El faro del cine nacional, a toda luz
Con la presencia de la presidenta de la Nación, acompañada por la titular del Instituto Nacional de Cine, Liliana Mazure, la legendaria sala, remozada a nuevo, vuelve a convertirse a partir de hoy en la gran vidriera del cine argentino.
Por Oscar Ranzani
Esta tarde será una fiesta completa del cine argentino en el barrio de Congreso: se reinaugurará oficialmente el legendario cine Gaumont –actualmente Espacio Incaa Km 0–, con la presencia de la presidenta de la Nación, Cristina Fernández de Kirchner, quien estará acompañada por la titular del Instituto Nacional de Cine y Artes Audiovisuales (Incaa), Liliana Mazure, funcionarios y artistas para celebrar la compra del inmueble que concretó el instituto en febrero de este año. Si se tiene en cuenta que el Gaumont convoca anualmente a más de 400 mil espectadores, con entradas a precios populares, la adquisición no puede pasar inadvertida, sobre todo en un momento en el que hay dificultad para encontrar pantallas para el cine nacional por la proliferación de los tanques hollywoodenses en los complejos multipantalla.
El valor del edificio, conformado por tres salas, fue tasado en su momento por el Tribunal de Tasación de la Nación en 20.680.000 pesos y el Incaa terminó adquiriéndolo en 19.500.000 de la moneda nacional, cifra que abonó a la empresa Sociedad Anónima Cinematográfica (SAC), que era la dueña del cine. A lo largo de estos meses, en el inmueble de estilo racionalista del Gaumont, que desde 2003 programa el Incaa, se reconstruyó el techo del cine, donde se instaló la antena de Arsat, que permitirá recibir, en un futuro cercano, proyecciones vía satélite, que es el formato que tiende a imponerse a nivel mundial en cuanto a proyecciones digitales. Se reconstruyó el techo para que pudiera soportar el peso de la antena y también se realizaron obras en todo el edificio, tanto decorativas como acústicas (las cortinas y los revestimientos de la sala principal y, en breve, se cambiarán todas las butacas).
Entre las mejoras también se recuperó el escenario de unos seis metros de profundidad de la sala más grande, delante del cual está la pantalla principal que puede subirse para dejar a la vista otra pantalla, donde también se podrán proyectar films digitales. Se pulieron los mármoles del hall y las escaleras, que ahora lucirán pantallas de leds; se cambiaron los pasamanos y se amplió la cabina de proyección, que momentáneamente contará con un proyector digital 2K (esto indica el nivel de definición), que luego se reemplazará con uno de 4K en la sala 1 (la más grande). De esta manera, las tres salas del Gaumont quedarán con equipamiento de última generación en cuanto a imagen y sonido.
Antes de la compra, a comienzos de 2012, cuando el Gaumont era alquilado por el Incaa, el legislador porteño Juan Cabandié (FpV) presentó un proyecto para proteger a futuro el local. La ley de protección estructural fue votada por unanimidad por la Legislatura de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires y permitió que la empresa dueña del cine no pudiera modificar ni demoler el edificio y, en cambio, desde entonces, se debe respetar su patrimonio histórico y cultural. En la práctica, que un edificio sea catalogado “con protección estructural” significa que sigue conservando las características edilicias que tiene, pero no necesariamente la actividad que se desarrolla, motivo por el cual la compra del Gaumont garantiza la exhibición cinematográfica a futuro. Antes de la sanción de la ley hubo una audiencia pública, donde artistas de la talla de Graciela Borges, Luis Puenzo, Pablo Echarri y Ana María Picchio, entre otros, apoyaron el proyecto de Cabandié.
La sala es fundamental para el instituto desde 2003, fecha en que comenzó a formar parte del Circuito Espacios Incaa. Desde entonces se programan largometrajes argentinos y, a juzgar por las cifras de la taquilla, el Gaumont es una verdadera vidriera del cine nacional. Además, allí también realiza sus exhibiciones el legendario Cine Club Núcleo y se han de-sarrollado diversos ciclos internacionales como Madrid Cine y la Semana de Cine Europeo, que programa el delegado general del Festival de Cannes, Thierry Frémaux.
El edificio se inauguró en 1912 con el nombre Cine Plaza Congreso, hasta que diez años después fue rebautizado como Cine Gaumont, en homenaje al francés León Gaumont, uno de los pioneros de la industria cinematográfica. Entre 1938 y 1943, el antiguo inmueble donde funcionaba el Gaumont fue demolido y se construyó en el mismo sitio el edificio actual. En 1995 fue intervenido y se lo dividió en tres salas, manteniéndose la más grande en la planta baja, con 800 plateas, mientras que las otras dos cuentan con capacidad para albergar 400 y 300 espectadores, respectivamente. Y en 2003 fue incluido en los complejos que integran el Circuito Espacios Incaa con la idea de garantizar la exhibición de cine nacional. En 2008, el Gaumont fue declarado “Testimonio vivo de la memoria ciudadana”, reconocimiento otorgado por el Museo de la Ciudad. Desde hace unos días, abrió nuevamente sus puertas exhibiendo películas argentinas y es el deseo de la comunidad cinematográfica y artística que nunca las cierre.
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