apertura de los pliegos para la adaptación y adecuación edilicia se realizó el 14 de diciembre de 1998”, lo cierto es que en ese inmueble funciona actualmente la Casa Nacional del Bicentenario.

En alguna oportunidad hubo intención de que este museo se instalase en la ex cárcel de mujeres de la calle Humberto Iº 378, pero esa opción fue descartada y actualmente circulan versiones que indican que ese edificio colonial construido en 1735 será destinado a otros fines.

La colección del Museo Nacional de Arte Oriental –que no es accesible al público– ocupa hoy varios sectores muy importantes del Palacio Errázuriz, sede del Museo Nacional de Arte Decorativo, transformando así parte de ese inmueble en un depósito.

La ocupación de espacios del Museo Nacional de Arte Decorativo desvirtúa además la función de este edificio y atenta contra la labor de restauración que lleva adelante la institución desde hace algunos años, que ha permitido hacer accesibles al público las habitaciones de los integrantes de la familia Errázuriz Alvear.

Un último comentario indica que el Museo de Arte Decorativo podría emplazarse en algún espacio del ex Correo Central, aunque todavía no hay información oficial sobre esa decisión.

Sobre el destino del Museo del Cine porteño, sólo ha trascendido que una encumbrada funcionaria de Cultura habría sugerido distribuir la colección entre los otros museos porteños, de acuerdo con la temática de cada elemento. Esperemos que este rumor sea sólo un mito urbano y que pronto se anuncie con precisión cuál será la futura sede.

* Lic. en Relaciones Internacionales. Magíster en Gestión Cultural. Docente del Master en Gestión Cultural en la Universidad de Alcalá de Henares y del Programa de Conservación y Preservación del Patrimonio en la Universidad Torcuato Di Tella, http://facundodealmeida.wordpress.com

sábado, 29 de enero de 2011

“De la infancia” - Mexico

El director muestra en una historia las consecuencias de lo que él considera que es una cadena de violencia hereditaria
http://www.informador.com.mx/entretenimiento/2010/186300/6/de-la-infancia-cimbra-el-ficg.htm

GUADALAJARA, JALISCO.- Complacer no es el objetivo en el cine de Carlos Carrera, y el mejor ejemplo de esto se da en la película ''De la infancia''.

Violenta, cruda y sin concesiones De la infancia descarna una realidad ante la cuál muchos preferirían voltear el rostro a otro lado. Pero Carrera la trae condimentada con una serie de elementos fantásticos, que no hacen sino agregar colores brillantes al macabro espectáculo que ofrece una familia disfuncional.

El elenco de la película incluye a actores de la talla de Damián Alcázar (Basilio), Giovanna Zacarías (Sofía), Ernesto Gómez Cruz (El padrino) y los actores infantiles Benny Emmanuel (Francisco) y Rodrigo Oviedo (Damasco), cuya inocencia se ve alterada de forma irremediable ante el turbio ambiente urbano donde se desenvuelven.

La cinta se encuentra compitiendo en el Festival Internacional de Guadalajara dentro de la categoría de Mejor largometraje mexicano de ficción, y no son pocos los críticos que la señalan como una de las favoritas.




Durante su visita al festival, Carlos Carrera habla con este medio sobre cómo conformó al elenco infantil y lo que viene para él luego de ''De la infancia''.

— ¿Qué tratas de contar con “De la infancia”?

— Es una historia que cuenta cómo se hereda la violencia narrada a través de los ojos de unos niños que confunden realidad y fantasía. Tiene momentos muy divertidos, otros tristes. De alguna manera, creo que el público se puede identificar con algún pasaje de la película, ya que todos pasamos por esa etapa.

—¿Cómo manejaste el elenco, cuando tienes actores infantiles por un lado y por el otro a histriones consagrados?

— Tiene sus ventajas poder trabajar entre amigos y con actores de la talla de Damián (Alcázar) y Ernesto Gómez Cruz hace que todo fluya muy bien, porque el equipo está trabajando con el mismo objetivo.
La relación entre todo el equipo, no sólo entre actores, sino con la gente de fotografía y sonido se vuelve una cosa muy orgánica. Creo que ha sido el rodaje más divertido que he tenido en mi vida, en especial por los niños, tienen una energía y vitalidad prodigiosa.

— En ese sentido, la película maneja una trama muy dura con momentos de enorme tensión, ¿cómo manejaste a los niños para que encajaran en este ambiente?

— Fue muy distinto a como se preparan las cosas con los adultos, cierto. Benny Emmanuel (Francisco en la película) es un actorazo aunque tenga 11 años, en ese sentido fue como tener a un adulto muy inteligente. Con los otros simplemente fue dejarlos ser ellos, tienen un mundo interno muy interesante.

— ¿Cómo se protege el “mundo interno” de un niño actor cuando se le coloca en una historia tan dura como se presenta en la cinta?

— Normalmente trabajando con actores adultos sí quieres que se metan más en el papel, que sean más vivenciales. En este caso procuramos cuidar mucho a los niños que tuvieran claro cómo se hace el cine, que de alguna manera es algo artificial para recrear algo que va a ser real. La intensión era que ellos no se sintieran afectados por la violencia que se ve en la película.

— Dos personajes con muchos matices de carácter son “Basilio” y “Sofía”, ¿quedaste satisfecho con su desarrollo?

— En el caso de Basilio (Damián Alcázar) se trataba que fuera un personaje al principio encantador y lentamente fueras descubriendo sus frustraciones conforme avanza la película, hasta terminar con el retrato de un ser lleno de traumas y miedos. Con Sofía (Giovanna Zacarías) se retrata una realidad de las dependencias de las relaciones violentas, esas ganas de irse sin poderse ir.

Tras “De la infancia”, ¿a qué proyecto planeas enfocarte?

—Terminé De la infancia y al mismo tiempo comencé un largometraje de animación llamado Ana. Al FICG traemos los primeros tres minutos de la historia. Es un proyecto que se va a tardar lo que se tardan las animaciones, un par de años, pero no importa, cuando la intención es tener algo de calidad mundial.

¿De qué se trata?

 
De la infancia relata la vida de Francisco, un niño de 10 años que vive en una familia profundamente disfuncional y violenta, donde la ignorancia y la pobreza son el pan de cada día.

Sin conocer paz en la escuela o en su hogar, Francisco comienza a repetir los patrones de violencia que sus padres llevan a cabo día con día. En este ambiente hostil suceden también una serie de acontecimientos sobrenaturales y fantásticos que afectan la vida de todos los protagonistas.



CIUDAD EN ROJO

Título Original: Ciudad en rojo

/www.grancine.net
El argumento se sitúa en 1957 y se desarrolla en 24 horas en las que se narran la insurrección, la rebeldía y la solidaridad en Santiago de Cuba durante la lucha clandestina contra la dictadura de Fulgencio Batista.

Referencia:
Licenciada en Historia del Arte y Periodismo, Rebeca Chávez se inicia como crítica de cine en el ICAIC en 1974. Colaboradora durante ocho años del destacado documentalista cubano Santiago Álvarez para quien trabajó como investigadora, guionista y asistente de dirección. En 1984 inicia su carrera como directora de documentales y acumula una obra que ha recibido diversos reconocimientos nacionales e internacionales. En 1992 incursiona en el área de la ficción con los cortos El triángulo y La fidelidad, ambos de 1992. Ha impartido diversos seminarios sobre teoría y práctica del cine documental y la experiencia cubana en ese género en diferentes instituciones de EUA, Puerto Rico, Inglaterra y España. Se ha desempeñado como asesora de guiones de películas documentales y de ficción.

Originaria de Santiago de Cuba, Rebeca Chávez debuta en el largometraje de ficción con Ciudad en Rojo (2009) y es una de las dos mujeres que han sido cineastas, hasta ahora en su país, después de que Sara Gómez dirigiera De Cierta manera en 1974.









Director:Rebeca Chávez
Guión:Xenia Rivery Arboláez
Producción:Daniel Díaz Ravelo
Fotografía:Angel Alderete
Montaje:Manuel Iglesias
Música:X Alfonso
Intérpretes:Rafael Ernesto Hernández (Carlos), Eman-xor Oña (Waldino), Yori Gómez (Raquel), Carlos Enrique Almirante (Rolando), Mario Guerra (Quico)
Duración:90 minutos
Año:2009
País:Cuba - Venezuela
Distribución:Amazonia Films

EL CHICO QUE MIENTE -

Título Original: El chico que miente

Un chico adolescente inicia un viaje por la costa de Venezuela y reinventa una y otra vez su propia historia en la tragedia del deslave de Vargas ocurrido en 1999 para lograr sobrevivir. Poco a poco se irá develando su verdadero pasado. Hace diez años el deslave le arrebató a su madre, ahora él cree que la puede encontrar. 
 

Referencia:
Nacida en Lima (Perú) la realizadora, productora, editora y guionista Marité Ugás, luego de graduarse en Comunicaciones en la Universidad de Lima, se une a la primera generación de la Escuela de Cine y Televisión de San Antonio de Los Baños (Cuba), donde dirige, entre otras producciones, Barrio Belén, documental sobre el puerto de La Habana, premiado en Helsinki, Paris y Roma. Sus primeros cortometrajes ya muestran su estilo y ritmo personal, como Algo caía en el silencio (Premio Especial NY Latino 1992), Cotidiano (Carabela de Plata- Bilbao 1993).

Ugás también ha dirigido los documentales Una isla dentro de otra isla (Cuba 2001) y Alguien nos vigila - OVNIS en Latinoamérica (Perú, Venezuela, México 2002). Ha escrito y dirigido siete telefilms para la serie “Postdata” (Buenos Aires, México 2003).

Su primer largometraje A la media noche y media (codirigido con Mariana Rondón, 1999) fue presentado en más de 40 festivales internacionales, como Tokyo, Rotterdam o Seattle, recibiendo cinco premios de Ópera Prima; en Montevideo, Providence, Chicago, Mérida y Caracas.

El chico que miente (2011) es su segundo largometraje como directora y cuenta con el apoyo del CNAC, Ibermedia y EZEF - Alemania.

Como productora y montadora, Ugás se ha desempeñado en el largometraje Postales de Leningrado (2007) dirigido por Mariana Rondón, ganador de 22 premios internacionales. De nuevo la dupla Ugás-Rondón vuelve en El chico que miente, esta vez la primera como directora y la segunda como productora.

El personaje principal de esta película es representado por el niño Iker Fernández, quien debuta como actor y es acompañado por reconocidos actores como: Laureano Olivarez (Postales de Leningrado, Oro Diablo, La hora cero), Beto Benites (Hermano), Beatriz Vázquez, Gladys Prince, Francisco Denis, Dimas González, María Fernanda Ferro, entre otros.

Escrita a cuatro manos por Marité Ugás y Mariana Rondón, la cinta fue rodada un 90% en exteriores e incluyó a algunos habitantes de los pueblos costeros para agregar más veracidad a la historia. El argumento revive el recuerdo del terrible deslave ocurrido en Vargas (estado costero venezolano), en diciembre de 1999, que costó la vida a un considerable número, no determinado aún, de personas.

“Todos tienen su historia del deslave, todos tiene un relato sobre ese momento. Como cuando el hombre llegó a la luna… cuando cayeron las torres gemelas. El antes y el después. Pero en especial, todos tienen su expresión real o fantástica sobre cómo vivieron ese momento. La película no se va a centrar en revivir escenas de dolor, si no que de alguna manera activará la memoria emotiva de los espectadores, sobre un hecho que cada quien ha vivido de una manera diferente”, ha expresado Ugás sobre su filme. (www.sinflash.com)


  
Filmar el recuerdo
La realizadora habla sobre lo que fue filmar a personas de los pueblos que formaron parte del casting: “Procuramos jugar mucho con ellos y creo que finalmente entraron en un relajo. Es importante, si sabes qué es lo que vas a buscar, saber que cuentas con el equipo técnico necesario. Nosotros siempre filmamos en cine pero buscamos la cámara más chiquita y liviana, la más fácil de colocar en donde sea y que estuviera prendida mucho rato hasta que el viejito se acordara que tenía que decir ‘sírveme mi hervido’ y empezaban a improvisar y a inventar otras cosas. Procuramos tener tiempo hasta que la gente se sintiera realmente bien”.

Ugás comenta el aspecto documental que posee la cinta: “El guión estaba escrito con una línea central muy fuerte y el resto estaba abierto a lo que nos fuéramos a encontrar, porque la película fue diseñada como una ‘road movie’ (película de camino). Sí podría considerarse documental en la medida de que cada quien cuenta qué le pasó”.

Casting en los colegios
El protagonista es un niño, elemento muy presente en el cine de la dupla Ugás-Rondón (A la media noche y media, Postales de Leningrado ). Así como la película se desarrolla a lo largo de un camino, un sendero previo se recorrió para encontrar al niño que mintiera. “Hicimos un casting por todos los colegios de Caracas, por los clubes donde se juntan los chicos y vimos más de 500”, asegura Marité. Luego de ver todas las noches los videos, poco a poco fueron quedando menos seleccionados hasta llegar, cuatro meses después, al niño al que, al terminar su partido de fútbol en el recreo, llamaron para preguntarle si quería actuar: Íker Fernández.

La realizadora defiende su interés por narrar la historia desde el punto de vista de un niño: “Pensar que un niño está lleno de ingenuidad y de sorpresa es mentira, un chico está tan contaminado como todos pero sí hay una curiosidad que todavía no ha sido aplanada y yo creo que dentro de esa máscara es que me pongo, al menos como autora, para ir acompañando a ese personaje en esa curiosidad e ir avanzando en la historia. Es tratar de liberarte de todo prejuicio, cualquier carga moral, ética y cualquier saber mal aprendido”- explica la directora. (http://dominical.ultimasnoticias.com.ve).


Director:Marité Ugás
Guión:Marité Ugás & Mariana Rondón
Producción:Mariana Rondón
Fotografía:Micaela Cajahuaringa
Montaje:Marité Ugás
Sonido:Franklin Hernández (Sonido directo) y Lena Esquenazi (Diseño)
Música:Camilo Froideval
Director de Arte:Matías Tikas
Intérpretes:Iker Fernández, Laureano Olivarez, Dimas González, María Fernanda Ferro, Francisco Denis, Beatriz Vázquez, Yugui López, Beto Benites, Rafael Gil, Gladys Prince, Guillermo Díaz Yuma. Bernardo “Nao” Aponte, Ramona Lartiguez y los jóvenes Valerie Weilheim
Duración:99 minutos
Año:2011
País:Venezuela
Distribución:Cines Unidos

JAVIER BARDEM, SU PERSONAJE EN BIUTIFUL Y SU CARRERA EN EL CINE

“Si querés ser honesto, te tenés que poner en riesgo”

A los 41 años, el intérprete español parece en una cumbre profesional: su segunda nominación al Oscar llega en un momento en el que acaba de filmar con Terence Malick y consigue capear con elegancia el acoso de la prensa a su unión con Penélope Cruz.

Por James Mottram *
http://www.pagina12.com.ar/diario/suplementos/espectaculos/5-20617-2011-01-29.html


Apenas pasaron las once de la mañana y Javier Bardem se ve cansado. Dos días atrás, antes de viajar a Londres, estaba en Oklahoma, terminando sus escenas para la nueva película de Terence Malick. Pero esto no es solo jet lag. Hay algo en su cara que parece expresar un estado permanente de fatiga. Su mandíbula está cubierta de una barba áspera. Sus ojos marrón oscuro lucen como si estuviera en pausa, con los párpados a medio bajar. Y la sonrisa –si es que se la puede llamar así– está tan arrugada como la campera de corderoy que cuelga a su espalda. Bardem tiene que empezar a activarse, porque tiene por delante todo un día de entrevistas. Para cualquier actor, el proceso de publicitar una película es como la indigestión que sobreviene a una comida. Y, demasiado a menudo, cuanto mejor es la comida más largo es el dolor. 

Bardem ha estado en tareas publicitarias con Biutiful desde que se presentó en Cannes, en mayo de 2010. “Mis amigos suelen decir ‘sos un tipo con suerte, viajando por todos estos lugares para trabajar’. Y yo les digo ‘Te invito a compartir un viaje, con una sola condición: tenés que acompañarme en todo momento’. Ahí es cuando dicen ‘no quiero ir’.”

Tampoco es que Bardem tenga tanto de qué quejarse. Los últimos dos años han sido especialmente fructíferos para el español de 41, desde que ganó el Oscar al Mejor Actor de Reparto por su escalofriante retrato de un psicópata asesino en Sin lugar para los débiles, de los hermanos Coen. 

El y la actriz española Penélope Cruz se convirtieron en todo un tema luego de que trabajaran juntos en Vicky Cristina Barcelona. En julio de 2010 se casaron en una ceremonia privada en las Bahamas, en la casa de un amigo. Y cuando aparecieron fotos de la nueva entrega de Piratas del Caribe, en la que se veía a Cruz con algo de panza, sus representantes debieron admitir el embarazo. Su hijo nació el sábado pasado, en la clínica Cedars-Sinaí de Los Angeles.


Bardem y Cruz son hipersensibles en lo que se refiere a hablar de su relación. Al periodista se le advierte que Bardem puede dar la entrevista por terminada si las preguntas se internan en el territorio personal, lo que marca una gran diferencia con las entrevistas que daba antes de que comenzara la relación. Ser la mitad de la pareja española más glamorosa de Hollywood ha tenido su precio, y lo mantiene con la guardia alta. “Sé de lo que quiero hablar y de lo que no”, dice en un momento del reportaje. Evidentemente, él y Cruz están comprometidos a un código de silencio, quizá para evitar convertirse en otros Brad Pitt y Angelina Jolie.

Para el intérprete español, convertirse en alguien famoso va en detrimento de la actuación, aún más si se es parte de una pareja célebre. Aunque Bardem ha estado en la pantalla por más de la mitad de su vida, sólo en los últimos años su trabajo empezó a tener un equipaje no deseado. “Mi trabajo es intentar retratar una conducta. Pero no puedo observar conductas porque la gente me está observando a mí. Te sentís absurdo, y no es natural. Estás en un zoológico. Vas a un negocio y la gente te mira. Es la única cosa que me pone un poco nervioso, pero está bien. La gente cree que los actores quieren ser famosos, pero no. Bueno, algunos de ellos sí, pero... yo estoy haciendo este trabajo porque es mi manera de expresar algo. Necesito hacerlo.” Si la mayor dificultad para hacer bien el trabajo tiene que ver con el aspecto cansado de Bardem, el trabajo en sí no ha ayudado mucho. “Sin dudas”, refunfuña: Biutiful, rodada en Barcelona, es sin lugar a dudas la película más dura de su carrera. Allí interpreta a Uxbal, un padre soltero de dos hijos que descubre que tiene un cáncer en fase terminal. En Cannes, Bardem ganó el premio al Mejor Actor –compartido con el italiano Elio Germano–, y en su discurso de aceptación se permitió un raro momento de indiscreción al decir: “Mi alegría, mi amiga, mi compañía, mi amor, Penélope: te debo mucho, te amo mucho”. Sean Penn se quedó sin palabras, y luego definió el trabajo de Bardem como “la mejor performance desde Marlon Brando en Ultimo tango en París”.

No era la primera vez que Bardem recibía semejantes elogios. Una década atrás hizo su irrupción internacional en Antes que anochezca, de Julian Schnabel, donde interpretó al perseguido poeta gay cubano Reinaldo Arenas. Además de ser nominado al Oscar al mejor actor, Bardem recibió lo que llamó “uno de los mejores regalos que haya recibido”: Al Pacino lo llamó a su hogar en Madrid y le dejó un mensaje en su contestador automático, explicándole que tras ver la película había querido llamarlo de inmediato para decirle cuánto le había gustado.

Muchos de los mejores momentos de Bardem en pantalla lo han mostrado en personajes que sufren físicamente. Arenas se contagió de sida, y Bardem también hizo dos personajes paralizados. En Carne trémula, de Pedro Almodóvar, era un policía confinado a una silla de ruedas tras haber sido baleado en cumplimiento del deber. En Mar adentro fue Ramón Sampedro, un mecánico de la vida real que luchó durante 29 años por el derecho a terminar con su propia vida luego de que un accidente de buceo lo dejara cuadripléjico. “Ves a un ser humano en condiciones extremas –dice Bardem–, y encontrás algo muy poderoso.”

Pero Biutiful es diferente. “En Mar adentro se trata de una persona que tiene muy claro lo que quiere. Aquí tuve que retratar a alguien con un problema al que tiene que enfrentar.” Habitar la piel de un hombre moribundo ya es una cosa, pero además Uxbal es alguien que aún debe hacer las paces con su inminente final, y con quienes lo rodean. Con el rostro paulatinamente más ceniciento, según reseñó un crítico, Bardem “parece estar soportando no sólo el peso de la película, sino también el peso del mundo”. Se ríe cuando se le menciona la frase, pero no fue broma tener que meterse con esa clase de temas durante los cinco meses que duró el rodaje. “No había salida –suspira–. No había ningún camino de escape.”

El director de la película, Alejandro González Iñárritu (Amores perros, 21 gramos, Babel), compara el impacto de hacer la película con haber sido atropellado por un toro. Bardem concuerda. “No es una película en la que decís tus líneas y te vas a casa –dice–. El actor quiere encarnar a alguien con honestidad, y si querés llegar a ese lugar de honestidad, a veces te tenés que poner en riesgo.” Está tremendamente orgulloso de Biutiful. “El mayor regalo de esta película es lo que aprendí mientras la hacía, personal y profesionalmente. Profesionalmente aprendí un montón de cosas. Personalmente, todavía lo estoy procesando. Así de intenso fue.” La película lidia con la enfermedad, la muerte y el más allá (Uxbal puede conectarse con espíritus), y Bardem no es ajeno a tales temas. Experimentó la muerte de su padre a los 25, y ahora es ateo. “No estaba muy comprometido con el catolicismo, pero de pronto todo me pareció muy obvio: ahora creo que la religión es nuestro intento de encontrar una explicación, de sentirnos más protegidos.” Pero no desprecia a aquellos que aseguran ser médium: conoció a tres durante su investigación. “Quieras creer o no, está bien –dice–. Pero tienen ese don. Es obvio. No están locos.”

Dada la naturaleza del material, tiene sentido que luego Bardem haya hecho Comer, rezar, amar, una película sobre el autodescubrimiento espiritual en el que interpretó a un brasileño divorciado que corteja a Julia Roberts. “En un nivel personal sabía que era tan importante como Biutiful, en el sentido de ‘¿Qué he recibido?’. Necesitaba recibir algo, por eso hice Comer, rezar, amar. Y lo recibí. No es que me curó, porque no estaba enfermo. Pero me ayudó a...” se detiene, y exhala.

–¿Recuperarse?

–Exacto.

Aun así, a Bardem jugar al amante latino también le resulta fácil. Piénsese en el pintor de Vicky Cristina Barcelona, que exuda tanta autoconfianza como para sugerirle un trío a Scarlett Johansson y Rebecca Hall. Ya en Jamón Jamón (1992), la primera película en la que actuó junto a Penélope Cruz, él jugaba con la imagen, interpretando a un aspirante a modelo de ropa interior y torero. Aun así, no es típicamente guapo (su nariz rota es cortesía de una pelea de bar a los 19 años) y parece desconcertado por su status de sex symbol. “No veo esa cosa rompecorazones en mí ni por asomo”, dice.

Nacido en Las Palmas de la Gran Canaria, Bardem es el más joven de tres hermanos, en lo que llama afectuosamente “una familia de gente loca”. Sus hermanos Carlo y Mónica también actúan, como lo hicieron sus abuelos y su madre, Pilar, que lleva cincuenta años en la profesión; su tío Juan Antonio es director. A pesar de esos antecedentes, en principio Javier pareció más volcado a la pintura que a actuar: cualquier cosa menos la Academia, porque no era buen estudiante. “No estoy muy orgulloso de eso. Si pudiera volver al pasado estudiaría más. Te perdés la oportunidad de saber cosas. Claro que cuando tenés 18 años no querés saber, querés vivir.” En la adolescencia estaba obsesionado con el rugby, que comenzó a jugar cuando tenía nueve años y practicó durante quince, hasta llegar a integrar el equipo nacional de España (lo cual, dice, “es como ser un torero japonés”). Eso le enseñó a trabajar en equipo, algo que considera parte esencial de la realización de películas: “Por eso tengo tantos problemas cuando en un set de filmación se instala un ego”. La carrera de jugador se superpuso tres años con la de actor. Después del éxito de Jamón Jamón, la fama fue tal que los jugadores rivales hacían fila para enfrentarlo en el scrum.

Ahora son algo más que los jugadores de rugby los que lo reconocen, y a su favor (y si se excluye la vacación de Comer, rezar, amar) hay que decir que evitó hacer la plata fácil de Hollywood. Se habla de un posible protagónico en una película sobre los 33 mineros chilenos atrapados en la mina, pero la idea parece repelerlo. “Creo que es demasiado pronto para hacerlo con cierta justicia”, argumenta. En su lugar, acaba de disfrutar un viaje a lo desconocido, trabajando con un gran cineasta como Terence Malick en una historia de amor aún sin título. “Para mí, el mayor placer es dejarse ir”, dice. Y es en esos momentos cuando se ve lo mejor de Bardem.

* De The Independent de Gran Bretaña. Especial para Página/12.

Birri y un Fausto criollo

El “patriarca” del cine latinoamericano acaba de terminar de filmar en Santa Fe. 

Fernando Birri, quien fundara junto a Gabriel García Márquez la Escuela Cinematográfica de San Antonio de los Baños, en Cuba, y escribiera junto a él Un señor muy viejo con unas alas enormes, documental basado en el libro de Eduardo Galeano, acaba de ampliar aún más su relación con el ambiente de las letras con El Fausto criollo, una película basada en el poema que escribiera Estanislao del Campo

A sus 85 años, el notable director y autor de Los inundados, entre tantas otras, regresó a su ciudad natal para concretar “un proyecto cinematográfico madurado a lo largo de muchos años”, sobre todo desde que reside en La Habana. “Tenía desproporcionadas ganas de hacer esta película, diría que hasta exageradas, y lo intenté fuera de cualquier esquema preconcebido”, reveló antes de anunciar que “se trata de un proyecto un tanto demencial, que marca la voluntad de hacer algo diverso, distinto, operaciones que otros dirían imprudentes porque no tienen garantías de resultados”

En lo que definió como “una verdadera maratón”, el rodaje comenzó el 3 de enero y acabó ayer, destacó el también autor de Mi hijo el Che. 

En primera instancia filmaron en ambientes naturales de Santo Tomé y Sauce Viejo con los actores santafesinos Rodrigo Quiroga (en el papel de El Pollo, del poema de Estanislao del Campo) y Omar Fanucci (Don Laguna). 


Para la segunda parte del rodaje, el equipo de filmación se trasladó al Teatro Municipal de Santa Fe, donde una compañía de niños de entre 8 y 15 años representó la obra de teatro El Fausto. “Es un clásico de la literatura gauchesca argentina”, destacó y justificó Birri, refiriéndose al poema de 1866 en el que Anastasio El Pollo y su amigo Don Laguna dialogan sobre las impresiones del primero acerca de la representación de la ópera Fausto, de Gounod, en el Teatro Colón, a la sombra de un ombú y motivados por el mate y la ginebra. “Es una visión lírico-épica de nuestra pampa bárbara y una visión naïf grotesca-humorística del mundo civilizado”, intentó explicar el autor santafesino.

http://www.pagina12.com.ar/diario/suplementos/espectaculos/2-20618-2011-01-29.html

Plan Operativo de Promoción y Fomento de Contenidos Audiovisuales Digitales


 El 23 de julio de 2010 se abrieron las convocatorias para los "Tres Concursos Federales" en el marco del "Plan Operativo de Promoción y Fomento de Contenidos Audiovisuales Digitales"  y parece que fue hace muchísimos meses atrás!
 
El 28 de enero de 2011, durante el transcurso de la semana que hoy termina se firmaron, con los proyectos Ganadores Titulares, los PRIMEROS 21 CONTRATOS.
 
Fue, es y será mucho trabajo!
Somos muchos y de todas partes del país los involucrados!
Son muchos los meses donde la "Gente Audiovisual de todo el país" se moverá al mismo tiempo por contendidos desde todos para todos!
 
Festejamos los contratos firmados, festejamos los que se firmarán en pocos días más y festejamos con más fuerza los productos que se realizarán!
 
 
Ariel Direse, Coordinador del Concurso Serires de Documental Federal
 
Antonella Denegro, Coordinadora General de los Concursos Federales
 
Gerencia Accion Federal
Instituto Nacional de Cine y Artes Audiovisuales

 


Por la calidad de todos los proyectos que se han presentado dentro de esta órbita, el alto nivel de los contenidos, que fue expresado por los 92 prestigiosos jurados que integraron las mesas de evaluación de los proyectos, se da cuenta de la fuerte capacidad de producción de contenidos que existe a lo largo y a lo ancho de nuestro país, y además queda demostrado el grueso caudal de ideas innovadoras que quieren ser contadas, a la vez que se aprecia una búsqueda de una nueva estética en relación a la ficción que observamos hoy en día en la televisión.

Este primer concurso, que incorpora 300 horas nuevas de contenidos y que abre la perspectiva de la construcción de una televisión federal, se realiza en el marco del Plan Operativo de Promoción y Fomento de Contenidos Audiovisuales Digitales, que coordinan en forma conjunta el INCAA y el Consejo Asesor de la Televisión Digital, dependiente del Ministerio de Planificación.

El mismo se instrumenta a partir de la construcción de una nueva plataforma digital de televisión abierta pública, que incorporará nuevos canales y abarcará todo el país.

"Este concurso es la consolidación de una premisa que habla de la necesidad de utilizar las nuevas tecnologías como herramientas al servicio de lo que nosotros queremos decir y no al servicio de un mercado que aliena los contenidos"
, destacó  Mazure.

"Estas herramientas, utilizadas de este modo son las que construyen país y construyen soberanía", agregó la titular del INCAA, quien señaló que la convocatoria tuvo un "éxito extraordinario" que "superó inmensamente" las expectativas previas.

Por su parte, Vitullo destacó que "construir una plataforma de televisión digital de la dimensión única en el mundo que estamos construyendo, que ya tiene siete torres de transmisión y nueve señales en funcionamiento en esta primera etapa, impone una profunda reflexión sobre los contenidos que se vehiculizarán por ella".
"En este sentido, nos impusimos la necesidad de trabajar con un sentido federal e integrador, incluyendo a los actores con capacidad para producir pero también promoviendo a aquellos que con talento quizás todavía no disponen de los medios materiales", resumió el responsable del Consejo Asesor de la Televisión Digital.
 
El coordinador de Contenidos del SATVD, habló, por su parte, sobre el objetivo de "generar un diálogo cultural entre las identidades regionales".
"Es un objetivo fundamental de este proceso torcer una tendencia que prioriza el predominio de la metrópoli para que las distintas identidades culturales comiencen a dialogar entre sí y se haga posible construir una identidad nacional a partir de la diversidad", aseguró Nicolás Schomfeld.
 
El funcionario resaltó, que cinco años atrás la Argentina figuraba a la retaguardia de las políticas aplicadas al desarrollo de la televisión pública y cultural y que, desde la aparición del Canal Encuentro y la implementación de esta plataforma de televisión digital terrestre abierta de alcance nacional "podemos impulsar en Latinoamérica un modelo de comunicación".
 
Lucrecia Cardoso destacó : Todo este país audiovisual del que hablamos en los últimos tiempos está cabalmente representado por estos ganadores, que tendrán en sus manos proyectos de gran nivel, que ofrecerán un salto cualitativo y que contarán con todo nuestro apoyo para que reflejen en las pantallas sus historias, su idiosincrasia y su identidad. 

Los funcionarios destacaron que este llamado a concurso es el "primer paso" dentro de un ambicioso plan de desarrollo de los contenidos de la televisión digital pública.
 
Más de 500 productoras de contenidos audiovisuales de todas las regiones del país participaron de este llamado a concurso, que generará 300 horas de nuevos contenidos televisivos.

Además de estar dividido por regiones, el concurso se organizó también apuntando a productoras con antecedentes, señales públicas asociadas a productoras o para productoras sin experiencia previa, las que tendrán clínicas de capacitación donde se terminarán de definir los ganadores.
 
Los realizadores ganadores tendrán,  a partir de ahora,  120 días para realizarlos ya que la idea es que estos nuevos contenidos se puedan ver por la red de televisión digital entre mayo y junio de 2011. 


En el marco de las políticas públicas impulsadas por el Estado Nacional que cambian el universo de la comunicación en Argentina, se abre un nuevo capítulo en la historia audiovisual de nuestro país. La aprobación de la Ley Nº 26.522, de Servicios de Comunicación Audiovisual y la implementación del Sistema Argentino de Televisión Digital Abierta, crean las condiciones para un proceso de democratización de las nuevas voces, actores fundamentales de este nuevo escenario.
En este sentido, el Consejo Asesor del Sistema Argentino de Televisión Digital Abierta aprobó el Plan Operativo de Fomento y Promoción de Contenidos Audiovisuales Digitales, al que se suscriben convenios entre el Ministerio de Planificación Federal, Inversión Pública y Servicios y la Universidad Nacional de San Martín (UNSAM) por un lado, y por el otro el INCAA y la UNSAM .


viernes, 28 de enero de 2011

LA CASA MUDA, DEL URUGUAYO GUSTAVO HERNANDEZ

Terror llegado desde la otra orilla

Por Diego Brodersen
http://www.pagina12.com.ar/diario/suplementos/espectaculos/5-20603-2011-01-27.html


Evitando las mutilaciones y los chorros de plasma hemoglobínico para concentrarse en la fabricación de climas y el trabajo con el fuera de campo, La casa muda se suma a una lista de películas contemporáneas que incluye títulos como El proyecto Blair Witch, las dos partes de Actividad paranormal y la española (Rec), entre otras. Si bien la originalidad no debería ser una virtud necesaria a la hora de elaborar un trabajo de género –al fin y al cabo, los géneros cinematográficos pueden definirse por sus cualidades derivativas, el horror particularmente–, sí resultan relevantes la pertinencia en el uso de los recursos estilísticos y la potencia final de los resultados. Generar miedo en la platea no es moco de pavo y no hay nada más perezoso que despachar un film con un comentario del tipo “para los fanáticos del género”, frase que detrás de su aspecto democrático esconde un profundo menosprecio.

Con pergaminos que incluyen su paso por la Quincena de los Realizadores del Festival de Cannes y aparentemente basada en hechos reales, la excusa argumental de La casa muda no podría ser más básica y funcional: Laura, una joven algo tímida, y su padre atraviesan el campo para encontrarse con su empleador, el dueño de una casa rural desvencijada que está a punto de ser vendida. Minutos después de traspasar el umbral, la chica comienza a ser testigo de extraños sonidos que parecen venir del piso superior. Así repartidas las barajas, no pasa demasiado tiempo hasta que el padre decide investigar, linterna en mano, el posible origen de esas anomalías sonoras.

No hay mucho más en términos argumentales, pero en La casa muda el estilo lo es (casi) todo. Autopromocionada como una película rodada en un solo plano, en realidad el film está compuesto por varios planos-secuencia (este cronista contabilizó al menos tres) de extensa duración, donde la cámara adquiere un rol primero ubicuo e impersonal, para transpirar luego características más subjetivas. Verdadero tour de force técnico, máxime si se tiene en cuenta el bajísimo presupuesto con el cual fue rodado, que no necesariamente aporta nada demasiado significativo a nivel creativo.

Nobleza obliga, en la primera media hora de sus 78 minutos La casa muda logra construir un clima ominoso que les escapa, en la medida de las posibilidades, a golpes de efecto y sustos de repertorio, haciendo de la falta de información sobre las ocurrencias, aparentemente paranormales, una usina generadora de suspenso y angustia. No es menor el aporte de la actriz Florencia Colucci, sobre cuyos hombros se apoya prácticamente la totalidad del metraje.
Pero a poco de andar esos pasillos y cuartos repletos de fotografías y objetos ajados, el film del debutante Gustavo Hernández empieza a explicar con lujo de detalles el origen del desacato de la casa, vuelta de tuerca mediante. De allí en más, la historia se desbarranca vertiginosamente y lo que era atrayente e incluso divertido empieza a ser rutina. La arbitrariedad con la cual la cámara adopta uno u otro punto de vista y la forma mentirosa en la cual la película resignifica todas y cada una de las escenas anteriormente vistas, terminan haciendo de La casa muda un ejercicio esforzado (¿la primera película de terror uruguaya?) pero no tan noble sobre el miedo cinematográfico.






LA CASA MUDA (SITGES 2010)

Gustavo Hernández
Óscar Estévez
Florencia Colucci, Abel Tripaldi, Gustavo Alonso, María Salazar
Pedro Luque
Gustavo Hernández
Hernán González
Federico Capra
Gustavo Rojo
Gustavo Rojo
Tokio Films

miércoles, 26 de enero de 2011

Televisión argentina, la edad oscura

Luis Buero hace un análisis de la televisión argentina actual, los estereotipos que la atraviesan y la pobreza que caracteriza sus propuestas.
 Por Luis Buero *
http://www.pagina12.com.ar/diario/laventana/26-161167-2011-01-26.html

 
Hace ya varios años la Universidad de Morón publicó –una edición sin fines de lucro– mi libro Historia de la TV argentina contada por sus protagonistas (1951/96); luego escribí otro volumen pero ya dedicado exclusivamente a los guionistas, que puede bajarse gratuitamente de Internet y se titula Hablan los autores. Y a principios de 2011 la misma universidad editará la continuación del primer libro, es decir, la historia de nuestra televisión pero desde el ’97 hasta el año 2008. Varias veces he pensado “¡qué suerte que cuando me propusieron hacer la segunda parte, a fines de 2007, el período a considerar sólo incluyó desde el ’97 hasta el año 2008!”.

¿Por qué? Porque todos estos libros de finalidad educativa y valorativa de la pantalla chica vernácula, se han basado en infinidad de entrevistas a personalidades de los distintos oficios y profesiones del medio. Si el libro hubiera contemplado los últimos dos años, 2009 y 2010, ¿a quién habría tenido que hacerle notas? ¿Al artista chocolatero Ricardo Fort, a la travesti Zulma Lobato, al Amigacho, a la Mole Moli? ¿O tal vez a la “gran actriz” Juana Viale? ¿O a la “excelente periodista” Anabella Ascar?

Nadie puede negar –al menos si se pone del lado del público– que la creatividad de la tele argentina está pasando por su momento más oscuro. Pobreza de ideas tal vez sólo comparable a los años de la dictadura, con la diferencia de que en ese momento la imaginación estaba cercenada por la censura y hoy hay, diríamos, casi una hemorragia de libertad expresiva.

Pensemos en las excusas que nos darían los programadores. Este medio se sostiene en cuatro patas: contenidos, tecnología, recursos (léase ingresos publicitarios) y contexto social. ¿Qué les estará fallando? ¿Por dónde se les suelta la cadena?
Si decimos que los contenidos no sobrepasan la mediocridad general, ¿a cuál de las otras cuatro patas le echamos la culpa? ¿Los que crean o deciden qué proyecto elegir son menos ingeniosos que la tabla del uno? Pasemos a algo más fácil de dimensionar. ¿Faltan recursos? Los ingresos publicitarios ya venían en decadencia desde mediados de la década del ’90 y sin embargo tuvimos productos creativos como Vulnerables, Tiempo final, El garante, Los Simuladores, Hermanos y detectives, Los exitosos Pells, telenovelas como Vidas robadas, etc...

Por otro lado, antes, en los ’80 democráticos, Situación límite se hacía con cuatro actores y una tarima, y a principios de los ’90, La familia Benvenuto era una comedia en vivo realizada totalmente en interiores. Y hoy los americanos producen el ficcional In Treatment con menos decorado que nuestro periodístico A dos voces; y en la exitosísima y super inteligente serie Dr. House siguen mostrando el plano general de la maqueta de la clínica, con la misma camioneta negra de juguete estacionada a la izquierda.


Mientras ellos, repito, los yanquis, aún en plena crisis, crean Lie to Me, Death Drop Diva, The Good Wife, The Big Bang Theory, etc... todas series de bajo presupuesto con detalles originales, nosotros ¿qué vemos?: Malparida, una historia otra vez basada en la venganza (¡pobre Montecristo!) con vericuetos infantiles, diálogos superfluos y actuaciones que –¿será culpa del texto?– parecen de alumnos de una muestra de teatro de primer año de estudios.

Por otro lado seguimos soportando la “tinellización” del resto de la pantalla, los ciclos parásitos (de chimentos, de archivo, de panel, es decir, los nuevos géneros que pululan desde que la falta de plata es la coartada de lo paupérrimo en ingenio) que reproducen los enfrentamientos de jurados y bailarines del programa de Tinelli, ese productor que se ha convertido en el sinónimo de la palabra televisión, gracias al porcentaje de menos de mil familias contratadas por Ibope que le dan los puntos de rating necesarios como para “representar el gusto de más de 40 millones de argentinos”.

Al mismo tiempo, otros conductores de la medianoche que antes lo criticaban (a Tinelli) y mientras tanto presentaban a los “ilustres desconocidos”: científicos, escritores, poetas, hoy llevan a su sofá a chicas mediáticas y les preguntan de qué manera les gusta practicar el sexo oral.

Y finalmente nos queda la guerra periodística entre multimedios (oficialismo vs. Clarín o viceversa) que ya ha facilitado las clases de todos los docentes de periodismo, que años atrás debían rastrear los medios para buscar ejemplos para sus alumnos, a fin de mostrarles los mensajes subliminales, y los procesos inadvertidos de socialización, y ahora los resaltan groseramente sin esfuerzo con sólo mirar los títulos, volantas, copetes, epígrafes.

Ahora ya nada es desapercibido, subrepticio. Todo es chapucero, evidente, provisional. Porque los que están en contra del Gobierno criticarían (en sus programas de entrevistas, noticieros o de almuerzos) hasta que la Presidenta invente la grajea de la inmortalidad, y los que están a favor les parece que todo lo que hacen los funcionarios K es maravilloso y providencial, perjudicando la imagen del mismo Gobierno con tanto chupamedismo.

Lo peor de todo lo expuesto es que, como escribió alguna vez Joan Ferrés, en la relación de la televisión con el público se invierte el efecto placebo. El placebo es un medicamento inocuo (un globulito de azúcar) que algunos médicos dan a sus pacientes hipocondríacos, los cuales los consumen creyendo que contienen una droga curativa y por sugestión se sienten mejor. La televisión, al revés, es consumida por el público pensando que no nos produce ningún efecto, y sin embargo, nos simplifica el pensar con estereotipos reduccionistas, nos afecta el buen gusto con productos baratos intelectualmente y hasta morbosos, nos da modelos de identificación muy criticables, y pretende enternecernos con sujetos ridículos, enfermos de narcisismo o directamente de apariencia psicótica.

Ojalá si los productos de la pantalla chica argentina no cambian nos animemos a decir y hacer como Groucho Marx: “La televisión es un invento muy educativo, cuando veo que alguien enciende un televisor, voy a la biblioteca y leo un libro”.




* Guionista, periodista, psicólogo social.

LA VIEJA DE ATRAS - GUIÓN Y DIRECCIÓN: Pablo José Meza


Por Juan Pablo Cinelli
http://www.pagina12.com.ar/diario/suplementos/espectaculos/5-20539-2011-01-20.html
 
El noventa por ciento de quienes hacen películas en la Argentina sabe que, dadas las actuales condiciones de mercado, deberá resignarse a que el éxito se reduzca a conseguir una segunda o tercera semana de proyección. Lo cual, en muchos casos, es una lástima. Sin ser un gran film en el balance general, La vieja de atrás, segunda película de Pablo José Meza, se destaca como un trabajo digno que ofrece por lo menos un par de motivos muy sólidos para hacerla atractiva: Adriana Aizemberg y Martín Piroyansky. No es que no tenga otros méritos, pero las actuaciones de sus dos protagonistas son el alma de La vieja de atrás. En primer lugar, la Aizemberg (quien hace muy poco también se había destacado en Elegía de abril, último film del banfileño Gustavo Fontán) compone a una vieja que es el retrato de todas las viejas de Buenos Aires y sus amplios alrededores. No habrá quien no tenga en su vida una abuela, una tía o una vecina tan quejosa, desconfiada y entrometida como la Rosa que ella interpreta para la película de Meza.

Confinada en su departamento del noveno piso, Rosa “es” sola. Apenas la acompaña una televisión omnipresente, que permanece encendida aun cuando ella sale. Aizemberg ha sabido capturar y reproducir con gracia los tics que en tantas señoras grandes son menos consecuencia de la soledad que del abandono en que se encuentran. Rosa vive pendiente de lo otro, lo que la rodea: las noticias alarmistas de los informativos, la mugre de los chinos que (según ella) invaden Buenos Aires, de denunciar al perro que se instaló en la puerta del edificio y no se quiere ir, de no levantar las persianas de su casa para que no la vean de afuera. La presencia nebulosa de esos otros es lo único que la justifica y tal vez sólo por ella sigue viva.
El caso de Marcelo no es muy distinto: es un chico de un pueblito pampeano, que está en la ciudad casi obligándose a sí mismo a continuar la universidad. Sus padres se niegan a ayudarlo y le piden que vuelva a colaborar con el trabajo en un campo ajeno. Marcelo, que sobrevive con trabajos miserables que sin embargo no es capaz de conservar, es la apatía hecha persona, un modelo de joven moderno que no sabe lo que quiere y mientras más demore en saberlo, parece ser mejor para él. Cuando consigue entablar una relación, lo único que consigue es vincularse con una chica tan fría y repelente como él.

Marcelo y Rosa viven en el mismo noveno piso, pero apenas se tratan. Hasta el día en que él, resignado a no poder afrontar los gastos de su vida de estudiante, emprende el regreso al hogar. Rosa, metida como es, le ofrece casa y comida a cambio de charla. Al principio esto parece fácil, pero no lo es tanto. Marcelo y Rosa son los dos extremos de una misma línea de discapacitados emotivos que, ella por haber quedado fuera del mundo y él por no poder entrar, permanecen impares, sin nadie con quien compartir o soñar la más mínima experiencia de vida. Sin nadie a quien ver “como uno de nosotros”, como dirían los protagonistas de Freaks (Tod Browning, 1932), también discapacitados, pero en otro sentido. Más allá de las buenas actuaciones y de algunas escenas en las que el humor consigue decir con cruda simplicidad lo que otras largas y silenciosas no terminan de redondear, es obvio que La vieja de atrás no necesita de casi dos horas para ser contada. Y ahí reside su debilidad. Por momentos, la película se contagia los vicios de Rosa y queda presa de una serie de reiteraciones y ciclos que la alargan más allá de lo necesario. Aun así, Meza confirma su calidad como director de actores, un mérito para nada despreciable.



SINOPSIS ARGUMENTAL

Un universo pequeño. Solitario. Un departamento quedado en el tiempo, donde gobierna la oscuridad y abunda el silencio. En donde la religión más profesada es el pronóstico del tiempo que dicta una televisión barata. Y donde lo más vivo, es un canario anaranjado que a veces canta.
Allí vive ella. Rosa. La dueña de un alma de 81 años de uso. La mujer del Noveno Be. La vieja de atrás.
Delante, existe otro universo. Solitario también. Un departamento atemporal. Vacío de adornos y desprovisto de objetos útiles. Allí vive él. Marcelo. Un joven venido del campo. Un estudiante de medicina sin dinero. Sin amigos. Y sin nadie que lo ayude a subsistir en la ciudad.
Un ascensor atascado y un encuentro.
Todo cambia. Todo se transforma y se hace nuevo cuando esos dos universos diminutos se mezclan. Se entrelazan. Pareciera que ambos tienen algo que ofrecerse mutuamente.
Por un tiempo, estos dos pequeños mundos coexistirán en un departamento más pequeño aún que será testigo de la gran distancia que existe entre ellos.

FICHA ARTÍSTICA
ADRIANA AIZENBERG – MARTÍN PIROYANSKY
Marina Glezer / Rafael Sieg / Brenda Gandini / Atilio Pozzobón.

DATOS TÉCNICOS
País: Argentina – Brasil. Año: 2010. Género: Drama. Duración: 115 min.
35mm – color – 1:1.85 – Dolby Digital in selected theaters.

FICHA TÉCNICA
GUIÓN Y DIRECCIÓN: Pablo José Meza. PRODUCTORES: Natacha Rébora, Pepe Salvia, Pablo José Meza. COPRODUCTOR: Beto Rodrigues. PRODUCTOR EJECUTIVO: Pepe Salvia. JEFE DE PRODUCCIÓN: Esteban Lucangioli. ASIST. DE DIRECCIÓN: Natalia Hernández. DIR. DE FOTOGRAFÍA: Carla Stella. DIRECTOR DE ARTE: Silvana de La Torre. MONTAJISTA: Claudio Fagundes. MÚSICA ORIGINAL: Sergio Rojas. DIRECTOR DE SONIDO: Adriano Salgado. VESTUARISTA: Roberta Pesci.

Tema Musical de “La Vieja de Atrás”
Compuesto e interpretado por el músico Sergio Rojas



martes, 25 de enero de 2011

cine cosmos uba: Música para astronautas podrá verse el viernes

El cineasta experimental Ernesto Baca exhibe todos los viernes de enero su película Música para astronautas, una reflexión poética sobre la alienación del hombre en la sociedad moderna, que ofrece en una original performance audiovisual. La película se verá por última vez este viernes en su versión de "cine expandido", con banda de sonido en vivo a cargo de Marcelo Mamani y Ariel Chase, y poemas de Pipo Lernoud, a las 22, en el renovado Cine Cosmos UBA (Av. Corrientes 2046, Ciudad de Buenos Aires). 



Protagonizada por Marcelo Páez, Pilar Boyle y Débora Zanolli "la película habla sobre cierta alienación actual donde los personajes quedan sometidos a las imágenes de lo que ellos mismos creen ser. Se desarrolla alrededor de ellos una maquinaria voraz que los condiciona y los afecta", explicó Baca, quien también participó con su film Vrindavana en la sección “Panorama / Lugares” de la última edición del Bafici.

El autor de los largos Cabeza de palo (2002) y Samoa y el mediometraje El sirviente (2009), entre otras películas, proyecta su último trabajo con cinco proyectores simultáneos sobre tres pantallas, en las que hay una imagen central y otras dos que aportan imágenes e informaciones extra, en una performance audiovisual donde además se experimenta con el montaje en vivo de las imágenes.

La película está compuesta por una recopilación de imágenes en color y blanco y negro tomadas por Baca entre 1999 y 2009, que el cineasta unió de manera experimental, al estilo de un collage, en tres partes: "Sinfonía Industrial" (la parte más narrativa, realista y figurativa), "Número 2" (donde la narración se va enrareciendo) y "Música para astronautas" (donde las imágenes explotan en abstracciones y alusiones oníricas).

"Además del montaje simultáneo que me permite el uso de cinco proyectores, la película en este formato propone una lectura más amplificada, una percepción diferente de lo que ocurre y de allí el concepto de cine expandido, porque sale de la idea tradicional de proyección de una sola pantalla y ofrece una lectura conjunta y simultánea de varios canales", explicó el cineasta.


Además de música en vivo hecha con pistas de sonidos en cintas magnéticas, guitarras usadas como violines, teclados, saxo y tambores a cargo de Ariel Chase y Marcelo Mamani, Baca convocó al poeta Pipo Lernoud, quien lee en vivo "poemas que representan el espíritu que la película intenta transmitir, algo que tiene que ver con la maquinización del hombre y su sometimiento a la tecnología".


Para Baca, "este tipo de proyecciones tienen que ver con una postura ideológica en el sentido de revalorizar el uso del celuloide frente al video y, en este caso, la proyección en formato original de Súper 8 mm. La idea es recuperar cómo fue hecho con los medios con los cuales fue hecho, es decir, seguir la propia lógica con la que fue concebida".

http://www.elargentino.com/nota-123588-medios-122-Ernesto-Baca-y-su-original-propuesta-de-cine-expandido.html