Los arqueólogos que en abril de 2014 iniciaron la búsqueda de la sepultura del creador de El Quijote, muerto en 1616, dijeron que "no hay discrepancias" en que los fragmentos de huesos hallados en el Convento de las Trinitarias, del madrileño Barrio de Las Letras, son los del escritor. Fueron depositados allí entre 1698 y 1730, junto a los de otras 16 personas y la marca de la identificación fue un un nicho con las iniciales "MC". Restan hacer los exámenes de ADN.
http://www.pagina12.com.ar/diario/ultimas/20-268327-2015-03-17.html
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"Todos los miembros del equipo estamos convencidos de que tenemos fragmentos de los restos de Miguel de Cervantes", dijo en rueda de prensa Francisco Etxeberría, forense miembro del equipo que analizó los cientos de fragmentos correspondientes a 17 cuerpos, entre ellos los de Catalina de Salazar, la esposa del máximo exponente de la literatura española.
La conclusión no supone el punto final de la investigación. Una posible tercera fase del proyecto, no confirmada por ahora, consistiría en extraer ADN de los huesos localizados aunque a sabiendas de que sería difícil cotejarlos, ya que Cervantes no tuvo hijos, aunque sí una hermana, cuyos restos están en un osario común en Alcalá de Henares, a las afueras de Madrid.
La búsqueda del cuerpo de Cervantes, iniciada en abril de 2014, dio un giro el pasado enero, cuando los investigadores hallaron las iniciales MC remachadas en hierro sobre una tabla de madera. A partir de ese momento, comenzó el estudio forense para intentar determinar si los restos asociados al sepulcro se correspondían con los del autor de El Quijote.
Tanto la investigación documental como los hallazgos arqueológicos permiten concluir que los restos de Cervantes fueron trasladados a la cripta de la iglesia de las Trinitarias y que uno de los conjuntos de restos óseos encontrado en esa cripta coincide "fielmente" con los datos de archivo sobre el grupo con el que habría sido enterrado el escritor.
Los 17 cuerpos fueron inhumados entre 1612 y 1630 de la iglesia primitiva de las Trinitarias, ubicada al contrario de lo que se pensaba hasta ahora en un lugar distinto al actual, y que fueron trasladados a la cripta entre 1698 y 1730, en el momento en que estaban terminando las obras de construcción del convento.
La investigación liderada por el forense Luis Avial y el georradarista Francisco Etxebarria costó 124 mil euros y estuvo apoyada por el Ayuntamiento de Madrid. Sobre qué pasará con los restos del escritor y la posibilidad de que se expongan al público, el historiador Francisco José Marín Perellón, funcionario del Ayuntamiento y archivero, indicó que no corresponde al Gobierno local esta decisión, que dejó en manos del convento de las Trinitarias y la Real Academia Española, que ostenta la tutela del edificio.
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