sábado, 8 de diciembre de 2012

TELEVISIÓN.SE CREÓ DOAT, LA ASOCIACIÓN DE DIRECTORES DE TELEVISIÓN



CUARENTA REALIZADORES DE FICCIONES DEL PRIME TIME SE UNIERON PARA RECLAMAR DERECHOS SIMILARES A LOS QUE GOZAN SUS COLEGAS DEL CINE. BUSCAN SER REVALORIZADOS COMO COAUTORES Y RECUPERAR EL RECONOCIMIENTO PERDIDO.

Cada vez que una telenovela, unitario o serie son exitosas, por rating o por prestigio (o ambos) son exitosas, es seguro que el público ubicará rápidamente a los protagonistas y hasta a los productores y las empresas que presiden como sucede con Pol-ka, Ideas del Sur o Underground y sus mediáticos dueños. Pero pocos son los que se interesen o mejor,  lleguen a enterarse e interesarse gracias a la información, de quiénes son los directores de esos programas. A diferencia del cine, en la televisión el director padece la invisibilidad y no porque se mantenga detrás de cámaras sino porque su trabajo se desconoce. Para valorizar este lugar es que se ha formado DOAT (Directores de Obras Audiovisuales para Televisión), la primera asociación que reúne a los directores de contenidos de ficción de TV, integrada por profesionales de experiencia en la realización de programas del primetime.

Presidida por Diana Álvarez, prestigiosa referente del medio, ganadora de premios Martín Fierro, Konex y Prensario, la DOAT la forman más de 40 miembros decididos a hacer escuchar su voz como coautores de la obra audiovisual. “Esta necesidad surgió porque era imprescindible resolver problemas que tenemos en nuestro trabajo como directores de ficción y que dejaron de ser individuales para convertirse en problemas comunes. Como asociación profesional nos interesa organizar seminarios de capacitación, participar en eventos de la industria audiovisual, asumir la representación profesional y protección legal de los directores de obras audiovisuales para televisión”, dice la directora, entre otros éxitos, de Alén, luz de luna,  La extraña dama, Nosotros y los miedos,  El oro y el barroy Estrellita mía.

Nombres históricos como Maria Herminia Avellaneda, Martín Clutet, María Inés Andrés, David Stivel, Marta Reguera y Alejandro Doria son los que cita Álvarez para fundamentar que un director de ficción es un artista. “Queremos revalorizar nuestro rol como coautores.  Para ‘contar un cuento’  que conmueva se necesita a un artista. Desde los comienzos de nuestra televisión, los directores de ficción fueron parte  importante y necesaria de los proyectos  ya sea en la creación de la idea original, en el acompañamiento al escritor,  en la recreación de la obra y, por supuesto, en la dirección general. Fue a partir de mediados de los noventa que el productor independiente  asumió el rol de productor y director general como se puede comprobar en ‘algunos’ créditos televisivos”, opina.

 Mirá el video de Diana Álvarez

Para el secretario de la DOAT, Daniel Alvaredo (Cuentos de Fontanarrosa, Un cortado), revalorizar su trabajo significa dejar de asociar al director de ficciones con un técnico“La televisión hace mucho tiempo dejó de ser un híbrido audiovisual y el cine está siendo absorbido por la industria de la comunicación. Pero en el cine el director tiene nombre propio mientras que en la televisión los nombres se los deglute la emisora o la productora. Se ha producido un desequilibrio en la relación director-productor que no favorece a la producción de ficciones para televisión y que queremos corregir. Cada vez se aleja más al director de ficciones de las decisiones que hacen a nuestras obras y eso lo consideramos altamente perjudicial tanto para nosotros como para la industria”. Con igual diagnóstico, Pablo Ambrosini (Amor en custodia, Don Juan y su bella dama, Herencia de amor, Botineras, El elegido Graduados) afirma que la tendencia avanzó en desmedro de su trabajo: “Algunas cosas del trabajo que años atrás hacía el director, hoy las realiza el productor. Pero es necesario volver a involucrar al director en decisiones como la elección de un actor, el diseño de una escenografía, el diálogo directo con los autores, la elección de una locación en exteriores o la elección del equipo técnico”.

Director de los recordados Buscavidas, Gerente de familia, Peor es nada, Los buscas de siempre yCostumbres argentinasOscar Maresca coincide en que durante años fueron considerados como técnicos y no partícipes de la creación de los productos: “No hay diferencia entre un director de tv y uno de cine; incluso las tareas del primero son aún mayores ya que además de realizar la puesta en escena y marcación de actores, opera el switcher y trabaja con más de una cámara. Participa en la pre y post-producción y tiene la potestad de corregir el libro en cuanto se necesite para poder contar el cuento y que sea entendible para el público”.

Acerca de la odiosa comparación con los directores de cine, de la misma manera opina Martín Saban (Padre Coraje, Valientes, Violetta y Sos mi hombre): “El director de TV en ficción cada vez se parece más al director de cine. Ambos tienen el desafío de contar una historia de modo audiovisual. La diferencia se centra en la cantidad de veces que se repite en una jornada de trabajo el proceso de lectura del guión/escena, puesta en escena, ensayo y grabación/filmación (de hecho ambos registran su obra en soportes digitales). Un director de cine tiene un compromiso muy íntimo con el guión ya que lo analiza y prepara durante meses mientras que el director de ficción diaria, muchas veces se encuentra con el guión unos días antes y hasta un día antes de tener que registrarlo. O sea que el director de TV produce en un día de trabajo mayor cantidad de minutos que el director de cine. Si además tenemos en cuenta que en los últimos años los requerimientos de calidad y productividad son muy altos, el director de TV debe ser capaz de mantener día a día una precisión enorme que va desde su preparación académica y cultural, hasta su oficio adquirido durante años de rodajes”. 

Todos ellos están de acuerdo: su trabajo no es meramente técnico sino, también y en especial, artístico. Como tales, se juntaron para defender sus derechos y ofrecer toda su experiencia para fomentar la industria audiovisual tanto a nivel privado como público.“Con la formación de la DOAT, la situación de los directores integrales de televisión mejorará y podremos ser nuevamente reconocidos: esta es una de la formas para que el público conozca nuestra tarea y entienda cuáles son nuestras funciones”, subraya Maresca. “En los inicios de Canal 13, el mítico Goar Mestre hacía esperar a sus futuros clientes paseándolos por los pasillos adonde daban las peceras de los controles de los estudios, para que vieran cómo dirigían los directores. De esta manera los hacía experimentar el valor agregado de la industria con la que estos anunciantes iban a difundir sus marcas, sus servicios y productos”: esta anécdota, que cuenta Alvarado, es el más claro ejemplo de lo que este grupo quiere recuperar.

Por Leni Gonzalez
Fuente: El guardián
http://www.gacemail.com.ar/index.php?idnota=21295

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