El cineasta español Fernando Trueba, quien ofrecerá hoy en Buenos Aires una conferencia en el marco del Mercado de Industrias Culturales Argentinas (MICA), está preparando un filme de animación sobre el músico brasileño Francisco Tenório Cerqueira Júnior, desaparecido en Argentina en 1976 luego de dar un concierto en Buenos Aires, siete días antes del golpe de Estado.
Quiero reivindicar a alguien que fue un gran músico y ha sido casi olvidado, afirmó Fernando Trueba sobre Tenório, pianista del grupo Os Cobras, cuya figura también le permitirá recrear el interesante ambiente de una época muy importante, porque para mí es una edad de oro de la música de los años 60, especialmente de la música instrumental brasileña.
En una entrevista con Télam, el cineasta español agregó que el caso de Tenório -quien desapareció en Buenos Aires siete noches antes y fue asesinado tres noches después del golpe de Estado de 1976- es un ejemplo muy sintomático de la barbarie y el fascismo, y da cuenta de la sed de los gobiernos totalitarios de reprimir y aplastar a la gente.
El director español, que esta tarde ofrecerá en el MICA una conferencia sobre Cómo se filmó `Chico y Rita`, película con la que ganó el Goya 2011 a la mejor película de animación, aprovechará su paso por Buenos Aires para intentar cerrar un acuerdo de coproducción con la empresa Patagonik Film Group, que probablemente tenga socios también en España, Francia y Brasil.
El autor de "Belle époque" y "Calle 54", que ya recogió en Brasil y Argentina más de 160 horas de entrevistas sobre Tenório y su desaparición forzada, explicó que -al igual que lo hizo con Chico y Rita- eligió pasar del documental a la animación para narrar esta historia sobre la memoria y sobre los pequeños recuerdos que alguien como el músico brasileño dejó en las personas que lo conocían.
Los testimonios recogidos por Trueba indican que Tenório habría desaparecido en Buenos Aires el 17 de marzo de 1976, luego de un concierto junto a Vinicius de Moraes y Toquinho, y se especula que sus captores lo mataron diez días después en la Escuela de Mecánica de la Armada (ESMA), según una carta de militares argentinos a sus pares brasileños explicando que lo habían confundido con un subersivo.
Es un proyecto que nació como documental, pero finalmente se impuso la animación porque es un lenguaje que me permite atreverme a cosas que no me permitiría ni la ficción ni el documental ni el trabajo con actores, señaló Trueba, quien considera a Persépolis y Vals with Bashir como ejemplos que apuestan a contar mediante la animación historias políticas profundas y complicadas.
Con respecto a la animación, género que empezó a explorar con éxito con la bellísima Chico y Rita, en la que filmó a actores para poder llevar mejor al dibujo sus expresiones humanas, el director español subrayó que lo interesante es que la animación te da un nuevo nivel de verosímilitud y está abriendo caminos alternativos para narrar historias y acciones mucho más complejas.
En "Chico y Rita", que estrenó el año pasado en el marco del Festival de Cine de La Habana, Trueba narra una intensa historia de amor que sigue al son del jazz, la rumba y otros ritmos los encuentros y desencuentros que un pianista y una cantante cubanos sufren durante más de 50 años.
Filmada en la escuela de San Antonio de los Baños, Cuba, con actores reales que luego fueron dibujados y animados por el afamado pintor e ilustrador Javier Mariscal, la película trata de la supervivencia del amor más allá del tiempo, de los encuentros y desencuentros que unen y separan a un pianista y a una cantante durante más de 50 años entre La Habana, Nueva York y Las Vegas.
En esta historia de amor sincopada por la música cubana y por el aporte criollo al llamado latin jazz, Chico es un pianista negro que busca una cantante para presentarse juntos a un concurso que entrega un premio en dinero y el acceso a un contrato para actuar en el Hotel Nacional de La Habana, mientras que Rita es una bellísima mulata, con una voz inigualable, que se prostituye en el malecón de la ciudad para poder subsistir.
El filme comienza en la actualidad, cuando Chico ya es un anciano que sobrevive lustrando zapatos, pero luego se retrotrae hasta 1948, una década antes de la revolución liderada por Fidel Castro, cuando La Habana todavía era una ciudad muy vivaz, dueña de una intensa vida nocturna, y existía un puente musical -a través del jazz latino- entre Cuba y Estados Unidos.
Los vaivenes amorosos entre Chico y Rita se acentúan cuando un productor estadounidense la contrata y la lleva a Nueva York, convirtiéndola en una estrella que incluso llega a filmar una película en Hollywood, mientras que Chico viaja a Europa para acompañar en una gira a algunos de los más grandes músicos de jazz.
"Es una carta de amor a Cuba y un homenaje a los músicos cubanos, a los que se quedaron y a los que se fueron, pero principalmente es un homenaje a la gran cultura de ese país, que es lo que sobrevive a todos los avatares políticos y sociales", afirmó Trueba, quien se dio el gusto en este filme de unir y satisfacer al mismo tiempo sus tres pasiones artísticas: el cine, la música y el dibujo.
Siempre me he movido mucho en el mundo del arte, todas mis películas tratan sobre artistas.Para mí está bien hablar de lo que uno conoce y siempre mi cine y mi vida se han movido en el universo del arte. Es ahí donde me encuentro mejor y, a través de eso, es como uno puede hablar de la vida, agregó el cineasta.
Quiero reivindicar a alguien que fue un gran músico y ha sido casi olvidado, afirmó Fernando Trueba sobre Tenório, pianista del grupo Os Cobras, cuya figura también le permitirá recrear el interesante ambiente de una época muy importante, porque para mí es una edad de oro de la música de los años 60, especialmente de la música instrumental brasileña.
En una entrevista con Télam, el cineasta español agregó que el caso de Tenório -quien desapareció en Buenos Aires siete noches antes y fue asesinado tres noches después del golpe de Estado de 1976- es un ejemplo muy sintomático de la barbarie y el fascismo, y da cuenta de la sed de los gobiernos totalitarios de reprimir y aplastar a la gente.
El director español, que esta tarde ofrecerá en el MICA una conferencia sobre Cómo se filmó `Chico y Rita`, película con la que ganó el Goya 2011 a la mejor película de animación, aprovechará su paso por Buenos Aires para intentar cerrar un acuerdo de coproducción con la empresa Patagonik Film Group, que probablemente tenga socios también en España, Francia y Brasil.
El autor de "Belle époque" y "Calle 54", que ya recogió en Brasil y Argentina más de 160 horas de entrevistas sobre Tenório y su desaparición forzada, explicó que -al igual que lo hizo con Chico y Rita- eligió pasar del documental a la animación para narrar esta historia sobre la memoria y sobre los pequeños recuerdos que alguien como el músico brasileño dejó en las personas que lo conocían.
Los testimonios recogidos por Trueba indican que Tenório habría desaparecido en Buenos Aires el 17 de marzo de 1976, luego de un concierto junto a Vinicius de Moraes y Toquinho, y se especula que sus captores lo mataron diez días después en la Escuela de Mecánica de la Armada (ESMA), según una carta de militares argentinos a sus pares brasileños explicando que lo habían confundido con un subersivo.
Es un proyecto que nació como documental, pero finalmente se impuso la animación porque es un lenguaje que me permite atreverme a cosas que no me permitiría ni la ficción ni el documental ni el trabajo con actores, señaló Trueba, quien considera a Persépolis y Vals with Bashir como ejemplos que apuestan a contar mediante la animación historias políticas profundas y complicadas.
Con respecto a la animación, género que empezó a explorar con éxito con la bellísima Chico y Rita, en la que filmó a actores para poder llevar mejor al dibujo sus expresiones humanas, el director español subrayó que lo interesante es que la animación te da un nuevo nivel de verosímilitud y está abriendo caminos alternativos para narrar historias y acciones mucho más complejas.
En "Chico y Rita", que estrenó el año pasado en el marco del Festival de Cine de La Habana, Trueba narra una intensa historia de amor que sigue al son del jazz, la rumba y otros ritmos los encuentros y desencuentros que un pianista y una cantante cubanos sufren durante más de 50 años.
Filmada en la escuela de San Antonio de los Baños, Cuba, con actores reales que luego fueron dibujados y animados por el afamado pintor e ilustrador Javier Mariscal, la película trata de la supervivencia del amor más allá del tiempo, de los encuentros y desencuentros que unen y separan a un pianista y a una cantante durante más de 50 años entre La Habana, Nueva York y Las Vegas.
En esta historia de amor sincopada por la música cubana y por el aporte criollo al llamado latin jazz, Chico es un pianista negro que busca una cantante para presentarse juntos a un concurso que entrega un premio en dinero y el acceso a un contrato para actuar en el Hotel Nacional de La Habana, mientras que Rita es una bellísima mulata, con una voz inigualable, que se prostituye en el malecón de la ciudad para poder subsistir.
El filme comienza en la actualidad, cuando Chico ya es un anciano que sobrevive lustrando zapatos, pero luego se retrotrae hasta 1948, una década antes de la revolución liderada por Fidel Castro, cuando La Habana todavía era una ciudad muy vivaz, dueña de una intensa vida nocturna, y existía un puente musical -a través del jazz latino- entre Cuba y Estados Unidos.
Los vaivenes amorosos entre Chico y Rita se acentúan cuando un productor estadounidense la contrata y la lleva a Nueva York, convirtiéndola en una estrella que incluso llega a filmar una película en Hollywood, mientras que Chico viaja a Europa para acompañar en una gira a algunos de los más grandes músicos de jazz.
"Es una carta de amor a Cuba y un homenaje a los músicos cubanos, a los que se quedaron y a los que se fueron, pero principalmente es un homenaje a la gran cultura de ese país, que es lo que sobrevive a todos los avatares políticos y sociales", afirmó Trueba, quien se dio el gusto en este filme de unir y satisfacer al mismo tiempo sus tres pasiones artísticas: el cine, la música y el dibujo.
Siempre me he movido mucho en el mundo del arte, todas mis películas tratan sobre artistas.Para mí está bien hablar de lo que uno conoce y siempre mi cine y mi vida se han movido en el universo del arte. Es ahí donde me encuentro mejor y, a través de eso, es como uno puede hablar de la vida, agregó el cineasta.
TELAM
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