jueves, 10 de marzo de 2011

COMUNIDAD ZOOM Y LAS PELICULAS LEGALES EN LA WEB

Otra forma de ver buen cine

El sitio creado por el cineasta Horis Muschietti permite acceder a más de 700 films, algunos de directores famosos y otros que no tuvieron oportunidad en el circuito comercial. Y ahora prepara un festival global online.

Por Diego Braude
http://www.pagina12.com.ar/diario/suplementos/espectaculos/5-20992-2011-03-10.html 
“Internet no es el futuro sino el presente”, dijo Alex de la Iglesia en la última entrega de los Premios Goya, cuando anunció su renuncia a la Academia de Cine de España. Y pronunció esa frase a raíz del debate sobre la que ahora se conoce como Ley Sinde o Ley Antidescarga. Desde hace años que está en la picota la influencia de Internet en lo que es una crisis del modelo de distribución de los bienes culturales. Léase: que cada vez más gente descarga films desde la web o, simplemente, los ve online en lugar de pagar la entrada para verlos en el cine o alquilar/comprar el DVD, eso sin mencionar las económicas copias pirata. 

Entre los proyectos que buscan aportar respuestas a esta crisis del modelo de distribución, pero viéndola como una oportunidad para darles visibilidad a aquellos que no suelen tenerla más que para seguidores o especialistas, está Comunidad Zoom (www.comunidadzoom.com). 

Su fundador es Horis Muschietti, cineasta y docente. “La idea se me ocurrió hace quince años”, recuerda. “Después de terminar mi primer cortometraje en 16 mm pensé en lo bueno que sería tener la posibilidad de difundirlo masivamente por Internet. Pero en aquel momento las conexiones eran por modem Dial Up y los tiempos de transferencia de los archivos eran muy lentos.”

Diez años más tarde, en 2006, Muschietti retomó la idea: “Mientras presentaba mi largometraje en distintos festivales, pensaba en lo bueno que sería que toda esa cantidad de películas que sólo se podían ver gracias a los festivales (porque los distribuidores no las quieren o los cines no las aguantan el suficiente tiempo), desconocidas para el gran público, pudieran estar en Internet, al alcance de un click. Y hoy el desarrollo de Internet lo permite”.

 El proyecto vio sus primeras luces hace tres años. En esa época, Muschietti entró en contacto con algunas distribuidoras europeas, a las que les contó su idea, tratando de que le cedieran los derechos de sus películas. “Había armado una gran carpeta sobre el panorama de Internet, las redes P2P, la piratería y algunas proyecciones sobre hacia dónde podría ir la cosa”, explica. El problema es que, si bien gustaba la propuesta, pedían ver algo concreto, y el diseño y programación, así como el mantenimiento de un proyecto como Comunidad Zoom, no es precisamente barato. Entonces, Muschietti optó, como suele ocurrir, por la opción autodidacta. Levadas las anclas y con viento en popa, en el camino se sumaron dos compañeros de viaje, Clara Podestá y Goyo Anchou, también cineastas, aunque el trabajo es cada vez mayor, ya que la propulsión sigue siendo a pulmón.

Si bien hay cada vez más films que se piensan para estar disponibles en la web al margen de su proyección o distribución en ámbitos tradicionales (como a nivel local lo fue el documental La Santa Cruz, de María Cabrejas y Fernando Nogueira), o de la lenta pero constante expansión de películas registradas online bajo licencias del tipo Creative Commons, lo cierto es que la mayoría aún no sigue estas vías. Así es como se pierde una innumerable cantidad de buenos films que no buscan o no logran masividad comercial. 

Ahora, en Comunidad Zoom se puede encontrar para ver online (no está pensado para descargas) desde Charles Chaplin o Alfred Hitchcock hasta Leonardo Favio o Abbas Kiarostami. El sitio ya suma más de 700 películas entre cine clásico, de autor, independiente, animación, videoarte, videodanza, videoclips y otros formatos. 

Muschietti y equipo consiguen los derechos de parte de las distribuidoras, pero también de manera directa de los autores. “Aún tenemos material replicado de otros sitios como YouTube o Vimeo que iremos borrando para sólo dejar el material nuestro”, aclara el padre de la criatura. Y si bien el sitio permite a los autores que suben sus films implementar, si lo desean, una suerte de sistema pay per view, Muschietti dice que prefieren poner el énfasis en la distribución gratuita, así como incluir la posibilidad de donación, un sistema que funciona en otros países.

Con la llegada de Goyo Anchou, de intensa trayectoria como realizador y programador de festivales (entre ellos, el Festival Internacional de Mar del Plata), apareció la idea de armar Global.01 Primera Edición del Festival Online de Cine. Para eso, se pueden inscribir obras hasta el 15 de mayo en Comunidad Zoom. “El estaba llevando adelante un ciclo muy interesante de cine súper independiente en el Espacio Incaa 3. Al poco tiempo se quedó sin ese trabajo y le ofrecí que se sumara a Comunidad Zoom y aprovechara toda su trayectoria para convocar a los realizadores independientes. Así surgió la idea de hacer el Festival Global”, cuenta Muschietti.

Usualmente, el término “piratería” tiende a empañar todo debate en serio sobre nuevos modelos de distribución, pero Muschietti responde: “No promovemos ni apoyamos ningún acto de piratería. Pero también entendemos que los pueblos deben tener libre acceso al patrimonio artístico como medio de democratización del conocimiento; es inentendible que tantísimas películas que ya completaron su ciclo en la cadena de comercialización estén guardadas en el cajón de los distribuidores juntando polvo. La primera ley de derecho de autor protegía las obras durante su ciclo comercial, unos 14 años; luego, las presiones y lobbies de las corporaciones de la industria cinematográfica lograron modificar la ley en varias oportunidades, extendiendo el tiempo de protección hasta unos 50 años después del fallecimiento del autor; esto convirtió la tenencia de los derechos en un negocio en sí mismo que nada tiene que ver con la protección de la obra original. Personalmente, pienso que es indispensable replantear la Ley de Derecho de Autor con un espíritu más democrático y cultural, tal como fue pensada por sus creadores”.

En una sociedad de consumo como la actual, quizás una parte de la discusión sea desmenuzar y definir qué se entiende por derechos de comercialización y distribución libre de bienes culturales. Comunidad Zoom es una toma de posición en ese debate por parte de quienes lo realizan. “Los sitios que exhiben material que aún no completaron su ciclo comercial son perjudiciales para la industria, así como los vendedores callejeros que ‘inexplicablemente’ continúan expandiéndose. Se debe respetar el derecho del autor a querer comercializar su obra. Seguramente sea un buen negocio exhibir o vender material de estreno, pero nosotros vamos en otra dirección.”


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