sábado, 31 de mayo de 2014

ASTERISCO FESTIVAL INTERNACIONAL DE CINE LGBTIQ - 3 AL 8 DE JUNIO DE 2014

CINE-FESTIVAL ASTERISCO-PROGRAMACION




APT* PARA TOD* PÚBLIC*

Festival Asterisco propone un panorama de cine bueno y raro, pero, sobre todo, un atentado contra el sentido común que ataca con clásicos, experimentos, desconocidos y consagrados desde Jean Cocteau, Werner Schroeter y Bruce La Bruce, hasta el último grito del posporno. Más de 130 películas, films inhallables, un premio a las producciones nacionales en proceso, visitas internacionales como la cineasta y activista lesbiana Monika Treut y Jef Barbara, la promesa pop que viene de Canadá. Aquí, algunos imperdibles y los entretelones contados por Albertina Carri, directora artística del festival.
http://www.pagina12.com.ar/diario/suplementos/soy/1-3459-2014-05-31.html
http://www.elcomercial.com.ar/index.php?option=com_telam&view=deauno&idnota=454196&Itemid=116

Buenos Aires, 30 de mayo (Télam).- 
La primera edición del Festival Internacional de Cine Lgbtiq Asterisco se realizará a partir del martes próximo con 130 películas de 30 países, muchas de las cuales se proyectan en carácter de estreno. 

Asterisco es un festival internacional de cine sobre diversidad sexual que viene a celebrar las diversas y múltiples maneras de ser, de amar y de estar en el mundo, de relacionarse y formar familias, de convivir en equidad y respeto por las diferencias. 

El festival se llevará a cabo en el Cine Gaumont, Espacio Incaa KM0, el auditorio Leonardo Favio de la Biblioteca del Congreso Nacional, la Escuela Nacional de Experimentación y Realización Cinematográfica (Enerc), la sala Bama Cine Arte y el Museo de Arte Latinoamericano de Buenos Aires (Malba). 


Entre las secciones en que estará dividido el certamen figuran "La piel que habito", al que los organizadores definen como "el mayor órgano visible de Asterisco, porque la protección de cada personalidad y su continua comunicación libre con el mundo es una doble tarea que hay que celebrar a lo grande, como la diversidad lo necesita y lo merece". 

"El huevo de la serpiente" es otra sección que reúne filmes sobre "las personas resisten, y de su resistencia surgen relatos que el cine amplifica y preserva como memoria de la crueldad y del heroísmo de aquellos que son quienes a pesar de todo. Imágenes de denuncia, como armas de resistencia, que harán mutar a la serpiente de Bergman". 

También habrá otras secciones como "Pioneros Queers", "Avenida TransBrasil", "Exhumaciones" y "La alegría de vivir", además de un homenaje al cineasta Jorge Polaco, a quien definen como "un referente hipnótico para quienes se enfrentaban a una normalidad (…) era un niño terrible, y el niño terrible en el rol del payaso del pueblo, piedra de escándalo y libertad" 

Los jurados para la Competencia de Largometrajes serán la alemana Monika Treut, una importante activista en el ámbito político y social, que además tendrá una retrospectiva de su trabajo; el escritor y cineasta argentino Martín Rejtman, y Suzy Kapo, programadora, curadora, productora y periodista brasileña que dirige el Festival Mix Brasil de Diversidad Sexual. 

El jurado para la Competencia de Cortometrajes, estará integrado por Marlen Wayar, psicóloga social, activista trans y cofundadora de la Red Trans de Latinoamérica y el Caribe y directora de "El Teje", el primer periódico travesti de Latinoamérica; Jef Barbara, cantante canadiense, y Rafael Sampaio, productor, programador y curador audiovisual brasileño, que además es el curador de la sección Avenida Trans Brasil del Festival Asterisco. 

En tanto, la cineasta argentina Liliana Paolinelli, la productora Lita Stantic y el cineasta Rodrigo Moreno serán los jurados de la sección Work in Progress. (Télam).- 



“El cine es un arma de destrucción masiva del sentido común. Todo lo demás es otra cosa.” Con semejante premisa, declarada por Albertina Carri (directora de Los Rubios, No quiero volver a casa, La Rabia, entre otras), un festival ideado por ella sólo puede ser rupturista, una bomba de 150 horas que explota en los ojos del espectador, que rompe con las ideas de lo que se supone que es representar cuerpos y sexualidades, que desgarra la dicotomía hombre/mujer para posicionarse en todos esos otros espacios que fluctúan en el medio. Un festival incómodo o incomodador “que celebra la forma de estar en el mundo que tenemos las personas trans, lesbianas, gay, bisexuales, intersexuales y queers, y que tuve el honor de codirigir con dos de las personas que más saben de cine, libertad y desparpajo en Argentina: Diego Trerotola y Fernando Martín Peña”. El Festival Asterisco, mientras festeja la diferencia, va esbozando los contornos de lo que podría ser un gran relato de la sexualidad disidente o, si es que existe, de una forma queer de contar las cosas. La sección El huevo de la serpiente contiene películas que abordan la homofobia de Estado pero también los gestos de resistencia a éste: The Abominable Crime, de Micah Fink, por ejemplo, es un grito de denuncia de la persecución de las personas lgbt en Jamaica al ritmo del reggae; Call Me Kuchu es un documental que registra las últimas imágenes de David Kato junto a la resistencia de activistas que intentan desarticular la red de odio que amenaza a Uganda. Hay una sección dedicada a los pioneros, aquellos realizadores que marcaron camino, como Claudio Caldini, Edgardo Cozarinsky y Jorge Acha. Jorge Polaco tendrá su homenaje como cineasta terrible y piedra del escándalo. La sección Avenida Transbrasil ofrece la oportunidad de entrar en el universo trans brasileño a través a partir de films en su mayoría inéditos en la Argentina. La sección Exhumaciones revive títulos que vuelven del olvido porque todavía tienen mucho que decir: están Cocteau y Radiguet, Sidney Lumet y Al Pacino rescatados y subtitulados. Habrá retrospectivas de popes del cine lgbt, como Monika Treut, Wakefield Poole, Travis Mathews y Rosa von Praunheim, y también un lugar destacado para las gemas del terror con acento queer (Vampiras lesbianas y otros monstruos homoeróticos) y para el posporno.

¿Cuáles son los puntos en común y dónde están las mayores diferencias entre dirigir y programar un festival?

–Programar fue un descubrimiento porque no fue algo que hubiera hecho jamás. Se me fue armando una lógica similar a la de dirigir. La primera coincidencia es armar un equipo para contar un relato, porque un festival también es un relato en sí mismo. El festival es un metraje encontrado. Yendo de una sala a la otra se puede ir armando una narración y un recorrido sobre la diversidad sexual y cultura lgbti. Las distintas muestras del festival hacen un recorrido por distintos aspectos, preocupaciones, necesidades, discusiones y deseos que tenemos las personas lgbt en el mundo, no sólo en Argentina. Hay películas de Filipinas, Australia, Estados Unidos, Francia, México.

¿Cómo se hace para elegir entre toneladas de material?

–El primer trabajo fue rastrear películas de la temática de los últimos años. Lo hicimos a través de las últimas ediciones de los festivales del mundo. En ese rastreo llegó un momento en el que tuvimos unas ciento y pico de películas de los últimos dos años para ver. El criterio siempre fue que por lo menos dos de los programadores las hubiéramos visto y discutido. Fue un verano en el que vimos películas compulsivamente.

¿Costó ponerse de acuerdo entre los tres?

–Hubo alguna que otra discusión. Pero estuvo muy claro de entrada el tipo de festival que queríamos. Era importante sacarle el peso de lo temático. Para que justamente se convierta en un festival de cine, que piense en cine en términos de relato y que piense cómo representar a una travesti o un relato de denuncia. No es que dijimos “las problemáticas lgbti son éstas, así que tenemos que cubrir esto, esto y esto. Hay que hablar de tal cosa y no puede quedar afuera tal otra”. No es un festival periodístico. Es un festival de hallazgos cinematográficos.

¿Cómo se hace para encontrar a los directores que valen la pena?

–Yo empecé a hacer este trabajo con mucho temor porque soy directora de cine, no programadora. Por eso llamé a dos de los programadores más interesantes de la Argentina, que son Diego Trerotola y Fernando Peña. Uno de los grandes descubrimientos fue la certeza de que hay un relato lgbt cinematográfico con ciertas constantes en la forma de narrar.

¿Te acordás de haber visto algo muy malo?

–Vi muchas cosas muy malas. Realmente es muy llamativo lo malo que es el cine español en líneas generales. Es muy impresionante que tengan cosas tan malas y también un Almodóvar, que dentro de los directores vivos es uno de los más importantes y revolucionarios en todos los sentidos, además de popular, o un Buñuel. Cuando conocí el pueblo tan árido en el que nació Buñuel pensé: “Es increíble que este tipo haya hecho lo que hizo desde este lugar”. Tal vez esa aridez es la que lo educó. Vi muchos cortos españoles horribles. Uno de ellos fue especialmente malo. Dos hermanas enamoradas. Un personaje que no paraba de sufrir, sufrir y sufrir. Mal filmado también. El relato de sufrimiento del gay maltratado en general es muy difícil de hacer y que salga bien. Y entre las historias de chicas es muy común caer en el amor imposible, historias muy densas, de no poder decir. Esos son dos tópicos frecuentes, bastante mal llevados y arquetípico. Pero hay que pensar que en ese sentido Argentina tiene mil de años de ventaja. Tenemos una película holandesa filmada en Ucrania sobre un intento de marcha del orgullo del 2012. Estos directores fueron y entrevistaron a gente en la calle para preguntarles qué pensaban de la posibilidad de hacer la marcha. Y las barbaridades que dice la gente son muy impresionantes. Ese tipo de discursos bestiales también provoca este tipo de películas con relatos muy opresivos.

¿Cómo ha cambiado el cine lgbt en estos últimos años?

–El lesbianismo todavía es tabú. Fue muy difícil conseguir cosas buenas sobre ese tema. De hecho, en volumen (juntando buenas, malas, regulares, con toda la subjetividad que esto implica) las películas lésbicas son las que menos nos llegaron. El cine trans es un cine muy joven en el sentido de que tampoco hay tanto. Sí hay muchos cortometrajes. Es un cine muy vivo, interesante, que respira y está, justamente, en transición. Entre los temas que abundan, una cosa que me llamó la atención fue que me encontré con varias historias de amor gay donde el esquema es “hombre casado con mujer, supuestamente heterosexual, conoce a chico gay y se enamora”. Me llamó la atención porque en mi imaginario me resultan historias de otra época pero se ve que siguen sucediendo.

¿Podés mencionar alguno de los hallazgos de Asterisco?

–Uno fue Fukujusô, que es una película japonesa que encontró Peña en Italia y que se pasó por primera vez fuera de Japón el año pasado. Se había estrenado en el año ’35 y después se prohibió. Es una historia de amor entre chicas, otra vez, imposible. Es una joven que se enamora de la mujer de su hermano. Ese sin duda fue un gran hallazgo. Cada una de las películas de la competencia en su estilo, formato, estilo y género es un hallazgo, son narraciones fuertes, contundentes. Hay una cosa curiosa que pasa en los festivales, que es que siempre te dicen “lo mejor está fuera de competencia”. Es un lugar común de pasillo. Da la sensación de que siempre se pone lo más radical fuera de competencia, y que la competencia es un lugar cómodo. Esta competencia no tiene nada de confortable y ésa es toda una declaración de principios.

¿De qué se trata la sección Vampiras lesbianas?

–Es cine de terror. En esta primera edición de Asterisco poder tener cine de terror es un orgullo. A esa sección la pensamos a partir de Los labios rojos, una película belga del ’70, que finalmente no se programó porque no la pudimos traer. A partir de eso empezamos a hablar de las representaciones lésbicas en el cine, que siempre son a partir del monstruo. También tenés a las presas, violentas, asesinas y chorras, la escoria de la sociedad. A las vampiras lesbianas les fuimos agregando otros monstruos homoeróticos. Esta sección es una joya del festival, como también lo es El huevo de la serpiente, una sección de denuncia de políticas criminales y estatales, donde hay películas como El crimen abominable, que me impresionó. Son unos militantes perseguidos en Jamaica que terminan exiliándose. Muestran las letras reggae homofóbicas que directamente se traducen como “maten al puto”.

¿Qué te pasa a vos frente al cine lgbt como directora?

–Como directora de cine y televisión nunca digo “voy a contar tal tema”, sino que más bien es un recorrido de conceptos los que me van llevando a una película. Con respecto al festival, al darme cuenta de que faltaba material cinematográfico lésbico sentí una responsabilidad. Eso no quiere decir que a partir de ahora voy a hacer solamente cine lésbico. De hecho yo ya hice una película lgbt hace 14 años, que fue Barbie también puede eStar triste. Con las películas fallidas sufro cuando veo una buena escena y después veo algo que no me gusta. Pero trato de no mirar tanto cine desde mí, tanto en términos de primera persona. Pero sí tengo las mañas del oficio, del ojo, de quedarme mirando mucho la cámara y no sé si es a eso a lo que exactamente habría que prestarle atención.
Pierrot Lunaire
de Bruce LaBruce (EE.UU., 2014)
Inspirándose en hechos reales que tuvieron lugar a fines de los setenta, LaBruce narra la historia de amor entre un hombre trans y una chica, con música interpretada por Premil Petrovic sobre la composición de Schönberg que da título a la película. Este extraño e hipnótico viaje sigue el impulso de la música atonal para volcarse a las calles nevadas de Berlín de la mano de un "dandy masculino", en un trip en blanco y negro en el que LaBruce parece parodiar/homenajear a su compatriota canadiense Guy Maddin y a los pioneros del cine homoerótico underground. Pierrot Lunaire ganó el Premio Especial del Jurado en el Festival de Berlín 2014.
Viernes 6 a las 15, Gaumont 1. Sábado 7 a las 21, Gaumont 1. Domingo 8 a las 19.
Hellraiser
de Clive Barker (Inglaterra, 1987)
El sentido de la moda del activismo queer impregna la obra completa de Barker, especialmente en la saga de Hellraiser, en la que se hace referencia al sadomasoquismo y a la cultura "urbana primitiva" del body-piercing y la escarificación. Barker fue un dramaturgo under en Londres a mediados de los setenta, y una vez fue arrestado por Scotland Yard por culpa de algunas de sus más extremas ilustraciones sadomasoquistas. Aun así, Barker se sorprendió cuando Pinhead, un personaje de la saga Hellraiser cuyo nombre se explica solo ("cabeza de alfiler"), se convirtió en algo cercano a un símbolo sexual, por lo menos a juzgar por las tarjetas de las respuestas del público que Barker pudo observar. Como un crítico escribió acerca de Barker y Pinhead, "las fantasías fetichistas de Robert Mapplethorpe podrán ser demasiado para la Galería Corcoran de Washington D.C., pero el semblante puercoespinoso de Pinhead adornó la vía pública en Estados Unidos no una sino dos veces; la segunda de ellas gracias a su regreso, a pedido del público, con Hellbound. Un punto más para los géneros que lideran el mainstream. Barker es persistente en cuanto a su interés por explorar el género como una poderosa metáfora de los queer, al observar el atractivo emocional que este tiene en individuos que anhelan liberarse de las constricciones y construcciones de lo normal.
Jueves 5 a las 24, Malba. Sábado 7 a las 23, Gaumont.
Kátia
de Carla Holanda (Brasil, 2012)
"Aunque nací en Piauí, la primera vez que escuché hablar de Kátia fue en San Pablo, a través de los diarios e Internet. Ella ya era una figura conocida en los medios por haber sido la primera travesti electa para ocupar un cargo público en Brasil.
Su apellido fue lo que me llamó la atención: los Tapety son una de las familias tradicionales más ligadas a la política en ese estado". Esto cuenta Karla Holanda, directora de este documental que nos presenta a Kátia Tapety, una hiperactiva señora de 60 años ("solar, espiritual, sin filtro", la describe Holanda) casada desde hace 20 años con el mismo hombre y madre de tres hijos. Kátia nació como José, y en su largo camino desde un pueblito del sertão acumuló innumerables historias para contar: no solo ganó tres elecciones seguidas a concejala municipal, sino que también ejerció el cargo de vicealcalde entre 2004 y 2008, y se ganó el respeto de su religioso y conservador municipio.
Miércoles 4 a las 16.20, Congreso. Jueves 5 a las 16, Gaumont 3.
She Said Boom: The Story of Fifth Column
de Kevin Hegge (Canadá, 2012)
Kevin Hegge cuenta que, luego de entrevistar a Kathleen Hanna, con un amigo salieron a correr por las calles de Nueva York como dos adolescentes alocados. Es posible imaginar a la gente saliendo de ver esta película tomando las calles de Buenos Aires en una explosión sinérgica de punk-queer-core-música feminista-fuerza orgásmica-found footage. She Said Boom: The Story of Fifth Column es un viaje energizante por la historia de esta banda de punk formada en los tempranos ochenta por un grupo de chicas que no solo desafiaban los roles de género, sino que también ponían en cuestión la creación artística misma. Fifth Column, entonces, no era solo una banda punk feminista, sino un movimiento que involucraba fanzines, películas en Super 8, Do It Yourself y mucho queer. Con entrevistas a la imponente G. B. Jones y otras miembras y otr*s colaborador*s, She Said Boom es una proclama anticapitalista y antipatriarcal.
Domingo 8 a las 20, Gaumont 3. Viernes 6 a las 20, BAMA 2.
El proyecto de Beti y el hombre árbol
de Alvaro Buela (Uruguay 2013)
En un sueño hiperreal, ciertas nubes (por cierto, muy “fatamorgánicas”) nos sumergen desde el inicio en las hojas de un improbable pero jamás mutilado cuaderno en el que alguien, al fin, logra urdir esta singular especie de novela interruptus (que, por suerte, no tiene punto final). La película está construida en su propio y personal pero nada abstracto universo, como hojas de un mismo hombre-árbol en cuyas ramas fluye la propia resistencia, capaz de novelar sin velar este sinfín de situaciones falsamente reales o realmente ficticias (da lo mismo). Esto es algo que se agradece cuando contemplamos las peripecias de un universo con guiños a ciertos anclajes del desvarío genial, entre otros: Antonin Artaud, Samuel Beckett y Pierre Molinier, para quien (como, en el fondo, también para Beti) “ser su propia mujer” ya no le resulta difícil, al contrario. La ficción-documental se enseñorea cuadro tras cuadro y logra encarnarse en el enorme y legendario intérprete Alberto Restuccia, deliciosamente captado por el director Alvaro Buela. En esta especie de “road vida”, cine realidad o puesta en el mundo, ya no hay máscaras que puedan colocarse en los poemas abyectos, los vestuarios con huecos de panzas deliciosamente obscenas, los maquillajes ultracargados y, sobre todo, la poderosísima expresividad.
Jueves 5 a las 12.10, Congreso. Viernes 6 a las 16, BAMA 2. Sábado 7 a las 21, Gaumont 3
To be Takei
de Jennifer M. Kroot (EE.UU., 2014)
No podía ser de otra manera: de la nave de Star Trek, tal vez la más multicultural de la historia de la TV, sigue brotando diversidad. No se trata de otra ficción homoerótica creada por fans sobre un romance entre el Capitán Kirk y Spock, sino la salida del closet de George Takei, quien interpretaba al icónico Hikaru Sulu y comenzó a tripular la serie desde sus inicios a mitad de los sesenta. Jennifer M. Kroot logra retratar la intimidad de Takei en varias dimensiones: como actor de culto en convenciones, como activista mediático gay en defensa del matrimonio igualitario y los derechos civiles, como testimonio del sometimiento de los migrantes japoneses en Estados Unidos durante la Segunda Guerra Mundial, y como esposo de Brad en momentos festivos y dolorosos. La vida de Takei cubre varios flancos que van desde la cultura pop -incluso su actuación al lado de John Wayne- hasta un compromiso con los derechos humanos que pocas figuras así de populares adoptaron con tanta humanidad. Y ese rango dinámico de To Be Takei hace que pueda contener tanto humor negro (con una escena que parece recrear a El gran Lebowski) como emotivas historias de vida que pueden activar el lagrimal.
Miércoles 4 a las 20, Gaumont 3. Sábado 7 a las 22, BAMA 2.
Valencia (EE.UU., 2012).
Película realizada por veinte directores, basada en la novela homónima de Michelle Tea.
Lesbos (la isla) es demasiado cool, demasiado vainilla, y nada de tierra prometida (ojo que la tierra prometida puede terminar casada). ¿Qué torta quiere un mito de origen en el que Safo encima tenía novio? Es más: ¿quién quiere tener un mito de origen? Mejor que un mito es una contraseña: Valencia (la película). Que Valencia quede en San Francisco y no en España ya es un bautismo torcido, un signo. Es una calle política donde las tortas de los noventa vivieron una utopía libertaria en la que los flujos del deseo no eran simplemente una metáfora. Los paraísos artificiales convivían con los ciclos de la menstruación; era posible secuestrar el fist-fucking para goce del propio culo y convertir el hecho de ser amante de las mujeres en una profesión de por vida (ésa es la bandera de Michelle, la protagonista). El bing bang de la identidad no es una declaración de principios, sino que dinamita la película toda. Veinte directores, veinte estilos, una Michelle gorda, otra chicata, otra trava, otra muñeca inflable, otra latina, otra Angelina Jolie, que siempre cambian de escenario, chupan, se drogan, cogen lo que les gusta (otra que la monótona migración de dama con miriñaque a caballero espadachín del Orlando de Virginia Woolf) y ¡MILITAN! Todas aman a Iris, que también cambia pero se sustrae (¡ah, ese charme de la amada que dice yo te quiero/yo tampoco!): la igualdad es un opio sedentario; la reciprocidad exacta, un negociado.
Valencia no denuncia ni pide respeto: actúa. Es libertina, orgiástica, veloz (las tortas de Valencia inventan cosas menos burocráticas que el dark room), y posee una poética que se expande en el texto (prueben verla por segunda o tercera vez y escuchar sólo la voz en off o leer sólo los subtítulos, y habrán hecho el ritual de recitar un himno torta afrodisíaco genial). En Valencia el dolor de amar no es desdichado sino la puesta en movimiento de una polieuforia de vivir en arte sin las imposturas dandies, sin las melancolías románticas y sin la depresión existencialista, un arte cuya máxima aspiración al mercado puede ser una fiesta (ah, ese provocativo amateurismo torta): escribiendo poemas / angustiados y brillantes, / dibujando comics, / pintando cuadros / gigantes y dolorosos, / es decir: viviendo.
Jueves 5 a las 22, Gaumont 3. Sábado 7 a las 20, BAMA 2.

Cine Gaumont Espacio INCAA, Rivadavia 1635. $ 8

Auditorio Leonardo Favio
de la Biblioteca del
Congreso de la Nación
Alsina 1835. Gratis
ENERC
Moreno 1199. Gratis
BAMA Cine Arte
Av. Presidente Roque Sáenz Peña 1150/56. $ 10
Malba
Av. Figueroa Alcorta 3415.
$ 15
Fundación PROA
Av. Pedro de Mendoza 1929.
$ 10
Casa Brandon
Luis María Drago 236.
Gratis
Universidad Torcuato Di Tella Av. Figueroa Alcorta 7350.
Gratis

jueves, 15 de mayo de 2014

Neorrealismo italiano en el BAMA

stromboli

Neorrealismo italiano en el BAMA

La Fundación Cinemateca Argentina, en su 65 aniversario,  con el auspicio del Ministerio de Relaciones Exteriores italiano y el Instituto Italiano de Cultura, ha organizado un ciclo denominado Neorealismo italianoque se llevará a cabo del viernes 16 al miércoles 28 de mayo en el BAMA Cine Arte (Avda. Roque Sáenz Peña 1150).
Las funciones serán presentadas por Daniele Dottorini docente de “Historia del cine italiano” en la Universidad para extranjeros de Perugia, y en el DAMS de la Universidad de la Calabria, donde desde 2005 es también docente de “Teoría y técnica de montaje” y de “Instituciones de historia del cine”.

La agea completa del ciclo es la siguientes:
Viernes 16:   Roma ciudad abierta   (Roma cittá aperta; 1945) Dirección: Roberto Rossellini. Con: Anna Magnani, Aldo Fabrizi, Maria Michi, Marcello Pagliero.
Punto de referencia absoluto del denominado movimiento neorrealista. La historia tiene entre sus protagonistas a un sacerdote (espléndidamente interpretado por Aldo Fabrizi) que alude a la historia real de dos curas que lucharon por la causa antifascista.
A las 18.30 horas. (105′)
Sábado 17:   Paisá   (1946) Dirección: Roberto Rossellini. Con: Maria Michi, Gar Moore, Carmela Sazio, Dots M. Johnson, Harriet White, Bill Tubbs, Dale Edmonds.
Un año después de “Roma città aperta”, Rossellini vuelve a reflexionar sobre las heridas dejadas por la guerra. La elección de dividir la película en seis episodios le permite delinear una suerte de políptico que, lejos de fragmentar el relato logra mantener una fuerte unidad dramática.
A las 18.30 horas. (134′)

Domingo 18:   Ladrón de bicicletas  (Ladri di biciclette; 1948) Dirección: Vittorio De Sica. Con: Enzo Staiola, Lamberto Maggiorani, Lianella Carell.
Un desocupado al que le acaban de robar la bicicleta, indispensable para el trabajo que acaba de conseguir, va con su pequeño hijo a la búsqueda del ladrón por las calles de la Roma de posguerra.
A las 18.30 horas (88′)
Lunes 19:    Alemania año cero  (Germania anno cero; 1948) Dirección: Roberto Rossellini. Con: Ernst Pittschau, Edmund Moeschke, Ingetraud Hinze, Erich Gühne, Franz-Otto Krüger.
Obra maestra de Rossellini, en “Alemania año cero” están condensadas todas las temáticas caractéristicas del cine neorrealista: los actores no profesionales, las largas tomas en exteriores, las historias de gente común y la atención dirigida a la infancia.
A las 18.30 horas. (78′)

Martes 20:   Stromboli tierra de Dios  (Stromboli terra di dio; 1950) Dirección: Vittorio De Sica. Con: Ingrid Bergman, Renzo Cesana, Mario Vitale, Mario Sponzo.
La película se filmó en la isla de Stromboli y muchos habitantes de la isla participaron en su realización. Durante la filmación, una erupción del volcán dio pie a la realización de varias escenas que no estaban previstas en el guión.
A las 18.30 horas. (107′)
Miércoles 21:  Milagro en Milán (Miracolo in Milano; 1951) Dirección: Vittorio De Sica. Con: Emma Gramatica, Francesco Golisano, Paolo Stoppa,   Guglielmo Barnabò, Brunella Bovo, Alba Arnova, Anna Carena.
La película se desarrolla como un cuento y tiene como protagonista a un niño huérfano que sueña con un mundo mejor. Terminará por unirse a un grupo de vagabundos y será él quien, al final de la película, los guíe hacia ese país imaginario tan deseado.
A las 18.30 horas (92′)

Jueves 22:   Umberto D  (1952) Dirección: Vittorio De Sica. Con: Carlo Battisti, Maria-Pia Casilio, Memmo Carotenuto, Elena Rea, Lina Gennari.
La película es un homenaje que el director rinde a su padre, Umberto De Sica. Roma hace de telón de fondo y simples melodías acompañan, junto con los sonidos y los ruidos cotidianos, ese sentido de una vida austera y de profunda soledad que la historia emana.
A las 18.30 horas. (91′)

Viernes 23:  Pan, amor y fantasía   (Pane, amore e fantasia; 1953) Dirección: Luigi Comencini. Con: Vittorio De Sica, Gina Lollobrigida, Roberto Risso, Marisa Merlini.
“Pan, amor y fantasía”, Luigi Comencini utiliza las técnicas y los ambientes típicos del neorrealismo para crear una comedia romántica que tiene como protagonistas a una chica pobre de provincia y a un comandante de los  carabineros.
A las 18.30 horas. (92′)

Sábado 24:    Te querré siempre (Viaggio in Italia; 1954) Dirección: Roberto Rossellini. Con: Ingrid Bergman, George Sanders, Maria Mauban, Paul Muller, Anna Proclemer, Leslie Daniels.
Un matrimonio inglés reencuentra, a contacto con el Sur de Italia, una posibilidad de comunicación que creían perdida. Poco comprendida por la crítica italiana, fue sin embargo exaltada por los críticos franceses y tuvo una fuerte influencia sobre el cine moderno de los años ’60.
A las 18.30 horas. (80′)

Domingo 25:  Bandidos de Orgosolo (Banditi ad Orgosolo; 1961) Dirección: Vittorio De Seta. Con: Vittorina Pisano, Michele Cossu, Peppeddu Cuccu.
Un joven pastor sardo, injustamente perseguido por la policía, se une al bandidaje. El documentalista siciliano Vittorio De Seta retrata un mundo campesino, con sus comportamientos y valores. La película se filmó integralmente con actores no profesionales.
A las 18.30 horas. (98′)

Lunes 26:   Roma ciudad abierta (Roma cittá aperta; 1945) Dirección: Roberto Rossellini. Con: Anna Magnani, Aldo Fabrizi, Maria Michi, Marcello Pagliero.
A las 18.30 horas. (105′)

Martes 27:   Paisá (1946) Dirección: Roberto Rossellini. Con: Maria Michi, Gar Moore, Carmela Sazio, Dots M. Johnson, Harriet White, Bill Tubbs, Dale Edmonds.
A las 18.30 horas. (134′)

Miércoles 28:    Ladrón de bicicletas  (Ladri di biciclette; 1948) Dirección: Vittorio De Sica. Con: Enzo Staiola, Lamberto Maggiorani, Lianella Carell.
A las 18.30 horas (88′)

Juan Pablo Zaramella en la FADU


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El lunes 19 de mayo nos visitará Juan Pablo Zaramella, ilustrador argentino reconocido y premiado internacionalmente, preseleccionado para el Oscar al Mejor Corto animado. La Cátedra Belluccia lo recibe y agradece su disposición, e invita no solo a sus alumnos sino al público en general a presenciar esta interesante disertación.
Lunes 19 de mayo en el aula 301 (3º Piso, Pabellón 3, Ciudad Universitaria).
Juan Pablo Zaramella es egresado del Instituto de Cine de Avellaneda como Director de Cine Animado. Empieza su carrera profesional haciendo cortos que dirige, guiona y anima él mismo. Estos trabajos atraen la atención de agencias y productoras, y comienza a dirigir publicidad para todo el mundo. Entre otros cientos de premios sus películas han obtenido el Cóndor de Plata al Mejor Cortometraje en tres oportunidades, y su último cortometraje «Luminaris» ya ha recibido más de 300 premios internacionales y fue preseleccionado al Oscar al Mejor Corto Animado.

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miércoles, 14 de mayo de 2014

H.R. Giger, el creador de Alien, murió tras sufrir una caída

El artista de 74 años dibujó y diseñó al famoso depredador de la ficción
 
H.R Giger falleció a los 74 años. 
Alien es uno de los seres más logrados de la ciencia ficción. Ayer, en Suiza, a los 74 años, murió H.R. Giger, el creador de ese depredador que se instaló en la historia del cine fantástico de la mano del director Ridley Scott.
El artista y escultor, quien ganó un Oscar por los efectos especiales de Alien, el octavo pasajero, en 1980, cayó de las escaleras de su casa lo que le provocó heridas graves que causaron su muerte.
Giger también había participado en el primer intento de llevar a la pantalla grande la novela Dune, de Frank Herbert, en 1970. El proyecto, que nunca vio la luz, estuvo bajo la dirección artística de Moebius y en manos del director chileno Alejandro Jodorowsky, quien había invitado a participar a Giger, Orson Welles, Salvador Dalí, al ilustrador inglés Chris Foss y a Pink Floyd.

miércoles, 7 de mayo de 2014

Orson Welles por Pablo De Vita



Orson Welles sigue en el centro de la escena

Cumplió 70 años El ciudadano. Para muchos, es la mejor película de todos los tiempos, pero significó bastante poco en su momento. Sólo ganó un Oscar al guión. Aunque después se arrepintió, Borges dijo que era tediosa y pedante

http://www.lanacion.com.ar/1372176-orson-welles-sigue-en-el-centro-de-la-escena
Viernes 13 de mayo de 2011 

El ciudadano fue la epopeya personal de un joven de 26 años que, con su ópera prima, cambió la manera de comprender el cine. Sus magníficos segundos iniciales enmarcan la historia de un hombre que muere solo en una fabulosa mansión, rodeado de todo aquello que existe sobre la Tierra pero en la irremediable soledad. Con su último aliento, de sus labios escapa una palabra inexplicable y casi incomprensible "Rosebud". Sobre ese difícil vocablo y su significado gira la trama de la película que, según el Instituto de Cine Estadounidense, es la número uno de toda la historia del cine y de cuyo estreno se cumplieron 70 años el primero de mayo.
Aunque no tiene el café de Rick de Casablanca , el aura de los planes imposibles que rodearon la filmación de Lo que el viento se llevó , la modernidad implacable que proyecta Sin aliento , el efecto colosal de una cortina de baño en Psicosis ni la seductora Fontana di Trevi de La Dolce Vita El ciudadano de Orson Welles sedujo, en sus decenios de existencia, entre muchos otros teóricos e investigadores, a André Bazin, Pauline Kael, Peter Bogdanovich y Robert L. Carriger.
Críticos, actores, directores y productores siguen admirando incondicionalmente El ciudadano . Los especialistas continúan indagando los misterios, los símbolos y la trastienda de una película que permanece, en opinión de éstos y muchos otros especialistas y cinéfilos, en el sitial dorado de la película perfecta.
En su libro Arcadia todas las noches, Guillermo Cabrera Infante cuenta que Welles consiguió su pasaporte a Hollywood "después de asustar a todos con su Guerra de los mundos , incluso al autor, H. G. Wells, que se apresuró a desmentir el creciente rumor de que él era el padre de Orson Welles, diciendo: 'Ese muchacho y yo no tenemos la menor relación; antes nos separaba el mutuo desconocimiento, ahora nos separa su falta de respeto, su audacia irreverente y los atrevimientos que se tomó con mi original Guerra de los mundos '."
En efecto, el 30 de octubre de 1938, la emisión por la cadena radial CBS de una adaptación de la novela de H. G. Wells en la que, bajo la forma de un noticiero, se anunciaba una invasión extraterrestre provocó reacciones de pánico entre los que no habían escuchado la introducción del programa. Antes de que comenzara la intervención de Welles se había aclarado la naturaleza ficticia de lo que se escucharía.
El impacto de ese radioteatro emitido por la CBS dio a Welles la posibilidad de filmar con todo a su disposición, tal la orden de George J. Schaefer, presidente de la productora RKO. En rigor, los dos primeros proyectos que presentó ( El corazón de las tinieblas de Joseph Conrad y The Smiler with a Knife , de Nicholas Blake) fueron descartados rápidamente porque se decidió que el mejor testimonio de originalidad para la RKO, que necesitaba recobrar bríos y ganancias, era un guión original y por eso se optó por El ciudadano . Luego se supo que la historia era demasiado similar al romance entre el magnate de los medios William Randolph Hearst y su amante Marion Davies, pero ya era demasiado tarde.
El estreno de El ciudadano no deparó el éxito esperado, en buena medida porque los diarios de Hearst bloquearon los anuncios de la película, que tampoco obtuvo el reconocimiento de Hollywood: la Academia sólo le otorgó un Oscar al guión.
El ciudadano era un film tan maldito como olvidado y su importancia en la industria resultó tan ínfima que la siguiente película de Welles, Soberbia , fue totalmente modificada en su montaje por el estudio. Pero el director no se sintió afectado por el abrupto cambio de relación laboral porque trabajaba en un proyecto que lo trajo a América del Sur, a Brasil y también a la Argentina.
El 20 de abril de 1942 Orson Welles pisó suelo argentino. Lo hizo en el aeródromo de Morón, procedente de Río de Janeiro, donde estaba filmando un documental sobre Brasil con la cooperación del gobierno estadounidense. Llegó aquí para trabajar en la preedición en los estudios Alex, pero el film, que se iba a llamar It's All True Es todo cierto ) no sería terminado. Sólo se vio lo que Welles ya había filmado muchos años después, en 1986, en el Festival de Venecia. Lo que ocurrió fue que George J. Schaefer, que había puesto todo a su disposición para El ciudadano , fue sustituido por J. Koerner en la presidencia de la RKO. El telegrama de despido de Welles y el archivo del material filmado en Brasil se realizaron con una celeridad simultánea.
Pero el Welles que llegó a Buenos Aires estaba en el apogeo de su fama, sobre todo para los círculos intelectuales que fueron a aplaudirlo en el Teatro Nacional Cervantes. Allí habló, acompañado por el entonces presidente de la Comisión Nacional de Cultura, Carlos Ibarguren.
Su agenda porteña informa que el lunes asistió a un cóctel ofrecido por los periodistas que dos meses después fundarían la Asociación de Cronistas Cinematográficos; el martes, a un almuerzo con la junta directiva de la Academia de Artes y Ciencias Cinematográficas de la Argentina y también a otro agasajo en los Estudios San Miguel.
Finalizando la jornada, se reunió a cenar con Luis Saslavsky y Alberto de Zavalía, los directores más sofisticados y elegantes del cine nacional de entonces. También estuvo en la entrega de premios de la Academia de Cine de la Argentina, en la que triunfó Los martes orquídeas y una juvenil Mirtha Legrand compartió con la cándida María Duval una mención especial.
Curiosidades del destino: Welles no pudo quedarse con el trofeo correspondiente a la mejor película extranjera porque, a juicio de los académicos porteños, ese galardón correspondía aHombres del mar . La revista Cine Argentino informó que El ciudadano había quedado cuarta en cantidad de votos, detrás de Fantasía , que recibió una mención, y El ladrón de Bagdad .
Welles volvió a la Argentina de incógnito y por escasos días en el mes de agosto para, junto con Carlos Connio Santini y Chas de Cruz, visionar sus filmaciones en tierra carioca.
El ciudadano había tenido su estreno local el 9 de agosto de 1941 en el Cine Ideal, en la calle Suipacha, a pocos metros de la avenida Corrientes. El Ideal era en ese momento una sala de lujo. Languideció posteriormente hasta su cierre, después de haber caído hasta el punto de exhibir filmes pornográficos.
La opinión especializada respecto de la ópera prima de Welles fue favorable: "Se trata de un film revolucionario", escribió Ulyses Petit de Murat en el diario Crítica. "Los que buscan cosas nuevas en el cine y desean verlo erguirse como arte, deben ver El ciudadano ", señaló Calki desde las páginas del diario El Mundo. Pero ha quedado como una marca indeleble la crítica que Jorge Luis Borges escribió para la revista Sur , de Victoria Ocampo. "Me atrevo a sospechar, sin embargo, que Citizen Kane perdurará como ?perduran' ciertos films de Griffith o de Pudovkin, cuyo valor histórico nadie niega, pero nadie se resigna a rever. Adolece de gigantismo, de pedantería, de tedio. No es inteligente, es genial, en el sentido más nocturno y más alemán de esta mala palabra."
Menos conocido es el arrepentimiento que expresó un ya maduro Borges. Hizo público su cambio de evaluación sobre la película de Welles durante un reportaje realizado por el crítico Álvaro Sanjurjo Toucón para la revista Noticias de Uruguay, en 1981:
-Hace varias décadas usted escribió en la revista Sur una crítica acerca de El ciudadano , el film de Orson Welles?
[Atisbando la intención de su interlocutor, Borges no deja concretar la pregunta y responde exactamente aquello que se quería saber; a la vez revela una prodigiosa memoria sobre lo publicado en agosto de 1941.]
-Bueno, una crítica muy injusta. Es un excelente film. Estoy en pleno desacuerdo con lo que escribí entonces. No sé cómo pude ser tan injusto.
-¿A qué se debió ese juicio?
-No sé. A lo mejor alguna mujer me había dejado [ríe] o estaba enfermo del estómago, no sé qué cosas me habrán sucedido.
-Si hoy tuviera que dar un juicio enmendando aquella crítica, ¿qué nos diría?
-Es un excelente film, admirable. Su argumento es el mismo de un film anterior. Empezaba con el velorio y luego se veía toda la historia del personaje, con Spencer Tracy. Se llamaba El poder y la gloria [en otro formidable alarde de erudición Borges se refiere al film que en 1933 había dirigido William Howard], se veía el velorio y luego varias personas reconstruían la vida del muerto. El ciudadano es un excelente film. Gracias por esta ocasión de arrepentirme.
El crítico uruguayo seguramente había leído el diálogo entre Borges y Richard Burgin publicado en 1969, donde el inolvidable escritor argentino revisaba su opinión sobre el film de Welles, aunque todavía su revaloración del film estaba condicionada. El poder y la gloria no describía el mundo de la comunicación de masas que Welles, Hearst y su álter ego Kane desmenuzaron a la perfección, aunque sí hablaba del ascenso a la cumbre de otro magnate de Estados Unidos. Fue la primera película que llevó a la pantalla un guión del gran Preston Sturges y muchos sitúan este film, inhallable durante años, como una de las fuentes de inspiración para el joven Welles.
El guión del El ciudadano fue responsabilidad del no menos extraordinario Herman Mankiewicz, personaje polémico y de características autodestructivas, como reconoce su hijo Frank en el documental The Battle Over Citizen Kane , donde relata cómo el verdadero Hearst se topa por primera vez con Kane:
Charlie Lederer era amigo de mi padre, pero también era, y mi padre lo sabía, sobrino de Marion Davies. Y mi padre le dio una copia del guión. Ya que hablamos de autodestrucción, éste es un buen ejemplo. Lederer dijo que no se lo había enseñado a Hearst, pero cuando lo devolvió estaba con apuntes, ciertamente de los abogados de Hearst. Creo que fue así como el "viejo" descubrió que Citizen Kane era sobre él.
El perspicaz crítico Homero Alsina Thevenet señaló que la figura del periodista conserva total vigencia porque todavía puede ser intermediario entre cada espectador y el mundo. Welles afirmaría en The New York Post, donde tenía una columna: "El cine es periodismo".
La librería virtual Amazon.com consigna casi medio centenar de libros escritos sobre Welles. Desde los prestigiosos, con las firmas de Simon Callow o Jonathan Rosenbaum, hasta otros que intentan dar otra versión o explotar su fama. Tal es el caso de Hearsts: Father and Son , de Jack Casserly y William Randolph Hearst Jr., hijo y heredero de Hearst, quien murió en 1951, que pretende despojarlo de la fama tiránica que le adjudicó la película; o el más sorprendente Childhood Shadows: The Hidden Story of the Black Dahlia Murder (Sombras de la infancia: la historia secreta del asesinato de la Dalia Negra), de Mary Pacios. Se asegura allí que fue Orson Welles, y no otro, quien asesinó a Elizabeth Short, una joven aspirante a estrella que frecuentaba Hollywood y era más conocida como la Dalia Negra.
En el libro de Laura Mulvey, simplemente llamado Ciudadano Kane , escrito en ocasión del 50º aniversario del film pero con una edición en español mucho más reciente, se sostiene que Kane muere rico y solitario, en análoga posición al aislacionismo estadounidense con respecto a la Segunda Guerra Mundial (cuando se estrenó la película faltaban seis meses para el ataque a Pearl Harbor). Cuatro años después del estreno del film, en la revista francesa L'Ecran , el filósofo Jean-Paul Sartre la había considerado claro exponente del antifascismo de su director.
La originalidad de Welles también descansa en la cuidada factura técnica de sus películas y en la inteligencia de haberse rodeado de los grandes técnicos de entonces: Gregg Toland en la fotografía, Bernard Herrmann en la música y Robert Wise en el montaje. "Rosebud" es el punto de partida para un viaje por el refinamiento con toda la maestría de la que pudo valerse el cine en la presentación de las múltiples facetas de la verdad. Quizá ninguna otra película se ajuste tan perfectamente a la definición de obra abierta propuesta por Umberto Eco. Un mosaico de opiniones, pluralidad de sentidos y puntos de vista que cumple siete décadas y aún ocupa el centro de la escena.

ORSON WELLES HABLA DE...

ANTONIONI

"Según un joven crítico norteamericano, uno de los grandes descubrimientos de nuestra época es el valor del aburrimiento como tema del arte. De ser así, Antonioni debe ser considerado un pionero y padre fundador..."

NICHOLAS RAY

"No me interesa. Me fui de la sala después de la mitad de Rebelde sin causa . El sólo pensar en ese film me enfurece."

ROSSELLINI

"He visto todos sus films: es un aficionado. Sus películas prueban simplemente que los italianos son actores natos y que en Italia basta tomar una cámara y poner gente delante de ella para hacer creer que uno es director."

DE SICA

"Mi cineasta preferido es Vittorio De Sica. (Ya sé que les estoy causando un disgusto.) Y también John Ford. Pero el Ford de hace veinte años y el De Sica de hace doce. El lustrabotas es la mejor película que he visto" (a Cahiers du Cinéma en 1958).

BERGMAN

"No comparto sus intereses ni sus obsesiones. Me resulta mucho más extranjero que los japoneses."

FELLINI

"Está tan bien dotado como cualquiera. Su limitación -que también es la causa de su encanto- es que, fundamentalmente, es muy provinciano. Sus películas son el sueño de un muchacho pueblerino acerca de la gran ciudad. Su sofisticación cae bien porque es creación de alguien que no la posee. Pero muestra peligrosas señales de ser un enorme artista con muy poco que decir.".
Por Pablo De VitaPara LA NACION

Feria del libro: Buscá el DVD de "COPA HOMBRE NUEVO, una película de fútbol" en el stand de DOCA (Documentalistas Argentinos)


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Difundimos

Imágenes integradas 3FIRMÁ EL PETITORIO

EN DEFENSA DEL CINE DOCUMENTAL

En abril de 2007 los documentalistas obtuvimos un logro histórico producto de nuestra lucha: la sanción de lo que se dio en llamar la “Vía Digital” de fomento a la producción documental. Hasta ese momento el fomento al cine había estado en manos de lobbys empresariales  y el INCAA era una “caja negra” donde la falta de transparencia en la asignación de los fondos de fomento al documental era total.
            Con la citada resolución también se creó la figura del “realizador integral”, que permitió que se pudiera acceder al financiamiento de documentales sin contar con antecedentes ni relaciones empresariales. Además, se conformó un comité de jurados específico de selección de proyectos documentales integrado por documentalistas.
            Y los resultados fueron esclarecedores: en el período que va desde 2009 (cuando se empezaron a estrenar las primeras películas producidas por Vía Digital) hasta 2013, de 551 largometrajes estrenados en el país, 191 fueron documentales, de los cuales más de un 90% fueron proyectos de la Vía Digital.
            Muchas de estas películas fueron reconocidas en distintos festivales y foros audiovisuales, e incluso algunas de ellas se convirtieron en necesarias referencias culturales en los tópicos de la realidad que abordaron. Y si bien la Vía Digital representa un porcentaje muy abultado del total de la producción de cine nacional, en ningún año su implementación superó el 3% del presupuesto del INCAA. Sumado a esto, la distribución de estas valiosas obras generalmente queda abandonada o librada al azar, sin apoyo al lanzamiento ni a ningún otro tipo de ayuda oficial. Con suerte a veces se logra obtener quince días de cartel en alguna pantalla oficial que, no obstante, es manejada arbitrariamente en lo que hace a la programación y a los horarios. Por otro lado, esto se da casi exclusivamente en el ámbito de la Ciudad de Buenos Aires, ya que son muy pocas las oportunidades de estrenar en nuestras provincias.
            Esta rica producción cinematográfica que hace al acervo y al patrimonio cultural de nuestro país, hoy es duramente atacada desde distintos lobbys empresariales y periodísticos mediante llamamientos a recortar sus beneficios y conquistas, queriendo avasallar lo que se ha desarrollado con tanto esfuerzo y lucha durante estos últimos siete años.
            A esta situación signada por los ataques y la política de abandono por parte del INCAA se suma el ahogo presupuestario en el que se ve inmersa la Vía Digital.  El monto de $200.000 que el INCAA asigna como tope a esta Vía, y que se encuentra congelado desde septiembre de 2011, es completamente insuficiente en las actuales condiciones para seguir produciendo documentales argentinos. Por tal motivo hemos realizado pedidos y presentaciones, en acuerdo con varios sectores del documental, desde mediados del año pasado y aún estamos a la espera respuestas positivas.

Con el fin de llamar a una reflexión para que esta Vía de fomento sea sostenida y fortalecida por la nueva gestión del INCAA, pedimos:

•         FINANCIAMIENTO CLARO Y AJUSTABLE A UN 10% DEL PRESUPUESTO MEDIO DE UNA PELÍCULA NACIONAL.

•         EXTENSIÓN DE LA VÍA DIGITAL A TODO EL PAÍS A TRAVÉS DE CONCURSOS NACIONALES  QUE PERMITAN EL FOMENTO DEL CINE DOCUMENTAL CON CRITERIOS FEDERALES Y DESCENTRALIZADOS.

•         APOYO PARA LANZAMIENTO Y DISTRIBUCIÓN, TANTO EN LO FINANCIERO Y LOGÍSTICO COMO EN LO QUE REFIERE A UNA MEJORA DEL SISTEMA DE ESPACIOS INCAA Y A LA OBLIGACIÓN DEL CUMPLIMIENTO DE LA CUOTA DE PANTALLA POR PARTE DE LAS CADENAS MULTINACIONALES DE SALAS DE CINE.

Stand 224 - Pabellón Azul – DOCA en la Feria del Libro