miércoles, 7 de julio de 2010

De cine de barrio a templo evangelista

La película, escrita y dirigida por Lucas Brunetto, puede verse en las salas Artecinema y Gaumont.
Actualmente son bingos, templos de credo religioso o restaurantes. Pero todavía se conservan las estructuras de lo que alguna vez supo ser una sala de cine, un espacio de encuentro y de pertenencia. La película Cine, dioses y billetes reseña el surgimiento, apogeo y posterior de­saparición de las salas de cine de barrio que funcionaban en el cordón industrial de la Ciudad de Buenos Aires.
A través del recuerdo de quienes hicieron posible el funcionamiento de las salas, el documental descubre ese universo con las historias de vida de los últimos eslabones de la industria cinematográfica: proyectoristas, acomodadores, carameleros y distribuidores son los protagonistas. “Aun teniendo un fuerte componente reconstructivo, un relato de un tiempo que pasó, intenta pensar el presente instalando la curiosidad y anoticiando a quien la ve de que algunas de estas salas están siendo recuperadas” cuenta Lucas Brunetto, director del film. Y agrega: “El recorrido de la historia de estas salas constituye también un recorrido por la historia de nuestro país y de los procesos económicos que de alguna manera nos fueron determinando”.

–¿Cómo surge tu interés por repasar la historia de los cines barriales?
–Tiene que ver con algunas experiencias ligadas a la infancia y a la visita de la sala de cine de mi barrio, Burzaco. La curiosidad nace más desde el abordaje ligado a la dimensión social. A finales de la década del ’70, ir al cine era una actividad en sí misma, no era tanto por ir a ver una película en particular o a un director en especial. Y en los ’90 la mayoría desapareció.
–¿Por qué creés que desaparecieron? ¿Qué rol social cumplían, que en algún momento dejaron de ser funcionales?
–La película trata de dar respuesta a esas preguntas desde la experiencia de los propios protagonistas. Pero yo tengo mis explicaciones –que quizás no son exac­­­ta­­mente las mostradas– que son de orden más sociológico. Pienso que son muchas las causas y que es un proceso que llevó muchos años. La aparición de la televisión, de una nueva manera de acercarse a productos audiovisuales desde el consumo hogareño, fue un factor determinante. También los procesos económicos que atravesó el país tuvieron que ver. No es casual que en épocas de gran desarrollo industrial y pleno empleo, haya sido una buena inversión sostener un emprendimiento en un barrio. Hilando más fino, creo que hay una forma de hacer negocios en la Argentina, que atraviesa a todos los rubros, de aprovechar coyunturas favorables tratando de hacer alguna diferencia y después no tener previsión para los tiempos en los que quizás no funciona tan bien. También los avances tecnológicos fueron cada vez generando mayores accesos y hoy en día se busca generar –con el surround por ejemplo– un efecto cine en los hogares.
–Además, actualmente los complejos de salas ofrecen muy buena calidad de imagen, de sonido y también una mayor comodidad.
–Claro. Todo lo anterior se suma a la aparición de una propuesta de películas modernizada, donde técnicamente el rendimiento es superior al que había en aquellas salas, las proyecciones son mejores, el audio es realmente muy bueno, las comodidades también...
–Pero...
–Creo que el “pero” es que todo esto se produce en el marco de salas ubicadas en los shoppings, en los grandes centros comerciales que requieren una movilización en auto, taxi o remís, y hacen que la propuesta de ver cine, en lo que en relación al cine se producía, cambie notoriamente.
–¿De qué manera se modificó entonces el vínculo del espectador con el cine?
–Ahora está sectorizado, y las películas se ofrecen como un producto más, ordenado de forma tal que vos rápidamente decidas por alguna. La forma en que vemos cine ahora es producto de cuestiones muy complejas que no tienen vuelta atrás. Es inexorable que estos cambios se produzcan y que las formas de consumo cultural se transformen. Pero ese lugar que ocupaban las salas en el centro del barrio y como sitio de encuentro quedó vacante, porque la gente ya no hace una apropiación del espacio como el que hacía antes, o por lo menos no son sitios donde se reconocen o se encuentran. Los cines ya no tienen vinculación con otras instituciones del barrio. La sala de un Shopping, aunque pueda estar en el centro comercial de un barrio, poco sabe de la biblioteca, difícilmente difunda algo que tiene que ver con el club social y muchos menos con los comercios del barrio porque compite con ellos. La sala era parte de una constelación de otras instituciones del barrio que se retroalimentaban mutuamente.
–Al final de la película se menciona la recuperación de algunas salas de barrio gracias al esfuerzo de los vecinos. ¿Qué pensás de este fenómeno?
–Ahí hablamos de una docena de emprendimientos, pero desde que filmamos hasta hoy se sumaron muchísimos más. La curiosidad y la inquietud de la gente que se reúne en torno de esas salas, que apoya su recuperación, tiene que ver con la identidad colectiva y local, en tiempos en los que quizás está todo muy estandarizado y sin esos colores locales –casi como ocurre con McDonalds u otras cadenas–. Pero tampoco quiero tergiversar las cosas y pintar como que esto es un fenómeno creciente que debería ser parte de la agenda de los medios del día. Son emprendimientos aislados, pero interesantes si uno los agrupa. Creo que es un desafío del presente llevar adelante políticas de Estado para ver de qué forma es posible construir este tipo de emprendimientos, porque dada la ley de oferta y demanda tal vez no resulte rentable para las empresas. Entonces es importante que el Estado acompañe asumiendo que cumplen un rol importante en la comunidad. Abrir nuevas salas o reabrir aquellas que están viejas pero todavía preservadas en algunos barrios es una propuesta interesante.

http://sur.elargentino.com/notas/de-cine-de-barrio-templo-evangelista

Ficha Técnica:

Dirección: Lucas Brunetto. Guión: Lucas Brunetto. Asistente de Dirección: Soledad San Julián. Producción Ejecutiva: Mauricio Carmona. Dirección De Fotografía: Fabio Bastías. Dirección de Producción: Carolina Ruy. Jefe de Producción: Roberto Leonardo. Asistente de Producción: Mariana Cecchini. Dirección de Sonido: Martín Ponce. Música: Nahuel Bailo. Montaje: Diego Ramírez. Entrevistas: Marcelo Lazarte. Gráfica: Lucía Ponce. Administración: Paula Lugea. Investigación: Lucas Brunetto / Melchor Armesto / Soledad San Julián. Argentina. 78 min. 2010. Formato: 35 mm / Color. Producción: Cábala Films / URKO Films. Con el apoyo del Instituto Nacional de Artes Audiovisuales (INCAA). Género: Documental.

Sinopsis:

"Cine, Dioses y Billetes" reseña el surgimiento, apogeo y posterior desaparición de las salas de cine de barrio que había en el cordón industrial de la Ciudad de Buenos Aires. El documental destaca la importancia vital que tuvieron los cines de la zona y el impacto que produjo sobre la comunidad, su paulatina desaparición y posterior conversión en templos destinados al culto religioso o bingos.

Para realizar este recorrido histórico, se convocó a un grupo de personas que, por su labor durante décadas, hicieron posible el funcionamiento de las salas. Entre ellos: proyectoristas, acomodadores, carameleros y combinadotes, que devienen los verdaderos protagonistas de la película.

Serán Damiano Berlingieri, José Olguín, Pedro Strelec, Oscar Usi y Noelio Corneli los que, a través del relato de sus vivencias, nos permitan sumergirnos en una crónica intimamente ligada al afecto y la memoria.




 
Sobre los entrevistados:
Damiano Berlingieri tiene 66 años. Es de origen italiano y llegó a la Argentina a mediados de la década del '50. Desde su arribo, comenzó a trabajar como operador en el "Cine Maipú", uno de los más importantes de Avellaneda. En la actualidad, continúa proyectando películas en la sala de Vicente Vigo y unos años atrás, seguía desempeñando su oficio en un moderno multicine instalado en un shopping.

José Olguín tiene 79 años, vive con su familia en Lanús y se encuentra jubilado. Durante más de 30 años, se desempeñó como operador en muchos de los cines del conurbano y fue el último proyectorista del imponente "Cine San Martín" de Avellaneda. Dentro de su actividad, llegó a ser representante gremial y un referente de los trabajadores del cine en la zona sur.

Pedro Strelec tiene 88 años y es descendiente de polacos. Toda su vida trabajó como acomodador del viejo "Cine Colonial" en cuya sala conoció a su mujer y compañera de vida. Hoy en día, está jubilado y vive en una modesta casa ubicada en el barrio de Sarandí.

Oscar Usi vive en Burzaco y tiene 64 años. Si bien hace tiempo ha dejado de hacer combinaciones con su moto, desde el año 1962 hasta la actualidad, trabaja en la distribución de películas.

Nelio Corneli tiene 79 años y vive en Avellaneda. Era un asiduo espectador de las salas de los cines de su barrio.

Notas del Productor:

La relevancia y actualidad de "Cine, dioses y billetes" queda demostrada una vez que se repara en la repercusión periodística que han tenido los recurrentes intentos por parte de los vecinos de Capital Federal, el Gran Buenos Aires y el interior del país por lograr recuperar las antiguas salas de cine de sus barrios. En muchos casos, este reclamo forma parte de las reivindicaciones vecinales proclamadas luego de la crisis del 2001 y dan cuenta de la importancia que tiene este hecho para la reconstrucción de la memoria colectiva.

El film cuenta con el apoyo del Instituto Nacional de Artes Audiovisuales y ha recibido avales del Museo del Cine; del Sindicato de los Trabajadores Cinematográficos; de la Universidad de Buenos Aires; del Instituto de Arte Cinematográfico de Avellaneda y del Poder Ejecutivo de la Municipalidad de Avellaneda que, a través del decreto número 3581, lo declaró de interés municipal. También, ha sumado adhesiones de distintas Secretarías de Cultura (Salta, La Pampa, Avellaneda y Tucumán).

Acerca del Director: Lucas Brunetto

Es sociólogo graduado en la Universidad de Buenos Aires y realizador cinematográfico egresado del Instituto de Arte Cinematográfico de Avellaneda. Da clases de cine documental en el Centro de Formación Profesional del SICA y es titular de la cátedra de Video Digital que se cursa en la 'Maestría en Periodismo Documental' de la Universidad Nacional de Tres de Febrero. En la actualidad, se desempeña como codirector de Cábala Films, productora dedicada a la realización audiovisual, es miembro de EFAL (Estrategias para la Formación Audiovisual en Latinoamérica) y director de 'Docubazar'.

'Docubazar' es un espacio de reflexión e intercambio sobre el cine documental que pretende relevar un género poco visible en el circuito comercial. Ideado en Buenos Aires, con colaboradores provenientes de Europa y América Latina, se propone como alternativa a todos los que miran, practican o buscan nuevas posibilidades realizativas. Info: 
www.docubazar.blogspot.com.

Acerca de Cábala Films

Es una productora dedicada a la realización audiovisual fundada en el año 2004 por profesionales con reconocida experiencia. Entre sus trabajos realizados, cuenta con la producción integral de cortometrajes y largometrajes cinematográficos, programas para TV y videos institucionales producidos para empresas y entidades de amplia trayectoria.

Sala de Estreno: Cine Gaumont (Espacio INCAA KM 0)

Web Oficial: www.cabalafilms.com

Info: www.primordiales.com.ar

No hay comentarios:

Publicar un comentario