viernes, 2 de marzo de 2012

IX Cumbre de las Telenovelas y series de Televisión.

El pasado mes de Noviembre se celebró en Miami la IX Cumbre Mundial de la Industria de la Telenovela y las Series de Ficción.

 Por Rosa Lina Diego Güemes.
 http://www.observatorioapci.com.ar/detalle.php?id=357


La Cumbre, creada y promovida por la revista TVMAS -con la periodista Amanda Ospina a la cabeza del evento- contó con la participación de destacados profesionales de la industria televisiva procedentes de América, Europa y Asia.
 
Como novedad este año, destacó la creación y entrega de los Premios Delia Fiallo, destinados a galardonar a creadores, escritores, productores, directores y actores de la industria de la telenovela.
 
El Observatorio también estuvo presente a través de la ponencia que realicé y en la que abordé temas ampliamente recogidos en nuestro website, tales como la asimilación de comportamientos y estereotipos, los nativos digitales y la alfabetización audiovisual.
 
De las ponencias realizadas en la Cumbre me llamaron poderosamente la atención tres cuestiones sobre las que debemos realizar un análisis crítico. La primera de ellas fue la vinculación automática que se hace entre los audiovisuales destinados al público infantil y juvenil y el licenciamiento parejo a esos productos. Una vinculación que deja de ser tan inmediata cuando se trata de producciones destinadas al público adulto y que resalta y da la razón a la opinión, defendida desde sectores críticos, de que los chicos están sometidos a demasiada publicidad. Una publicidad que tiene como único resultado el formarles como compradores compulsivos, adscritos al fenómeno fan y nada críticos con el producto.
 
El segundo y el tercer aspecto caminan de la mano. Y son: por un lado, las dificultades que se encuentran los creadores de contenidos infantiles y juveniles para realizarlos y venderlos a los canales de televisión. Y por otro, el escaso interés que sienten las cadenas que emiten en abierto por el público infantil y juvenil. Tal parece que la inmensa mayoría de los canales televisivos en abierto manifiestan un paupérrimo interés por estas audiencias, a las que con suerte, dedican un mínimo del tiempo de su parrilla. En los países en los que el español es la lengua oficial, este planteamiento no parece tener mayores consecuencias para los canales televisivos, pues al crecer, los chicos vuelven a ser miembros del grupo de televidentes del canal. Sin embargo, en países como Estados Unidos, en los que el español es la lengua de los inmigrantes, las consecuencias son más destacables y deberían hacer reflexionar a los canales hispanos sobre los contenidos de su parrilla. 
 
En Estados Unidos, los estudios de medición de audiencias plasman que los hijos de emigrantes -criados o nacidos allí- prefieren en un porcentaje altísimo -más del 80%- la programación emitida en inglés y como segunda opción, la bilingüe -español e inglés-.
 
Estadísticas que muestran su paupérrimo interés por la programación en lengua castellana. Lo más llamativo, es que esta predilección les acompaña en su vida adulta y trae como consecuencia pareja, una pérdida de televidentes para la televisión en español. Hechos que deberían hacer meditar a los canales hispanos estadounidenses sobre qué parte de responsabilidad tienen en el exitoso raiting de la programación en inglés o cómo esperan recuperar a esos espectadores cuando alcancen la edad adulta si jamás les ofrecieron programa alguno. Un tema nada baladí que los canales deberían abordar. Máxime, si tenemos en cuenta los resultados satisfactorios logrados en las contadas veces que emitieron un programa destinado a este público.
 
Para terminar recalcaré que estos temas, esbozados durante los tres días que duró la Cumbre y estrechamente vinculados a las audiencias infanto-juveniles, ameritan una profunda reflexión, un amplio debate y actuaciones para crear una televisión de mayor calidad adecuada a las necesidades de los chicos.
 
 
 

No hay comentarios:

Publicar un comentario