domingo, 6 de julio de 2014

Ciudad de Dios – 10 años después

diretores Cavi e Luciano CDD 10 anos depois


Mariano Zamorano
http://www.niapalos.org/?p=16658





La aparición en 2002 de Ciudad de Dios, de Fernando Meirelles, fue un antes y un después del nuevo cine brasileño. Ficción basada en el desarrollo del narcotráfico en una de las favelas más conocidas de Río de Janeiro, la película causó tanto fascinación como críticas por una supuesta estigmatización a las clases bajas de la ciudad. Una década después, con los gobiernos de Lula da Silva y Dilma Rousseff encima y políticas dirigidas a la pacificación de las favelas –que incluyeron a la propia Cidade de Deus-, los directores Cavi Borges y Luciano Vidigal filmaron un documental que retrata la actualidad de la vida de los protagonistas del film original. Tras la presentación de Ciudad de Dios – 10 años después en el Cine Fest Brasil – Buenos Aires, Borges y Vidigal opinan del nuevo cine que se originó tras el film de Meirelles, las políticas sociales del PT, sus nuevos proyectos y las posibilidades –inimaginables 10 años atrás- que otorgan las nuevas tecnologías.


Durante la filmación del documental dijeron que el objetivo de Ciudad de Dios – 10 años después era mostrar la vida de los jóvenes que vivían en la favela y habían sido contratados especialmente para trabajar en la película. ¿Cuáles fueron los destinos tan diferentes que refleja el documental?

CB: Ciudad de Dios abrió nuevas puertas y perspectivas en la vida de 200 actores. Algunos consiguieron aprovecharlo y otros no. En realidad, constatamos que aquellos que tenían estructura familiar y una buena base de estudios aprovecharon mejor las oportunidades que la película de Fernando Meirelles trajo a sus vidas. Uno de los actores que más me sorprendió fue Jefchander Suplino –en Ciudad de Dios era Alicate, integrante del Trío Ternura-. En el film hacía el papel de ladrón que dejaba el crimen e iba para la iglesia; en la vida real fue exactamente lo opuesto: era una persona “de bien” que después se convirtió en bandido. Su mamá aparece en nuestro documental llorando y diciendo que en su caso la ficción se transformó en realidad. Actualmente se encuentra desaparecido con grandes posibilidades de estar muerto.

LV: En lo personal, trabajé como investigador de elenco de Ciudad de Dios. Cuando vi la película me impactó el resultado de los actores, quienes en su gran mayoría son mis amigos. 10 años después queríamos mostrar las transformaciones en su vida. Encontramos muchas historias sorprendentes: actores que se convirtieron en estrellas, otros que enfrentan las dificultades propias del mercado al que definen como mediático y racista, y otro número pequeño que se envolvió en el tráfico de drogas.

En el documental muchos de los actores aseguran que hasta la actualidad los negros no tuvieron mejoras en las condiciones de vida: el músico Seu Jorge contrasta con avances en los derechos de mujeres y gays, mientras que Douglas Silva dice que es triste que un negro tenga que convertirse en famoso para no sufrir racismo. ¿Cuál es la actualidad de la discriminación y el racismo en Brasil?

LV: Yo soy negro, de la favela y artista. Comparto la opinión de los actores del film: Brasil todavía es racista y faltan negros, indios y gordos que protagonicen sin estereotipos novelas, publicidades, films. Sin dudas tenemos que avanzar.

CB: Realmente es muy grande, incluso después de tanto tiempo del estreno de Ciudad de Dios. A pesar de que las personas dicen que no existe o disminuyó, la discriminación y el racismo continúan fuerte. A veces disfrazado y escondido, pero el racismo está: no tenemos negros en las universidades, ni en los estadios de fútbol durante el Mundial, ni tampoco en las novelas brasileñas. En cambio, tenemos negros en las prisiones, en las favelas y en el empleo informal.

La película de Meirelles fue criticada por “hacer cosmética” y representar al negro de forma estereotipada ligada esencialmente a la marginalidad. ¿Cuál es su opinión?

CB: Las personas olvidan que la película de Fernando (Meirelles) es un film de ficción apenas inspirado en hechos reales. No es un documental. La propuesta siempre fue mostrar cómo surgió el tráfico de drogas en las favelas y eso lo reflejó muy bien. Es claro que no mostró el lado bonito y de bien de los pobladores de Ciudad de Dios. Eso generó mucha crítica pero no era el objetivo del film. Cuando Martín Scorsese hace una película sobre la mafia, tampoco muestra cosas buenas de la ciudad de Nueva York, y ellas también existen. Todo es una cuestión de foco y punto de vista.

LV: Creo que Ciudad de Dios es un gran film. Una película de mafia como El Padrino yUno de los nuestrosCiudad de Dios reveló una generación de jóvenes negros talentosos para la cultura mundial, sólo pienso que ahora es el momento para que el cine local muestre otras historias singulares que pasan dentro de las favelas cariocas. La samba fue la primera manifestación cultural que retrató la esencia del pueblo brasileño. Ahora vivimos una nueva era en donde los jóvenes favelados se identifican con el rap, los films y la literatura periférica que está surgiendo dentro de la favela. Yo trabajo en lo que llamo humanización del estereotipo: humanizar la favela, los personajes populares brasileños; mostrar al negro, al gay, al malandro, el favelado, la prostituta y el rico con la singularidad y la coherencia de la sociedad en la que vivimos.


Leandro Firmino, el actor que interpretó a Zé Pequeno, una década después

Diez años después de la aparición de Ciudad de Dios, ¿cuál es su opinión del trabajo y las políticas públicas de los gobiernos de Lula Da Silva y Dilma Rousseff, que incluyeron el proceso de pacificación de las favelas de Río de Janeiro?

LV: Pienso que diez años después comenzamos una democracia cinematográfica con el cine digital. Sin embargo, todavía estamos desfasados en las políticas públicas. El acceso a la cultura todavía es caro y elitista. La política de equipo y de gobierno de Lula tuvo un progreso y dejó una esperanza en el inconsciente colectivo. Lamentablemente la administración del gobierno de Dilma está siendo contradictoria y estancada en problemas sociopolíticos que decepcionaron a los brasileños. Pienso que la pacificación no va a resolver ningún problema, si el gobierno no invierte en salud, educación y cultura dentro de las favelas. A pesar de esto, creo que puede ser un primer paso para las mejoras.

CB: Lograron arrancar las armas y expulsaron a los bandidos de las favelas, pero no invirtieron en educación y cultura, más allá de las estructuras básicas de vida de aquellos lugares. Disminuyó la violencia, pero ¿qué hay con los otros problemas? Más allá de eso, ahora vemos muchos policías armados en las favelas abusando del poder. En un punto, me parece que las armas apenas cambiaron de manos.

La película de Meirelles fue considerada por muchos una de las mejores películas de la historia del país. ¿Cuáles consideran que son los otros trabajos que mejor retrataron a las favelas?

CB: 5XFavela es una ficción formada por cinco cortometrajes realizados por cinco jóvenes de las favelas. Pasó por Cannes en 2010 y muestra de una forma humorada y poética el día a día. En ese film la violencia sólo aparece de fondo. Copa Vidigal es un documental que muestra una competición de fútbol formada por equipos de diferentes favelas enemigas –con facciones de traficantes de drogas rivales- e intenta mostrar que el fútbol podría juntar a esas personas. Omnibus 174 fue un documental y luego film de José Padilha –director de Tropa de Elite y Robocop-, e intentó mostrar cómo un niño pobre se va tornando bandido a través de un caso real de secuestro de un colectivo en la zona sur de Rio. Por último elijo al documental Noticias de uma guerra particular que muestra el origen del tráfico de drogas en las favelas de Rio en los ochenta. Podemos señalarlo como el embrión de Ciudad de Dios, realizado por Katia Lund (co-directora deCiudad de Dios) y muestra el punto de vista del poblador de la favela, del bandido y de la policía. El documental Onde a coruja dorme mostró la vida del músico Bezerra Da Silva, que cantaba músicas hechas por compositores de las favelas y era un portavoz que criticaba la miseria, la injusticia y el sufrimiento de los pobladores de las favelas.

Como dueño de la productora Cadivideo, ¿qué opina de la actualidad del cine brasileño y qué directores del nuevo cine recomienda?

CB: Nuestro documental apunta a una nueva generación de cineastas nativos de las favelas, trayendo un nuevo punto de vista, más creativo y menos estereotipado. En un sentido distinto de mirar de adentro para afuera. Antes, todas las películas sobre las favelas eran hechas por ricos. Ahora con las nuevas tecnologías, el pueblo y el favelado pueden mostrar su punto de vista.

Dentro de los nuevos nombres del cine brasileño destaco a Wagner Novais, Rodrigo Felha, Julio Pecly, Adirley Queiros, Fernando Coimbra, Luciana Bezerra y Gustavo Melo.

¿Qué están filmando ahora?

CB: Estamos terminando otros cinco largometrajes. Nuestros nuevos films son FaroesteUm film francésDois casamentosSetenta y Orlando. En la actualidad, como productora de cine, Cadivideo reúne cerca de 50 artistas de diferentes partes de Río (directores, artistas de la favela y de las áreas más ricas, jóvenes, veteranos y personas que quieren hacer películas de autor y no consiguen dinero del gobierno). Todos ellos se ayudan mutuamente y consiguen hacer películas a bajo costo en lo que ya es una especie de cooperativa cinematográfica (hacemos cerca de 7 largometrajes por año, desde 2005 hicimos 150 cortos y largometrajes y tal vez seamos la productora de Brasil con mayor productividad en la actualidad).

¿Cómo están viviendo el Mundial y las manifestaciones que se sucedieron?

LV: Las protestas son una repuesta de emergencia a las injusticias y guerras de las cuales somos víctimas. Evidentemente estamos cansados y vamos a cobrar las deudas que tienen con nosotros hasta que todo mejore y se igualen nuestros derechos humanos.

CB: Estamos filmando, registrando y haciendo films. Rio em chamas es una película de protesta compuesta de 11 cortos realizados por 11 directores cariocas. Nació como una insatisfacción general con el gobierno y con la voluntad de mostrar el verdadero Rio de Janeiro. Están haciendo la película Rio eu te amo (de la misma productora internacional de las películas: París, te amo y NY, i love you), mostrando a través de directores famosos e internacionales las maravillas de la ciudad, en lo que parece que está todo bien y feliz. Por causa de la Copa del Mundo y de las Olimpíadas, el gobierno vende un Rio de Janeiro lindo y tranquilo. Sabemos que la realidad es bien diferente.

¿A qué le dicen Ni a Palos?

CB: Ni a palos a los políticos corruptos de Brasil, a la burocracia del cine brasileño que atrapa y confunde al realizador joven, mientras que ayuda y apoya al cine comercial (comedias y películas que se asemejan más a programas de televisión) y ni a palos a una política cultural que le da la espalda y no apoya al cine de autor, político y de reflexión.

LV: Ni a palos a ser policía. Pienso que el mundo sería otro si todas las armas fueran de juguete.

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