domingo, 6 de febrero de 2011

Luz, cámara Argentina

 
En 2010 se filmaron 1.274 producciones locales y extranjeras en la ciudad de buenos aires y en la provincia. Una cifra récord impulsada por los bajos costos de rodaje en comparación con otras ciudades del mundo. Los escenarios más buscados y las estrategias para impulsar en el país una industria rendidora.
 
Por Daniela Rossi
http://www.elargentino.com/nota-124923-medios-125-Luz-camara-Argentina.html

Las recovas de la plaza seca de Luján fueron tomadas por asalto por tanques y milicianos que estaban en plena Guerra Civil española. Ese mismo conflicto bélico se trasladó a la calle Caseros, que quedó cubierta –asfalto y veredas- de tierra. El Parque Pereyra Iraola de La Plata se transformó en un bosque europeo para "Terra ribelle", una miniserie del canal italiano RAI, y también en una planicie africana para un spot de Coca Cola light. La Quebrada de las Conchas, en Salta, fue por unos días el "far west" estadounidense, ya que albergó la historia del cowboy "Lucky Luke". Como estos sitios, cientos de locaciones del país son ofrecidas para convertirse en el escenario deseado por cada director para rodar una escena de su producción audiovisual.


Durante 2010 se realizaron en la provincia de Buenos Aires 726 rodajes, y otros 548 se hicieron en la ciudad, que fue –según la revista estadounidense "Variety"– una de las cinco metrópolis más elegidas para realizaciones cinematográficas, junto con Rabat (Marruecos), Praga, Londres y París. Ambas jurisdicciones cuentan con organismos propios de promoción y asesoramiento –BAFilm y BASet, respectivamente–, que otorgan los permisos necesarios para salir a la calle a filmar. "Este es un número récord para nosotros, y resume, de alguna manera, el buen año del sector en el país", asegura Nicolás Wainszelbaum, director de Industrias Creativas del gobierno bonaerense. "Fue un gran logro", asegura sobre la cantidad de rodajes Enrique Avogadro, director de Industrias Creativas del Ministerio de Desarrollo Económico porteño.


En la ciudad de Buenos Aires, el esfuerzo ahora pasa por aportar variedad a las locaciones para montar el set. Es que las calles de San Telmo albergaron casi 30 filmaciones, y el microcentro porteño otras 60, por lo que tratan de promover a Constitución, Barracas, La Boca, Agronomía y Abasto como nuevos destinos. "Buscamos fisonomías similares entre los barrios para que a la misma cuadra no le caigan todas las filmaciones, y para que todos tengan la oportunidad de tener el movimiento comercial que causa un rodaje", asegura Avogadro. La misma voluntad de descentralizar filmaciones se llevó a cabo en la provincia, donde se abrieron oficinas municipales para fortalecer destinos y agilizar trámites. La Plata, Avellaneda, Bahía Blanca y Vicente López son algunos de los que ya tienen dependencia propia, y algunos de estos casos también coincidieron con los más elegidos para filmar. Las playas de la costa atlántica, unidades penitenciarias, el Teatro Argentino de La Plata y la costa ribereña del norte del Gran Buenos Aires fueron los favoritos.

La ciudad de las diagonales fue testigo del revuelo que se armó entre los vecinos durante la filmación que Philips había decidido hacer allí antes del Mundial de fútbol, con Juan Sebastián Verón como protagonista. Los productores sospechaban que el fanatismo que existe por él en la ciudad dificultaría el trabajo, pero no que llegaría a tanto. Un doble del jugador hizo algunas tomas para despistar a los curiosos; tiempo después apareció el verdadero Verón y pudo filmar el comercial.

EUROPA AL SUR. 
El aspecto "parisino" de los edificios porteños y de la ciudad de La Plata hace que muchos directores del exterior las elijan para simular escenarios de Europa. En la provincia, el 35 por ciento de los permisos tramitados para filmar largometrajes y publicidades fueron del exterior, y del otro lado de la General Paz las producciones extranjeras representaron el 33%. "Generalmente eligen alguna de las dos ciudades para replicar calles de Nueva York o París", cuenta Juan Boeris, responsable de la Comisión Argentina de Filmaciones (CAF) que depende del INCAA. "Aparte, ambas opciones tienen a pocas horas de distancia escenarios totalmente distintos, como puede ser la Pampa gaucha, la selva misionera, el Noroeste o la Patagonia", enumera entre los destinos posibles que más eligen desde el exterior.
"Venimos a Buenos Aires porque tiene locaciones únicas, por su amplitud y belleza. La gente colaboró mucho y fue todo sencillo", contó Ignacio Gómez-Sancha, uno de los productores de There be dragons, una de las películas más costosas filmadas en el país, basada en la vida del fundador del Opus Dei. Al momento del plan de rodaje, la otra opción para realizar las escenas era España, pero al comparar los costos, hacerlo en la Argentina resultaba más barato.

COSTOS Y ALGO MÁS.
 
Los precios suelen ser una de las ventajas con las que cuenta el país para recibir producciones extranjeras. Según datos de 2009 de la Cámara Argentina de Cine Publicitario, la inversión en un día de producción para un comercial (el promedio de duración es de 1.96 días) equivale a 70 mil dólares para un equipo nacional, y de 100 mil para uno extranjero (con todos los gastos incluidos). Un turno diurno de doce horas en el macrocentro porteño, que implique cortar una calle, cuesta $280, y en un espacio verde, $1.670. En Nueva York, por ejemplo, hasta mediados de 2010 los rodajes en la vía pública eran gratuitos; ahora, por día, utilizar el paisaje neoyorkino cuesta 300 dólares la jornada. En Roma y Madrid se maneja el mismo número como partida, pero en euros. A pesar de ser una ventaja, los precios no son el único imán. Desde los organismos gubernamentales coinciden en que la calidad de los profesionales técnicos es el otro diferencial con países que "compiten" directamente, como Hungría, Sudáfrica o Uruguay. "Elegimos Buenos Aires por su encanto único; es además cuna de grandes creativos y gente talentosa que hacen nuestro trabajo mucho más fácil y ameno", asegura Philip Goodgate, a cargo del anuncio del nuevo auto Volvo S60 para el mercado asiático que se hizo en la ciudad la semana pasada. "Acá hay calidad y a un precio más razonable", relata Avogadro sobre la generación de empleo. "La potencia económica que la industria audiovisual implica para las economías regionales es incuestionable, así como el fomento turístico que genera", sostiene Hector D’Amico, titular del Instituto Cultural del que depende BAFilm, que asegura que "los verdaderos recursos se generan a través de los servicios locales que se usan, como hoteles y gastronomía".

Más allá de las producciones que llegan del otro lado de la frontera, muchas de las publicidades o escenas de exteriores de novelas y películas son filmadas en rincones cercanos. "Claromecopa", la última publicidad de la compañía de telefonía Claro, se rodó en Claromecó y en sus rutas de acceso, y el aviso de Quilmes por su "Cientoveintenario" tuvo a lugares típicos de la ciudad entre sus escenarios, como el frente del Cabildo. Incluso la película que el año pasado se llevó el Oscar, El secreto de sus ojos, tuvo una de sus escenas principales al estadio de Huracán. Atraídos por la rareza de los montajes, o los vestuarios, los vecinos suelen acercarse para ver de qué trata tanto despliegue. Como ejemplo, dos bebidas se robaron las miradas: en la intersección de Tres Sargentos y San Martín, en el barrio de Retiro, cientos de chicas en bikini corrieron un maratón, una propuesta de Pronto de cara al verano, y desde las oficinas de la zona bajaron varios gritos y piropos. Más recatados fueron los vecinos de Barrio Parque, ante una publicidad que la cerveza Stella Artois montó detrás del Instituto Sanmartiniano ambientada en 1964.


VIDRIERA
"A esta altura, no hay productor que no conozca a la Argentina como destino para sus películas", sostiene Boeris desde la oficina del INCAA. Desde hace dos años, la ciudad actúa en estos casos mediante la Comisión Buenos Aires Film como nexo, y también lleva a las empresas del sector audiovisual a través de las que se promociona como destino. En marzo, Buenos Aires irá al European Film Market que se realiza en paralelo al Festival de Berlín, y será invitada especial del Festival FICCMEXICO que se hará por primera vez en la capital azteca. El ojo de los productores este año estará puesto en la Argentina, más allá de las ferias internacionales, ya que desde el 26 de mayo, nuestro país organizará el MICA (Mercado de Industrias Creativas Argentinas), en donde la producción local se abrirá al mundo. Además de estos eventos puntuales, los catálogos online de locaciones toman cada vez más protagonismo como primer acercamiento al destino: álbumes de fotos en redes sociales o en la Web pueden ser el anzuelo que tiente a la productora para venir.

A nivel país, San Luis es la única provincia que cuenta con un mecanismo propio de asistencia a las producciones audiovisuales, a través de la Ley de Cine sancionada hace diez años. "Tenemos variadas locaciones naturales y, por otro lado, es mucho más fácil y barato cortar una autopista por 12 horas en San Luis que en Buenos Aires", cuenta Guillermo Valdevenitez, jefe del programa San Luis Cine. Hostias, con Geraldine Chaplin y María Grazia Cucinotta, y Mis días con Gloria, con la "Coca" Sarli, fueron las más ruidosas del año que pasó, y en lo que va de 2011 las cámaras ya empezaron su trabajo. El gran desafío será la producción completa de un proyecto de Manuel García Ferré.


A nivel nacional, el Instituto del Cine busca afianzar una red en todo el país para crecer en la oferta de lugares y en la profesionalización de las tareas de asistencia y producción: "Casi todas ya tienen sus oficinas de rodaje, y buscamos que haya responsables de esas áreas para facilitar el acercamiento", asegura Boeris. En Mendoza, Tucumán y Entre Ríos se trabaja para lograr convenios de financiamiento con productoras locales, para lograr también algunos beneficios impositivos que permitan el crecimiento.


Dos estancias de Punta Indio fueron los paisajes apacibles en los que se movieron Anthony Hopkins y Laura Linney para The city of your final destination; el frente nocturno de una casa de Buenos Aires fue uno de los lugares –el local fue el único no europeo– por el que pasaron los protagonistas de Resturlaub, un best seller alemán llevado al cine. Así, los ejemplos podrían multiplicarse hasta donde la imaginación de los cineastas llegue, o en el límite que marque el propio asombro.


Si hace más de diez años Brad Pitt estuvo en el país para recrear la Alemania del Tercer Reich, y el Anfiteatro del Lago del bosque platense se transformó en un templo de la cima del Himalaya, todo puede suceder cuando la cámara se enciende y la lente apunta a la Argentina. 
 
 

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