viernes, 1 de abril de 2011

GUILLERMO FRANCELLA Y ARTURO PUIG PROTAGONIZAN `LOS MARZIANO`, EL NUEVO LARGOMETRAJE DE ANA KATZ

SE CONSIDERAN ACTORES POPULARES Y AFIRMAN QUE LOS DIRECTORES AÚN TIENEN PREJUICIOS PARA CONVOCARLOS. HABLAN SOBRE LA TELEVISIÓN Y EL PROGRAMA QUE SE EMPIEZA A GRABAR CON CAMPANELLA.


Fuente: diario "Perfil"
 
Juan es separado, tiene una hija en Buenos Aires pero vive solo en Misiones. Su personalidad de bohemio, colgado y sumiso lo llevaron a distanciarse de su hermano Luis, un ex prestigioso doctor que se cansó de prestarle plata para sacarlo de problemas. En esta conflictiva relación hace incapié Los Marziano, el nuevo largometraje de Ana Katz que protagonizan Guillermo Francella y Arturo Puig. El estreno será el 14 de abril. 






Los Marziano: Trailer por ElBazarDelEspectaculo


—¿Cómo son ustedes con sus hermanos en la realidad?
 
FRANCELLA: Yo tengo un hermano, Ricardo. Tuvimos una buena infancia entre nosotros y en la adultez aparecieron diferencias, discusiones que radican en nuestras maneras de pensar o la manera de manejarnos. Somos antagónicos. Pero lo que hay que aprender es a entenderse, apoyarse y escuchar las opiniones del otro.
 
PUIG: Soy hijo único, entonces para componer mi personaje inventé un poco y otro poco lo he tomado de casos ajenos de hermanos que están peleados a muerte. 

—Hubo casos famosos: Liam y Noel Gallagher, de Oasis, Gerardo y Hugo Sofovich...

 
P: Hay hermanos que se llevan bien y otros que no se han hablado por muchisimo tiempo, como los Sofovich. En mi caso es un vínculo raro. Compartir los padres debe ser una sensación maravillosa por un lado, donde se puede dividir las responsabilidades.
 
F: (Interrumpe) Muchas veces hasta los mismos padres buscan diferencias entre ambos y hacen que ellos no se quieran. Hace unos días, con Campanella leímos sobre lo que significa el hijo pródigo de la Biblia. Y muchas veces pasa que un padre tiene cuatro hijos y tres lo aman con locura pero el restante es el rebelde. A ése es al que más ama.
 
—Una gran parte del rodaje se realizó en el barrio privado Las Praderas, de Luján. ¿Tienen alguna postura sobre quienes eligen ese estilo de vida? 
 
F: Se puede utilizar como microclima cerca de la ciudad, donde los pibes van al colegio adentro caminando con sus mochilitas y dejan las biciletas sin cadenas. Es algo bastante irreal, por eso cuando vienen a Capital escuchan una bocina y se asustan. En mi caso lo utilizo como un lugar de fin de semana.
 
P: No he hecho la experiencia, pero no creo que pueda vivir en un lugar así y mucho menos Selva (Aleman, su esposa). Vivimos en una casa amplia en Belgrano, que no cubre las expectativas de un country aunque tenemos pileta y jardín. Algo importante es la edad, porque si trabajás en el medio de Capital seria durísimo ir y venir.
 
—¿Creen que vivir allí aleja a la gente de la realidad de inseguridad y pobreza?
 
F: No. Desde mi punto de vista, no creo que sea una burbuja. La inseguridad ha llegado a los countries pero sin dudas que te proteje más en seguridad y por eso la gente lo elige.
 
—¿Se arrepienten de no haberle dado más espacio al cine, como hizo Ricardo Darín?
 
F: En la televisión fui feliz y me convertí en alguien muy popular, y en teatro nunca pensé que iba hacer musicales de la talla de La cena de los tontos, Los productores... Amo los dos géneros. No creo que el cine sea el lugar de mayor relevancia, porque también hay muchos bodrios que no me gustaría hacer. Es un poco el destino, porque no nos han llovido y rechazado propuestas cinematograficas por hacer Grande Pa! y Naranja y media. Las que hice con Mentasti y Scalella las pensábamos y generábamos nosotros. A Ricardo se le dio.
 
P: Tengo una anécdota muy linda con Ricardo. Estábamos haciendo Sugar, en un momento en que la mayor cantidad de películas interesantes las hacían Víctor Laplace y Miguel Angel Solá. En el camarín, vestidos de mujer, nos preguntábamos por qué no nos llamaban a nosotros. Cuando hice la pelicula Lugares comunes, de Aristarain, muchos me dijeron: “a partir de ahora no parás de filmar”. Y la verdad que nunca más me llamaron.
 
—¿Sigue el prejuicio de que los actores populares de TV no son convocados para cine?
 
F: Sí, pero gracias a Dios se esta terminando. Cuando Alfonso Cuarón, Alejandro Iñárritu y Guillermo Del Toro, los tres tipos más grandes del cine mexicano y excelentes directores, vinieron a Argentina a hacer un casting para Rudo y Cursi, no tenían ningún preconcepto de mi pasado, si venía de hacer Brigada cola o Naranja y media. Y en una cena me comentaron que su decisión fue unánime. Se cagaron en todo y lo mismo pasó con Juan (Campanella) y Ana (Katz). Igual, ojo, tampoco es que ahora me están llegando excelentes historias y personajes, porque la mayoría son unos bodrios. 

—Guillermo, la escena donde te chocás y rompés un vidrio pasa de lo cómico a la trágico en un segundo. Tu lenguaje corporal de actor está muy lejos de los típicos tips que te dieron el éxito en la TV. ¿Pasar los 50 te dio el empujón de animarte a realizar una nueva búsqueda actoral?
 
F: Sí, lo vengo deseando y buscando. Tenía ganas de que me pasen otras cosas. Me podría haber quedado muy cómodo con que me iba bien pero, con el paso del tiempo, decidí correrme, me siento más maduro, con otra edad y con ganas de seguir buscando.

“LA TELEVISION ESTA MUCHO MEJOR QUE EN 2010” 
 
A los 66 años, Arturo Puig ensaya la obra El precio, que se estrenaría a fines de abril en el Liceo. “Voy a estar con Pepe Soriano, Selva (Aleman) y Antonio Grimau”. Cuenta que, como en el filme, deberá confrontar con su hermano: “Uno que privó su vida por cuidar a su padre, y el otro es un médico que regresa tras 16 años”. 

Dice que no le gusta mirarse en televisión o en cine porque “me digo: ‘Tendría que haberlo hecho de esta otra manera’”. Pero en su casa, Puig tiene la mirada profesional de Selva Aleman: “Me dice lo que está bien y lo que no. Somos muy compañeros y respetuosos de nuestros trabajos”. Ganador del Martín Fierro con Grande Pa!, se ilusiona con el presente televisivo: “Creo que está mucho mejor que el año pasado, hay cuatro ficciones en horario central, también en la Televisión Pública, y en un mes vuelve Guillermo con Campanella. Hay cosas que son buenas y otras que no, pero a nivel mundial estamos bastante bien”.

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