De pie, a un costado del escenario, el director dice “acción”, y la cámara empieza a rodar la fiesta de bodas del enano Hans y la equilibrista Cleopatra. Desde una de las cabeceras de la mesa, el enano Angeleno anuncia: “¡La aceptamos!”; la cámara lo abandona y gira hacia Joseph-Josephine, el hombre-mujer, que corrobora entusiasta: “¡La aceptamos, la haremos una de los nuestros (one of us!)”. Todos cantan, en un coro que va in crescendo. “One of us!”, hace punta otro de los enanos; “one of us!”, corean la mujer barbuda y la mujer sin brazos. “One of us!”, machacan juntos los microcéfalos, el hombre esqueleto, las siamesas, el resto de los enanos y otra decena de freaks mientras golpean rítmicamente la mesa con los puños o los cubiertos. Desde la otra cabecera, Cleopatra, flanqueada por Hans y el gigante Hércules, los mira. Al principio se la ve perpleja; después, horrorizada. Se levanta y retrocede un paso. Ahora Angeleno salta sobre la mesa y derrama una botella de champagne dentro de una ensaladera de la que hace beber, uno por uno, a todos los freaks. Finalmente se la ofrece también a Cleopatra, para que beba con ellos. La novia estalla: “¡Ustedes, sucios, asquerosos, monstruos, fenómenos, váyanse! ¡¿Quieren hacerme una de ustedes?! ¡Fuera de aquí!”. Los freaks se levantan espantados, retroceden y salen de escena para dejarla sola con Hans y con Hércules, los tres vértices del triángulo fatal. “¡Corten!”, dice el director y sonríe satisfecho.
Corre 1932, y Tod Browning está filmando la película con la que soñó toda su vida. Viene de dirigir Drácula, a disgusto, protagonizada por Bela Lugosi, un actor que le desagrada aún más. Hubiera querido hacerla con Lon Chaney, su socio favorito de la etapa del cine mudo, pero Chaney tuvo el mal gusto de morirse justo un año antes de que los estudios Universal lo contrataran para dirigir la historia del vampiro de Transilvania. Ahora Browning les ha arrancado el presupuesto para hacer Freaks y esa es su revancha.
Se las vendió como una película de terror, pero está haciendo otra cosa, sin salirse del género. Basada en “Spurs”, un relato corto de Tod Robbins, Freaks es una historia de amor, traición y venganza en un circo. La trama es sencilla: Hans (Harry Earles), el enano, está perdidamente enamorado de la bella equilibrista Cleopatra (Olga Baclanova), que lo desprecia mientras mantiene una relación secreta con el musculoso Hércules (Henry Victor). A su vez, la enana Frieda (Daisy Earles, hermana de Harry en la vida real), ama también en secreto y desinteresadamente a Hans. Enterada de que el enano va a recibir una cuantiosa herencia en Alemania, Cleopatra decide seducirlo para casarse con él y luego –en complicidad con Hércules– matarlo para quedarse con todo el dinero. El plan funciona a la perfección hasta la fiesta de bodas (Browning remarca la importancia de la escena con un cartel que la anuncia, quizás reminiscencia de los recursos del cine mudo), durante la cual Cleopatra intenta envenenar a Hans sirviéndole champagne de una botella en la que ha derramado una sustancia que, supone, será letal. Pero entonces losfreaks le cantan que ahora es una de ellos (one of us!, le taladran los oídos) y Cleopatra no puede resistirlo: su horror y su desprecio por los fenómenos del circo, incluido su flamante marido, quedan en evidencia. También el plan criminal, porque poco después Hans agoniza en la cama de su carromato. Solidarios con el enano engañado y resentidos por el desprecio de Cleopatra, los fenómenos deciden hacer justicia con sus propias manos. En una emboscada tan lenta como pavorosa, la rodean y se escucha un grito desgarrador. Después se verá que los freaks han cumplido con su palabra: han transformado a la bella equilibrista en una de ellos, literalmente. One of us.
El final se precipita: Cleopatra, mutilada, convertida en una suerte de gallina con cabeza humana (el único efecto especial de la película) será objeto de siniestra exhibición. Hans se recuperará y viajará a Alemania, donde recibirá la herencia y vivirá en un palacio. Allí lo seguirá Frieda poco después, para que la pareja (de parejos enanos) pueda encontrar el verdadero amor.
Pero detrás de la trama está la otra historia, la que Tod Browning quiere realmente contar. La condición humana de los freaks, de los fenómenos de circo. Y los muestra en sus actitudes y acciones cotidianas, en sus afectos y sus frustraciones, en la extraña normalidad de sus vidas (basta ver con qué naturalidad el hombre gusano, que carece de pies y manos, enciende un cigarro y lo enciende de verdad). No hay trucos en Freaks, sus actores no actúan de fenómenos sino que lo son. Todos y cada uno –la/el hermafrodita, la mujer barbuda, los microcéfalos, el hombre esqueleto, los diversos tipos de enanos, las siamesas, la mujer sin brazos y siguen las firmas– son verdaderos freaks. Sin maquillaje.
Es que Tod Browning se siente (casi es) parte de esa comunidad. No la mira –ni la muestra– desde afuera sino desde bien adentro. De un adentro que se le hizo carne a los 13 años, cuando se incorporó a la troupe de un circo en su Louisville natal para recorrer los Estados Unidos. Todavía tiene pesadillas con su primer número, el de cadáver viviente, cuando lo enterraban –después de que un supuesto médico certificaba su muerte– en un ataúd que tenía, oculto, un precario sistema que le permitía respirar. Ahí pasaba 24 horas, comiendo apenas unas bolitas de leche en polvo, hasta que lo desenterraban y lo “resucitaban” mediante poderes mágicos. Años después, cuando ya era un director de cine consagrado, contaría: “La primera vez fue la peor. Cuando sentí la arena golpeando contra el ataúd empecé a sentir pánico. Pero horas después me invadió una profunda calma, como si realmente hubiera muerto”.
Por eso, ahora que filma la escena culminante de Freaks en uno de los estudios de la Universal, Tod Browning siente que está dirigiendo, por primera vez, su propia película. No sabe, todavía, que los jerarcas de la compañía lo obligarán a cortar una decena de escenas protagonizadas por sus amigos, los fenómenos, para no herir la sensibilidad del público. No sabe que su película original de una hora y media quedará reducida a 64 minutos. Tampoco sabe que será un estrepitoso fracaso comercial que prácticamente acabará con su carrera pero que, con el correr del tiempo, se convertirá en una obra de culto.
Ignora también que muchos años después Bernardo Bertolucci utilizará su escena cumbre para anclar el sentido de otra gran película llamada Soñadores (2003), donde tres pendejos –bastante creciditos ellos, pero sin poder superar esa condición– creen hacer su propia revolución mientras la historia les pasa por encima en el París ardiente de mayo de 1968. (Hay una escena sublime, donde los tres personajes –dos chicos y una chica– corren gritando “one of us!” por los pasillos del Louvre, esquivando a los guardias de seguridad del museo, mientras la represión policial cobra muertes en las calles de París… y, acto seguido, Bertolucci inserta un cachito de la fiesta de bodas con los freaks cantando precisamente eso.) La falta de imaginación al poder. O la estúpida pero (auto)gratificante impostura del como si.
Tod Browning no sabe nada de todo esto mientras filma su película. Ni siquiera intuye que será objeto de incontables homenajes, lecturas e interpretaciones. Hombre de Hollywood al fin, su rebelión de los fenómenos de circo no tiene nada de revolución, ni siquiera de redención. Es la historia de una venganza que no brinda a sus verdaderos protagonistas otra ganancia que la de reducir al enemigo a su propia condición. La de transformarlo, a él también, en un freak, en uno de ellos. one of us.
Por eso, y sólo por eso, Freaks es una película de terror.
Nada de esto le importa al director mientras sigue la escena detrás de las cámaras. Es pura concentración. Una concentración que le es un poco esquiva a quien ahora escribe –a las apuradas, en la redacción– las últimas líneas de esta nota y, tal vez por haber visto muchas veces la película (que, vale insistir, no deja de ser una de terror), cree escuchar a su alrededor un cántico machacante que lo obliga a levantar, inquieto, la mirada:
One of us! One of us! One of us!
The end.
Freaks, Freaks, Freaks!!!
http://www.cinefania.com/terroruniversal/index.php?id=65
Entre 1923 y 2002 hay un lapso de 79 años. Entre estas dos fechas tenemos dos sucesos significativos para todo aficionado al cine de terror. Curiosamente estos hechos no son cinematográficos sino literario el primero y teatral el segundo. Veamos aquí la vera historia de FREAKS, también conocida como SPURS, FENOMENOS o LA PARADA DE LOS MONSTRUOS....
Darío Lavia
Entre 1923 y 2002 hay un lapso de 79 años. Entre estas dos fechas tenemos dos sucesos significativos para todo aficionado al cine de terror. Curiosamente estos hechos no son cinematográficos sino literario el primero y teatral el segundo. Veamos aquí la vera historia de FREAKS, también conocida como SPURS, FENOMENOS o LA PARADA DE LOS MONSTRUOS.
El Cuento Original
Todo comenzó con un cuento llamado SPURS (Espuelas), de Todd Robbins, publicado en 1923 en la Munsey's Magazine. El cuento narraba la historia de un enano francés llamado Jacques Courbé, que trabaja en un circo y se enamora de una compañera, Jeanne Marie, una voluptuosa caballista, "alta, rubia, del tipo amazónico", que realiza su acto con el "atezado y hercúleo" Simon La Fleur. Su sola visión "hace ruborizar a Jacques, cuya mirada queda prendida a ella." El contacto físico que ocurre durante el acto entre Jeanne Marie y Simon hace que la sangre del enano entre en ebullición. Justamente el acto de Jacques es una parodía del de Jeanne Marie, él también monta y da vueltas a la pista, pero no sobre un caballo sino sobre un enorme perro llamado St. Eustache. Este humillante ritual es saludado con oleadas de risas burlonas por el público, que en cambio brinda ovación y aplauso al dúo anterior.
Habiendo sido beneficiado con una gran herencia, Jacques propone matrimonio a Jeanne Marie, ya que ahora puede darle todos los lujos que ella pretende. Al principio ella recibe la proposición con risas de paroxismo e incredulidad, pero luego lo piensa mejor y acepta, creyendo que como los enanos no son personas fuertes y fallecen jóvenes, ella y Simon podrán abandonar el circo y vivir como ricos. Se celebra una fiesta y un banquete, pero la celebración pronto degenera en una gresca entre los grotescos fenómenos. En tanto el desprecio de Jeanne Marie hacia el "pequeño simio", explota en torrentes de abuso y ridículo cuando se monta a los hombros al pobre Jacques (que ya ha sido intoxicado) y lo lleva a pasear, asegurando que "podría llevarlo de un confín a otro de Francia". Un año más tarde Jeanne Marie visita a Simon, que no la reconoce, ya que la mujer, que ha huido de su marido, está demacrada y muy delgada, excesivamente envejecida. Jacques la ha mantenido como una prisionera con la ayuda de St. Eustache, el perro, cabalgándola como a una bestia de carga, inclusive con espuelas en sus botas, cada día descontando una cantidad de leguas que sumadas serían "el ancho de Francia". En ese momento el enano y el perro trotan silenciosamente desde la casa al carromato de Simon. No se escucha nada, pero Jeanne Marie lo siente con pánico obsesivo. De repente Jacques y St. Eustache ingresan en el carromato y el celoso enano ordena a su vicioso can atacar al hombre fuerte. Jacques le da un fatal toque de gracia a Simon con una pequeña espada y vuelve a capturar a la condenada Jeanne Marie.
Este cuento parece que llamó la atención de los ejecutivos de MGM, quienes en 1929 anunciaron que el "próximo filme" del director Tod Browning (especialista en cine truculento y director asociado usualmente a Lon Chaney) sería acerca de un espectáculo circense. Ese año MGM pagó a Robbins 8.000 dólares por los derechos de filmación de su cuento, aunque el rodaje se vio postergado por diversos motivos. En 1931 Browning marchó a Universal para filmar DRACULA, bajo supervisión de Carl Laemmle Jr., y protagonizada por el astro húngaro Bela Lugosi, estrella de la versión teatral que había sido un éxito en Broadway. El estreno de la película inició el nacimiento del fenómeno del cine de terror sonoro, y motivó a Laemmle a encargar una versión de FRANKENSTEIN, que fue filmada con gran acierto por el director inglés James Whale. Solo estas dos películas bastaron para ubicar a Universal, un estudio por entonces modesto, a la cabeza de las taquillas. Con este precedente MGM decidió no postergar más la filmación de SPURS y, una vez que Browning estuvo disponible, fue el productor estrella Irving Thalberg quien dio el puntapié inicial de lo que sería FREAKS. Browning aceptó el encargo, también alentado por su amigo, el actor liliputiense Harry Earles, quien había protagonizado THE UNHOLY THREE (1925), otro filme de Lon Chaney dirigido por Browning. La adaptación del cuento y la elaboración del guión fue realizada en equipo por Willis Goldbeck, Leon Gordon, Edgar Woolf y Al Boasberg, y Tod Browning también participó en la tarea. Varios detalles de la obra original permanecieron en el guión, pero la trama fue conducida hacia otro rumbo, respetando eso sí, el fuerte transfondo sexual y psicológico de la misma.
La Película
La película FREAKS cuenta la historia de Hans, un enano que trabaja en el circo de Madame Tetrallini en Francia, que está comprometido a Frieda, una enana que tiene un acto con un caballo pony. Sin embargo Hans está realmente prendado de la belleza de Cleopatra, una sensual trapecista. Cleopatra ridiculiza las atenciones que el enano tiene para con ella, pero luego que se entera que ha heredado una fortuna de un pariente rico, trama casarse con Hans, envenenarlo y huir con Hercules, el hombre fuerte del circo. La pobre Frieda confiesa el drama a Phroso, el payaso principal y a Venus, la entrenadora de focas. Pero a pesar de sus advertencias, Hans contrae matrimonio con Cleopatra. Durante la noche de bodas, los fenómenos votan de aceptar a Cleopatra como una de ellos, ya que ahora es esposa de un enano. La congregación se pasa entre sus miembros un cáliz de vino, del que todos beben, cantando "Gooble, gobble, we accept her, one of us..." (Copa, copa, la aceptamos como una de nosotros). Sin embargo, Cleopatra los rechaza enérgicamente, "¡sucios y repugnantes fenómenos! ¡Me dan ganas de vomitar!" dice y les arroja el vino del copón. La pérfida trapecista humilla entonces a Hans, montándolo en sus hombros y paseándolo por la pista, mientras Hercules también se ríe de él.
Durante los siguientes días Cleopatra administra a Hans, que guarda cama luego de la fiesta, pequeñas dosis de veneno. Los otros fenómenos descubren la trama y vigilan al dúo desde cada rincón. Durante una noche de tormenta que el circo se moviliza a la siguiente ciudad, los fenómenos atacan a Hercules y a Cleopatra, a quien mutilzan, convirtiéndola en una criatura ciega, sin piernas y que solo habla por graznidos. Según la versión original también castraban a Hercules, quien era mostrado cantando con una voz chillante.
Varias similaridades quedaron entre el cuento original y la película. En el cuento Jacques Courbé y su perro poseen una especie de poder sobrenatural para dominar a Jeanne Marie. En la película, durante el tenebroso final, los fenómenos son mostrados reptando y avanzando por el lodazal, acechando a sus víctimas, con un sentido colectivo de agresión que hace suponer un poder sobrenatural que los guía. También la película conservó el fuerte y polémico sentido de frustración sexual entre el enano y la trapecista. Sin embargo las diferencias son mayores. En SPURS, los fenómenos se enfrentan en una gresca durante la fiesta de bodas. En cambio en FREAKS, ellos son considerados como parte de un orden social con sus propios códigos morales "El sufrimiento de uno es el sufrimiento de todos y la alegría de uno es la alegría de todos". Esta inquietante visión proviene seguramente del propio Browning, que cuando joven fue artista de circo. "Los fenómenos viven apartados de la sociedad, incluso en el mundo del circo están separados", según explicó Browning a la prensa con motivo del estreno. El director también señaló que "aprender sus costumbres, lenguaje y tradición es sumamente dificultoso. Cuando yo estuve en el circo, hace muchos años atrás, trabajé durante meses tratando de ganar la confianza de ellos, y sin embargo, aprendí muy poco. Durante siglos, los fenómenos han mantenido una suerte de jerga propia" (parte de la que, según se dijo, aparece en los diálogos de la película). Los enanos son particularmente exóticos en la perspectiva de Browning, según narró: "la mayoría de los enanos provienen de las montañas de los Cárpatos en Austria, donde algunas condiciones especiales del clima parecen afectar la secreción de las glándulas corporales de manera que impide el crecimiento... hay aldeas enteras en Austria habitadas solo por enanos, quienes desempeñan todo tipo de actividades."
Para el cásting de la película Browning decidió recurrir a verdaderos fenómenos de la naturaleza. Como respuesta al llamado, MGM fue bombardeada con miles de fotografías de candidatos a los varios roles. El casting final englobó un grupo único de fenómenos, el más bizarro reunido jamás para una misma película.
- Prince Radian (el "Torso Viviente"), un negro de la Guyana Británica sin miembros que había sido traído a Estados Unidos por el empresario P.T. Barnum, que lo dio a conocer como "La Oruga Humana" e "El Gusano Humano". Randian tenía un sentido del humor muy particular, y se decía que podía hablar en Hindú, Alemán, Inglés y Francés. Su filosofía era la de que la discapacidad física no se podía superponer a la capacidad mental. Randian podía pintar, escribir, armar y encender un cigarrillo solo con su boca (acto que repite frente al actor Matt McHugh y con el que quedó inmortalizado en la película). Su único diálogo es casi indescifrable, pero aparentemente dice algo como "Can you do anything with your eyebrows?" (¿Podrías hacer algo con tus cejas?). Durante sus períodos de descanso del circo, Randian vivía en New Jersey con su devota esposa y varios hijos. Su última aparición pública fue el 19 de diciembre de 1934, falleció poco tiempo después.
- Pete Robinson, el "Esqueleto Viviente", pesaba escasas 60 libras y durante muchos años se presentó en el circo de los Ringling Brothers. Estaba casado con Bunny Smith, la mujer obesa (462 lbs.). Una de sus aficiones principales era la de hablar de política.
- Olga Roderick, la "Mujer Barbuda", era en realidad Jane Barnell y había nacido en 1874. Provenía de Europa, donde había estado muchos años de gira en distintos circos. Antes de 1900 Olga se había casado tres veces y había tenido dos hijos. Luego de FREAKS juró no volver a trabajar en Hollywood, por considerar que la película de Browning era "un insulto para todos los fenómenos".
- Martha Morris, la "Beldad sin Brazos", fue una mujer nacida sin brazos que aprendió a valerse por si misma con las piernas, con las que podía comer, beber y hasta escribir.
- Frances O'Connor, nacida en 1917, al igual que Martha Morris, sin brazos. Compensaba su incapacidad con los pies, con los que podía vestirse, comer, y todas las actividades de las personas normales. Frances trabajó en el circo de los Cole Brothers durante muchos años, siendo presentada como "La Venus de Milo Viviente".
- Josephine Joseph, mitad hombre-mitad mujer. Proveniente de Austria, nunca se supo a ciencia cierta si era hombre, mujer o hermafrodita legítimo.
- Había varios microcefálicos (denominados en inglés "pinheads", cabezas de alfiler, personas afectadas por una enfermedad que les impedía el crecimiento del cráneo y que les hacía retardadas mentales): Zip y Pip (cuyos nombres reales eran Elvira Snow y Jenny Lee Snow), hermanas que viajaron con el World Circus Sideshow durante muchos años.
- Schlitzie había nacido en Yucatán, México durante la década de 1880 tenía una hermana que también sufrío microcefalia. A pesar que era varón, se la vestía de mujer para facilitar sus necesidades fisiológicas. Sin embargo Schlitzie era notablemente inteligente para su estado: podía cantar, bailaba un poco y hasta contaba hasta diez. Se decía que le gustaban los sombreros, los vestidos nuevos. En verdad tenía afecto por Tod Browning, a quien le imitaba el tono de voz (hay una fotografía del rodaje en que está abrazado al director). En un principio se lo conoció como "Maggie, la última de los Aztecas", pero luego tomó su nombre Schlitze de una conocida marca de cerveza. Era como un niño, siempre feliz y sonriente (en la película sigue mostrando su sonrisa hasta en los momentos de mayor humillación de Hans, durante el banquete). Apareció en MEET BOSTON BLACKIE (1941) en una breve escena en una feria. Luego de haberse exhibido por 30 años como atracción de feria, y, habiendo fallecido su manager y tutor, Schlitzie fue llevada a una institución, donde nadie le podía prestar la atención y cuidado que necesitaba. El promotor canadiense Sam Alexander se encontró a Schlitzie depresivo y a punto de morir de soledad, y convenció a las autoridades de tomarlo a su cargo, volviendo a las giras. Schlitzie falleció en 1961, a los 80 años, una edad inusual para un microcefálico.
- Daisy y Violet Hilton, genuinas hermanas siamesas, habían nacido en Inglaterra en 1908. Nacieron unidas por la cadera y compartían un mismo sistema circulatorio. Eran hijas de una madre soltera, que las vendió a su comadrona, Mrs. Mary Hilton, ingresando de muy jóvenes en el mundo de los circos. Durante una época fueron las atracciones de feria mejor pagas del mundo. Ambas tuvieron romances y se casaron, divorciándose de sus maridos, quienes le dilapidaron grandes sumas de dinero. Luego de FREAKS, protagonizarían CHAINED FOR LIFE (1950) una exploitation movie de la época, y su secuela TORNED BY A KNIFE. Durante una de sus giras, el negocio salió mal y se tuvieron que quedar en Charlotte, North Carolina, donde se pusieron a trabajar en una tienda de comestibles. Luego de haber faltado algunos días al trabajo, se reportó la ausencia a la policía, que encontró que habían fallecido de gripe.
- Los liliputienses alemanes Harry y Daisy ("la Mae West enana") Earles en verdad se apellidaban Schneider. Junto con las otras hermanas, Grace y Tiny, habían viajado a Estados Unidos, donde se presentaron como la Familia Doll, antes de tomar el apellido Earles y aparecer como artistas de feria, en circos y películas. Harry (su nombre verdadero era Kurt) había aparecido en THE UNHOLY THREE (El Trío Fantástico-1925), de Browning, en donde había acompañado a Lon Chaney. Harry repitió su papel en el remake sonoro de la película (1930). Luego de FREAKS, Harry dejó la industria del cine para realizar algunas giras con el Circo de los Ringling Brothers y con los circos de Barnum y Bailey. La familia Earles apareció, completa, en THE WIZARD OF OZ (El Mago de Oz-1939) en el rol de munchkins. Harry también participó del western TERROR OF TINY TOWN, el único filme western cuyos actores son todos enanos.
- Koo Koo, "la Mujer Ave" era en realidad Minnie Woolsey, una mujer ciega que sufría una enfermedad de los huesos. Anunciada como "La Mujer Ciega de Marte", parecía no reaccionar ante los estímulos externos y era capaz de sentarse totalmente inmóvil en una silla por horas. Quedó inmortalizada en FREAKS con el eufórico baile que lleva a cabo encima de la mesa de la escena del banquete de bodas.
- Johnny Eck, el joven que nació sin piernas, había comenzado de joven en el mundo del espectáculo. A los 11 años hizo un acto que consistía en que un mago simulaba serruchar a su hermano Robert por la mitad. Luego aparecía un enano que corría por el escenario simulando ser las piernas y Johnny lo perseguía. En sus estudios Johnny fue sobresaliente, y se destacó en artes, música y filosofía. Antes de FREAKS, Johnny estaba participando en una feria en Canadá, adonde fueron a buscarlo para presentarse al casting. Entre sus pocas apariciones en la pantalla, participó en TARZAN ESCAPES (La Fuga de Tarzán-1936) disfrazado como una horrible criatura (Johnny fue el favorito de Browning, quien lo hacía subir consigo a la grúa de filmación). Luego de su época en Hollywood, continuó trabajando en circos y ferias.
- Sobre Elizabeth Green, "La Mujer Cigüeña", hay cierto misterio. Tod Browning dice que era una mujer judía de Springfield, Massachusetts, que tenía varios departamentos. También se dijo que esta mujer era una fanática enfermiza del cine y que se unió al reparto de la película solo para conseguir el autógrafo de Ronald Colman. Anton La Vey, de quien más adelante hablaremos, afirmó que Betty Green no era un fenómeno genuino y que había ingresado al mundo del circo exagerando sus rasgos faciales.
- Angelo Rossitto fue el más prolífico de los fenómenos que participaron en FREAKS, un enano nacido en Nebraska que intentó estudiar derecho pero que pronto se vio atraído por el cine, apareciendo en THE BELOVED ROGUE en 1926 junto a Conrad Veidt y John Barrymore, con quien cosechó una amistad y quien le alentara para continuar en el negocio. Más tarde Angelo apareció junto a Lon Chaney en WHILE THE CITY SLEEPS (1928); más tarde apareció en SEVEN FOOTPRINTS OF SATAN (1929) de Benjamin Christensen. Para complementar la irregularidad de sus trabajos como actor, Angelo se puso un quiosco de diarios en Hollywood. Luego de FREAKS, cumplió roles secundarios en numerosas películas de los años '30, como THE SIGN OF THE CROSS (de Cecil B. De Mille) o A MIDSUMMER NIGHTS DREAM (Sueño de una Noche de Verano-1935) de Max Reinhardt. Durante esta época también fue, debido a su corta estatura, doble de Shirley Temple para la Fox. En 1941 Angelo fundó la organización The Little People of America, que hoy en día cuenta con cientos de asociados. A partir de ese año comenzó a aparecer en gran cantidad de thrillers de bajo presupuesto de la Monogram y en películas tales como THE MESA OF LOST WOMEN (1952), THE TRIP (1967), DRACULA VS FRANKENSTEIN (1969). Durante esos años su vista comenzó a deteriorarse, llegando a los años '80 casi ciego. Casi al final de su carrera fue llamado para actuar en MAD MAX BEYOND THE THUNDERDROME (Mad Max III-1985). Sin embargo fue THE OFFSPRING (Gritos en Oldfield-1987) su última película. A lo largo de su dilatada historia, el pequeño Angelo había acompañado a los grandes del cine de terror: Boris Karloff, Bela Lugosi, Lon Chaney Jr. y Vincent Price.
- Otros fenómenos aparecieron en roles sin diálogo o bien como extras, tales como el diminuto muchacho negro que tenía aletas en vez de brazos y que es brevemente visto sobre el fango, en el final, durante la persecusión de Cleopatra y Hercules.
El casting de los actores "normales" fue un poco más dificultoso. Inicialmente Victor McLaglen sería Hercules, Myrna Loy sería Cleopatra (según deseos de Irving Thalberg) y Jean Harlow interpretaría a Venus. Pero ninguno de ellos aceptó sus roles. Henry Victor cubrió el rol del forzudo y Olga Baclanova fue contratada como Cleopatra. Olga había sido una estrella del cine mudo, una "vampiresa" y era originaria de Rusia, donde perteneció al Teatro de Arte de Moscú. Baclanova se interesó por el guión, pero Browning quiso antes que fuera presentada al reparto. Con Harry Earles habló en alemán y se comprendió bastante bien, pero cuando vio al resto del elenco... "Me mostraron a una chica," recordó la actriz, "que era como un orangután... luego un hombre que tenía cabeza pero no tenía piernas ni nada, solo una cabeza, como un huevo... los fui viendo de a poco, pero no quería verlos, quería desmayarme, quería llorar." Con el tiempo Baclanova se acostumbró pero en un principio "era muy difícil. Ya que no los podía mirar... me hacía daño, como ser humano. Pero luego me fui acostumbrando a ellos." Excepto por uno, que "era como un mono, ella se ponía loca de vez en cuando." (Uno de los relatos del rodaje refiere que uno de las microcefálicas estaba encadenada por su guardián).
Filmada entre octubre y diciembre de 1931, la película estuvo lista para estrenarse a principios de 1932. Uno de los principales problemas que hubo que enfrentar fue que la mayoría de los fenómenos no tenían nociones de actuación. De hecho los breves diálogos de Schiltzie y de Prince Randian son casi incomprensibles. Los fuertes acentos de otros miembros del elenco (el acento alemán de Harry Earles y el ruso de Olga Baclanova) contribuyeron a crear algo de confusión en una historia que supuestamente estaba ambientada en Francia. David Skaal, autor de "The Monster Show", especula que FREAKS hubiera cosechado mayor éxito como filme mudo, como originalmente fue concebido. Así las deficiencias de los fenómenos en recitar sus partes e incluso la de actores como Henry Victor (que algunas veces parlotea sus líneas de manera que se hace difícil entenderlo), habrían sido eliminadas y se habría aprovechado la alta evolución narrativa alcanzada por el cine mudo.
La Época Oscura
A lo largo de los años se ha reportado que FREAKS pudo haber tenido otros finales. El final más conocido es el que muestra a Cleopatra graznando, luego de lo cual se pasa a los cartones del final. Sin embargo, se ha dicho que originalmente la película mostraba que Hercules no moría sino que aparecía cantando con un timbre de voz femenino, lo que indicaba que había sido castrado por los fenómenos. Un tercer final es descripto en el número de Abril de 1999 de la revista The Big Reel: Luego que Cleopatra es convertida en la criatura gallina, se ve a Hans sentado solo en su estudio, triste y sin deseos de hablar con nadie. El mayordomo le comunica que hay alguien que desea verlo, pero Hans dice que "no he visto a nadie durante estos años". Entonces ingresan Frieda acompañada de Phroso y Venus. La enana le ruega que lo piense, que no ha sido su culpa, que él había tratado de detenerlos. Hans le dice a Frieda que se retire, pero ella lo toma de la mano y lo abraza, diciéndole que no se preocupe, que ella lo ama. Y la escena se diluye y da paso a los títulos de crédito. Este final ha sido incluído en las versiones que se pueden encontrar en video.
Las primeras reacciones de la crítica, luego del estreno de la película (en febrero de 1932), fueron unánimes. The Herald Tribune dijo: "Mr. Browning siempre fue un experto en morbosidad patológica, pero luego de ver FREAKS, es como que todas sus anteriores películas son cuentos de nanas." En tanto el New York Times anunció que "hay una dificultad que es respecto a si la película tendría que estrenarse en el Teatro Rialto, donde se dio ayer, o bien en el Centro Médico." Sin embargo no fue la fría recepción de la crítica especializada el único motivo de su fracaso comercial. También estuvo la censura. Prohibida en gran cantidad de países, FREAKS no llegó a estrenarse en Gran Bretaña, sino hasta 1963. La época de la Depresión, que hizo mermar dramáticamente el público de los cines (a fines de 1932 esta caída fue del 40%) y provocó que un 20% de las salas cinematográficas de EE.UU. cerraran sus puertas, también golpeó a MGM, que a pesar que siguió siendo solvente, tuvo que hacer frente a olas de rumores que afirmaban que el estudio cerraría sus puertas. La apuesta monetaria a FREAKS había resultado mala para Louis B. Mayer, que retiró la película de su distribución y la ocultó celosamente, como si fuera un experimento fallido o un motivo de verguenza. En cierto momento se dijo que los negativos de FREAKS fueron arrojados a la Bahía de San Francisco. La negativa performance de su película, hizo que Browning tuviera que abandonar un proyecto para filmar una película con Johnny Eck. Johnny, el hombre que nació sin mitad inferior del cuerpo, tenía un hermano gemelo (Rob, que había nacido sano). El proyecto de Browning era sobre el experimento que un científico lleva a cabo para crear seres mutantes. Se dice que FREAKS destruyó la carrera de Browning. A pesar que siguió dirigiendo para MGM, en los siguientes 8 años, solo filmó cuatro largometrajes hasta MIRACLES FOR SALE (1939), luego de la cual siguió empleado para MGM hasta que se retiró a Malibu en 1942.
Pero FREAKS tuvo una interesante historia luego de su estreno. En 1948 el Padre del Cine Exploitation, Dwain Esper, que venía llevando a cabo espectáculos bizarros para atraer público desde los años '30 (en 1932 estrenó NARCOTIC, una película que trataba el "tema candente" de los adictos a los estupefacientes). Esper pagó una miserable suma a MGM por el arrendamiento de los derechos de FREAKS. Por aquella época la TV aún no exhibía películas con regularidad y cada vez que una película dejaba de exhibirse en cines, solamente vivía en el recuerdo de quienes la habían visto. Solamente se "re-estrenaban" películas como CASABLANCA (1942), GONE WITH THE WIND (Lo Que el Viento se Llevó-1939), etc. Por eso MGM cedió los derechos de FREAKS, una película que ellos suponían no haría un centavo más en los circuitos masivos, y que solo podría ser comercial en los oscuros páramos del cine exploitation. Esper cambió el título de FREAKS por el de FORBIDDEN LOVE en primer lugar y luego por NATURE'S MISTAKESk, le agregó un largo prólogo al principio en que anuncia "una atracción absolutamente fuera de lo común" y diseñó una serie de posters sensacionalistas que ensalzaron el carácter monstruoso y sexual de la trama. Con estos elementos realizó una larga gira en la que exhibió FREAKS junto con otras películas, como HOT MONEY GIRL o BEAST OF THE AMAZON en autocines o bien en cualquier tugurio disponible, teniendo por público a adolescentes con hormonas inquietas, marineros de permiso, y degenerados varios que acudían a estas funciones creyendo que iban a ver escenas de desnudos o depravaciones.
El productor David F. Friedman recuerda en su autobiografía titulada "A Youth in Babylon", que conoció a Esper en 1949, en un autocine de las afueras de Charlotte, North Caroline, donde se proyectaba FREAKS bajo el título de FORBIDDEN LOVE. "Las publicidades de Esper aseguraban excesos de lascivia," recuerda, "y a pesar de la tormenta, el público de Carolina estaba ansioso por ver la película. Esper evitó un buen alboroto esa noche, ya que el público se fastidió porque luego de terminar la película no hubo ninguna escena de desnudo o de sexo. '¡Ponga esto rápido!' ordenó Esper al proyeccionista, para que diera un corto nudie de diez minutos que mostraba generosas tomas de epidermis, tanto masculinas como femeninas. Las fieras sexuales, ya calmadas, partieron del autocine en armonía, dejando intactas las instalaciones." Esper también contó en sus presentaciones con la presencia de algunos freaks reales, como el veterano Sam "el Hombre sin Rostro" Alexander, quien participó activamente de la gira durante 5 años. Él, junto a otros, tenía que estar de pie en las entradas de las salas, cosa de atraer a la gente.
El Regreso de FREAKS
En 1956 una cineasta, la Sra. de Willy Werby, comenzó a preparar una película retrospectiva para ser proyectada en la Camera Obscura Film Society. La película se titularía HISTORY OF THE MACABRE y consistiría de una compilación de clips de viejas películas de terror. Algunas de sus amigas le contaron que el famoso satanista Anton Szandor La Vey podría ayudarla. La Vey, que vivía en San Francisco, era aficionado a la investigación psíquica y a la caza de fantasmas, y era fanático absoluto de las películas de terror y esotéricas, y por supuesto había visto FREAKS, así que se la recomendó muy especialmente a la Sra. Werby (quien nunca la había escuchado nombrar siquiera). Werby decidió que FREAKS sería la película que exhibiría en la Sociedad, así que comenzó a buscar alguna copia. Pero luego de algún tiempo, no encontró nada. FREAKS era por aquella época, una película "perdida"; muchos habían escuchado hablar de ella, pero nadie recordaba haberla visto. Finalmente Werby dio con el pirata de Esper, y le compró su copia por unos 5 mil dólares. Años después Mrs. Werby recordó su encuentro con Esper, y la impresión que tuvo fue de que el tipo estaba desesperado por el dinero, aunque intentó ocultar su euforia. Pero entonces surgió el problema que la copia estaba en mal estado, ya que Esper la había proyectado intensivamente durante años, y nunca había hecho nada por mantenerla o refaccionarla. Pasó otro largo tiempo, hasta que Werby halló una buena copia en el sótano del El Rey Burlesque Theater, en Oakland, donde La Vey se había presentado tocando el órgano. Werby pudo echar un negativo de esta copia.
Luego de esto FREAKS inició su etapa de exhumación, siendo proyectada en museos de cine, universidades y clubes o sociedades fílmicas. Llegó el tiempo en que Werby vendió los derechos de FREAKS a Raymond Rohauer por la suma de 15 mil dólares. Rohauer, y su socio, Myron Bresnick, no obstante, no podía proyectar cinematográficamente la película hasta que los derechos de autor de MGM hubieran caducado. Werby no guardó un buen recuerdo de Rohauer, quien era considerado por muchos como un "pirata del cine", comprando viejas películas de Buster Keaton y otros. El historiador William K. Everson no habla bien de Rohauer (quien falleció en 1987), cuando lo redefine como un "filibustero" fílmico. Werby en tanto lo califica como un "enfermo" a la hora de debatir precios y pelearlos. Prefería pagarle a un abogado para levantar un pleito, que pagarle a quien le debía. Así fue que Rohauer se negó a pagarle a Werby hasta que ella llevó al sheriff a la sala para confiscar la taquilla, la misma sala donde se proyectaba FREAKS.
En octubre de 1961 Dan Talbot, de la New Yorker Film Society, proyectó FREAKS durante una semana entera, en una sala propia de la sociedad. Esta y otras funciones de FREAKS motivaron que en 1962 el Festival de Venecia programara la película en la sección de terror. Por supuesto el público europeo amó la película, que recibió los mejores adjetivos de parte de los críticos e intelectuales del cine. Ese mismo año un joven británico llamado Antony Balch estaba deambulando en París, junto con los escritores William Burroughs y Brion Gysin. Balch visitó por esa época la Cinemateca de París, donde vio FREAKS, la que jamás pudo haber visto en su patria a causa de la prohibición de la rígida censura inglesa. Balch, que era también distribuidor de películas, se puso en contacto entonces con Kenneth Anger, realizador e historiador del cine, quien lo contactó a su vez, con Rohauer. Balch pagó una copia a Rohauer y al año siguiente FREAKS se estrenó en The Paris Pullman Cinema, en Londres.
Irónicamente fue 1962 el año en que Tod Browning falleció. Tenía 80 años y había pasado los últimos en el aislamiento. En 1967 FREAKS se dio en el célebre y reputado Museo de Arte Moderno de New York. Ese mismo año David F. Friedman filmó su tributo personal, titulado SHE FREAK. Friedman quiso contratar a Johnny Eck para un rol en el filme, pero este no quiso, habiéndose sentido defraudado por el corto caché percibido por FREAKS (a causa en verdad de un agente deshonesto). Pero lejos de decrecer la estatura legendaria de FREAKS, se acrecentó, especialmente en los años '70, cuando fue proyectada en funciones de trasnoche, junto a filmes tales como REEFER MADNESS o TERROR OF TINY TOON. Sin embargo, la película no era solo una atracción añeja, sino que fue dada junto a películas modernas, como PINK FLAMINGOS, NIGHT OF THE LIVING DEAD y ERASERHEAD.
Fue en 1986 (un año antes, en 1985, había fallecido Harry Earles), cuando la línea de video de MGM-UA lanzó FREAKS para el mercado de video hogareño con un elaborado packaging. La misma empresa que décadas antes la había prohibido y condenado a la sórdida distribución exploitation. La difusión masiva del filme, motivó diversos hechos para los sobrevivientes. Johnny Eck y su hermano Rob, que vivían en la pobreza en la misma casa que habían nacido, se vieron asediados por una nueva generación de fanáticos. Pero Johnny no tenía especial agrado por hablar de FREAKS. En diciembre de 1990 su situación desgraciada llamó la atención de los directivos de MGM Classics, quienes programaron en Boston una función de FREAKS a beneficio del anciano Johnny. Pero la proyección jamás se realizó: en febrero de 1991 Variety publicó su obituario; Johnny había fallecido el 5 de enero de 1991. Ese mismo año falleció Angelo Rossitto, que también se negaba a hablar sobre FREAKS.
La Obra Teatral
Pero a medida que iban desapareciendo los últimos protagonistas, FREAKS ingresaba definitivamente al público masivo como una leyenda a través de la emisión por TV por cable y de la distribución por video. En Argentina FREAKS ha generado una verdadera legión de fanáticos. En el caso de quien esto escribe, el fanatismo ha motivado que a lo largo de los años hubiera visto la película no menos de quince veces, siendo los minutos del climax siempre inquietantes y siempre causa de que se le ericen los cabellos. FREAKS también ha generado una interesante versión teatral que por esta época puede verse en Buenos Aires. FREAKS, con dirección de Luciano Cáceres, es una obra que reproduce y adapta de manera bastante fiel la trama de la película de 1932, tanto en escenas como en diálogos. La obra presenta un reparto de actores que interpretan los roles de cada uno de los fenómenos.
- Juan Carlos Denicolay como el Presentador. Un rol breve pero sumamente importante, que es cumplido con creces por este veterano actor. No solo hace que la presentación de la "monstruosidad viviente" sea entretenida de por sí, sino que también brinda un gag cómico no presente en la película, cuando interpreta el rol del doctor que asiste a visitar a Hans envenenado.
- Pablo Tagliani como Johnny ("El Medio Hombre"), está muy bien caracterizado. Por supuesto Pablo tiene piernas, pero las oculta notablemente bajo un almohadón y se moviliza en un carro con ruedas, de manera que, al igual que el original Johnny Eck, tiene que movilizarse con sus manos.
- Facundo Jair como Hans. El rol del enano protagonista es corporizado por el niño Facundo Jair, de quien podemos resaltar que tiene un timbre de voz muy similar al Harry Earles del filme original.
- Macarena Sandoval como Frieda. Al igual que el anterior, el papel de la enana enamorada de Hans es incorporado por una niña, que tiene también un timbre de voz muy parecido al de Daisy Earles.
- Eva Gross como Cleopatra. El personaje de la aprovechadora artista que acapara muchas de las miradas del público se luce, porque maneja su rica colección de expresiones para lograr en su personaje una sátira del que cumple Olga Baclanova en la película. Como detalle podemos señalar que Eva interpreta también a Cleopatra mutilada por los fenómenos en la escena final, a diferencia de la película, en que ambos roles eran interpretados por actrices diferentes.
- Lizzie Gaspar como Madame Tetrallini. La misión de Mme. Tetrallini en la película como en la obra teatral ha permanecido idéntica: sirve de filtro entre las personas normales y "sus niños", es decir los fenónemos. Interesante el nuevo maquillaje de la actriz (que incluye complementos que la hacen parecer más robusta, y que a primera vista hacen pensar que ella es "la mujer gorda" del circo).
- Guillermo Jacubowicz como Roscoe. No podemos decir que el personaje que Roscoe Ates cumple en FREAKS tuviera otra misión que servir de desahogo cómico en varias secuencias. Roscoe no solo sufre de tartamudez sino también de cierto retardo: trata a su esposa (una de las hermanas siamesas) como si estuviera separada de su hermana. En la obra teatral el personaje es tratado de la misma manera, aunque no es el único encargado de la labor cómica.
- Javier Gómez como Josephine Joseph. Interesante maquillaje para este actor, con mitad del cuerpo depilado, e interesante cambio del argumento para la obra teatral. En la película, Josephine Joseph tiene apariciones breves pero contundentes (especialmente en la escena en que Hércules le propina un castañazo). En la obra, el rol de Josephine Joseph crece hasta absorver el de Jean, pretendiente de una de las hermanas siamesas (que llevaba a cabo Michael Visaroff). ¡Vaya pareja "freak" entre Roscoe, las hermanas siamesas y Josephine Joseph, el hermafrodita!
- Jimena García Blaya como Frances. La delgada actriz que interpreta a Frances también cumple una labor "lonchaneysica" al cubrir sus brazos tras la espalda durante toda la obra. La trama nos la muestra teniendo una relación sentimental con Johnny, la que da lugar a una divertida escena de humor negro (y también de "amor negro"). En su interpretación, el personaje habla con entonación española.
- Carla Boglione como Violeta y Vanesa Boglione como Margarita. Las hermanas siamesas Daisy y Violet son encarnadas por hermanas (pero no siamesas, por supuesto), que gozan de un semblante incluso más parecido entre ellas dos de lo que las Hilton tenían entre ellas mismas.
- Lautaro Delgado como Poroso. A causa de la manera que se adaptaó la trama, el rol de Phroso ha quedado muy mermado en la obra teatral. La climática lucha contra Hércules, momento en que se luce el personaje, ha desaparecido (en virtud de un nuevo e interesante final). Sin embargo la secuencia en que Poroso consola a Venus por su pelea amorosa y la posterior en que prepara su último truco en la bañera, está incluso mejor que en la película. Mención especial merece la nueva connotación del gag de la bañera...
- Charly Pantelides como Torso. Tan difícil como armar y encender un cigarrillo con la boca, es cubrir piernas y brazos durante una hora entera. El actor lo consigue, adicionando nuevos elementos al personaje, tales como que está dispuesto en una especie de carrito de supermercado y que se moviliza con un movimiento de cabeza, (como si fuera un gusano). También es responsable de varios gags divertidos.
- Christhof Behl como Hércules. De los actores (sacando fuera a los fenómenos, que no eran actores) de la película original, Henry Victor es uno de los últimos en calidad actoral. En la obra, el actor que interpreta a Hércules se separa de esta caracterización y cumple una decente labor, muy superior por ende al Hércules fílmico.
- Laura Campaña como Venus. No solo el personaje de Poroso sufre de una merma de protagonismo. Venus, que también tenía protagonismo en el terrible final que filmó Browning, logra superar este problema con una buena dosis de frescura y simpatía en la escena de su conversación con Poroso.
En la película los fenómenos no actúan, sino que son ellos mismos. En la obra teatral, en cambio, los fenómenos son interpretados con ingenio por los distintos actores. En la película entonces, tenemos más de media hora en que se presentan todos los fenómenos, dándosele a cada uno una escena como protagonista o un gag. La trasposición teatral fiel de estas escenas hubieran causado una lentitud narrativa, así que están sabiamente salteadas casi todas, dando lugar a gags originales y a muy interesantes reinterpretaciones de los originales. La obra, además, goza de un interesante acompañamiento musical (por la Todo Mal Orchestra, con el típico bajo-guitarra-batería, más teclados, percusión, saxo, violín y hasta bandoneón). El balance final es positivo, en especial si el público ha visto FREAKS previamente.
A lo largo de casi 80 años ha existido una historia. En un principio circuló en el medio literario, luego pasó al cine y finalmente al teatro. La historia, en definitiva, es el enfrentamiento de aquello que consideramos "anormal", contra lo supuestamente "normal". La trampa está en que no tenemos que asociar normal con bien y anormal con mal. FREAKS, por ende, quedará como el más refinado ejemplo de que el adjetivo "monstruo" ha sido mal definido.
Bibliografía:
FREAKS, A MOVIE UNDEAD de Jack Stevenson
Story Board completo de la película
HALLIWELL'S FILM GUIDE
CINE BIZARRO de Diego Curubeto
Del Otro Lado Teatro
Story Board completo de la película
HALLIWELL'S FILM GUIDE
CINE BIZARRO de Diego Curubeto
Del Otro Lado Teatro
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