La reciente ganadora del Oscar a la Mejor película extranjera El secreto de sus ojos, de Juan José Campanella, obtuvo mayoría de votos del público y la crítica y –de acuerdo al sistema del veredicto– se alzó con el premio Balance de Oro, el máximo galardón del encuentro cinematográfico argentino-europeo Pantalla Pinamar 2010. El film también recibió el premio Atahualpa Yupanqui, una distinción que otorga el Instituto Cultural de la provincia de Buenos Aires a quienes hacen un aporte significativo a la cultura.
Además, La Tigra, Chaco, de Federico Godfrid y Juan Sasiain se alzó con el Balance de Plata, y Vikingo, del quilmeño José Celestino Campusano, con el de Bronce.
La Tigra, Chaco también fue distinguida con el premio Signis como Mejor película del festival por la Asociación Católica Mundial para la Comunicación, representada aquí por la tríada Lidia Greco, Laura Rinaldi y el crítico y cineasta Paulo Pécora. "Porque esta película ofrece una mirada luminosa acerca de la identidad argentina, desde una perspectiva que elude los condicionamientos del sistema consumista y rescata un estilo de vida sencillo, basado en los lazos afectivos, el arraigo y valores esenciales del ser humano. Y porque apreciamos este tipo de obras cuyas temáticas y tratamiento narrativo superan las dificultades de producción que puedan haber transitado", argumentó su jurado.
Luego de ocho jornadas de intensa actividad, entre proyecciones, conferencias de prensa, work in progress, llegó el final la sexta edición de este festival. El anunció de los premiados se realizó el sábado en la sala Bahía.
La ceremonia de entrega de los galardones fue conducida por el creador y director de Pantalla Pinamar, Carlos Morelli. A ella asistieron el intendente municipal de Pinamar, Rafael De Vito, personalidades locales y provinciales, así como el actor español Pablo Pineda, cuyo filme Yo, también, dirigido por Álvaro Pastor y Antonio Naharro, puso punto final al encuentro.
Además, La Tigra, Chaco, de Federico Godfrid y Juan Sasiain se alzó con el Balance de Plata, y Vikingo, del quilmeño José Celestino Campusano, con el de Bronce.
La Tigra, Chaco también fue distinguida con el premio Signis como Mejor película del festival por la Asociación Católica Mundial para la Comunicación, representada aquí por la tríada Lidia Greco, Laura Rinaldi y el crítico y cineasta Paulo Pécora. "Porque esta película ofrece una mirada luminosa acerca de la identidad argentina, desde una perspectiva que elude los condicionamientos del sistema consumista y rescata un estilo de vida sencillo, basado en los lazos afectivos, el arraigo y valores esenciales del ser humano. Y porque apreciamos este tipo de obras cuyas temáticas y tratamiento narrativo superan las dificultades de producción que puedan haber transitado", argumentó su jurado.
Luego de ocho jornadas de intensa actividad, entre proyecciones, conferencias de prensa, work in progress, llegó el final la sexta edición de este festival. El anunció de los premiados se realizó el sábado en la sala Bahía.
La ceremonia de entrega de los galardones fue conducida por el creador y director de Pantalla Pinamar, Carlos Morelli. A ella asistieron el intendente municipal de Pinamar, Rafael De Vito, personalidades locales y provinciales, así como el actor español Pablo Pineda, cuyo filme Yo, también, dirigido por Álvaro Pastor y Antonio Naharro, puso punto final al encuentro.
La película de la clausura. Pablo Pineda interpreta en Yo también (2009), película de clausura de Pantalla Pinamar, a un chico con síndrome de Down que se enamora de su compañera de oficina (interpretada por Lola Dueñas). En la conferencia de prensa realizada posteriormente a la proyección del film, Pineda sorprendió con su carisma y aportó datos valiosos sobre el film y el tema de la discapacidad tanto en la película como en su vida personal.
La película cuenta la historia de Daniel, un joven sevillano de 34 años, que es el primer europeo con síndrome de Down que ha obtenido un título universitario. Luego, comienza su vida laboral en la administración pública donde conoce a Laura, una compañera de trabajo.
Ambos inician una relación de amistad que pronto llama la atención de su entorno laboral y familiar. Y esta relación se convierte en un problema para Laura cuando Daniel se enamora de ella. Sin embargo, esa mujer solitaria que rechaza las normas, encontrará en él la amistad y el amor que nunca recibió a lo largo de su vida.
Con un carisma asombroso y mucho sentido del humor, Pineda comentó que accedió a hacer el film por la sensibilidad especial co la cual se aborda el tema. "Tanto uno de los directores como el productor tienen un familiar con síndrome de Down, y eso hace que se traten las relaciones con una sensibilidad especial", contó. "Me empecé a relacionar con la historia porque me di cuenta que me interesaba contar los miedos y las preocupaciones que sentía por mi condición, sabiendo que hacer la película me iba a desnudar sentimental y emocionalmente", se sinceró.
La película sigue la estructura de una historia de amor no correspondido, adjudicándole al personaje "diferente" la imagen del chico con síndrome de Down.
El actor habló también de sus intenciones de dedicarse a su profesión –estudió magisterio y psicopedagogía– y no de seguir actuando, algo que recuerda como "una experiencia enriquecedora" pero que no quiere desarrollar. "Lo mío es el magisterio, como cualquier otra persona quiero dedicarme a mi profesión".
La película cuenta la historia de Daniel, un joven sevillano de 34 años, que es el primer europeo con síndrome de Down que ha obtenido un título universitario. Luego, comienza su vida laboral en la administración pública donde conoce a Laura, una compañera de trabajo.
Ambos inician una relación de amistad que pronto llama la atención de su entorno laboral y familiar. Y esta relación se convierte en un problema para Laura cuando Daniel se enamora de ella. Sin embargo, esa mujer solitaria que rechaza las normas, encontrará en él la amistad y el amor que nunca recibió a lo largo de su vida.
Con un carisma asombroso y mucho sentido del humor, Pineda comentó que accedió a hacer el film por la sensibilidad especial co la cual se aborda el tema. "Tanto uno de los directores como el productor tienen un familiar con síndrome de Down, y eso hace que se traten las relaciones con una sensibilidad especial", contó. "Me empecé a relacionar con la historia porque me di cuenta que me interesaba contar los miedos y las preocupaciones que sentía por mi condición, sabiendo que hacer la película me iba a desnudar sentimental y emocionalmente", se sinceró.
La película sigue la estructura de una historia de amor no correspondido, adjudicándole al personaje "diferente" la imagen del chico con síndrome de Down.
El actor habló también de sus intenciones de dedicarse a su profesión –estudió magisterio y psicopedagogía– y no de seguir actuando, algo que recuerda como "una experiencia enriquecedora" pero que no quiere desarrollar. "Lo mío es el magisterio, como cualquier otra persona quiero dedicarme a mi profesión".
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