viernes, 29 de octubre de 2010

ANDREW NISKER PRESENTA CHEMERICAL EN EL PRIMER FESTIVAL INTERNACIONAL DE CINE AMBIENTAL DE ARGENTINA

“Busqué redefinir el concepto de limpieza”

El documentalista canadiense le propuso a una familia que dejara de usar productos químicos de limpieza durante tres meses, para ver cómo eso mejoraba su estado de salud. Y estructuró el relato como un reality, con humor y animaciones.

Por Oscar Ranzani
http://www.pagina12.com.ar/diario/suplementos/espectaculos/5-19749-2010-10-29.html

Los ciudadanos estadounidenses están en contacto con 72 mil tipos de químicos cada año al utilizar sus productos de limpieza, y las mujeres que trabajan en sus casas tienen un 54 por ciento más de posibilidades de contraer cáncer que las que cumplen tareas laborales fuera del hogar.

El dato impactante lo brinda el realizador canadiense Andrew Nisker en su documental Chemerical-Redefining Clean for a New Generation, documental que podrá verse este domingo a las 16 en el Concejo Deliberante de Tigre (Paseo Victoria 902), como parte de la programación del Iº Festival Internacional de Cine Ambiental de Argentina (Finca), organizado por el Instituto Multimedia DerHumALC.

Nisker le propuso a una familia realizar un experimento que consistía en dejar de usar todos los productos de limpieza del hogar y de aseo personal durante tres meses para poder evaluar cómo los químicos que contienen afectan la salud de las personas y contribuyen a contaminar el medio ambiente. Progresivamente, los miembros de esta familia fueron dejando de usar el detergente, los limpiadores de pisos y alfombras, y luego los desodorantes en aerosol, shampoos, gel para cabellos y dentífrico, entre otras cosas, y los reemplazaron por productos orgánicos y naturales.

Estructurado como un reality, el documental incorpora elementos graciosos para hablar de un tema serio. Esto permite que el espectador pueda identificarse con esta familia y, a la vez, concientizarse de que se pueden reemplazar los productos con químicos tóxicos por otros con elementos naturales y orgánicos y no perder calidad de vida sino, por el contrario, favorecer la salud y el medio ambiente. Nisker también entrevista a especialistas, cuyos testimonios se complementan con el experimento que realiza con la familia y con animaciones.



La idea de Chemerical... surgió luego de que el documentalista canadiense realizara su ópera prima, Garbage! The Revolution Starts at Home (2007). “En Garbage! le propuse a una familia que conservara la basura por tres meses en el garaje de su casa”, comenta Nisker, que se encuentra en Buenos Aires para presentar Chemerical... “Registré la contaminación que generaba esta familia no sólo con la basura, sino manejando el auto y limpiando la casa. Y descubrimos que el aire dentro de la casa, una vez que hicieron la limpieza, estaba entre en 10 y un 50 por ciento más contaminado que el aire del exterior por los químicos que ellos usaban para limpiar. Entonces, dadas estas estadísticas shockeantes, decidí hacer una nueva película que se enfocara en todos estos productos que se usan para limpiar las casas”, agrega el cineasta canadiense.

–Generalmente, el problema ambiental es visto como algo externo. ¿Buscó llamar la atención acerca de que el problema es también en lo doméstico?

–Es que nos convertimos en portadores de la polución porque absorbemos todo como una esponja. Deja de ser un problema externo porque pasa a estar adentro de nosotros y afecta nuestra salud y la de la naturaleza.

–¿Cree que el cine puede ser una herramienta de concientización sobre este tipo de problemática?

–Totalmente. El cine es la forma más poderosa que tenemos para generar conciencia, mucho mayor que la televisión. Los films de propaganda generaron guerras. Y en el mundo de hoy la gente frecuentemente cita películas que ayudaron a cambiar su vida. Por otro lado, cuanto más entretenida sea la película, más accesible será para la mayor parte de la gente y mayor impacto va a tener. Y eso es lo que a mí me gusta hacer.

–¿Su film intenta redefinir el concepto de limpieza?

–Sí. La película demuestra que se puede lograr el mismo resultado con productos no tóxicos que con los tóxicos, salvo que cuando uno no usa productos tóxicos ahorra dinero, se siente más saludable y ayuda al medio ambiente. Y, entonces, no hay razón para tener productos químicos en casa.

–En el film usted aparece en cámara y se muestra preocupado por el mundo que le puede dejar a su pequeño hijo.

–Con la paternidad me volví más consciente de que hay un legado. Sólo estamos aquí por un período corto y es nuestra responsabilidad dejarles el lugar mejor de lo que lo encontramos a quienes vienen después.

–¿Por qué estructuró a su película como una especie de reality?

–Porque traté de que el mensaje fuera popular. Hay películas sobre estos temas que son muy deprimentes y que la gente no quiere ver. Por lo tanto, no llegan a las masas, sino a los que ya están convencidos.

–En relación a esto, el documental tiene incorporados algunos elementos graciosos. ¿Se puede concientizar con humor?

–Sí, claro. La vida no tiene por qué ser tan seria. Si le agregás azúcar a la comida, a la gente le da ganas de comer más. El humor puede hacer que la gente preste más atención. Y trato de encontrar el humor en estos temas. Si no fuera así, no vería el sentido de hacer este tipo de películas, ya que otra persona podría hacer un documental “serio” sobre el mismo tema. Pero hay películas así y no las ve nadie.


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