sábado, 29 de enero de 2011

“De la infancia” - Mexico

El director muestra en una historia las consecuencias de lo que él considera que es una cadena de violencia hereditaria
http://www.informador.com.mx/entretenimiento/2010/186300/6/de-la-infancia-cimbra-el-ficg.htm

GUADALAJARA, JALISCO.- Complacer no es el objetivo en el cine de Carlos Carrera, y el mejor ejemplo de esto se da en la película ''De la infancia''.

Violenta, cruda y sin concesiones De la infancia descarna una realidad ante la cuál muchos preferirían voltear el rostro a otro lado. Pero Carrera la trae condimentada con una serie de elementos fantásticos, que no hacen sino agregar colores brillantes al macabro espectáculo que ofrece una familia disfuncional.

El elenco de la película incluye a actores de la talla de Damián Alcázar (Basilio), Giovanna Zacarías (Sofía), Ernesto Gómez Cruz (El padrino) y los actores infantiles Benny Emmanuel (Francisco) y Rodrigo Oviedo (Damasco), cuya inocencia se ve alterada de forma irremediable ante el turbio ambiente urbano donde se desenvuelven.

La cinta se encuentra compitiendo en el Festival Internacional de Guadalajara dentro de la categoría de Mejor largometraje mexicano de ficción, y no son pocos los críticos que la señalan como una de las favoritas.




Durante su visita al festival, Carlos Carrera habla con este medio sobre cómo conformó al elenco infantil y lo que viene para él luego de ''De la infancia''.

— ¿Qué tratas de contar con “De la infancia”?

— Es una historia que cuenta cómo se hereda la violencia narrada a través de los ojos de unos niños que confunden realidad y fantasía. Tiene momentos muy divertidos, otros tristes. De alguna manera, creo que el público se puede identificar con algún pasaje de la película, ya que todos pasamos por esa etapa.

—¿Cómo manejaste el elenco, cuando tienes actores infantiles por un lado y por el otro a histriones consagrados?

— Tiene sus ventajas poder trabajar entre amigos y con actores de la talla de Damián (Alcázar) y Ernesto Gómez Cruz hace que todo fluya muy bien, porque el equipo está trabajando con el mismo objetivo.
La relación entre todo el equipo, no sólo entre actores, sino con la gente de fotografía y sonido se vuelve una cosa muy orgánica. Creo que ha sido el rodaje más divertido que he tenido en mi vida, en especial por los niños, tienen una energía y vitalidad prodigiosa.

— En ese sentido, la película maneja una trama muy dura con momentos de enorme tensión, ¿cómo manejaste a los niños para que encajaran en este ambiente?

— Fue muy distinto a como se preparan las cosas con los adultos, cierto. Benny Emmanuel (Francisco en la película) es un actorazo aunque tenga 11 años, en ese sentido fue como tener a un adulto muy inteligente. Con los otros simplemente fue dejarlos ser ellos, tienen un mundo interno muy interesante.

— ¿Cómo se protege el “mundo interno” de un niño actor cuando se le coloca en una historia tan dura como se presenta en la cinta?

— Normalmente trabajando con actores adultos sí quieres que se metan más en el papel, que sean más vivenciales. En este caso procuramos cuidar mucho a los niños que tuvieran claro cómo se hace el cine, que de alguna manera es algo artificial para recrear algo que va a ser real. La intensión era que ellos no se sintieran afectados por la violencia que se ve en la película.

— Dos personajes con muchos matices de carácter son “Basilio” y “Sofía”, ¿quedaste satisfecho con su desarrollo?

— En el caso de Basilio (Damián Alcázar) se trataba que fuera un personaje al principio encantador y lentamente fueras descubriendo sus frustraciones conforme avanza la película, hasta terminar con el retrato de un ser lleno de traumas y miedos. Con Sofía (Giovanna Zacarías) se retrata una realidad de las dependencias de las relaciones violentas, esas ganas de irse sin poderse ir.

Tras “De la infancia”, ¿a qué proyecto planeas enfocarte?

—Terminé De la infancia y al mismo tiempo comencé un largometraje de animación llamado Ana. Al FICG traemos los primeros tres minutos de la historia. Es un proyecto que se va a tardar lo que se tardan las animaciones, un par de años, pero no importa, cuando la intención es tener algo de calidad mundial.

¿De qué se trata?

 
De la infancia relata la vida de Francisco, un niño de 10 años que vive en una familia profundamente disfuncional y violenta, donde la ignorancia y la pobreza son el pan de cada día.

Sin conocer paz en la escuela o en su hogar, Francisco comienza a repetir los patrones de violencia que sus padres llevan a cabo día con día. En este ambiente hostil suceden también una serie de acontecimientos sobrenaturales y fantásticos que afectan la vida de todos los protagonistas.



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