El 26 de octubre, el gobierno cubano presentará ante la Asamblea General de las Naciones Unidas para su votación su informe contra el embargo, en el que determina pérdidas para la isla desde que fue impuesto por unos 751.363 millones de dólares.
El informe vuelve a calificar las sanciones como "un acto de genocidio" y "de guerra económica", y denuncia a la administración de Barack Obama de quedarse "muy por debajo de las expectativas creadas" para su eliminación, según reportó la agencia de noticias ANSA.
El año pasado 187 países votaron en rechazo al bloqueo contra tres que lo defendieron (EEUU, Israel e islas Palau) y dos que se abtuvieron (islas Marshall y Micronesia), cuando en la primera discusión sobre el tema, en 1992, habían sido sólo 59 los que votaron a favor de Cuba.
A pesar de la casi unanimidad del rechazo, Estados Unidos no cumple con estas resoluciones, pero como el organismo no prevé sanciones para estos casos no se modifica la situación.
El embargo fue dispuesto de manera parcial el 19 de octubre de 1960 por el entonces presidente Dwight Eisenhower con el objeto de ahogar al país caribeño y hacer fracasar su revolución.
Las sanciones comerciales se endurecieron con el embargo total decretado por su sucesor, John F. Kennedy, en respuesta a la expropiación sin compensación por Cuba de las propiedades de ciudadanos y corporaciones de Estados Unidos.
En 1958, Cuba colocaba en Estados Unidos el 67 por ciento de sus exportaciones, mientras que el 70 por ciento de sus importaciones provenía de este mercado. A partir del embargo, La Habana estableció esta misma balanza comercial con la Unión Soviética.
Gracias a ello y pese al bloqueo, en el período 1959-1989, el Producto Interno Bruto de Cuba "creció a una tasa media anual de alrededor de 4,5 por ciento y la política económica del país se caracterizó por un renovado papel del Estado en la producción de bienes y servicios", según el informe "La economía cubana desde el siglo XVI al XX", publicado por la Cepal.
De acuerdo con este estudio, en ese período, "se incrementó la base productiva de bienes de capital y se expandió la infraestructura física", además de realizarse "importantes inversiones para el desarrollo de los recursos humanos".
A inicios de los `90, cuando comenzó la destintegración del bloque socialista, Cuba tuvo que establecer "un programa de emergencia, denominado por las autoridades como `período especial`, que se ha extendido hasta el presente y ha exigido considerables sacrificios por parte de la población".
Por entonces, Estados Unidos reforzó las sanciones económicas con la llamada Ley Torricelli en 1992 y en 1996 con la Ley Helms-Burton, mediante la cual las filiales estadounidenses en terceros países no pueden establecer ningún tipo de relación comercial con Cuba.
El año pasado, Rodríguez Parrilla había denunciado que estas dos leyes son "una grave violación del Derecho Internacional, de la Carta de las Naciones Unidas, de la libertad de comercio y de navegación", y permitieron aplicar el bloqueo "al menos, contra 56 países" a partir del concepto de extraterritorialidad de esas normas.
Un informe publicado en el sitio web de la Cancillería cubana explica que las medidas de bloqueo impuestas a Cuba "también limitan y, en muchos casos, vetan cualquier tipo de participación de compañías inversoras extranjeras".
La inversión en la isla está prohibida por las medidas impuestas por Estados Unidos incluso "para las entidades que forman parte del patrimonio de terceros países, pero que utilizan algún componente estadounidense en su proceso productivo".
Por otra parte, el jefe de Organismos Internacionales del Ministerio de Salud Pública cubano, Antonio González, subrayó hoy que la política implementada por Washington impide adquirir nuevas tecnologías y piezas de repuesto a la nación antillana.
"Estas acciones -precisó González- obstaculizan determinadas actividades en el campo de la cardiología, cirugía cardiovascular, vigilancia epidemiológica, tratamientos de VIH/sida, anestesiología, reanimación, ortopedia, estomatología y neurocirugía".
En 2000, el entonces presidente Bill Clinton moderó el embargo en respuesta a la presión de agricultores estadounidenses permitiendo la venta de bienes agrícolas y medicinas por razones humanitarias.
Hoy, Estados Unidos es el principal proveedor de alimentos de Cuba, con un volumen de 962,7 millones de dólares, según cifras de 2008.
Sin embargo, el canciller cubano denunció hace un año que "esas operaciones se realizan en violación de las normas del sistema internacional de comercio, con pagos en efectivo y por adelantado, sin acceso a créditos privados, bajo prohibición de transportar las cargas en barcos cubanos, con procedimientos onerosos y discriminatorios".
Cincuenta años de embargo "no han servido para nada.
Unicamente para hacerle daño al pueblo cubano y justificar la represión de opositores. Ha sido una coartada para el sector más conservador del gobierno y de esta forma justificar el desastre nacional", consideró hoy en declaraciones a ANSA el economista opositor cubano Oscar Espinosa Chepe.
El ex presidente Bill Clinton reconoció este año que "si algo no funciona, hay que cambiarlo, y el embargo no ha funcionado".
/ Carolina Silvestre / Daniel Desaloms
“Bloqueo: La guerra contra Cuba”.
Documental.
68 minutos.
Director: Daniel Desaloms.
Guión: Carolina Silvestre y Daniel Desaloms.
Producción: Latino Producciones.
Documental.
68 minutos.
Director: Daniel Desaloms.
Guión: Carolina Silvestre y Daniel Desaloms.
Producción: Latino Producciones.
Cuando salí a la calle a hacer encuestas sobre el tema del bloqueo en Cuba me di cuenta que la gente no tiene idea de lo que significa el bloqueo a Cuba".
(Carolina Silvestre)
Con dirección de Daniel Desaloms y la investigación periodística de Carolina Silvestre, el film documental "El Bloqueo: la guerra contra Cuba" logra informar al espectador sobre el plan de los sucesivos gobiernos de los Estados Unidos para derrocar el gobierno revolucionario de la Isla a través de un bloqueo económico cada vez más inhumano.
Narra el origen y las consecuencias de esta guerra económica a través de entrevistas realizadas al canciller cubano Felipe Pérez Roque, el vicecanciller Abelardo Moreno, el presidente de la Asamblea del Poder Popular Ricardo Alarcón de Quesada, el economista Juan Triana y la opinión de diferentes ciudadanos cubanos que sufren día a día desde hace más de cuatro décadas la imposición del imperialismo norteamericano.
Además el film muestra la valentía y dignidad con la que el pueblo cubano ha sabido enfrentar el bloqueo, logrando paralelamente erradicar el analfabetismo de la Isla, obtener los indicadores de salud más altos de la región a la altura de los países desarrollados, graduar a 40.000 jóvenes del mundo en las escuelas cubanas (30.000 de ellos africanos) y construir un proyecto político “centrado en principios y no en intereses”, como explica Pérez Roque en el documental.
En "El Bloqueo: la guerra contra Cuba", la música, las calles de La Habana y su gente invitan a conocer la Cuba revolucionaria, ejemplo de lucha y resistencia, a la vez que se lleva al espectador a comprender y analizar la situación extrema de un país soberano que enfrenta la ofensiva imperialista de los Estados Unidos desde hace cuarenta y cinco años. Porque, como expuso Carolina Silvestre, además del bloqueo económico “todos los años, Estados Unidos vota en su Parlamento un proyecto de ley con el cual se aprueban 59 millones de dólares para invertir en propaganda en contra de Cuba”.
El film que relata en cinco partes desde el inicio del bloqueo pasando por el período especial hasta llegar al momento actual de recuperación económica de la Isla.
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